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La adolescente perversa I

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LA ADOLESCENTE PERVERSA I

Basada en una historia de Nelson Barra

 

La vi en el metro la primera vez. Era convencional pero distinta. Estudiante de clase media alta. Putilla cargada de carpetas. Burguesita disfrazada de pobre. Vulgar y refinada. Inocente y perversa.

Era rubia y relativamente alta para la edad que yo le presumía. No tendría más de diecinueve años ni menos de quince. Vestía tejanos gastados de marca y una camiseta blanca en la que se advertía una leyenda en inglés. Sus gafas de sol se sostenían en una de las presillas del cinturón. Lo que más me excitó fue su rostro bellísimo, unos ojos azul intenso y una nariz respingona que le daban un toque de niña traviesa, me imaginaba esas bragas ocultas mínimamente rotas a la altura del coño.

Fue entonces que empecé a jadear y me aproximé a su cuerpo, pude respirar su sudor de gimnasta y sentir el verano de sus axilas. Ella movía impaciente su cuerpo mientras cogía sus gafas y las montaba sobre el pelo dorado. Salió con prisa del vagón, pero en cuanto se percató que no podía seguirle a ese ritmo amaino el paso. Opto por la vieja escalera para que yo la observara desde la mecánica. Dejo que la desnudara con mis ojos y sonrió mientras ocultaba sus ojos con sus gafas de sol.

Ascendimos por una calle de un barrio lleno de bares baratos y la seguí durante varios minutos sin atreverme a hablarle, me sentía pequeño, miserable y avergonzado. Más tarde me dijo que le gustaban los hombres viejos, miserables y sucios. Hombres capaces de humillarse y de humillarla como para poder gozar plenamente de todas las perversiones sexuales imaginables.

Me obligo a jadear durante aquel largo trayecto de inútil y silenciosa persecución. De pronto se detuvo, se apoyó en la pared y me llamó con un discreto gesto. Fui hacia ella dispuesto a todo. Esperaba voces, insultos, histéricos golpes, y solo sonrió al decirme:

Te cobraré cincuenta euros por que me lo hagas por el culo, veinticinco si deseas lamer mi coño, veinte por una mamada sin capucha y tragando y diez si me besas los pies que veo que los observas con deseo. Y si ese dinero se lo quitas del pan de tus hijos te prometo que gozaré.

Temblé de espanto y, ruborizado, me atreví a replicar:

-Ni tengo hijos ni tengo ese dinero. Más te daría si lo tuviera, no se trata de eso pequeña, se trata de otra cosa.

-Entonces vete anciano. A la vuelta de la esquina me veras entrar a un hotel con uno de esos vagos que andan por las calles. Si te atreves a esperar todo el tiempo que goce con otro podremos volver a conversar.

Sin agregar más palabras me abandonó. La seguí temeroso y desesperado y vi cómo, al otro lado de la calle se abrazaba con un joven de cabeza rapada y barba de varios días, al parecer sudamericano, entraron en un  portal y desaparecieron de mi vista. Me sentía un tonto marido engañado y humillado, feliz en su complacencia, excitado con el goce circunstancial de esa joven esposa que se iba con otro.

Después supe por ella que el papel de puta lo desempeñaba de cuando en vez, ya que no necesitaba ningún dinero, pero que le daba un morbo especial hacer marranadas cobrando como decía.

Me apoyé en un árbol cercano al portal y logre imaginar los gemidos de la perversa chiquilla, la intuí desnuda y sobre todo descalza, muy sudorosa y lasciva. Solo podía esperar a que volviera con el pelo mojado de la ducha compartida  con sus tejanos recién puestos y oliendo a sexo reciente...

Casi todo eso ocurrió, debí esperar más de dos horas para comprobarlo. Salieron abrazados. El animal la beso frente a mis narices. El la estrechó contra su cuerpo luego de palmearle el culo, se montó en una moto y partió. Cuando el individuo desapareció me miró a los ojos y me dijo:

-Esto es lo que me apetece, los hombres fieles.

-¿Porque no te montó en la moto y te llevó?

- Cree que estoy casada y que mi marido me vigila.

-¿Lo estás?

- Si, contigo. Estoy casada desde este momento en que empezarás a saber todo sobre mí y me lo soportaras todo.

-¿Cómo supones eso?

-Lo supe desde que te vi. Nadie me ha mirado así, me trasmitiste una dosis de abyección la cual necesito, nadie me ha dicho con los ojos lo que es capaz de soportarme.

-Pero ya sabes, no tengo dinero ni hijos a quien privar de ese dinero, soy casi un vagabundo, una mierda que deambula por las calles.

- Eso es lo que menos me importa.

Mi temblor era cada vez más notorio, y eso pareció excitarla.

Amparada por las sombras de la noche cogió mi mano y la llevo hasta su cuerpo, bajó la cremallera de su tejano y obligo a mis dedos  a deslizarse hasta su pubis aun húmedo.

- Son restos de la leche de ese cabrón. Te la he guardado, sabía que te haría bien. Mueve tus dedos por favor.

-Te quiero chiquilla.

Ella sonrió.

Caminamos hasta llegar a un edificio bastante viejo.

El ascensor estaba averiado. Debimos subir cinco pisos. El horrible verano antes de entrar al oscuro  piso de una casa antigua que olía a meados me hizo tambalear .Me apoyé en la pared y la chavala ensanchó  su sonrisa

-No lo hagas ahora, quiero sentirte morir sobre mi cuerpo. ¿Supongo que es lo que deseas no?

-Lo que tú digas pequeña.

Sin escuchar mi respuesta introdujo la llave en la cerradura.

-Me encanta que conozcas mi feudo secreto. Esta herencia  de tías abuelas que he formado en el poco tiempo que vivo en este país.

-¿esto es sueño no?

- No. Esta es la realidad, la abyección tiene pocas oportunidades de encontrarse en la vida, a nosotros nos ha ocurrido eso. No nos debe importar nada más, no nos interesa conocer nuestros nombres, solo debemos estar dispuestos a todo. En mi caso tú eres mi elegido. Ahora dime que soy para ti.

Estas pobres palabras salieron de mi boca:

-Eres la perversión misma, déjame llamarte Lolita.

-Bueno, te llamare profesor, tú me escogiste un nombre vulgar, y yo una vulgar profesión.

-Solo aspiro a que hagas de mi lo que quieras.

-Eso está bien.

 Entre sus palabras y su perfume de sudor me vi en medio de una sala atestada de objetos de mucho valor, cuadros antiguos y un gran desorden.

-¿No te gusta mi decorado? Es  tan confuso y deprimente como la vida misma.

-Ven, anímate. Ya sé que  ahora quisieras meterme una picha toda meada y sucia que ni siquiera se te pone tiesa. Relájate, que ya tendrás tiempo de metérmela si soportas mis residuos y las historias que te voy a contar.

-Puta. Le dije

-Esto es lo que me gusta, llámame así, ahora ya comenzamos a entendernos.

-Eres como un niño y como tal deberás probar mis especialidades. Tendrás que aceptarlo todo...

-¿Por ejemplo?

-Por ejemplo el sopón de almejas que te voy a preparar, ven, los ingredientes están en la cocina.

Me cogió de la mano y me llevo a otro antro lleno de trastos sucios, botellas de vino vacías y en una esquina los ingredientes de lo que iba a ser mi primera comida de mi extraña anfitriona. Un traste lleno de bragas usadas, leotardos, calcetas y otras prendas íntimas que vacío en una olla a la que añadió agua del grifo, el olor que despedía delataba la vejez de su grima y la inmundicia... la olla fue al fuego y el agua comenzó a hervir bajo mi mirada atónita.

-Este es mi manjar favorito y el que les brindo a mis amores selectos.-

Di un paso atrás, pero ella me retuvo.

-No tengas miedo, esto es lo que esperabas,  y en momento le añadiré el ingrediente esencial, que le dará un gusto especial a la sopa.

-¿Hay más?

-Hay una meada interminable que no sé cómo la he podido aguantar hasta ahora. En realidad la he retenido para ti, para que el sopón quede como nunca...

Retiró la olla del fuego, bajó su pantalón y sus bragas y se inclinó sobre el recipiente en el cual desahogo su vejiga con un largo líquido amarillo que le proporcionó al agua un color ámbar tan sugestivo como delicioso a mi olfato.

El sopón me resultaba exquisito, lo que bebía era ella misma, jamás pensé en beberme los residuos de una adolescente. ..Bebí todo mientras ella acariciaba mi escaso pelo,

-Gracias Lolita, alcance a decir.

Aquel sopón me cayó de maravilla, dormí como un bendito hasta que desperté al sentir una mano que jugaba con mi escaso cabello, ahí estaba Lolita, completamente desnuda acariciándome con una mano mientras la otra acariciaba su casi núbil coño. Metió los dedos y los acerco a mi boca...—Puro marisco—me dijo.

-Lo he guardado para ti, chupa, me ordenó, empecé a lamer esos dedos y traté de lanzarme sobre ella, pero puso firmemente su pie en mi pecho y me dijo dulcemente...-

Eres un anciano y yo una chiquilla, ¿qué quieres? ¿Joder?, ¿Qué?... Rio y me dijo:

- Espera, no comas ansias, ya vendrá el tiempo, pero primero deberás hacer todo lo que te diga, conocer mis vicios y escuchar las historias que te contaré, mi puta vida al desnudo…

—Se paró y me llevo hacia otra habitación, en que se encontraba un gran guardarropa, y me dijo:

Ahora vas a ser el preceptor de esta colegiala.

— Y sacando una túnica negra del armario me la lanzo diciendo:

-¡¡ Vamos, desnúdate!! , ponte esta bata de profesor y sigue mí juego..., al mismo tiempo se empezó a vestir con un uniforme de colegiala con una faldita muy arriba de las rodillas, se veía muy graciosa, una niña mujer…Al llegar junto a mí se volteó y poniéndose de rodillas se inclinó poniendo las manos en el suelo y poniéndose en cuatro, mostrándome su bien formado culo.

- Pégueme señor rector, me he portado mal, he estado otra vez en los servicios de los hombres para ver sus pichas,… ¿Qué, no me dice nada?  ¡Castigue a esta putilla guarra!...

Al verme que no me movía insistió:

 --Vamos, ¿qué espera mi señor? azóteme como siempre, que me he portado como puta!!

Empecé a darle de palmadas en el culo, primero suavemente, pero ella volteando me gritó:

-¡Más duro!, con el cinturón, como siempre lo hace.

 Saque el cinturón de mi viejo pantalón  le bajé las bragas y empecé a azotarla en las nalgas. Al verla enardecida me empecé a excitar y a pegarle más duro hasta hacerla casi sangrar mientras ella se excitaba cada vez más,  gritando:

-Así mi amo,  ¡así!!! Pégale a esta niña  asquerosa que se ha portado mal…….

 Empezó a temblar, pero con una cara de perversión que cada vez me excitaba más, así estuvimos un buen rato hasta que  poniéndose de frente a mí me dijo:

Ven ¡¡ pon tu picha en mi ano y mastúrbate en él!! no me la metas por ahora , y cuando te corras lámeme el culo y come tu semen.

Así lo hice…  no tardé casi nada cuando le largue una gran corrida entre las nalgas, la visión de esta niña mujer con cuerpo de gimnasta y cara angelical hizo que  me lanzara  como obseso a lamer y lamer hasta dejarla con las nalgas limpias y brillosas, al terminar metí lo más profundo que pude la lengua  en su ano hasta llegar al barro marrón que me esperaba.

Estuvimos varios días sin salir, ella tenía una despensa muy bien abastecida, así que no teníamos que salir a comprar comida o bebida, cada día inventaba alguna historia para representar.

Entre historia e historia dormíamos, yo siempre a sus pies y ella desnuda asemejándose a una diosa salida del olimpo, cuando despertaba le gustaba jugar conmigo metiéndose un caramelo en la vagina o en el culo y me ordenaba chupar hasta acabar.

-Caramelo con sabor a marisco... me decía riendo, me veía empalmado y me masturbaba.

-¿Me deseas verdad? , tendrás que esperar,  por ahora solo tendrás que contentarte con mis manos, después cuando llegue el tiempo podrás gozar de todo mi cuerpo…

—Entonces tomaba una galleta en la cual derramaba el semen producto de su masturbación para engullirlo.

—-¡¡pura proteína!!... decía mostrando esa sonrisa perversa que acostumbraba.

Las representaciones eran cada vez mejores de mi parte, ya había entendido lo que esperaba de mí y me involucraba mejor en el personaje en turno.

Un día se vistió con un vestido de boda, probablemente de su madre o abuela, ¡se veía como un ángel!

Ahora soy la señorita Bilitis, que va a casarse y quiere confesar sus pecados.

 Y lanzándome una sotana me ordenó disfrazarme, no sin quedar desnudo previamente...

Me hizo sentar en una vieja silla y arrodillándose a mi lado empezó.

-Padre, he venido a confesar mis pecados...

-Bien mi niña, y dime ¿qué pecados puede tener esa linda mujercita a punto de contraer las sagradas nupcias?

-Bueno, es que he perdido mi virtud padre, y he venido a purgar mi penitencia...

-¿Cómo?, ¿has perdido tu virtud con tu futuro esposo antes de contraer las sagradas nupcias?

-Bueno Padre, no con mi futuro esposo… sino...

-¿Qué, no con tu futuro esposo? ¿Y quién fue ese desgraciado?

-No fue un desgraciado, en realidad fueron varios Padre...

-¿Varios?  Pero, ¿será posible?, una niña como tu ¿capaz de semejantes actos?

Vamos cuéntame ¿quiénes fueron esos individuos capaces de semejante atrocidad?

-Unos Labriegos Padre, que me encontraron en las caballerizas de mi padre...

-¿Y qué andaba haciendo una muchacha refinada como tú en las caballerizas?

-Me gusta ir allí, me emociona… tocar a los  caballos, usted sabe…

—No, no sé.

-Bueno, me gusta acariciar sus miembros y ver como se empalman...son fascinantes.

—¡¡Pero qué dices!!... pero sigue, sigue...

-Estaba en esos menesteres cuando entraron  tres labriegos, y al verme con las manos en la masa... se emocionaron también, y entonces….

—Sigue...sigue…¡¡¡muchacha del diablo!!!

Bueno, pues  se bajaron sus pantalones y se acercaron sigilosamente con sus miembros totalmente empalmados para que les diera el mismo tratamiento que a mis caballitos...

—De suerte que masturbaste no solamente a los caballos sino que también a esos labriegos¡¡

No solamente los masturbe Padre también chupé sus vergas y deje que me penetraran por mis tres agujeros ¡¡

—¡Es que te ha poseído el Diablo!

Si Padre,¡¡se me ha metido el diablo!!  Se me ha metido por el culo… ¡sáquemelo por favor!

—Muy bien , a las putillas como tú , se le saca el Diablo a fuetazos, como yegua,

Así que...¡¡ ponte en  cuatro patas como la perra y yegua que eres!!

Si Padre péguele a esta pobre niña convertida en puta por el diablo...

—En seguida subiéndose el vestido se presentó en cuatro patas abriendo aquel estupendo y bello culo,- Deme de fuetazos¡¡ fuerte¡¡¡,

—Agarré el fuete y empecé a darle, no sé cuánto le di, pero cuando empezaron a sangrar los fuetazos, se volteó, y alzando la sotana metió la cabeza y se engulló mi verga a punto de explotar en su boca de niña, la mamada era soberbia… su lengua efectuaba un recorrido indescriptible alrededor de  mi glande ,  no pude resistir más a semejante placer que me daba esa juvenil boca y muy a mi pesar me hizo que descargara una potente corrida en su garganta , se quedó unos segundos chupando, y luego acerco su bello rostro con restos de semen en los labios, y me dijo:

-Gracias…no sabes cuánto lo necesitaba… ¿Te gustó? ¿Te han mamado alguna vez con semejante maestría?

—Me lo preguntó con una candidez solamente propia de una inocente chavala ...

—-No, nunca me la habían mamado con semejante maestría…eres una maestra de la mamada…una maestra de la perversión.

—Rio con cara de niña traviesa, y poniendo una cara seria me dijo:

Sabrás que he mamado vergas desde que tenía trece años…Me enseñó un viejo pervertido….como tú,...vivía en una covacha en un edificio abandonado camino al colegio…no te imaginas todo lo que me enseño el  pervertido…las más grandes marranadas…desde entonces he probado de todo...he chupado vergas igual de jovenzuelos que de viejos, desde señores pulcros y elegantes hasta mendigos sucios y malolientes.

—¿Qué dices?... ¡alucinas!..

Escucha, tenía trece años, vivía en Paris con unos tíos, lo cual te contaré después como fui a parar ahí. En fin, el cole quedaba como a quinientos metros de donde vivía y todos los días en el recorrido pasaba por un edificio en construcción abandonado, ahí vivía un hombre de unos cincuenta años, un vagabundo,  que al pasar siempre me decía cosas como: adiós bonita, que buena te estas poniendo…. Al principio me daba un poco de miedo, ya después me gustó, y cada vez que pasaba procuraba agacharme por algún papel que tiraba a propósito para que me viera mis braguitas. En las noches fantaseaba con el vagabundo e imaginaba todo tipo de contactos, como sabrás, desde muy temprana edad leía de esas revistas porno con relatos y fotos de todo tipo, ya desde entonces era muy calentorra. Después de un tiempo el vago aquel, empezó a ser más directo invitándome a seguirle a su covacha.” Ven chiquilla, te voy a enseñar como es el nabo de un hombre” me decía, y yo me hacia la ofendida pero la verdad me ponía muy calentorra. Un día, viendo que nadie se percataba lo seguí atendiendo a su invitación hasta su covacha, y ahí empezó todo, durante tres meses y hasta el término del curso… Me quedaba una o dos horas a mi regreso del Cole, con el pretexto de estudiar con mis amiguitas, no me decían nada en casa., no te puedes imaginar lo que hice en esos tres meses, ese primer día entramos a su cuarto…todo era porquería …se paró enfrente de mí y me dijo “ Mira bien como son las vergas de los machos¡¡ “…se sacó una picha bastante grande …olía diferente a todo lo que había experimentado y me excitó ese olor fuerte y penetrante , me quede viéndola estupefacta y me hinque enfrente de el para verla de cerca…” ¡Tócala ¡” me dijo , no lo hice esperar más y la tome entre mis manos…aquella tranca empezó a crecer bajo mis narices y me pareció enorme…le empezó a brotar el líquido pre seminal que me dejó estupefacta..¿Qué es esto? Le pregunté “ es el néctar que deben beber las niñas como tú si quieren ser mujeres, ¿ quieres ser mujer? “ ….agárrala y sube la piel,, quedé fascinada cuando apareció el glande grande como un hongo, con una especie de nata que lo cubría y un olor fuertísimo que nunca había experimentado, ese olor me despertó una sensación desconocida,.. lo quede mirando y el , viendo mi cara me dijo… eso que está ahí es el requesón de hombre…chúpalo y cómelo para que te vayas acostumbrando como se debe tratar a tus machos...jaja,,,,.esto me causó mucho morbo, era una sensación de hacer algo sucio y pecaminoso pero también me excitó muchísimo…al principio me enseñó a mamársela, yo bebía todo su semen, desde la primera vez me gustaba y me daba mucho morbo su sabor fuerte , después ya no se conformaba con eso , sino que me enseño el sexo anal, le gustaba meterme una vela cada vez más ancha….” Esto va a servir para que tengas un culo de folladora” me decía, después con la vela adentro la encendía , y esperaba a que la cera derretida bañara mi culo, esto me dolió al principio, pero cada vez me iba gustando más, esto fue el principio de mis experiencias masoquistas y me di cuenta que había nacido para hacer perversidades , al final tenía la vela sellada como un tapón que a veces me la dejaba hasta el día siguiente para tener el ano más dilatado y pudiera hacer otras cosillas….Ya como al mes era una experta en el arte de la felación y el sexo anal, después ya no me satisfacía solamente hacer eso… Así que le propuse meterle la vela yo a él, al principio se negó diciéndome que eran cosas de maricones, pero seguí insistiendo hasta que accedió, Primero le lamia el culo hasta que se empalmaba y después procedía a meterle la vela que cada vez era  más gorda, ¿Y a él sabes lo que le gustaba?... que chupara la vela así como salía de su culo… era algo deliciosamente perverso…y me encantaba. Después de varias semanas mi libido se había desarrollado tanto, que mi cuerpo me pedía nuevas experiencias, un día en que estábamos descansando después de un buen sexo anal él se paró a mear...yo le seguí …me fascinaba ver como aquella verga soltaba el chorro ambarino…me acerqué y me hinqué para verlo de cerca, y cuando soltaba las ultimas gotas no aguanté más y me la metí en la boca tragándome todo lo que restaba, a partir de entonces el muy cabrón se aguantaba las ganas hasta que yo llegaba para lanzarme los últimos chorros en la garganta mientras me decía todo tipo de marranadas, eso me gustaba y él lo sabía y me alimentaba cada día con dosis de perversión…ya lo traía yo en la sangre, eso lo supe después cuando me enteré de cómo fue mi madre…. Entonces empezó a prostituirme sin que yo me enterase, me decía que invitaría uno o dos amigos para seguir mi aprendizaje, pues me decía que para ser una buena puta necesitaba probar varias vergas, además que a mí me gustaba comerme el requesón y yo ya se lo dejaba muy limpio cada día, así que buscaba los tipos más sucios y pervertidos,  después me enteré que les cobraba unos cuantos euros por hacer  marranadas con una colegiala, no te imaginas todo lo que me hacían hacer. Llegaba con todo tipo de desgraciados, a mí me gustaba… mientras más sucio y perverso era el sexo, más me gustaba…Primero eran de uno en uno, después traía dos o tres. Paul (que así se llamaba mi amigo el vago) me decía que había nacido para puta, a veces si sus amigos no tenían la suficiente imaginación, yo misma les daba ideas.

Se acercó sensualmente y me dijo casi en susurro con su sonrisa perversa:

-He hecho de todo, igual con hombres que con bestias…He probado de todas las leches, leche de hombre...de caballo, de burro y de perro...me gustan todas…

 

—¡Ya basta! Sueñas.

No querido, ya te contaré con pormenores todos esos episodios tortuosos.

— Y con esa sonrisa  pícara que la caracterizaba se durmió.

Durante otros tres días estuvimos representando diversas comedias, yo ya me iba perfeccionando y conociendo los gustos de mi Lolita, para recibir, de vez en cuando, algún premio. A veces me caracterizaba de Madame y ella se vestía de puta, entonces le gustaba que la insultara diciéndole que era la puta más rastrera de cuantas había conocido, mientras más palabras denigrantes usaba,  más parecía excitarla...

—Un día se empezó a vestir con una bella faldita de estudiante, estaba toda de blanco, parecía una muñeca con su cabellera dorada y su cara de niña perversa.

Venga, vamos,  vístete que hoy te voy a dar un paseo, vamos a visitar a unos amigos.

—Al decir esto puso una cara de pícara que empecé a temblar presintiendo lo peor,.. no me lo imaginaba.

-Ya me vas conociendo por mis fantasías, ahora me empezaras a conocer en mis realidades. o me amaras más o te alejarás para siempre...

—Eran casi las ocho de la tarde cuando salimos , caminamos un rato por calles cada vez más estrechas y sórdidas en los arrabales de la ciudad, la gente miraba atónito a esa belleza que venía custodiada por un viejo decrepito. Subimos por callejones llenos de inmundicia en donde proliferaban borrachos malvivientes y mendigos, hasta llegar a un portón medio desvencijado, Lolita tocó y entreabriendo la puerta se asomó un enano negro, parecía uno de esos pigmeos africanos, tenía una barba crispa como su pelo y vestía una especie de túnica medio rota y sucia como su dueño, detrás de él estaba un perro Mastín más grande que el repugnante enano. Cuando vio a Lolita se le ilumino el rostro y mostró una sonrisa perversa diciendo…

—-Hola preciosa, bienvenida a tu palacio.

—Lolita dirigiéndose a mí me dijo:

-Querido, te presento a Barrabas, mi pequeño amigo africano.

—El pigmeo sonrió y haciendo una reverencia grotesca me saludo para luego voltear y darle una palmada en el culo a Lolita.

-Mi amigo Barrabas es todo un portento de macho, me dijo sonriendo, ¡tiene un pollón más grande que sus piernas ¡y soltó una carcajada.

-Vamos Barrabás, muéstrale tus gracias a mi amigo.

—-El pigmeo con una sonrisa perversa se subió la túnica y como no tenía otra vestimenta  dejó ver la verga más grande que haya visto, media tal vez unos 35 centímetros, los cuales eran completamente desproporcionados a su altura, estaba en estado de flacidez , por lo que imagine todo lo que debía medir una vez erecta.

—Enseguida Lolita se agacho y tomando el tremendo mástil con ambas manos se dirigió a mí.

-Qué te parece querido, ¿Habíais visto algo semejante? Lástima que normalmente esté toda blanducha…

—- Adelante mi preciosa putita…le dijo el enano agarrándose el paquete groseramente,  y haciéndole una mueca a Lolita le preguntó, ¿Y este amigo que viene esta vez contigo, que… es tan vicioso como el anterior? ...

- Calla enano. Le respondió, El solo viene a ver todas las marranadas  que me va a hacer Marcial.

—-¿Y yo qué ?... ¿o no soy invitado?.. le contestó el enano riendo.

Si te portas bien y eres paciente, ya te avisará mi amigo para que subas...

Querido, dijo, dirigiéndose a mí, mi amigo Barrabas es el tipo más popular del barrio,

Él te puede conseguir prácticamente cualquier cosa…lo dijo dirigiéndole una mirada pícara.

Se especializa en hacer realidad  cualquier fantasía sexual, así sea lo más perversa y degenerada.

Lo bueno para él, es que tiene una amiga que le gusta hacer de todo ,así,  el cobra su pasta y yo cumplo esas fantasías que también me gustan mmmmm…..y claro, me siento segura , pues Barrabas me cuida como a su hija y nunca me deja sola con esa gente.

—Y acercándose a mí, me dijo:

¿Quieres ver todo lo que hago cuando me alquila a alguno de sus clientes más marranos?... Cuando quieras me dices, Barrabas tiene un cuarto especial con mirillas para los pervertidos como tú… ja, ja.

Después te contaré todo con pelos y señales…

—  Dicho esto, se despidió con un beso al enano diciéndole que no desesperara, que en un rato le llamaba…Lolita me tomó de la mano y  empezó a subir unas escaleras.

—-Cuando estábamos alejados del enano se dirigió a mí y me dijo.

Mira querido, no te imaginas lo perverso y degenerado que es Barrabas, por eso me gusta...

Tiene una verga de gente grande,  pero desafortunadamente casi siempre esta flácida, sin embargo ya conozco sus vicios y se cómo se le empina. Ya lo veras, bueno… te puedo adelantar que una manera de que se le ponga tiesa como garrote es…¡ cuando lo encula el perro!...ja,ja,ja

—- lo dijo así, con el mayor desparpajo y soltando una alegre risotada.

—Eres la perversidad en persona lolita

Sí… ¡y todavía lo que te falta de ver y oír!...

—…seguimos por  aquella vecindad con olor a inmundicia hasta llegar a una puerta igualmente rota… ¡Marcial ¡llamó Lolita tocando la desvencijada puerta, cuando se abrió, apareció un negro gigantesco, medía fácilmente los dos metros, estaba desnudo excepto unos trapos a modo de calzones mugrientos que en algún momento fueron blancos...

—Marcial, que así se llamaba el negro, mostró una sonrisa y se le iluminó la cara cuando vio a mi Lolita arrojarse a sus brazos.

Hola querido, te presento a mi amigo que disfrutará viendo  las cositas que me harás.

—El negro que solo emitía sonidos guturales y que casi no tenía dientes, volvió a sonreír de un modo más perverso.

—Pasamos a aquella pocilga en donde estaba una cama con un colchón roto, unas sábanas sucias, un viejo sillón y  una vieja cocina de carbón llena de trastes sucios y algunas sillas desperdigadas, el olor era realmente insoportable y se desprendía la inmundicia de todos lados. Al fondo había una cortina media rota que escondía o, así lo intuía yo, el baño de la horrible pocilga.

Mira Marcial, como te dije, mi amigo  quiere ver todas las perversidades que te gusta hacerme, no desconfíes, no te pongas celoso, el solo se sentará a ver…y volteándose hacia mí, me dijo… ¿verdad Profesor?

—Yo asentí, no sé por qué,  pero asentí, a sabiendas que tenía un deseo de salir corriendo de ese espantoso lugar, pero algo me detenía, un sentido morboso hacía que estuviera deseando ver a mi Lolita ser mancillada como flor en el fango…

—La gran caminata para llegar a este lugar, y las emociones a que me enfrentaba Lolita me hicieron tener mi vejiga a punto de estallar.

—¿Marcial, podría pasar a tu baño?

—Lolita no aguanto la risa y me señaló la cortina diciendo, allá atrás está. No lo vayas a ensuciar… esto último lo dijo no aguantando la risa...

—Cuando abrí la cortina vi que aquello era la inmundicia  total. Un retrete y una ducha que en algún tiempo soltaba el agua. El piso estaba lleno de orines por todos lados...El  retrete estaba casi a rebosar de los meados  almacenados por días en donde flotaba un asqueroso cagarro, así que  preferí orinar en el piso por temor a desbordar el agua mierdosa del retrete, largué una gran meada y salí lo más rápido que pude.

¿Te gustó el baño, querido?, Marcial y yo compartimos  el morbo de la suciedad, y soltó una carcajada.

Ahora siéntate en ese sillón mientras disfrutas con la vista

—Dicho esto se dirigió hacia el negro. Se arrodillo ante su cuerpo y, sin quitarse ninguna prenda, arrancó violentamente el calzoncillo de Marcial que dejó escapar  la verga más impresionante que haya visto jamás, medía alrededor de treinta centímetros de largo por un diámetro que calcule de seis o siete centímetros, estaba aún flácida y le colgaba un gran prepucio que  escondía un glande impresionante.

—Lolita se volteó hacia mí, mientras agarraba el tremendo vergón... ¿habéis visto algo así?,

 Mira, fíjate como lo desencapullo...y diciendo esto, Lolita agarró con las dos manos el enorme miembro  y empezó a subir el pellejo de aquella verga asquerosa  que dejó asomar un glande enorme, la negrura del glande era cubierta por tal cantidad de esmegma que se veía blanco amarillento. El olor que despidió cuando descubrió aquella cabeza inundó toda la pocilga, Lolita aspiró profundamente, cerrando los ojos cual se tratara de un manjar...

Mmmm…¡¡puro requesón de marisco!!…-¡Todo esto me lo guarda Marcial cada vez  que vengo a verlo!, y esta vez ya han sido más de dos semanas...

—Diciendo esto, ella dio un suave lengüetazo al glande amorcillado y sus manos bajaron hasta los enormes testículos para sopesar la valía de su contenido. El negro dio un grito  y con sus manos cogió la cabeza de lolita y la arrastró hasta el péndulo gigante que no dejaba de moverse. La muchacha se resistió, jugando y  levantó la cabeza, sin dejar de acariciarlo con sus manos, y miró al negro con ojos cargados de vicio.

—Puta-masculló el negro en un idioma animal.

—Ella abrió la boca hasta el máximo de sus capacidades y empezó a lamer aquella verga, su lengua recorría todo alrededor del glande recogiendo aquel requesón acumulado por días para luego voltear hacia mí mostrándome la lengua llena de aquella pasta antes de ingerirla ruidosamente…El negro emitía unos sonidos animales mientras la belleza rubia mamaba lo que podía de la sucia verga…

Mira, me dijo, ya la tengo casi limpia, acércate, toma esa silla y siéntate junto para ver el espectáculo en primera fila, mi amigo sabe que me gusta comer toda su crema y dejarla bien lustrosa…

— Enseguida volteando se dirigió a mí, me tomo de la cara y me beso en los labios, su aliento olía y sabía a la verga del negro, aun así la besé con devoción.

—El negro emitió un grito que parecía más de animal que humano...

—Espera Marcial no desesperes, que deseo tu leche tanto como tu mi boca. Y así, se posó delante, cuando el negro la agarró de la cabellera y abrió la boca hasta el máximo de sus capacidades tratando de meterse lo más que podía en la boca, metió más de la mitad de la tremenda verga haciendo que casi se ahogara. Aquello era una memorable mamada que demostraba toda la sabiduría y experiencia de mi pequeña, de la cual yo me sentía orgulloso.

—No podía apartar mi mirada de aquel cuadro impresionista, la rubia cabellera derramada en los hombros, el perfil rojo de unos labios perforados por un enorme color negro y, por último el susurro de la saliva que estimulaba la inminente cascada que entraría en la sacrificada boca.

—Cerré los ojos, extasiado en mis pensamientos generados por ese sonido erótico de la extraña pareja, pasó un instante no sé cuánto..., cuando me hizo abrir los ojos un grito desesperado que quebró la magia de mi imaginación. era el negro quien había gritado, y Lolita, con su boca llena de leche y ya completamente desnuda, frotaba su culo por el rostro desencajado de Marcial.

—Con la voz alterada por el espeso líquido que  la ocupaba , me dijo:

Aguarda, te bendeciré con  el líquido que ha dejado Marcial en mi boca.

— Tenso como estaba, ella se acercó, me besó, y el esperma del negro se deslizo por mi mentón mientras la perversa no dejaba de reír.

—-míralo, me dijo Lolita... ahora ya está calmado... es una bestia el pobre hombre...

—Vámonos Lolita...le supliqué, no aguanto más este suplicio.

¿Pero qué dices?.. esto es apenas el primer acto,  me dijo con un tono perverso...

Ahora, baja por Barrabas y dile que suba…date prisa, que ahora viene la mejor parte...

—En ese momento  me sentí como un trapo, un pelele al servicio de una diosa...Bajé rápidamente  por las escaleras hasta encontrar al enano...

—Vamos sube que te esperan. Le dije muy a mi pesar.

—El enano agarró una vieja correa y dirigiéndose al perro le dijo. Vamos Káiser...a divertirnos...je, je...

—Subimos las estrechas escaleras mientras mi imaginación volaba…tenia tantas ganas de salir de allí como de llegar y ver a mi Lolita haciendo las peores cosas…

—Entramos por la puerta entreabierta, Lolita y Marcial no estaban a la vista pero se oían ruidos en el baño,  Barrabas se quitó rápidamente la túnica que era lo único que lo cubría, y una vez desnudo nos dirigimos  al baño en donde se oía el ruido de un chorro de agua.

— Al abrir la cortina el espectáculo no podía ser más denigrante pero a la vez lascivo y excitante, Marcial, parado frente al sucio retrete largando una gran meada dirigida por la mano de Lolita que se hallaba en cuclillas completamente desnuda al lado del retrete el cual se estaba desbordando con el torrente recibido. Me quedé petrificado viendo el chorro ámbar derramarse al piso y como Lolita acercando su bello rostro engulló aquella manguera que no cesaba de mear recibiendo en su paladar los últimos chorros…- Mmmm… 

—dijo mirándome lascivamente...

—¡¡esta es cerveza africana de primera!!

—En ese momento  Barrabas quien portaba la correa amenazadoramente, avanzó hacia Lolita quien se encontraba arrodillada frente al retrete.

—¡¡Barrabas!!—llegas a tiempo, dijo Lolita , ¿ Traes la correa , querido?,  que estoy deseando que castigues a tu perrita—

—Y diciendo esto, Lolita se inclinó en el retrete apoyándose con ambas manos en la sucia taza y parando el culo, le gritó...

 ¡Vamos! , ¿Qué esperas?

—El enano avanzó hacia ella, y tomándola fuertemente de su dorada cabellera le empezó a atizar una sarta de fuetazos, Lolita gemía, con una mezcla de placer y dolor mientras Barrabas se ensañaba cada vez más en darle de fuetazos en ese culo adolescente...- Más, más. Barrabás ...haz que sangre esta yegua... mientras esto sucedía, Marcial, parado atrás del retrete se masturbaba frenéticamente y no aguantando más y

— con una risa perversa, agarró al enano como si fuera un juguete y lo depositó, riendo, en el retrete semi desbordado, la verga del enano que colgaba en unos treinta centímetros quedo totalmente sumergida en los meados del retrete, Lolita, hincada frente de él, tomó la sucia verga sacándola fuera del líquido y entonces… no lo podía creer, tomo esa verga llena de meados y restos de suciedad y la empezó a mamar como una posesa...

Mira Profesor. Mira a tu Lolita como se come la verga más sucia que te imaginas...

Salí despavorido, ya no aguantaba más...

—Vague por los alrededores , una hora, dos horas...mi cabeza daba vueltas , la imagen de mi preciosa jovencita en ese inmundo lugar no se me borraba de la mente, me torturaba pero a la vez me producía un sentimiento de morbo indescriptible...pasaron unas horas antes de regresar al departamento de Lolita, al llegar  aún no estaba…así que espere sentado en la puerta hasta quedarme dormido… me despertó un fuerte olor a meados y sexo, y ahí estaba ella, con cara de morbo, felicidad y satisfacción .

—-así me gusta...fiel… ahora si te quiero y seré tuya.

-Entremos, que quiero que me prepares la tina y me bañes, lo necesito.

Así tendré el coraje de contarte mis secretos, ¿Quieres saber lo que pasó cuando te fuiste y me dejaste con esos dos degenerados? ¿Quieres saber todas las depravaciones que me ha hecho hacer Barrabas por cobrar unos euros?

Te contaré todo, pero antes te contaré una historia, la historia de mi vida…ven me dijo tiernamente...

Continuará…

(9,29)