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Ya no soy aprendiz, soy puta

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Definitivamente, el trago me activa y vaya que lo hace y como lo hace, de tal manera que termino haciendo cosas que nunca, pero nunca, pensé que las haría, nos fuimos de viaje a centro américa y nos hospedamos en un complejo hotelero que queda en la misma ciudad, en un gran hotel con todas las comodidades, piscina, discoteca (más de una), bares, y un montón de hombres aguantados, la cosa es que estuve con mi marido alojada en ese hotel, la segunda noche (al igual que la primera) nos fuimos a juerguear, tragos baile, besos, y hacer el amor.

Eran, como las 2 de la mañana y subí con mi marido a nuestra habitación, tanto el, como yo estábamos con bastantes tragos encima, pero creo que el un poco más, la cosa es que empezamos con las caricias, besos, dedeo y hacer el amor, lo empecé a cabalgar, y luego él me cambia de posición a un perrito yo le digo, ¿qué te pasa amor, ya no das más?, me empecé a reír y le dije, mira abajo hay un montón de tipos, si ya no puedes, bajo y me tiro a alguno, él me dice, eres pura boca, tu no harías eso, no me tientes le digo, apuesto que no lo harías me dice, ¿y qué pasa si lo hago?, me compras el reloj, aquel que vimos en la tienda del hotel (un Cartier muy bonito), ya déjame terminar, me dijo y bueno seguimos tirando, hasta que se viene y bueno yo, como era de esperarse no me vine, y todavía tenía muchas ganas, él se tiende en la cama, y yo realmente que quede a la mitad o menos y con muchas ganas.

Tengo dos opciones echarme a dormir o… bueno me decidí por la segunda opción, una cosa en la vida he aprendido, cuando se da una oportunidad hay que aprovecharla, en este caso vi la oportunidad de ese precioso reloj, además podría tirar y ganarme algo, así que me voy al baño, me lavo, me arreglo y me pongo mi vestido, me empiezo a maquillar para salir otra vez, mi marido me mira y me dice, que pasa, voy a ejecutar mi apuesta, él me dice ten tu teléfono a mano, ya le digo, me termino de maquillar y salgo, tomo el ascensor y me voy al piso de los bares, ni bien salí del ascensor, veo a varios tipos mirándome, con unas caras de aguantados, parecían prisioneros, yo no les hice caso.

Me fui a sentar al bar, pedí una copa de vino, y se me acerca un tipo bien parecido, me empieza a conversar, me quiere pagar el trago y le digo, no, un rato charlamos y lo despache, me fui a otro sitio en la barra, y el bartender, me alcanza otra copa de vino y me dice aquel caballero le está invitando, lo vi, no estaba mal, se me acerca me saluda, lo saludo, me invita a su sitio, y me senté, en un sofá, el cual está bien bajo, casi al ras del piso, de tal suerte que al sentarme se me ve toda la entrepierna, lo vi al tipo con su cara pegada en mi entre pierna, se sentó, pero lo note perturbado, todo rojo, empezamos a hablar, no podía dejar de mirar mis piernas, no disimules le dije, si quieres mirar, mira, no cuesta nada, luego le dije para bailar, y fuimos, nos empezamos a mover, me conversaba, hasta que no se aguantó, y me dijo, que tal si vamos a mi habitación, ya le dije, excelente, pero se mira pero no se toca, y si quiero tocar me pregunto, bueno eso costaría, cuanto, 300 dólares, ya me dijo, uy, pensé le pude sacar más a este tipo, le pregunte en que habitación estaba, y me fui al baño, para enviarle un mensaje a mi marido, estaré en la 4002, le dije, me conseguí un tipo por 300 dólares, y el sinvergüenza de mi marido me dice, ¿tan poquito?, sácale más, me indico, y sácale la leche rápido!!

Bueno nos fuimos a la habitación, para esto yo por el solo hecho de estar con un desconocido y que este me pague por tener sexo conmigo, me puso muy calentona (más de lo que yo estaba) llegamos a la habitación, me quiso sacar el vestido, no le dije, paga primero, me entrego 3 nuevos billetes de 100 dólares (esos con banda azul), ya le dije tienes 1.5 horas por esto, si quieres más paga más, quiero ver tu rendimiento me dijo, ya lo veras, me desnudo, me empezó a besar, los senos, la espalda, la cadera, el pecho, se desnudó, estaba bien dotado, le puse su condón que me entrego, y me clavo en la posición del misionero, queriéndome besar, algo que no me dejo, pero igual me besaba el cuello y los pechos, mientras que me taladraba con su verga, mi concha estaba súper mojada, así que entraba sin problemas, empecé a gemir, pero no fingiendo, sino de puro gusto, este tipo me estaba tirando re bien o yo estaba aguantada?, la cosa que me pidió un perrito, y uff, que rico, me hizo venir el desgraciado, quede realmente satisfecha, el tipo tampoco podía ya más, nos tendimos en la cama, para esto ya había pasado casi 40 minutos, nos quedamos quietos y luego me empezó a conversar, que yo le gustaba, que como lo habíamos hecho, que esto y que lo otro, de su trabajo, y que viaja mucho, e inclusive me dijo que tenía planeado un viaje a mi país, en fin, yo seguía en ebullición, el hecho de pensar que tendría un reloj, más este dinero era un aliciente único, además me imaginaba que mi marido nos estaba viendo, no sé porque tengo esa fijación de que el me mire mientras hago el amor, empezamos otra vez, para esto ya casi estaba por llegar la hora, le dije, hasta acá nomas, ya vas a cumplir tu tiempo, quédate más, me pidió, ya le dije, dame 200 más y me quedo hasta el amanecer, saco su dinero otros 200, y le dije, (para que mi marido me creyera) tomémonos fotos tirando, en la habitación había un espejo, y enfocando la cámara contra el espejo, salían buenas fotos, nos tomamos un par, y en ese mismo momento envié las fotos por correo para que mi marido las vea, le puse en el correo, mira pajeate, así me están tirando!

Mientras empezamos a tirar nuevamente, esta vez lo cabalgue yo, moviéndome como si tuviera una maquina dentro, bueno si la tengo, además he descubierto que este tipo de ejercicios mejora mi figura, luego hicimos la pose al filo de la cama, yo con las piernas totalmente abiertas y entregada y el empezó a tirarme, se la sentí hasta el fondo, el tipo me embestía con una desesperación, se ve que quería cobrarse cada dólar de su inversión, y hasta que llegó el momento de que tuvo que eyacular, ya no podía aguantar más, me di cuenta que se estaba aguantando y empecé a moverme con más ahínco y listo, se vino!!

Nos fuimos a bañar y a la cama, el tipo me abrazo, pero rápido se quedó dormido, aproveche de cambiarme, e irme, pues ya no tenía caso que me quede, y mi marido que me escribía, que tal, todo bien? fui a mi habitación, y mi marido me esperaba entre excitado y sorprendido, yo al entrar saque los billetes de mi cartera y cuando entre, el me miro y le dije, ya vez, cumplo con mis promesas, y tire los billetes al aire, se sorprendió, ya ves que puedes, es fácil me dijo, el muy sinvergüenza, festejando que su mujer, se haya portado como una puta, pero me gustó y mucho sobre todo lo que pude comprar con ese dinero!!, pues si tengo un marido que me mantiene y bien, el dinero que saco con mis aventuras es un buen complemento.

Y vaya que lo es, puesto que semanas después de este incidente, ya en mi oficina, trabajando, con el stress del día a día, con todo aquello bien disfrutado, la plata bien gastada y todo olvidado, recibo una llamada al celular, como estaba en una reunión no respondí, luego como a eso de las 12 y 10, recibo otra vez la llamada, como estaba desocupada en mi oficina despachando correos, respondo la llamada, Hola Kiara soy Michell, te acuerdas el del aquel hotel, que dejaste abandonado en plena madrugada Que!!, no podía creer lo que escuchaba, mi primera reacción fue ¿Quién te dio este número? ¿Cómo lo conseguiste?, tranquila, no te acuerdas que tú misma me lo diste cuando estábamos disfrutando..., me puse a pensar, -no creo que sea tan cojuda, me dije-, pero en esas fracciones de segundo pensé, se me venían imágenes de la faena y tiradera de esa noche, me mojaba de pensarlo y recordé que estando bien clavada, el me pregunto mi número y la verdad que me salió automático, ni pensé, pero si se lo di, y no fue hasta ahora que me acorde.

Ah, hola no me digas que estas acá, me empezó a contar que estaba en la capital, que había venido por trabajo, que quería verme, que tal si te invito a almorzar y bueno lo del postre lo arreglamos obviamente entendí la indirecta, ¡Tirar dije!! Bueno, no tenía planes ni nada hasta casi las 4 y otra vez, la disyuntiva acepto o no, lo bueno de esto es que una puede escoger sus salidas y esta era buena, el sexo rico y loco está asegurado, además ya estaba mojada de solo pensar en que me vería con el tipo y me daría dinero a cambio, la cosa es que le dije que sí, quedamos en vernos, llego al hotel, obviamente con mi ropa de ejecutiva, cartera a la moda, vestido encima de la rodilla, tacos, reloj Cartier (lo que es el destino!!), me miro y los ojos se le desorbitaron, yo pensé, este huevon, ¿que esperaba verme con jean y zapatillas?, bueno conversamos, obviamente me pregunto a que me dedicaba y varias cosas más, comimos pescado, tomamos licor, con el segundo trago ya estaba más que dispuesta, terminamos de almorzar, yo decía, si he venido a almorzar, pérdida de tiempo, este no pensara decirme nada, hasta que me dice, vamos a mi habitación a tomar el postre, ya le dije, se mira pero no se toca, jajaja se rio, la última vez, que lo escuche, eso me costó dinero, y hoy también igual, cuanto me dijo, 400 le dije, y acepto (eso es lo bueno de estar a un nivel que puedes llegar a este tipo de personas que no reclaman por la calidad y yo lo soy!), bueno demás está decir que esta vez, empezamos ni bien me entrego el dinero, me pidió que él quería sacarme la ropa, lo hizo, besos, caricias, él se desnudó, y nos sentamos en un mueble grande de la habitación, y me lo empecé a tirar, cabalgándolo, cuál sería la sorpresa que se vino casi al minuto!!, uff, yo recién ni me calentaba, tenía aguante para mucho más, nos metimos a la cama, conversamos, me dijo que me quería tener un día completo la próxima vez que viniera que se quedaría un día más exclusivamente, ya le dije, 2,000 dólares y lo hacemos, ya me acepto (no les digo, este tipo de personas, vale la pena).

Empezamos el segundo, igual me di cuenta que su debilidad es cuando lo cabalgo y rápidamente tome la iniciativa, lo empecé a cabalgar, el me agarraba los senos, me los jalaba, me agarraba la cadera y la cintura, yo no dejaba de moverme y no dejaba que el cambie de posición, para que termine, hasta que me empecé a mover más, me levantaba un poco como para que salga casi las tres cuartas partes de su verga y vuelva a entrar, el tipo ya estaba perdido, y dicho y hecho, se vino, ya no podía más y me lo dijo. Terminamos, me bañe y a la oficina a trabajar, me quite el stress y no sin antes pensar que me había satisfecho sexualmente y tenía más plata en mi cartera y sobre todo me gusto.

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