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Visitas a mi vecino - Intro (relato corto)

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Hola, soy Diego... y me gusta el fútbol, a tope. Juego de titular en el equipo del cole y todos mis colegas dicen que tengo un cuerpo muy bonito. Últimamente me cojo unos calentones de campeonato. Hoy , por ejemplo, llevo todo el día pensando en lo que me pasó ayer cuando volví a casa.

Mario, el vecino que vive en la puerta de enfrente, subió conmigo en el ascensor y empezó a meterse conmigo, como siempre, que llego de jugar al fútbol…

- ¡Ay, Dieguito! me tienes loco. Cada día estás mas guapo. A ver cuando me invitas a verte jugar; que me gusta verte con esos pantaloncitos….

Me puse colorado como un tomate; pero también me puse cachondo.

- Solo sabes decirme cosas... ¿y que más?...

El, me miró fijamente y me echó la mano al rabo; y yo me dejé. Me hizo todo lo que quiso hasta que llegamos al noveno, que es donde vivimos.

- ¡Que rico estás!, como me gustaría tener mas tiempo, para invitarte a mi casa, pero tengo invitados a comer. ¡Adios, mi niño!

Y me dio un pico en la boca. Cuando llegué a casa tuve que hacerme un buen pajote.

Hoy, llevó todo el día pensando en que me gustó mucho lo que me hizo en el ascensor…

y ademas, me han dicho que tiene treinta y tantos y que debe de follar a tope, porque tiene muchos amigos.

Tendré que echarle cara.

Me pondré el pantalón del Real Madrid (para que lo flipe).

Después de comer, le he dicho a mi abuelo que había quedado con un compañero de clase para ir a la biblioteca, pero he ido a su casa.

- ¡Hombre, Dieguito! ¡que pasa!… menos mal que te has atrevido a venir. ¡Pasa, pasa!, que estoy haciendo café y está sonando la cafetera…

Me mira embobado, pero yo no pienso ponerme nervioso.

- ¡Oye, Mario! ¿puedo pasar al servicio?, es que he salido de mi casa y no me he dado cuenta de que me estaba meando.

- ¡Claro, mi niño! Mira... ¿ves esa puerta a la derecha?… pues ahí.

Es un aseo muy bonito, no como el de mi casa; y tiene un jacuzzi bastante grande. Estoy meándome a tope, así que me coloco sobre la taza y me saco la chorra; ya no podía más ¡joder!.

De repente, entra Mario…

- ¿Todo bien?

- ¡uff! Ya no podía más…

Siento la mano de Mario entre mis piernas y yo no le digo nada, porque me gusta; pero me está cortando el rollo y casi no puedo mear, así que, intento relajarme al máximo.

- Estos pantalones que llevas hoy, te quedan genial, y te hacen muy buen culo…

Me mira mientras meo y espera a que termine para tocarme el culo…

¡Agh...!

Le dejo que me toque todo lo que quiera y le miró a la cara...

- ¡Joder, Mario!, vas a pensar que soy un facilón...

Me pega la boca a la oreja y me la chupa (sin dejar de meterme mano); me encanta como me toca el ojete… ¡que gusto!

- Mira, voy a avisar a Juanjo, que está en el salón y nos metemos en el jacuzzi… ¿vale?

Le miro, como diciendo: ¿no estás solo?

- No, pero no te pongas nervioso. Es un chico fantástico. Mi mejor amigo. Y ya sabe que tengo un vecinito que me gusta muchísimo...¡no te preocupes!, ¡ya verás que bien lo pasamos!… y entramos en el salón para presentárme. Es un machote rubio, que esta como un camión.

- Mira Juanjo. Te voy a presentar a Dieguito, que ha venido a pasar la tarde con nosotros...

- ¡Hola chaval!, no te pregunto como estás, porque ya veo que estas muy bien...

- ¿Que pasa, tío?

Ya me había hablado Mario de ti, pero no me podía imaginar que fueras tan guapo

- Mira, ¡míralo bien!, le dijo Mario; que me cogió de los hombros y me dio una vuelta completa.

- A ver, déjame ver...

Y me cogió por la cintura para mirarme el culo.

- ¡Uhmm, que rico! ¡que culito más bonito!...¿puedo tocar?

Yo me encogí de hombros y dije: si quieres...

- ¡Uy!... como me gusta este chico… ven aquí, que voy a inspeccionarte... y me cogió para ponerme sobre sus rodillas.

- ¡No!. Mejor nos metemos en el jacuzzi ¿vale?, dijo Mario.

Yo nunca me había bañado en un jacuzzi y me gustó mucho la idea, pero lo que más me gustaba, era poder estar con ellos en pelota.

En el baño, mientras me desnudaba, no podía dejar de mirarlos... hasta que sentí como Mario me cogió en brazos y nos metimos en el jacuzzi…

- Ven aquí chaval…

Que piel mas suave tienes y me cogió por la cintura para colocarme encima de él.

Entre los dos, me tumbaron boca arriba…

- ¡wow! que gusto…

Juanjo empezó a comerme la polla... y Mario a jugar con sus dedos en mi ojete, mientras me daba pequeños mordisquitos en la oreja… ¡que placer!

- ¡Oye, que culo más rico tienes! no me canso de el, me dijo Mario

- Pues yo lo que quiero es comérmelo, dijo Juanjo

Y Mario me colocó con las piernas en alto, ofreciéndole mi culo a Juanjo

- ¡Ay, cabrones!

- Eso es, así me gusta mucho más

Metió su lengua en mi raja y me abrió el culo a tope

- Que rico estas ¡cabrón!... me decía, sin dejar de comerme el culo

-¡Si!...¡si!...chúpame, ¡cabrón!…

Me gustaba mucho. Me gustaba sentir sus manos en mi culo, abriéndome el culo, chupándome el ojete. Me gustaba lo que me estaban haciendo.

No podía imaginar que se pudiera pasar tan bien, sin jugar al fútbol…

Desde esa tarde disfruto de mi cuerpo con Mario y sus amigos todo lo que puedo. No podía imaginar que me iba a gustar tanto hacerle visitas a mi vecino.

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