Hola que tal, espero y que sea de su agrado este relato que voy a redactar para ustedes, esperando que les guste.
Actualmente tengo 22 años, vivo en Tlaxcala Mex. Esto paso hace unos años atrás con mi primo Roberto el actualmente tiene 26 años es alto, delgado, ojos cafés y una verga de 17 cm.
Todo paso un domingo familiar en casa de mi tía, como cada año la familia se reúne para convivir y como siempre los primos mayores tenemos el privilegio de salir a otro lado mientras los adultos platican entre ellos, en esa tarde mi primo Roberto y yo decidimos ir a caminar a un pequeño cerrito que hay por donde él vive, (él siempre me había gustado mucho, pero nunca me atreví a decírselo hasta ese día que las cosas cambiaron) mientras caminábamos nos hacíamos las típicas bromas de darnos nalgadas o tocarnos la verga, en ese juego nunca imagine que el tendría su verga toda dura y húmeda. Así que me puse nervioso al tocarla así que quite mi mano lo más rápido posible, mi primo al darse cuenta me dijo que le gustaba que le agarraran su verga a lo que le pregunte de inmediato que si era gay y él me dijo con una sonrisa pícara que no, que solo lo hacía por diversión, mientras seguíamos caminando el me empezó a tocar más mis nalgas (cabe resaltar que soy muy nalgón) yo me sentía muy raro una sensación rara empezaba a recorrer por todo mi cuerpo y empezó a gozarlo, y sin darme cuenta mi primo me tomo de la mano y me llevo a lo más profundo del cerro. Después de caminar por un buen rato me dijo que quería darme un beso, cuando me dijo eso me quede en shock no sabía que decirle así que, lo agarre de los hombros y lo besé así estuvimos basándonos como 10 minutos, y fue ahí cuando le dije que me gustaba, mi sorpresa fue que él dijo que también le gustaba y que quería hacer el amor conmigo, así que en ese momento empecé a tocarle su verga la cual estaba a mil. No espere mucho y empecé a chupársela recorriendo todo ese troco venoso que tanto había soñado, chupándole sus grandes y velludos huevos, en ese momento solo podía escuchar sus gemidos de mi primo, después de 10 minutos me dijo que era su turno así que me recosté en el pasto y el empezó a chupármela como si fuera un caramelo yo estaba en las nubes, me retorcía de tanto placer hasta que le dije:
Robert hazme tuyo
Él me dijo: claro que si primo
Así que me puse de a perrito dispuesto a que me penetrara, como era mi primera vez le dije que lo hiciera despacio y el así lo hizo (como no teníamos lubricante, su saliva fue de mucha ayuda) al principio dolió mucho, pero mientras más metía su verga, yo lo disfrutaba, me gustaba sentir ese mete-saca que el hacía en mi ano.
Por mi parte gemía sin parar, era muy excitante escuchar ese choque de su pelvis con mis nalgas, así estuvimos por casi una hora hasta que el empezó con sus embestidas cada vez más fuerte hasta que sentí como un chorro caliente salía de su miembro.
Una vez que termino dentro de mí me volteo y me la empezó a chupar hasta que termine dentro de su boca, el trago todo mi semen saboreando hasta la última gota.
Ambos nos quedamos acostados en el pasto un buen rato mientras nos recuperábamos. Sin decir nada nos vestimos y nos fuimos de ahí.
Después de esa tarde nada volvió hacer igual. Cada que estábamos solos cogíamos sin parar, pero esas son otra historia.
Espero y les guste mi primer relato, espero poder seguir escribiendo acerca de mis experiencias sexuales con mis primos.