Nuevos relatos publicados: 9

En mi trabajo...

  • 13
  • 49.949
  • 9,63 (52 Val.)
  • 21

Llegaste más tarde que todos y al entrar al salón de juntas todos voltearon a mirarte.

Vestías una blusa blanca transparente y se te veía un sostén muy sexy. Aunque tus senos no eran muy grandes, se alcanzaba a ver una parte de tus pezones.

Recuerdo que solo había otra mujer aparte de ti en la junta entre varios hombres y todos nos miramos algo sorprendidos.

Llevabas una falda corta de color azul rey y unas medias que hacían lucir lo hermoso de tus piernas.

Atravesaste el aula para sentarte en la única silla vacía y todos volteamos a ver el movimiento sexy y cachondo de tus nalgas al caminar.

Supongo que todos te desnudamos con la mirada y se nos paró solo con verte.

...sabía que entre los asistentes a la junta había varios gerentes que me deseaban, por eso al vestirme en la mañana escogí ese atuendo que ya me habían dicho antes me quedaba muy bien, al terminar de bañarme y estar a punto de ponerme la  tanga de hilo dental blanca que dejaba ver mi velluda vagina, mi esposo se me acercó por detrás y poniéndome su erecto pene entre las nalgas me acaricio el clítoris  abriéndome los labios vaginales al tiempo que susurraba en mi oído, "ve sin tanga, como lo haces a veces cuando tienes una presentación con algún otro proveedor para que puedan oler a una mujer caliente los demás....." volteándome hacia él y acariciando su pene con mi vagina le pregunte: me la metes tantito para que se humedezca y mis jugos queden en mi vagina para que me huelan en la junta? (siempre que me penetran mi vagina se empapa pidiéndome oler a tres metros de distancia) a lo que inmediatamente puse los ojos en blanco al sentir su miembro adentrándose en mi rajita, me   bombeo más de lo que normalmente duramos y yo me contuve en no venirme para estar en mi máxima excitación al llegar a la junta (por estar haciéndolo se me hizo tarde y salí rumbo a mi trabajo en un corporativo en santa fe excitadísima...)

…Después de que tomaste asiento, la junta continuó, pero todos estábamos más atentos a ti que a lo que decía el expositor.

Te sentaste en medio de mí y de otro compañero que tenía fama de tener un pene muy grande.

Tu olor a mujer caliente nos llegó a ambos y nos miramos con complicidad.

Tu olor era exquisito y al menos yo, la tenía bien parada, como animal en celo.

En eso noté que el compañero de la verga grande te estaba acariciando las piernas y yo me di valor para hacer lo mismo, con una mano y con otra me sobaba el pene, masturbándome.

Empezaste a respirar agitadamente y tus mejillas se empezaron a poner rojas, síntoma de que te estabas calentando con las caricias, ya que, para ese momento, te habíamos levantado la falda y te tratábamos de tocar tu exquisito sexo.

... me sorprendí al sentir la mano de Israel sobre mi pierna, sabía que era muy caliente y por los comentarios de una chica de perfumería de la tienda de Polanco, sabía que la tenía muy grande. Mi reacción fue de sorpresa, pero antes de que pudiera protestar, sentí la mano de Fernando acariciándome la otra pierna, lentamente moví mis manos para sentir sus penes a través de sus pantalones, rápidamente me subieron la falda y tuve que detenerlos al sentir como llegaban a mi vagina, no quería tener un orgasmo en la sala de juntas, mejor escribí en un  post it: "vamos a un lugar privado al salir de la junta " y se los enseñe para ponernos de acuerdo, asintieron y esperamos a que terminara la junta...

yo había fantaseado en la posibilidad de tener dos hombres desnudos en mi cama conmigo, pero hasta ese momento no lo había hecho, y por lo que se veía, esta sería mi primera ocasión, ya en alguna ocasión dos compañeros de la tienda de Polanco me lo habían propuesto cuando trabaja ahí, pero nunca llegamos a consumarlo por su falta de experiencia...

La junta transcurrió como agua y no puse atención en lo que decían por estar fantaseando con lo que sucedería al salir.

Antes de que la junta terminara, el compañero mencionado, me hizo una señal y dijo que iría a los sanitarios para poder salir.

Un minuto más tarde hice lo mismo y lo fui a encontrar.

Al verme me dijo-- Como ves ¿A dónde la invitamos?

- Yo creo que es mejor invitarla primero a tomar una copa para que ella nos cuente cuáles son sus gustos y fantasías y de esta manera no forzarla a hacer cosas que no le agraden, y también nosotros saber a qué atenernos.

Él respondió-- Está bien, ojalá que no se arrepienta y al salir de la junta diga que no.

--Me encantaría tener esas nalgas en la cara y poder besarle todo su cuerpo.

--A mí me gustaría mamarle su vagina y ponerle nuestros dos miembros en la boca para que se diera gusto chupando.

Y así, fantaseando, regresamos a esperar a que la junta terminara.

...solo esperaba que ellos dos pudieran apagar el fuego que traía desde mi casa en mi vagina, al terminar la junta esperamos a que se vaciara la sala de juntas al tiempo que continuaban acariciándome las piernas discretamente bajo la mesa, al salir la única mujer que se quedó también al último esperando alguna señal de que se uniera al grupo, pero al no ver indicios de que los quisiera compartir volteo en la puerta y me dio una mirada de "gózalos" les pregunte: ¿a dónde? Mojándome los labios y apretando firmemente sus penes sobre el pantalón... se pusieron rápidamente de pie y pude ver sus erecciones pulsantes: al bar de sanborn's de santa fe, ok les dije, al tiempo que me ponía de pie también y me excitaba aún más al imaginar la exhibición que tendrían oportunidad de ver los clientes del bar cuando me metieran mano al tomarnos unas copas ahí... caminé hacia la salida de la sala de juntas meneando las nalgas seguida de mis dos nuevos machos...

Una vez que llegamos al bar, ocupamos una mesa discreta y mientras el mesero se presentaba seguimos con el jugo de tocarte por debajo de la mesa. Abriste un poco las piernas para facilitarnos el trabajo y cuando lo hiciste un aroma a hembra caliente invadió el área de la mesa. Acariciábamos ambos tu tupido pelaje y tú nos frotabas los penes por encima de los pantalones. En eso llegó el mesero y haciéndose el disimulado, nos preguntó lo que tomaríamos. Sirvió las bebidas casi de inmediato y aprovechamos que nadie nos molestaría durante algún tiempo para volver a la carga. Haciendo un esfuerzo metí los dedos en tu vagina para dedearte y traté de alcanzar tu clítoris para masturbarte.

Tu vagina parecía un charco de líquido caliente por la mojada, tus líquidos mojaban tus vellos y escurrían por tus piernas. Ambos hacíamos lo mismo y nuestros dedos peleaban por frotar tu sexo. Tu cara denotaba el placer que estabas experimentando y tu respiración era entrecortada. Bajaste el cierre de nuestros pantalones y sacaste los pájaros de su nido. Las vergas de los dos estaban paradas y palpitantes y de ellas escurría un líquido transparente y viscoso...

...al entrar al bar me reconocieron los que ahí trabajan, muchas veces había estado en ese lugar con mis compañeras de trabajo y algún proveedor de deportes que me deseaba también (uno de los que me acompañaban en ese momento), pero no me molesto, al contrario, me éxito mucho que me vieran besando a dos hombres, y eso era justamente lo que deseaba hacer: darles mi lengua para que sintieran lo que les haría al llegar al hotel y poder desnudarnos para que me la dieran toda la noche, bese apasionadamente a los dos al tiempo que les acariciaba sus penes  con mi manita... no estuvimos mucho tiempo en el bar, solo lo justo para decirles que los deseaba tanto como ellos a mí y que quería ser poseída por los dos, llame a mi esposo para decirle que tenía una presentación y que no se preocupara si llegaba tarde...  colgando el teléfono pedimos la cuenta y nos levantamos listos para ir a un hotel en donde seria poseída por dos hombres por primera vez en mi vida...

Salimos del bar y decidimos irnos en tu auto para que de ahí te pudieras ir a casa. Me ofrecí a conducir y tu e Israel se fueron en el asiento trasero.

Inmediatamente después de que el auto empezó a moverse, empezaron a besarse cachondamente y tú te agachaste a mamarle la verga. Él te tomaba de la cabeza y te la movía y apretaba, como dirigiéndote. Debido al gran tamaño de su miembro, tenías que abrir mucho tu boquita para poder metértela toda. Con una mano lo masturbabas y cada vez que lo sacabas de tu boca lo lamías con desesperación.

Yo iba súper caliente manejando y los observaba por el espejo retrovisor.

Él te quitó la blusa y el brasier y tus pequeños senos quedaron de fuera con los pezones parados como siempre los traes, hecho que aprovechó para acariciarlos y mamar tus ricos pezoncitos. Mientras él te mamaba las tetitas, tú lo masturbabas con tu manita, que apenas cubría la tercera parte de su gran tolete.

Tus gemidos empezaron a hacerse cada vez más fuerte y el olor de tu chochita invadió el ambiente... En cuanto llegamos al hotel, nos bajamos del auto y pedimos una habitación. En el elevador para subir al cuarto te íbamos besando, uno por atrás y el otro por adelante.

Al llegar a la habitación, Nos pediste que nos sentáramos y te empezaste a desnudar lentamente. y no me permitiste tocarte, dijiste que eso vendría después. Ambos teníamos los penes de fuera y nos masturbábamos al ver cómo te quitabas la ropa tan cachondamente.

Cuando quedaste en el puro bikini, tus vellos salían por las orillas y tenías una imagen súper cachonda. Nos pediste que nos acercáramos a ti, mientras té dedeabas despacio el clítoris...

Lentamente se levantaron para ponerse adelante y atrás de mí... me quite la tanga blanca y les desnude con calma, al estar desnudos los tres, me abrazaron y pude sentir sus erecciones por delante y entre las nalgas... me recosté despacio en la cama y abrí mis piernas para que pudieran verme la velluda vagina empapada y como se abría pidiendo sentir las lenguas de ambos por turnos, Fernando se recostó a mi lado derecho y me beso con mucha pasión mientras Israel se recostaba a la izquierda y se bajaba dejando una estela húmeda de su lengua por mi cuello para besarme los senos al tiempo que yo tocaba y masturbaba a ambos con toda delicadeza, no quería excitarlos demasiado, quería que duraran mucho, sin embargo algo en mi interior empezaba a exigirme que les mamara el pene... deseaba sentirlos en mi boca…

Mientras te besaba y tú me masturbabas, yo jalaba tus vellos con mis dedos y te frotaba tu húmedo clítoris. Tus gemidos eran intensos y profundos y abrías la boca para besar a ambos y jalar nuestras lenguas.

En eso te hincaste y pediste que nos juntáramos. Tomaste con tus dos manitas nuestros penes parados y babeantes y empezaste a masturbarnos por un momento. Inmediatamente después, te inclinaste y empezaste a mamar deliciosamente las vergas de los dos. Con los dedos de mis pies, tocaba yo tu húmeda vagina y frotaba tus excitantes vellos. Te veías cachondísima mamándonos a los dos, y tratabas de meterte los dos penes a tu boca. Pasabas tu lengua por los troncos como si chuparas una paleta y después te las metías a la boca. Tu cabecita subía y bajaba y al sacar la verga de tu boca, decías algunas obscenidades muy calientes… Me acomodé atrás de ti y antes de meterte el pene, lo froté en tus labios vaginales húmedos y chorreantes. Froté también tu ano velludo y le di unos empujoncitos a mi verga para que sintieras rico. Después de ello, la metí en tu vagina poco a poco. Al sentir el pito adentro de ti, dejaste de mamar y pediste que te bombeara con potencia. Empecé a meter y sacar mi verga en tu velluda raja y tu volviste a la carga con la mamada. Mientras disfrutaba la visión de ver tu ano y tus ricas nalgas, empecé a frotar tu anito ensalivado con mis dedos. Tus gemidos eran intensos y pedías más verga...

....sentí el pene de Fernando penetrarme hasta el fondo y pude sentir como con cada embestida crecía más y se endurecía cada vez más, me movía lo más cachondo posible masajeándole el pene con mi vagina como me había enseñado mi novio y había practicado con los proveedores de zapatería que me habían poseído anteriormente, normalmente bastan unos minutos de estos movimientos para hacerlos venirse, pues según me platican, el verme las nalgas y sentir como los aprieto es más que suficiente para que se vacíen dentro de mi dándome su leche caliente, ahora lo que quería era sentir como se vaciaba Fernando mientras yo seguía mamando ese pene enorme de Israel que ansiaba sentir en mi...

...Sentía el rico vaivén de tus nalgas y como apretabas mi pene con tu exquisita vagina. Me contenía lo más que podía ya que el cuadro de tus ricas nalgas, tu anito fruncido y ver como mamabas la gran verga de Israel, me ponía a mil. Cada vez que podía, te sacaba el pene de la vagina y lo frotaba con tu ano, sin meterlo, ya que no estaba seguro de que te fuera a gustar el sexo anal.

Me retiré un poco y empecé a lamer tu vagina y tu anito mojado. Mi leche estaba a punto de salir y te pregunté en donde querías que te la echara...

¡Dámela en la boca!, le grite a Fernando, mientras me volteaba para tomarle el pene en la boca, me acerque y me lo metí a la boca ansiosamente, mientras, sentía como le crecía el pene en mi boca a punto de estallar, Israel me acomodo sobre él y me puso la punta de su enorme pitote entre los labios de la vagina y me dijo: metételo.! Sentí como entraba la cabeza de ese enorme monstruo en mi raja y sentí que todo se ponía negro... creo que perdí el conocimiento por un segundo al sentirlo penetrándome y al mismo tiempo como el semen de Fernando me llenaba la boca...

Me moví rápidamente sintiendo el pene de Israel endurecerse más aún dentro de mi raja alistándose para llenármela de su semen espeso y caliente, Fernando se alejó un poco para poder observarnos coger como dos amantes calientes y me dediqué a cabalgar a Israel gimiendo como una hembra caliente a punto de venirme de nuevo cuando sentí como Israel me sujeto de las caderas fuertemente y me grito: me vengo Mariela!!, eso fue mi señal para dejarme ir totalmente y sentir como sus chisguetes  me llenaban la raja mientras yo le daba mis jugos en una venida simultanea que me dejo más que satisfecha...

Ahora todo se veía diferente, tenía a dos machos nuevos a mi disposición en el trabajo y seguramente me darían este tratamiento muchas veces más por separado o juntos, me daba lo mismo como lo quisieran en tanto me dieran su leche con regularidad.... llegué a casa llena a tope de semen de ambos machos y solo deseaba dormir cuando entre entré a la habitación y encontré a mi marido dormido ya...

(9,63)