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Mi esposa y el inquilino

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Hola mi nombre será Israel, tengo la edad de 29 Años de edad y mi esposa María tiene 28 cumplidos. Somos una pareja como miles que viven en Estados Unidos, por necesidad tuvimos que poner en renta un cuarto del apartamento de donde rentamos.

Primero solo recibíamos hombres solteros o familias muy grandes hasta que un día recibimos la llamada de un par de hermanos "Luis y Lucy". Los miramos y tuvimos una química que, si resultó y lo cual rápidamente les rentamos el cuarto. Mas el único inconveniente fue que Luis tenía que dormir en la sala y Lucy en el cuarto.

Todo parecía normal más en nuestras noches de amor ella tenía que callar sus gemidos y no gritaba como antes y ya no cogíamos por toda la casa como lo solíamos hacer. Poco a poco empecé a notar unas miradas y unas atenciones de mi esposa a Luis, se preocupaba por si ya había comido, que quien le llamaba y cosas que su hermana tenía que preocuparse. Pero en fin dije, serán mis celos de casado. Mas nunca me imaginaria que entre ellos dos algo andaba pasando. Ella no trabaja y mi hora de irme de la casa es cerca de las 6:00am a esa hora mi esposa se queda "Dormida" en el cuarto, Lucy en otro y Luis en la sala, Pues él estudia el High School y trabaja un part-time en la tarde (edad 21 Años) y la hermana 32 ella recibe ayuda del gobierno.

Un día tenía que pasar que yo los descubrirá, salí de a mi trabajo mucho más tarde que nunca y era lógico llegue cerca de 10 minutos tarde y como solo son 5 de tolerancia me regresaron hasta el siguiente día. Me regresé muy triste pero a la vez contento pues le daría una sorpresa a mi esposa y nos echaríamos un mañanero.

Más el de la sorpresa seria yo, cuando entro con mucho cuidado a la casa y al pasar por la sala no veo a Luis, Pensé "estará en el baño o a lo mejor salió hoy temprano" me acerco mucho más silencioso a mi cuarto y cuál fue mi sorpresa... Escucho los gemidos de mi esposa igualitos que cuando yo me la cojo.

No sabía qué hacer, sentí ganas de entrar y mirar que estaba pasando mas no sé si por el morbo o porque sentí una sensación diferente me esperé. Me aseguré de no hacer ruido y me puse a escuchar con detalle, pues solo podía escuchar los gemidos y los rechinidos de la cama donde yo pensaba que yo solo penetraba a mi esposa. Mas después de 3 min escuche la voz de nuestro inquilino decirle, "Me vengo, ¿dónde los quieres esta vez?" a lo cual apresurada, pero sin dejar de moverse la escuche muy poco decirle "en mis nalgas, echámelos fuera no quiero nada de problemas“ y creo que así fue, pues solo volví a escuchar los gemidos de los dos lo cual anunciaban que había terminado rico.

Después solo escuché besos de agradecimiento y a ella decirle "gracias, como siempre estuviste rico, te espero mañana... amorcito". Al escuchar ruidos de la cama nuevamente tuve que retirarme del lugar pues él iba saliendo directo al baño donde al escuchar la regadera de nuevo me atreví a entrar, pero esta vez diferente. Mucho era el ruido que trataba de hacer y claro desde antes de entrar iba cantando y llamando el nombre de mi esposa, rumbo al cuarto iba silbando y eran menos de 5 minutos que tenían a mi esposa bien penetrada y yo supuestamente no sabía nada. Al entrar al cuarto podía oler el olor a sexo y claro era lógico mi esposa "Estaba dormida y bien tapada".

“Hola” me contestó con una voz fingiendo despertar. “¿Qué paso?  ¿porque estás aquí?”, le dije “Hubo problemas con la máquina que trabajo y nos dieron el día libre. Pero está mejor así te echo una mañanero rico...".

No le quedó más que aceptar, y claro mi verga ya tenía rato bien erecta y como es lógico su cosita todavía estaba húmeda y se sentía todavía el olor de otro hombre en el cuerpo de ella. Ella me preguntó “qué te paso, porque vienes con esa vergota tan parada”, no le contestaba nada y seguía penetrándola con un poco de rudeza, pues al cerrar mis ojos y recordar lo que 15 minutos antes estaba pasando me ponía más caliente que nunca, en menos de media hora mi esposa estaba cogiendo con dos vergas diferentes y a mí en vez de molestarme me excitaba un montón, mas mi excitación me tenía que hacerme venir antes que de costumbre y cuál fue la sorpresa de ella al escuchar mis palabras como le dije antes de terminar..."Me vengo, donde los quieres esta vez" a lo cual abrió los ojos como platos y no supo que contestar, pues fue lo mismo que le preguntó Luis antes de venirse...

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