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El génesis de Elmer y el monotributo (Final)

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Mis manos apretaban sus glúteos contra mí, cuando sentí de golpe que la presión cedía y había menos resistencia de su parte.

¿Estará intentando escapar? Pensé, cuando de golpe me empujo fuerte hacia atrás tomándome de los hombros y me paralice. Se quedó parada, inmóvil, respirando hondo, delante mío, altiva e imponente.

Por un breve instante no supe qué iba a pasar. De pronto dio dos pasos y mirándome fijamente se arrodillo delante mío bajándome el jogging de golpe. Mi pija emergió como una catapulta, automáticamente la hundió en su boca, frenética, voraz.

De momentos sentía sus dientes mordisquear mi glande, y pronto la invadía con sus labios y la chupaba desaforadamente. En un espejo estratégicamente ubicado veía su culo con la tanga incrustada moverse al ritmo de su frenesí.

Sus dedos vivaces, su lengua, todo mirándome fijamente a los ojos, desafiándome, excitándome.

Totalmente excitado la levante tomándola por sus nalgas le saque la tanga con los dientes. Una conchita totalmente depilada y jugosa se exhibió ante mí.

La tiré sobre el sillón y empecé a jugar con mi lengua en su clítoris, en su vagina, cada vez más fuerte. Empezó a retorcerse en el sillón mientras sus tetas se bamboleaban de un lado a otro, gemía, y se mordía los labios para no gritar.

Así como estaba me calcé sus piernas sobre mis hombros y le embestí con mi verga a pleno, se tapó la boca con sus manos, pero no pudo evitar pegar un grito. Continúe con las embestidas, sentía su conchita estrecha apretar mi pija cada vez más y más dura.

Entraba y salía casi toda de su vagina, chorreando jugos se deslizaba y jugaba apretada. Cada nuevo re-ingreso venía acompañado de un grito, ya a esta altura incontrolable.

Levante un poco su cola para jugar con la base de mi tronco con su clítoris al palo, ayudado por mis dedos. Cada vez más y más frenético.

-Dale que acabo Elmer, dame más duro...

Sentía que yo también me venía con todo, un último ataque me hizo prever que venía toda la leche.

-Donde la querés amor?

-Toda en mi conchita potro, calentita toda adentro.

Así un tremendo lechazo inundo y desbordo su concha, toda para afuera mojando parte del sillón.

Después de suspirar se incorporó y gateando en cuatro patas se tomó toda la leche que había caído sobre los almohadones de cuero. Todavía con sus sandalias puestas el fetiche me incentivaba para más.

Tomo con los dedos limpiándose la boca y se tragó toda, toda la leche, sin dejar una gota.

Se incorporó y me beso profundo, sentía en su boca el sabor de mi leche, pero ese gesto fue un incentivo para más.

Sin vestirnos nos quedamos un rato recostados sobre el sillón, ella sobre mi pecho exhibiendo su cuerpo desnudo y maduro, pero no menos excitante.

-Podrás resolverme este temita Elmer...

-Este y los que quieras Beatriz, ¡que yegua que sos por Dios!!!!

Se incorporó y me invito al baño a ducharnos. Ahí como una geisha me abrió la ducha y me jabono todo el cuerpo con unos dedos de geisha. En su delicadeza me provoco otra erección y ahí nomás la tomé contra la pared de la ducha y decidí terminar la faena.

Me agache un poco y empecé a jugar con mi lengua en su culo.

Apoyando una de sus pies sobre el borde de la bañera me metí de lleno a taladrar con mi lengua el agujero de su culo.

-Ayy... no que haces?

Le tapé la boca con los dedos y de una embestí con mi pija sobre su culo. El grito supero mi mano y mis dedos, sentí su cuerpo como se tensaba sintiendo en su humanidad toda mi chota.

Empecé a meterla de a poco y con otro movimiento de pelvis la metí toda. Otro grito más y un par de lágrimas sentí que caían sobre mis dedos, pero no paraba de moverse y comérmela con su cintura.

Así seguí embistiendo, la presión fortísima de su anillo me calentaba más y más, seguía cogiéndomela por el culo que poco a poco se dilataba para gozar más.

Apretaba sus tetas con fuerza y seguía más y más fuerte dándole, las nalgas mojadas y brillosas daban un espectáculo inolvidable. Tomándola por atrás la besé en el cuello y después en la boca con la última embestida sentí que la leche venia.

-Dámela ahora en la boquita, la quiero toda.

Giro y le hundí toda la poronga en su boca, casi ahogándola y con todo ímpetu le descargué un torrente de leche tibia. Viciosa se ayudaba con los dedos para no perder una gota y ayudándose con sus manos se tomó toda la leche.

Terminamos de ducharnos y así desnudos fuimos hacia el living.

-Me llevo la carpeta, te la miro y te digo como hacemos Beatriz

-Volvé cuando gustes potro. Dale mirala tranqui que tengo que hacer un par de cosas se me hizo tarde. Después te paso el celu de Ana mi socia que es la otra socia mía, Ojo con ella ¿eh?

Le di un buen beso de lengua y me empecé a vestir. Cuando me iba vi en el piso la tanguita de playboy.

-Me la llevo de recuerdo

Empezaba mi pequeño museo de fetiches que por azares del destino se iba a multiplicar rápidamente.

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