Nuevos relatos publicados: 0

También les ocurre a las buenas alumnas

  • 3
  • 35.579
  • 8,28 (39 Val.)
  • 1

Me llamo Sandra muchas cosas nos ocurren a nosotras las jóvenes que nunca le contamos a nuestros padres.

Les cuento cuando estaba en el colegio en el último año, era buena en matemáticas y en todos los cursos, yo tenía un cuerpo desarrollado para mi edad, y mis compañeros me fastidiaban, hasta los profes me molestaban, pero no podían presionarme a nada pues mis notas eran tan buenas.

Una vez con una amiga que era bien jugadora, aquí le llamamos jugadora a las chicas que le gusta salir con diferentes chicos y algo más, tú me entiendes, bueno a fin de año nuestras notas eran buenas, y ella me conto que dos profesores la habían invitado a celebrar el termino de clases y que le habían dicho que le pasara la voz a una amiga, acepte porque no le debíamos nada a ellos pues las dos teníamos buenas notas, y además porque los profes eran churros, tenían carro y eran jóvenes como de 35 años.

Les dijimos que para ir a una discoteca, aceptaron, nos cambiamos en la casa de mi amiga, pues sus padres habían salido de viaje, y a mis padres les había dicho que me iba a quedar a dormir en su casa, ella se puso una mini muy pequeña y a mí me presto una de la de ella, que era tan pequeña como la que ella usaba, nos maquillamos, parecíamos mayores ella era rubia y yo con pelo negro y lacio, uno de los profes nos recogió en su carro, cuando nos vio se le salieron los ojos, guau guau como han cambiado nos dijo, pero nos dijo que antes de ir a la disco pasáramos a su departamento a recoger al otro profe y sacar plata, al subir a su departamento allí estaba el otro profe ,nos invitaron un trago para ir entonados, era como una limonada con bastante hielo, me dijeron que era vodka absoluto, la verdad yo siempre había tomado solo cerveza y no me gustaba por lo amarga, en cambio este trago parecía recontra suave y era tan refrescante que le pedí otro que nos tomamos al hilo, sin darnos cuenta estábamos por nuestro tercer trago y mareadas.

Comenzamos a bailar, pusieron todo a media luz, el trago  el cuerpo del profe y la pieza que sentía debajo de la cintura me excitaron comenzamos a besarnos salvajemente, sus manos pasaron rápidamente debajo de la minifalda y la verdad que la tanguita negra que tenía no le dio mucho trabajo para sacarla, nos tiramos al sofá y me puso piernas al hombro y comenzó a introducirme su pene centímetro a centímetro, si en mi voluntad quería resistirme, la verdad es que no tenía fuerzas para nada estaba muy mareada y la verdad es que estaba muy excitada y me sentía mojada y me estaba gustando la cosa.

Me sentía muy relajada con el trago, sentía como una carne caliente ingresaba en mi conchita, era dolor y placer, era muy rico, todo me daba vueltas pero el seguía metiéndola, en el remolino lo veía a el desnudo y yo también lo estaba, en lo poco que podía ver, mi amiga y el otro profe estaban desnudos uno encima de la otra en la alfombra, me dio por reír, la verdad es que no me acuerdo de mucho, pero creo que paso de todo, incluso creo que estuve con mis dos profes, a eso de las once de la noche nos despertaron y nos dejaron cerca a nuestras casas, allí aprendí a respetar el vodka y los tragos "suaves".

(8,28)