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Fantasía o realidad

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El quién soy yo en esta historia no es del todo importante, lo importante es él quien es ella aquella mujer que conocí, aquella mujer que al parecer salió de mis más ambiciosos deseos.  

Todo comenzó 4 años atrás y sin darme cuenta me encontraba en una fiesta en la finca de uno de mis amigos llena de mujeres bellas, buena música, alcohol y una luna maravillosa. Yo me encontraba en una mesa platicando muy a gusto viendo hacia la zona de baile; planeábamos nuestros próximos movimientos sobre quien ir y ahí fue cuando la vi.

Como por arte de magia en medio de la gente la observe y me quede boquiabierto era una mujer hermosa en un vestido blanco que dejaba lucir sus hermosas piernas y marcaba su esbelta figura, cabello largo casi hasta la cintura quede impresionado. Me puse de pie y me dirigí hacia ella entre tanta gente la perdí de vista pero seguí buscándola hasta que logre verla dirigiéndose hacia la casa principal.

Trate de seguirla y la busque por todas las habitaciones hasta que al fin la encontré estaba en la ventada de una de las habitaciones principales y para ser más exactos la habitación que yo usaba con frecuencia cuando visitaba a mi amigo, de cerca se veía aún más hermosa el color de su piel era perfecto y la luz de la luna que entraba por la ventana la hacía verse como un ángel.

-Hola mi nombre es Raúl ¿quién eres? Le dije.

-Hola mi nombre es Natalia.

R- ¿Qué haces por aquí Natalia? ¿Estás perdida?

N-Pues eso depende de ti Raúl yo andaba buscando algo y creo que ya lo encontré.

Cerré la puerta del cuarto y me dirigí hacia ella ni si quiera sabía que hacer solo me puse de frente la tome de los brazos acariciándola viéndola fijamente a los ojos eran de un hermoso color verde, sus labios de un color entre rosado y cereza. Al verla tan de cerca mis instintos me decían bésala.

R- ¿quién eres? Le pregunté.

N- Pronto lo sabrás. Me respondió.

Le acaricie la cara, el cabello era perfecta; nos fundimos en un beso largo y apasionado como si nos hubiéramos deseado toda la vida podía sentir el calor de su cuerpo en su aliento, sus labios eran deliciosos y sin pensarlo antes de aventarla a la cama se los mordí abrió sus ojos y yo los míos pasión y lujuria se encontraba en nuestras miradas.

Ella me pego a la pared y fue desabrochando mi camisa luego el pantalón, me desnudo en un minuto al bajar mi bóxer mi miembro salió a toda prisa, se puso de rodillas frente a el primero me miro su rostro dibujo una sonrisa llena de picardía y después miro hacia mi miembro lo beso, lo acaricio lo disfrutaba, tomaba su tiempo para disfrutar del momento lo introducía en su boca de manera sublime, en ese instante era yo quien se sentía en las nubes, La tenue luz de la luna era lo único que alumbraba la habitación pero era lo suficiente para poder admirar lo que hasta ese momento creía que era su gran virtud.

Después de un sexo oral de maravilla la hago poner de pie le doy la vuelta quedando su espalda al frente mío y le digo al oído:

R- Esta noche voy a tatuar mis besos por toda tu piel, a ver si hay alguien que los pueda desvanecer.

Comencé a besarla por el cuello al mismo tiempo que iba bajando el cierre de su vestido, bese sus hombros y de nuevo subía a su cuello me adueñaba de cada centímetro de su piel, cada parte de su cuerpo era marcado por mis labios el ver su piel erizada era señal de que efectivamente beso a beso esa mujer se volvía mía.

Deslice su vestido y este callo a sus pies quedando en una fina y sexy lencería de encaje blanco, La avente a la cama y antes de irme sobre ella como un lobo sobre su presa me detuve a disfrutar del momento y recuperar el aliento la mire fijamente de pies a cabeza radiaba sensualidad su figura, me fui sobre ella a besarla mas y mas hasta sentía un hormigueo en mis labios de la fuerza, la pasión y lo prolongado de los besos que nos dábamos, por momentos atacaba a su cuello besaba su oreja y veía como su piel se erizaba sus cortos y tímidos gemidos me incitaban a no parar. 

Deslizaba mis manos por sus piernas su piel era lisa pero firme sin imperfecciones parecía de porcelana, Me acerque a su boca y la bese nuestras lenguas bailaron al son de nuestros latidos, le dije al oído:

R- no sé si es al cielo o al infierno pero esta noche te voy a sacar de este mundo.

N- pues vamos a descubrirlo.

La recosté boca abajo me puse sobre ella agarrándola de las manos y le besé desde la nuca bajando lentamente por toda su espalda, la besaba y acariciaba de manera fina y sublime, saboreaba con cada beso su suave piel, besaba sus nalgas, piernas, pies, todo quería ser dueño de todo su cuerpo.

Le di la vuelta y me puse frente a ella la bese, acaricie sus senos, sus pezones, mi mano se deslizo por su abdomen y vientre hasta llegar a su vagina, la acariciaba y podía sentir por encima de su prenda la humedad que salía de ella, besándole el cuello, la boca y su oreja podía escuchar pequeños gemidos que emitía cada vez que acariciaba su húmeda vagina.

No podía parar de acariciarla le fui quitando su lencería hasta dejarla plenamente desnuda ante mí, indefensa ruborizada por el calor de nuestros cuerpos sus pezones color café claros apuntaban hacia mí su vagina brillaba por los fluidos que ya le provocaba la excitación que teníamos hasta el momento.

Me dirigí a ella y le separe las piernas me recosté justo delante de su vagina coloque sus piernas en mis hombros y comencé a hacerle el mejor sexo oral que pude, comencé por lamer su clítoris como si se tratara de una cereza al mismo tiempo que iba introduciendo un par de dedos en su rosada vagina, cada segundo iba en aumento mi intensidad y la manera en que lamia su clítoris, sus labios que eran besados y mordidos por los míos el mete y saca de mi par de dedos iba en aumento al igual que sus gemidos.

El sabor de sus fluidos era delicioso, ella me tomaba de la cabeza casi arrancándome el cabello, seguí por un par de minutos en lo mío, la verdad es que lo disfrutaba al máximo, su sabor, su aroma me embriagaban de placer.

Me incorpore para besarla quería que ella también sintiera el sabor de su sexo, me puse a su lado y nos acariciábamos al mismo tiempo que la besaba como si no hubiese un mañana, ella me tocaba, me acariciaba el miembro que cada vez me lo ponía más duro al grado que sentía que iba a reventar.

Hizo un movimiento para ponerse encima de mí y ahora era yo quien estaba, me monto de un solo sentón se metió mi miembro a tope me cabalgaba a un ritmo pausado y en cada movimiento ambos gemíamos yo la ayudaba a moverse tomándola de la cintura por momentos acariciaba sus senos apretaba sus pezones que estaban más duros que una piedra su piel la sentía caliente con cada caricia que le daba lo único que la refrescaba era el sudor que escurría por su cuerpo producto del calor intenso en el que estábamos.

Me di vuelta para quedar encima de ella La bese por el cuello por la oreja mientras con mi mano la masturbaba hasta que sentí como mis dedos se empapaban de su orgasmo, me acomode para penetrarla estaba muy mojada se la fui metiendo centímetro a centímetro veía como ella apretaba la sabana y exclamaba un gemido de placer empecé a moverme de manera rápida q hacia sacudir toda la cama, puse sus piernas en mis hombros y mi mano justo arriba de su vagina mi dedo pulgar acariciaba su clítoris la veía fijamente a la cara quería hablar quería decirme algo le puse mi dedo en sus labios y le dije:

R- no hables solo disfruta.

Y ella comenzó a chupar y lamer mi dedo como si se tratara de otra parte de mi cuerpo, La tenía completamente a mi merced bajo mi control estaba siendo devorada por un lobo q explotaba de pasión y deseo.

Sentí su segundo orgasmo y noté como se acortaba su respiración la estaba llevando a donde nadie la había llevado y el viaje apenas empezaba.

Hice que se siente sobre frente a frente los dos sentados en medio de la cama y empecé mis movimientos, la besaba, le mordía los labios le acariciaba los senos tenía los pezones duros sus labios rojos por mis mordidas y besos.

La recosté de nuevo boca arriba y junte sus piernas las puse hacia un costado y casi de lado a mí y seguía haciéndole el amor la besaba la acariciaba y estaba sudada me excitaba aún más y me novia tan rápido como podía sentía q sacudía todo el cuarto la escuchaba gritar veía como apretaba la sabana como se mordía los labios de placer su cuerpo temblaba, su piel se erizaba otro orgasmo estaba por venir, rápido le abrí las piernas baje hasta su sexo y le di un rico y largo sexo oral hasta q se vino en mi boca saborearla fue algo q me puso en mi punto de ebullición.

La hice colocar de espaldas a mí en modo de perrito y empecé con mis embestidas sin darle tregua yo no quería parar literalmente la tenía donde quería empecé a moverme de tal modo que en la habitación solo se escuchaba nuestros gemidos, el ruido de la cama al sacudirse y mi cuerpo chocando con el de ella.

Mis movimientos rápidos fuertes profundos, ya no podía aguantar y soltaba gemido tras gemido y gritos de placer estaba entregada a mí al cien por ciento me movía hasta q sentí temblar sus piernas de nuevo casi tenía que cargarla en esa posición yo ya no aguantaba y nos corrimos al mismo tiempo caí desvanecido sin energías a su lado.

Ella boca abajo y yo boca arriba hizo un último esfuerzo por moverse y abrasarme nos miramos fijamente en nuestras miradas ahora solo se notaba la enorme satisfacción cerré los ojos para disfrutar de la paz y calma que nos rodeaba.

Al abrirlos me encontraba solo en la habitación sin señas de que hubiese estado con alguna mujer no podía entender la situación Salí desesperado a buscarla y tras preguntar a los pocos invitados que despertaban nadie supo darme detalles de ella.

Regrese a la habitación para pensar y tratar de comprender el porqué no estaba conmigo y lo más raro es que nadie la había visto todos decían lo mismo de mi que desaparecí de la fiesta pero que siempre me vieron solo.

Resignado solo me quedo por hacerme a la idea de que esto fue un sueño.

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