Un día cualquiera en la tienda con don Pepe
Los cachondeos con don Pepe siguieron por los dos años que trabajé en la tienda; por eso acabé trabajando cuatro días entresemana y sábado domingo. Cada que podía me tocaba las nalgas o me daba arrimones aun habiendo gente en la tienda, supongo que eso le gustaba o lo calentaba...