Relatos eróticos Panamá

Somos una pareja joven, tenemos 30 años cada uno. Soy un tipo alto, grande, blanco, de pelo rubio y mi esposa es estatura media, morena, de pelo negro, lacio y largo, cuerpo de ensueño, piernas largas y tonificadas, caderas y trasero firme y pechos muy grandes, cara hermosa y sonrisa preciosa...

Cuando se sube a mi carro me confiesa que tiene 21 años y pues que desea vivir experiencias con gente mayor a ella, yo le dije que bueno, pero con la condición de la discreción...

La siguiente historia ocurrió un caluroso día de agosto que terminó mojado por muchas razones. No hace falta decir que cualquier día es bueno para follar y eso fue exactamente lo que acabó ocurriendo entre mi colega, una profesora de español y yo, un joven profesor...

Hola, soy una mujer de 40 años, soltera con hijos, llevo casi 4 años saliendo con un hombre casado, es muy atento, cariñoso y me vuelve loca cuando comienza a tocarme, él ya me conoce y se da cuenta que apenas me comienza a acariciar provoca en mi muchos deseos...

En mi relato anterior, les cuento cómo había transcurrido mi noche de cumpleaños, una sorpresiva ración de sexo con la madurita del gym. Ya me encontraba dispuesto para entrar en la cama luego de una refrescante ducha y encuentro a mi novia en la cama, con las lámparas a media luz y ella acostada...

En este relato se cuenta lo sucedido entre un joven entrenador y los encantos de una madura que sabía lo que quería desde el primer momento que entró al gimnasio...

En esa época en que nuestros cuerpos empiezan a sentir excitación por cualquier situación y donde los jóvenes se debaten entre seguir sus instintos o los consejos de casa, donde el sexo es satanizado y poco valorado...

En una noche inesperada producto del alcohol la madrina de mi ahijada se pone caliente y sin pensarlo terminamos comiéndonos toda la noche...

Resumen de la experiencia con la amiga de mamá que por suerte para mi tuvo que quedarse en casa luego de una fiesta familiar y vaya que disfrute que nos dimos durante y después de la fiesta...

Mientras yo me reponía ella agarró mi mano y la metió en su hilo, donde descubrí lo cálido de su cuquita, estaba bien mojada y empecé a tocar para descubrir con el tacto lo que me estaba ofreciendo...