Alejandra y el doctor Bustamante
Se abrió de piernas dando permiso a que el profesional de la salud continúe. Bustamante me miró buscando mi permiso y asentí con la cabeza. Sin sacarle la ropa interior, es decir, corriéndola a un costado le dio unos primeros lengüetazos y los alternaba metiéndole un par de dedos...