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El deseo prohibido

Fernando comenzó a moverse, sus caderas chocando contra las de ella. Los gemidos de placer llenaban la habitación, sus cuerpos sudando y jadeando. Cambiaron de posición varias veces, probando diferentes ángulos y ritmos, cada uno más intenso que el anterior. En el clímax final, Fernando se colocó en la posición del misionero, mirando a los ojos de Valentina mientras la

Esposa pudorosa es sabrosa (1)

Esteban la bajó bruscamente, y la giró, presionando su cuerpo contra la mesa. La rodeó con un brazo, deslizándose con una lentitud tortuosa hasta que ambos se estremecieron al unísono. Ella jadeó su nombre, de puntillas aferrándose al borde de la mesa, sintiendo cada embestida más profunda que la anterior. El sonido de la piel chocando contra la piel se

¿Quieres que pare?

Yo estaba perdido, no, no quería que parase, así que comenzó a acelerar el ritmo, y cada subida de mi polla era un chupeteo de la punta en sus labios. Ya comenzaba de nuevo a sentir las ganas de correrme y ella lo notó, por la tensión de mi cuerpo y le dio una última chupada dura a mi verga

Orgía de sexo oral en la piscina

El sitio hacia esquina, para que al menos fuera discreto. Yo me senté en el suelo, semidesnuda, mojada, y caliente. Hicieron abanico enfrente de mí. –A todos a la vez, empieza cuando quieras. Vi las 8 pollas de delante mí, unas grandes, otras más pequeñas, todas estaban empalmadas, o casi. Recordé que eso me gustaba, y con las dos manos

Lo hicimos detrás del escenario en un festival de rock

Ahora tragaba hasta más allá de la mitad de mi pene. Su boca me la comía de un buen bocado y con ayuda de su mano la terminaba de introducir hasta adentro para luego retirarla y empezar todo de nuevo. Yo le acariciaba la cabeza, como para a veces guiarla y mis ojos se perdían en cualquier punto de aquella

Trío inesperado con mi pareja y un amigo

Él se apartó y decidió meterme un dedo en el culo. Cuando enterraba mi verga en el coño de mi pareja sentía como el dedo salía de mi culo, aunque sin salir por completo; cuando me apartaba, el dedo entraba en mi culo. Se sentía riquísimo; aceleré el ritmo, sintiendo el doble placer. De pronto ya no aguanté más y

Sexo por sexo

La primera en alcanzar el orgasmo fue Laura, quien al alcanzarlo soltó un gran squirt que parecía una fuente, mojando toda la cama. Sin dudarlo ni un segundo fui a lamerle el coño, ella se metió de nuevo el dildo y se corrió de nuevo, pero esta vez en mi cara, mojándome entera. Nos reímos las dos, me puse encima

Vacaciones en Zuana Bech Resort

Y comenzamos en sincronía un meter y sacar del culo y del chocho, mi mujer gritaba, gemía, y decía “me están matando cabrones, que rico sentir y disfrutar de sus pollas, los dos dándome verga, oh Dios que rico, me corro, me corro” y seguimos serruchando el chocho y el culo como por 15 minutos y tuvimos un orgasmo simultáneo

Faje en el auto

Se subió mi esposo prendió el carro y arrancamos, y el chavo volvió a la carga y me empezó a acariciar mi panocha metiéndome los dedos y masajeando mi clítoris, sentía tan rico que no quería que el tiempo pasara era tanto que mi gozo que no quería venirme, mientras hacía esto con la otra mano estaba apretando mis tetas

Contrato con Apolo: quiero llevarte a la Luna

Desabroché lentamente el liguero, disfrutando del sutil chasquido del encaje al soltarse. Él intentó besarme el pie, pero al notar que era muy arriesgado, deslizó una de mis medias con delicadeza, retirándola por completo. La sostuvo por un instante entre sus dedos antes de guardarla en su bolsillo, como un trofeo o quizá, como una promesa de que el último

Mi novia y mi padrastro (1)

Estaba desesperado por meterla, pero mientras más frotaba más me daba cuenta de que se estaba bajando mi erección, no comprendí porqué y me desesperé, trataba de empujar, pero se doblaba y ya estaba muy chiquita, no lo logré. Ella me preguntó por qué ya no estaba parado, pero no le supe responder, ella comenzó a sentirse mal, pensó que

Rehabilitación sexual

Esa mujer sobre mí brillaba. El rubor en su cara, sus enormes senos se movían y tenía sus pezones duros apuntando a mi boca, luego se levantaba y bajaba mientras su cabello lacio y fino caía sobre mi cara. La besaba a ella y a sus areolas. Sentía contraerse las paredes de su vagina. Se salía para volver a sentir

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