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Niñas buenas... ahora serán mis perras -Parte 1

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Después de mi experiencia con el profesor me sentía ansiosa y necesitada obligándome a masturbarme cada noche desde entonces y todavía faltaban unos días. Gemí frustrada, nada era suficiente para llenar completamente a mi dulce coñito; quería sexo y del duro.

Hoy era la cena y después de ella me quedaría a dormir con las niñas.

Bip bip

- ¿hola? - conteste el teléfono.

-soy yo Angie- su voz me sonó preocupada- ¿nena estas bien?, estas distraída.

No respondí; tenía razón... Pero ¿podían culparme?

-tienes que despejar- se escuchó un sonido amortiguado en el teléfono-esta noche es la cena y después y el resto de fin semana tenemos la casa para nosotras-Suspire mentalmente, sin embargo, ella siguió hablando- haremos de todo

Angie es la más inocente de todas y la que más me da morbo. Mordí mi labio.

-¿y?

-pues ya sabes empijamada y todo eso -se escuchaba tan emocionada, ella hacia él papel de niña buena al natural, toda esa babosada de guerra de almohadas, rosas por todos lados-y en él día iremos de compras.

Compres y pijamadas

Y así se me ocurrió... Compras... Ropa interior... Juegos sexuales... Mmmm coños... Placer... Y bamm; Las convertiré en mis perras

-¿quiénes se van a quedar? -pregunte un poco más interesada mientras muchas imágenes pasaban con rapidez por mi calenturienta mente.

- mmmm June, Isabel tu y yo.

Saqué mi baúl y encontré algunos de mis juguetes. Me mordí el labio y pensé “tengo que ir de compras”.

-oh la pasaremos muy bien- ella rio-yo llevaré los juegos- afirme.

Colgué.

-¿mami?

-si nena

-me preguntaba si me podías prestar algo de dinero- me balance en mis pies y puse mi mejor cara de inocente. -ya sabes para la fiesta

-oh lucia eres tan dulce- sacó su billetera y me entregó una numerosa cantidad de dinero; tuve que hacer un esfuerzo para no dejar escapar mi sonrisa maliciosa

-chao mami

Me dirigí a la tienda donde compré unas bolas chinas... Lubricantes... consoladores... vibradores. Tapones anales… mmm que más… y un delicioso arnés con consolador para mí a y algo de aceite.

Lo coloque todo en mi bolso y unas piezas de lencería y que inicie la fiesta.

Salgo de la limusina observando el movimiento de la gente a mi alrededor, cuando distingo las suaves y sensuales caderas de Angie; su lacio cabello moverse su un lado al otro que hacía que la atención se dirigiera hacia la curva de su pecho. Mmmm me estaba poniendo cachonda; sólo pensar lo que haré con ella cuando juegue con ellas todo este fin de semana.

-hola-una voz suave interrumpió mis pensamientos.

-June-

Ella era una mujer alta, con unos labios gruesos que se verían muy bien con ella arrodillada con el consolador de mi arnés entre los labios lamiendo hasta meterlo en la garganta mientras veo cómo se extiende el rubor en su rostro y solo en ese momento metérselo hasta el fondo.

- ¿estás bien? -me pregunto Isabel.

La voltee a verla y ella a mi detenidamente; ella era la más parecida a mí y no solo físicamente. Teníamos el cabello negro y una forma esbelta parecida, aunque su tez era morena y unos ojos cafés... Unos ojos en los que me reflejaba cuando la viera venir hasta sacar la zorra sucia que sé que oculta... Ese lado salvaje y sucio que trata de matar, pero yo sé que esta hay y no voy a descansar hasta encontrarlo.

-si muy bien -le sonreí- y ¿cuándo empieza la pijamada? -solté sin contenerme.

La noche había pasado muy despacio mientras vigilaba a mis chicas. Con cada sonrisa y movimientos de caderas o hasta las caricias más casuales aumentaban mi anticipación disparando mi imaginación cada entre tanto.

-o chicas estoy súper cansada - la voz de June me distrajo.

-porque no vamos arriba ya falta muy poco para que se acabe la fiesta- dije más animada.

Las tres se rieron.

-son las 9 pm-miró su celular mientras hablaba- solo han pasado 3 horas desde que empezó la cena-me miró como si estuviera loca yo en cambio solo levanté una ceja.

-voy al baño.

-te acompaño.

Si me sorprendí no lo dejé ver en mi rostro, me giré hacia ella con curiosidad, pero ella solo me miraba indescifrable. Asentí.

Caminamos en silencio envueltas en una tensión algo incomoda.

-y bien solo sacalo-no aguantaba más.

-te vi- me giré hacia ella pidiéndole con la mirada que continuará-con el profesor en el salón.

No pude ocultar ni una de mis emociones y por cómo estaba ella tampoco lo logró.

-Y ¿por qué no dijiste nada? -la encare, pero apartó la mirada pero no con la suficiente rapidez… me acerque a ella- ahora lo entiendo, siempre sentiste vergüenza por lo que sucedió en tu pasado pero nunca pudiste mentirme -tocó la pared y me pegue a ella hasta tocar su pecho con él mío- vi tu reacción cuando me lo contaste, el modo en que te toco tu abuelo un hombre mayor -toque su pecho y lo sentí endurecerse en mi mano- no somos tan diferentes -pase el dedo por la punta que se levantó orgullosa hacia mí. Gime- ¿te excitas cuando me viste a mí y al profesor? ¿cómo me follaba por detrás? -baje el dedo hacia su cintura colocando el dedo justo en su monte venus sobre la ropa-¿te tocaste? -le susurre cada vez más cerca -¿lo hiciste? -no contestó por lo cual de castigo le jale el cabello atrayéndola a mi lamiéndole el cuello -¡responde! -mi voz vibraba en su garganta.

-si- temblaba mientras yo bajaba hasta su pecho y encima de la ropa mordió su pezón.

-dime lo que viste -le ordene.

Metí mi mano debajo del vestido hasta encontrar sus bragas. Me excite al encontrarlas mojada y pegajosa. Pase un dedo por ella, pero al ver que ella no contestaba la jale hasta meterlas en su coño utilizando para acariciar su clítoris.

-por favor- jalé-yo vi como él te abría a él y con ese consolador te follaba el coño mientras él se follaba tu culo, eso me hizo recordar. Me lo recordó a él.

Sus manos ahora se tocaban los pechos y los jalaba, pero yo no estaba satisfecha quería más. Tomó las bragas entre los dedos jalándolas hacia abajo con violencia sacándola de ella para después tirarlas de nuevo a su coño como si de un latigazo se tratara; grito y se arqueo.

- ¿y qué más?

-mi abuelo, él me regaló mi primer orgasmo, pero no me follo. Yo quería que se metiera dentro de mí, pero no lo hizo y desde entonces no estoy satisfecha- tome de mi bolso y pequeño vibrador para emergencia y los coloque en su clítoris iniciando en 1-por favor.

-habla -ordene- quiero escuchar.

-yo…-estaba temblando, pero quería escuchar y que me dijera cada sucio detalle que me estaba excitando y ella al parecer lo noto porque bajo una de sus manos y la metió dentro de mi coño depilado e hinchado por la falta de atención gritando agradecido cuando ella lo acarició. Gruñí -me doblaba la edad, pero sabía lo que estaba haciendo, toco cada lugar correcto en él que me hizo correr y yo quería más.

-si... lo haces bien -subí la velocidad del vibrador a 2.

-y cuando te vi con él profesor lo sentí de nuevo esas ganas irrefrenables de follar.

Subí la velocidad.

-dime como te lo imaginabas.

Sus dedos aumentaron en velocidad y yo estaba muy cerca. Subí la velocidad.

-yo entraba en él salón y mientras él te follaba el culo te tiraba encima de la mesa... Tu sobre mi mientras agarraba el pene plástico y lo colocaría entre nuestros coños dejando que nuestros fluidos, él balanceo del profesor y nuestras caderas acaricia mientras lamo tus deliciosos pezones.  

Lo imaginé en mi mente logrando colocando al cien sentí un interminable orgasmo crecer, la acerque a mí y la bese. Nuestras lenguas se entrelazaron en la humedad y la lascivia con él morbo. Todo mezclado.

-y cuando fuimos llegando al orgasmo-hablaba entre jadeos.

-él te follara a ti mientras tú me comes el coño -termine por ella. Imaginando el cambio de posiciones y con solo esa imagen ella metió tres dedos dentro de mí y subiendo la velocidad de su vibrador nos corrimos las dos.

- ¡oh por dios!

 

Juné y Angie nos veía a las dos con los pulsos acelerados y yo solo les sonreí.

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