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Claudia, mi compañera de trabajo

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Apenas me recibí trabajé en una escuela como preceptor, en el turno mañana y noche. Un año después renuncié al turno mañana…ya que había comenzado a trabajar en una empresa, por lo tanto me quede solo con el turno noche.

Cuando entré en la escuela tuve asesoramiento de varios compañeros que me enseñaron el trabajo y la manera de desempeñarme en la institución.

En el turno noche me sentía más cómodo, allí Analía cumplió no solo el objetivo de enseñarme sino también fue como mi madre, me aconsejaba y me protegía. En esa preceptoria también se desempeñaba Claudia. Las dos eran casadas. Analía, 50 años, separada con dos hijos, Claudia era casada, 40 años, un hijo, mi relación con ellas era buena a tal punto de conocer familiares y amigos de ambas, con ellas era con las que pasaba gran parte de la noche….los demás profesoras/es eran visitas momentáneas en la preceptoría.

En realidad mi relación con Claudia era un tanto extraña …ciclotímica por calificarla de alguna manera, ya que pasaba de una relación excelente a una paupérrima…así…como por arte de magia. Esa relación no había pasado inadvertida por Analía… ella me aconsejaba no darle importancia al tema…algo en lo que yo estaba de acuerdo…mi mamá postiza sostenía que el reciente fallecimiento de la madre…y el hecho del viaje del marido a hacer un curso en EE UU por tres meses la tenían así…Un amigo mío, en cambio, que alguna vez se enteró de esto, argumentaba que ella lo que estaba era caliente conmigo….

Cuando el marido de Claudia se fue a EE UU…ella cambió…empezó a maquillarse más…a usar ropas que resaltaban mas sus atributos femeninos, algo mas ajustadas a su cuerpo que estaba bien dotado…pero como trabajaba en una escuela donde la mayoría eran varones intentaba no provocar, usando ciertas ropas que pudiesen causar esa sensación.

En ese momento nuestra relación estaba en un muy bajo nivel, pero a pesar de todo, verla así, insinuante me gustaba.

Era sábado estaba en casa viendo una película cuando Analía me llamó para decirme del fallecimiento del padre de una profesora….quedamos en encontrarnos en la casa de sepelios a eso de las 20 hs.

Estaba charlando con algunos profesores cuando Analía y Claudia entraron ….Claudia estaba para comérsela… nunca la había visto así, cabello negro ensortijado y suelto, sus ojos levemente maquillados, sus labios con un rouge rojo tenue, un trajecito (saco y pantalón) negro con finas rayas blancas bastante ajustado, su camisa blanca, con el cuello de la camisa por sobre el cuello del saco, las mangas de este, arremangadas por debajo del codo y los puños de su camisa doblados sobre las mangas del saco. El saco era corto apenas unos diez centímetros por debajo de su cintura y zapatos negros de taco alto y fino.

Su ropa no hizo mas que confirmar con creces lo que su cuerpo insinuaba su camisa marcaba su muy buen busto… su pequeña cintura…sus buenas caderas y un culo casi perfecto, redondeado y paradito….ella media 1,63 mt, y su cuerpo 95- 70- 95.

El cambio de look no pasó desapercibido para nadie del sexo masculino los comentarios eran…” por dios…que esta fuerte Claudia” “esta para bajarle la caña, le hace bien estar sin marido”….

Yo salí un momento afuera a fumar un cigarrillo, al rato lo hicieron Claudia y Analía. Claudia si bien era de tez blanca se la notaba pálida y con el rostro desencajado…, yo la lleve a un bar que estaba a media cuadra a tomar un café.

Charlamos un poco, me contó que estar ahí la hizo recordar lo de su mamá, ya que el velatorio fue en el mismo lugar y que todavía no podía superarlo, ya que la extrañaba y la necesitaba cada día más porque siempre fue su gran apoyo y consejera. Esa confesión me enterneció…la sentí vulnerable…y su charla despertó en mi sentimientos de ternura.

Volvimos al velatorio….nos despedimos y volví con Analía, tomamos los 3 el mismo colectivo, el viaje era corto, ellas se sentaron y yo me quede parado disfrutando la vista inesperada que la camisa de Claudia me ofrecía, ya que el botón desprendido de esta me permitía ver  sus senos parados y redondos sostenidos por su corpiño blanco labrado.

Claudia vivía a unas cinco cuadras de la casa de mi vieja, me bajé junto con ella, no me gustaba dejarla sola, me parecía que aun no se sentía bien, quería asegurarme que llegase bien, ya  que no estaba tampoco su hijo que había ido a un  cumpleaños y volvería tarde, ella no quería que la acompañase hasta la puerta  de su casa pero yo no atendí su pedido, ella sostenía que todo no pasaba de una baja en su presión, que pronto solucionaría.

Entre con ella a su casa, se iba a tomar la presión y luego me iría…su presión era bastante baja…tomo su remedio…mientras preparaba un café…yo la miraba desde la puerta de la cocina, miraba su pequeña cintura, su pantalón marcando su cadera y su cola redondeada con sus nalgas paraditas como nunca antes la había visto en estos dos años y medio, y cuando se daba vuelta su camisa con ese botón desprendido que me permitía ver el nacimiento de unos senos más que apetecibles mucho más aun cuando la cercanía entre ambos me permitía verlos mas profundamente.

Tomamos el café, sentía que estábamos en un momento alto de nuestra relación amistosa…se tomó la presión, esta seguía baja, llevó las tazas a la cocina comenzó a lavarlas, yo llevaba la azucarera, y no podía quitar mi vista de su cintura- cadera- culo…deje el azúcar sobre la mesada, por primera vez estaba mirando a Claudia más como mujer apetecible, ella me miró, yo me acerqué por detrás puse mis manos en su cintura, y dije: “vamos a probar un método más efectivo para subirte la presión”…besé su cuello…ella gimió suavemente, no hubo el más mínimo atisbo de rechazo, apoyó su cuerpo contra el mío, rodeé su cintura la estreche más en mis brazos y mis besos siguieron.

Luego ella se puso frente a mí me miró con mirada pasional, rodeó con sus manos mi cuello y dijo:

C-  Así me siento mucho mejor doctor…pero no se detenga complete el tratamiento

Nuestros cuerpos se pegaron y nuestras bocas se unieron en un beso profundo y apasionado que se prolongó por varios minutos. Luego nuestras bocas se separaron y ella con voz entrecortada por su respiración agitada dijo:

C- Gabriel, te amo, te deseo tanto, desde que te vi por primera vez soñé con este momento, me siento celosa, cuando estas con otra chica

G- Yo también te amo, y me pone mal cuando te distancias de mí

El jugueteo amoroso,  hizo que su camisa sólo quedase sujeta por un botón…sus senos estaban expuestos en parte sujetos por un pequeño corpiño blanco de encajes y transparencias, besé ambos senos sin sacar su corpiño, rodeé su cintura y en medio de los besos encaminamos nuestros pasos hacia su habitación.

Al estar ahí, yo me recosté en la cama, ella tomó mi camisa y comenzó a desabotonarla la quito de mi cuerpo, acarició suavemente mi pecho, lo besó y lo lamió, luego se incorporó sentándose sobre mi bajo vientre, ahí se sacó su camisa y luego su corpiño, sus senos grandes, redondos de pezones rosados, bambolearon libres y hermosos, dispuestos a ser saboreados por mi mano y por mi boca.

Ahora su cuerpo quedo bajo el mío, nos besamos desperada y apasionadamente, mientras esto pasaba sentía sus senos en mi pechos…sus pezones erectos. Luego mi boca y mis manos fueron en busca de ellos, acaricie y bese sus redondeces, su piel suave y tersa, ella no paraba de gemir y gritar disfrutando de ese momento de pasión infernal, luego los succioné, sus pezones se endurecieron hasta limites insospechados, yo gozaba sintiéndolos cada vez mas hinchados dentro de mi boca, Claudia se enloquecía más cuando mi lengua se apoderaba de ellos y cuando los pellizcaba con mis dientes. Pasaron muchos minutos así…luego subí en busca de su boca y nos besamos enloquecidos por la situación.

Mientras nos besábamos, mi mano bajó por su tórax, luego se introdujo en  su pantalón y su diminuta bombacha acariciando sus labios vaginales…húmedos por la situación vivida; ella gritó de placer me abrazó y besó con mucho deseo y pasión.

Después Claudia la que se colocó sobre mí, besó mi vientre, desprendió mi cinturón, bajo la cremallera de mi pantalón, lo bajó un poco, se podía ver mi pene erguido bajo mi slip, ella se recostó sobre el y acaricio y besó la zona sin quitarme el slip, luego lo bajó miró mi pene erguido y dijo:

C- Ay Gabi se me hace agua la boca de solo pensar en él

G- Es todo tuyo amor, disfrutemos este maravilloso momento...

Ella besó mi glande lo saboreó con su lengua y después bajo besando todo el tronco de mi pene y volvió a subir por el saboreándolo con su lengua, pellizco con sus dientes mi glande, lo beso… lo lamió y poco a poco fue introduciéndolo en su boca, lo fue deglutiendo, saboreando y haciéndome sentir sensaciones intensas como nadie jamás hasta ese momento lo había hecho, ahí comprendí que estaba en la cama con una mujer que estremecería mi vida sexual… ella seguía lamiendo mi pene introduciéndolo y retirándolo de su boca, su ritmo se aceleraba a cada momento, quería seguir disfrutando ese instante cada vez más…pero era imposible contenerme mas aun cuando Claudia retiró mi pene de su boca y dijo:

C- Quiero saborear tu lechita amor…dámela toda

Volvió a introducir mi pene en su boca….yo acaricié su cabellera…ya no tenia control sobre mi, segundos después sentí como mi pene explotaba en su boca lanzando la calidez de mi semen y casi al mismo tiempo su cuerpo estallaba en miles de convulsiones producto de un orgasmo violento y descontrolado, ella lo introdujo totalmente en su boca y saboreó y succionó hasta la última gota.

Luego fue al baño a lavarse la boca…volvió…llevaba aún puesto sus pantalones, se lo sacó lentamente como si hiciese un striptease, mostrándome su cuerpo, luego bajo su diminuta bombachita blanca que hacia juego con su corpiño y avanzo hacia la cama mostrando su vagina depilada….se acostó al lado mío, nos besamos, acariciamos y empezamos de nuevo a disfrutar de nuestros cuerpos.

C- Creí que nunca iba a vivir esto con vos.

G- Porque?

C- Porque entendí que a mi edad no podía pensar que un chico de 21 años se sintiese atraído por mi….podrías ser mi hijo

G- Siempre me gustaste Claudia, pero no me animé a encararte por miedo a que no me aceptases….sería ridículo que no me gustase alguien con un cuerpo tan torneado como el tuyo

Nos besamos apasionadamente, luego cuando ella giró bese su espalda, lentamente en dirección a su cola, acaricié sus nalgas, disfrutando su piel suave, sus redondeces y comencé a besar cada centímetro de ellas, a chuponearlas, a mordisquearlas suavemente con mis labios mientras tanto Claudia gemía, gritaba y me pedía más…luego me acosté sobre ella apoyando mi pene erecto sobre la raya de su cola…en ese momento de su boca nació un apasionado gemido seguido de un “ay…amor” yo me acerque a su oreja y le dije en voz suave…

G- Esto es para que lo sientas un poco….ahora voy por tu conchita…supongo que después no me vas a negar tu cola.

C- No hay nada de mi cuerpo prohibido para vos…sos el dueño….y podes tomar de él lo que desees….todas las veces que quieras

Giró se puso de frente a mí con sus manos rodeó mi cuello, sus ojitos brillaban y su carita reflejaba una dulzura que nunca antes había visto, nos besamos y luego dijo:

C- Gabriel te amo… en tus brazos me siento una mujer plena.

G- Yo también te amo chiquita

Besé su cuello, bajé con besos hasta sus senos, los besé, los lamí, los chuponee, succioné sus pezones erguidos, ella gritaba…gemía, se sacudía en la cama, mis labios sentían como sus pezones se endurecían cada vez más, luego bajé por su tórax, besé cada milímetro de su cuerpo deseando recorrerlo por completo con mi boca, chuponee suavemente su vientre sin marcarlo y bajé lentamente hacia su vagina.

Llegué a ella disfrute viendo sus labios vaginales depilados…pasé mi dedo índice por sobre esos labios, su boca grito profundamente, luego bese varias veces su vagina, su boca era un concierto de gemidos y alaridos de placer…que se hicieron mucho más profundos cuando mis dedos abrieron sus labios vaginales y mi lengua se dentro de ella saboreando el néctar de sus efluvios.

Luego subí en busca de sus labios y un profundo y apasionado beso selló ese momento, ella me envolvió con su cuerpo y nos besamos durante varios minutos…

Cuantos nuestras bocas se tomaron un momento de respiro dije:

G- Es hora de que nuestros cuerpos sean uno solo

C- Si mi amor, quiero sentirme completamente tuya

Me acomodé sobre ella, Claudia entreabrió sus piernas, yo apoyé mi pene erecto en las puerta de su vagina sin entrar en ella solamente recorriéndola por fuera, y disfrutando sus gemidos y su rostro lleno de gozo y pasión, luego lo acomodé mejor sobre su vagina y avancé un poco dentro de su cuerpo, sus gemidos fueron enloquecedoramente placenteros y de ahí en más fui avanzando continua y lentamente como saboreando cada centímetro que mi pene se apoderaba de su vagina, cuando lo tuvo todo dentro de ella, dijo con voz entrecortada

C-Mi amor…. estoy… haciendo… esfuerzos para no acabar… por favor… quiero…. que lo hagamos juntos

Y le respondí

G-Tu pedido es una orden mi reina…vamos a hacerlo juntos.

Me acomodé mejor…y comencé un lento recorrido de mi pene en su vagina…que poco a poco fue en aumento, cada tanto me detenía pero ella me pedía que no lo hiciese…que no podía contenerse más, nuestra respiración se hacia cada vez más agitada, ver su carita de gozo me enloquecía era como un poema a la pasión…entonces dije:

G-Bueno mi amor acabemos juntos este es el momento

Y fue algo increíble…en el mismo momento que su cuerpo comenzaba a convulsionarse por un orgasmo, mi pene eyaculó con violencia, entregándole la calidez de un semen muy deseado.

Yo fui en busca de su boca y ese beso acalló un poco los la pasión del momento, nuestros cuerpos se agitaron con violencia, pasado ese momento y llegada la calma seguíamos besándonos envueltos en caricias la que se prolongó durante varios minutos.

Cuando nuestras bocas se separaron ella dijo:

C- Acabo de vivir el mejor momento de mi vida…nunca antes disfrute el sexo como hoy sos maravilloso

G- Esas cosas no se hacen de a uno…vos fuiste mi musa inspiradora…sos una diosa hermosa… te amo Claudia

Nos duchamos juntos volvimos a acostarnos abrazados, besándonos, tomándonos un respiro para un nuevo encuentro…pero no fue esa noche… nos quedamos dormidos con nuestros cuerpos enlazados y nos despertamos violentamente, cuando escuchamos la voz de Andrés el hijo de Claudia que volvió del baile y no pudo entrar porque por suerte para nosotros, la llave de Claudia quedo en la puerta, así que ella fue a abrirle, yo mientras tanto y con mi ropa en la mano me escondí bajo la cama.

Una hora después salí de la casa de Claudia, volveríamos a vernos por la tarde….

A partir de ahí nos veíamos a la noche en el colegio, y nos besábamos a escondidas, algún día en la semana y los sábados y domingos salíamos a pasear y a tener sexo, varias veces lo hicimos en casa, ella a veces cuando podía se quedaba el fin de semana.

Cuando volvió el marido nos enteramos de algo que nos destruyo, ellos se irían a vivir a Venezuela, porque le habían ofrecido un buen trabajo allí.

Llegado el momento ella se alejó de mi lado y no volvimos a vernos…pero nunca voy a olvidarla.

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