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El regreso de Sandra.

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Mónica venía a coger conmigo cuando las emociones la rebasaban. Calculo que le serviría de catarsis, no se. Lo único que se es que siempre cogíamos deliciosamente, y estábamos en eso, precisamente con mi verga en su culo a punto de acabar después de que hicimos un 69 majestuoso y de que me suplicara que se la ponga bien adentro de su culo. Rara vez lo hacíamos, es muy estrecha y siempre le dolía, supuse que la catarsis de hoy era grosa y disfruté ese estrecho culito hasta acabarle adentro como a ella le gustaba. Sentir el chorro de leche dentro de su culo la hizo acabar muy intensamente, con grandes espasmos y gritos....la catarsis estaba hecha y ella se acurrucó en paz entre mis brazos por un momento.

-Me pasó algo muy loco poco tiempo después de la ultima vez que nos vimos -me dijo- muy pero muy loco, pero tengo que remontarme hasta mi infancia para que entiendas.

-Contame -le dije- tengo todo el tiempo del mundo para escucharte.

Y así comenzó a contarme lo que la había pasado:

Siempre tuve el sueño liviano, me despertaba por cualquier cosa, es así que descubrí a mis padres haciendo el amor, no sabía muy bien que era lo que hacían, pero estaba seguro de que eso era amor, flotaba en el aire.

Después supe lo que hacían mucho antes que mis amigos, también aprendí a tocarme mirándolos, primero eran hermosos cosquilleos, después soberbios orgasmos que aprendí a acallar para no ser sorprendida.

-No como hoy!! - le dije en tono burlón

-callate tonto - me retó- dejame contarte.

Mi madre se ponía un largo camisón blanco y se cepillaba el pelo antes de acostarse.Era muy parecida a mi, o sea, yo me parezco mucho a ella, con su largo pelo negro, grandes tetas y generosa cola. Cuando hacían el amor no se sacaba el camisón, le gustaba montar a mi padre, agachada chuparle la pija un buen rato y después si, subirsele y cabalgarlo lentamente, gimiendo y gozando con su camisón blanco como si fuera un fantasma.

Luego mi padre la agarraba, la tumbaba en la cama y hundía su cabeza entre sus piernas, mi madre acababa con sus lamidas y luego él se acomodaba para volver a ponérsela y así acabarle dentro cayendo rendido entre sus brazos y quedándose dormidos ambos abrazados.

Fueron muy felices e inseparables pero mi madre se nos fue hace cinco años y mi padre quedo inmerso en un letargo que día a día me asustaba más.

-Papá, todavía sos joven, tenes 65 años, viví la vida, a mamá no le hubiese gustado verte así!!

Le decía constantemente, pero él no me daba bolilla.

Otras veces le decía más en joda: - Dale andá a la milonga del club, levantate alguna veterana y fifatela!!

La otra tarde fui a tomar unos mates con él y el tema volvió a salir:

- Y te estás comiendo alguna viejita?

-Mas respeto a tu padre, che!! . me retaba medio en chiste, le encantaba el trato franco y cordial que existía entre los dos.

.Mirá . me dijo- daría lo que no tengo por una noche más con tu mamá. Solo una noche.

Esa frase retumbó en mi cabeza y me dejó pensativa...

A la semana lo llamé por teléfono.

-Esta noche estoy libre -le dije. queres que traiga unas pizzas y cenamos juntos?

-Dale . me dijo- sabes que siempre me gusta tu compañía.

Caí a las nueve con una pizza y una botella de tinto, cenamos, reímos y brindamos hasta que el tinto se acabó, fui hasta la alacena y traje otra botella.

-Che, no será mucho vino? - me dijo

-Dale, tomemos un poquito más, festejemos...

Cuando mi padre tomaba mucho vino no se emborrachaba, le daba sueño y tenía que dejar de tomar e irse a dormir.

Lo ayudé a ir a la cama y lo acosté.

Luego fui al ropero y tomé un camisón de mi madre, largo y blanco. Me desnudé y me lo puse, cepillé mi pelo largo y negro como el de mi madre y volví a su habitación.

Me subí a la cama y lo llamé por su nombre muy dulcemente:

-Juan, despertate, Juan...

-Sandra! dijo él medio dormido, y no lo dejé reaccionar, bajé mi cabeza y atrapé su pija entre mis labios,

el suspiró: Sandra.... y su pija comenzó a crecer en mi boca, se la chupé así un largo rato y luego me le monté encima, su aun potente pija entró hasta lo mas profundo de mi ser y yo lo cabalgué muy lentamente, con el camisón blanco como un fantasma, como el fantasma de mi madre que volvía para sacar a mi padre de su letargo.

Su pija era potente y gruesa y sacaba de mi concha placeres indescriptibles. Luego me acostó y hundió su cabeza en mi concha, su diestra lengua me hizo gemir con locura, acabé una vez y otra vez más, como cuando me masturbaba imaginando el placer que le estaba dando a mi madre. Luego se subió encima mio y me la volvió a poner, me abrazó fuertemente y me cogió hasta que acabamos juntos.

Quedamos así abrazados y le dije al oído.

-El Universo me permitió volver para liberarte, nos juramos amor eterno y ese fue nuestro error, quedamos atados para toda la eternidad, por eso volví, para liberarte. Sos libre, viví tu vida y se feliz y yo voy a estar feliz por eso.

Cuando se durmió, me levanté, me vestí y me fui a casa.

A la otra mañana volví con la excusa de ver como estaba y lo vi feliz, liberado, no hizo ningún comentario de lo sucedido la noche anterior y entre mates me dijo que me iba a hacer caso y que iba a empezar a salir y vivir la vida.

Lo que todavía no puedo explicarme es lo que le dije a mi papá esa noche, no se de donde lo saqué y porqué se lo dije, solo se que me vino a la mente.

Creo que el Universo esta vez jugó con migo...

Mónica venía a coger conmigo cuando las emociones la rebasaban. Calculo que le serviría de catarsis, no sé. Lo único que sé es que siempre cogíamos deliciosamente, y estábamos en eso, precisamente con mi verga en su culo a punto de acabar después de que hicimos un 69 majestuoso y de que me suplicara que se la ponga bien adentro de su culo. Rara vez lo hacíamos, es muy estrecha y siempre le dolía, supuse que la catarsis de hoy era grosa y disfruté ese estrecho culito hasta acabarle adentro como a ella le gustaba. Sentir el chorro de leche dentro de su culo la hizo acabar muy intensamente, con grandes espasmos y gritos....la catarsis estaba hecha y ella se acurrucó en paz entre mis brazos por un momento.

-Me pasó algo muy loco poco tiempo después de la última vez que nos vimos -me dijo- muy pero muy loco, pero tengo que remontarme hasta mi infancia para que entiendas.

-Contame -le dije- tengo todo el tiempo del mundo para escucharte.

Y así comenzó a contarme lo que la había pasado:

Siempre tuve el sueño liviano, me despertaba por cualquier cosa, es así que descubrí a mis padres haciendo el amor, no sabía muy bien que era lo que hacían, pero estaba seguro de que eso era amor, flotaba en el aire.

Después supe lo que hacían mucho antes que mis amigos, también aprendí a tocarme mirándolos, primero eran hermosos cosquilleos, después soberbios orgasmos que aprendí a acallar para no ser sorprendida.

-No como hoy!! - le dije en tono burlón

-callate tonto - me retó- dejame contarte.

Mi madre se ponía un largo camisón blanco y se cepillaba el pelo antes de acostarse. Era muy parecida a mí, o sea, yo me parezco mucho a ella, con su largo pelo negro, grandes tetas y generosa cola. Cuando hacían el amor no se sacaba el camisón, le gustaba montar a mi padre, agachada chuparle la pija un buen rato y después si, subírsele y cabalgarlo lentamente, gimiendo y gozando con su camisón blanco como si fuera un fantasma.

Luego mi padre la agarraba, la tumbaba en la cama y hundía su cabeza entre sus piernas, mi madre acababa con sus lamidas y luego él se acomodaba para volver a ponérsela y así acabarle dentro cayendo rendido entre sus brazos y quedándose dormidos ambos abrazados.

Fueron muy felices e inseparables pero mi madre se nos fue hace cinco años y mi padre quedo inmerso en un letargo que día a día me asustaba más.

-Papá, todavía sos joven, tenes 65 años, viví la vida, a mamá no le hubiese gustado verte así!!

Le decía constantemente, pero él no me daba bolilla.

Otras veces le decía más en joda: - Dale andá a la milonga del club, levantate alguna veterana y fifatela!!

La otra tarde fui a tomar unos mates con él y el tema volvió a salir:

- Y te estás comiendo alguna viejita?

-Más respeto a tu padre, che!! . me retaba medio en chiste, le encantaba el trato franco y cordial que existía entre los dos.

.Mirá . me dijo- daría lo que no tengo por una noche más con tu mamá. Solo una noche.

Esa frase retumbó en mi cabeza y me dejó pensativa...

A la semana lo llamé por teléfono.

-Esta noche estoy libre -le dije. queres que traiga unas pizzas y cenamos juntos?

-Dale . me dijo- sabes que siempre me gusta tu compañía.

Caí a las nueve con una pizza y una botella de tinto, cenamos, reímos y brindamos hasta que el tinto se acabó, fui hasta la alacena y traje otra botella.

-Che, no será mucho vino? - me dijo

-Dale, tomemos un poquito más, festejemos...

Cuando mi padre tomaba mucho vino no se emborrachaba, le daba sueño y tenía que dejar de tomar e irse a dormir.

Lo ayudé a ir a la cama y lo acosté.

Luego fui al ropero y tomé un camisón de mi madre, largo y blanco. Me desnudé y me lo puse, cepillé mi pelo largo y negro como el de mi madre y volví a su habitación.

Me subí a la cama y lo llamé por su nombre muy dulcemente:

-Juan, despertate, Juan...

-Sandra! dijo él medio dormido, y no lo dejé reaccionar, bajé mi cabeza y atrapé su pija entre mis labios,

el suspiró: Sandra.... y su pija comenzó a crecer en mi boca, se la chupé así un largo rato y luego me le monté encima, su aun potente pija entró hasta lo más profundo de mi ser y yo lo cabalgué muy lentamente, con el camisón blanco como un fantasma, como el fantasma de mi madre que volvía para sacar a mi padre de su letargo.

Su pija era potente y gruesa y sacaba de mi concha placeres indescriptibles. Luego me acostó y hundió su cabeza en mi concha, su diestra lengua me hizo gemir con locura, acabé una vez y otra vez más, como cuando me masturbaba imaginando el placer que le estaba dando a mi madre. Luego se subió encima mío y me la volvió a poner, me abrazó fuertemente y me cogió hasta que acabamos juntos.

Quedamos así abrazados y le dije al oído.

-El Universo me permitió volver para liberarte, nos juramos amor eterno y ese fue nuestro error, quedamos atados para toda la eternidad, por eso volví, para liberarte. Sos libre, viví tu vida y se feliz y yo voy a estar feliz por eso.

Cuando se durmió, me levanté, me vestí y me fui a casa.

A la otra mañana volví con la excusa de ver como estaba y lo vi feliz, liberado, no hizo ningún comentario de lo sucedido la noche anterior y entre mates me dijo que me iba a hacer caso y que iba a empezar a salir y vivir la vida.

Lo que todavía no puedo explicarme es lo que le dije a mi papá esa noche, no se de donde lo saqué y porqué se lo dije, solo se que me vino a la mente.

Creo que el Universo esta vez jugó conmigo...

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