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Haciendo cornudos a Raúl y Luis - Parte 2

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Ahora tocaba que yo le hiciera lo mismo a Mario, lo vi completamente desnudo y OMG! Que brazos, que cuerpo, que verga tan gruesa todo eso me iba a comer (yo mido 1.52 y el 1.85). Empecé a mamársela y a chuparle los testículos una y otra vez, escuchaba que él decía oh si! Le gustaba lo que le estaba haciendo y  a mí también era deliciosa, gruesa, no cabía en mi boca, grande, rica, la chupaba, pasaba mi lengua por su glande. Solo sentía manos que me acariciaban, estaba tan metida en lo que hacía que no me percataba de quien eran, yo solo sentía, ya cuando acordé ya tenía abajo los tirantes del baby, las manos de Mario acariciaban mis tetitas mientras yo seguía disfrutando de su verga deliciosa.

Mario me preguntó si ya quería que me penetrara, le dije que sí, solo vi a Luis grabando con su celular, ya cuando acordé Mario me dijo que me acercara y de repente ya estaba montada en él, pensé que iba a batallar algo por lo grueso de su verga, gracias al lubricante, entró bien, centímetro a centímetro, parecía no terminar, despacio, sentí rico, diferente, estaba llena, apretada,  comencé a moverme poco a poco y el también.

Movimientos lentos pero deliciosos, yo gemía, sentía que a Mario le gustaba lo que hacía, de repente nos besábamos o el acariciaba mis tetitas o las chupaba, o me daba nalgadas, me movía de repente lento, otras veces más rápido y él me acariciaba rico. Me puso boca arriba y ahora fue el, el que empezó con los movimientos fuertes, una pierna de él quedó dentro de las mías y sentía como su pelvis chocaba con mi ingle muy fuerte, como su verga rosaba mi cosita, yo solo levantaba mi cabeza para ver y seguía gimiendo, así me estuvo dando muy fuerte, me levantó las piernas, y me daba sus embestidas fuertes, sentía como su verga dura entraba y salía de mi cosita, su excitación era  mucha y se notaba en las embestidas, hasta que de nuevo me monté en él y empecé con los movimientos de nuevo, el acariciaba mi trasero, me movía hacia él y me daba nalgadas.

Pero esta vez sería diferente, mientras yo me movía Mario le dijo a Luis que ya me podía penetrar el también, me entraron nervios, Luis aplico lubricante, yo me movía sobre Mario mis manos estaban sobre su pecho que se sentía duro y fuerte como el de Luis, sentía  sus pectorales me atraía tocar ese cuerpo, las recargaba completamente sobre él y me movía arriba y abajo para sentir placer, de repente voltee y vi a Luis poniéndose lubricante se acercaba el momento de la doble penetración, mi primera dp, que nervios pero  no deje de moverme.

Luis se subió a la cama, yo estaba en cuatro sobre Mario, sentí como la verga de Luis entraba lento, sentía la punta y como la movía,  empecé a gemir fuerte, dolía algo, era diferente a cuando me la mete mi cornudo esposo por atrás, creo que la misma excitación hizo que no doliera igual, pero me gustaba, ya cuando acordé Luis ya se   estaba moviendo, la verdad no sé qué tanto entró, escuchaba que le hacía oohh! Y yo feliz gimiendo, su placer es mi placer. Los sentía a los dos, me tenían llena, Luis tenía sus manos en mis caderas y me movía, de repente me estiraba el cabello, mientras yo solo gemía, sentía su verga dentro de mí, dolía, gustaba, se movía todo era delicioso. Los dos me estaban dando. Solo levantaba mi mano para limpiarme el sudor que me provocaba lo que me estaban haciendo. Dolor, rico, rico, rico, dolor. Gemidos, más excitación al ver la cara de Mario, sentir su verga y sentir a mí amor dándome por primera vez por atrás rico.

Mario le dijo a Luis que ahora le tocaba a él penetrarme por atrás y me dio más miedo, por su enorme verga, pero como soy bien ponedora (así me dice Raúl) me aguanté. Cambiaron de posición entró la verga de Luis a mi cosita y aahh! delicioso, después entró la verga gruesa de Mario a mi ano y me dolió más. Como ya estaba más dilatada él ya la metió más directo que Luis. Mis gemidos se hicieron más y más fuertes cada que sentía una embestida de Mario, no siento que le haya dado tan profundo más sin embargo por lo grueso la sentía más, mucho más, pensé que no podría aguantar pero si lo logré. Sentía como me daban, como entraban y salían sus vergas de mí, con mis gemidos a todo lo que daba, sentía como le hacía Mario la movía para un  lado no sé, lo escuchaba, mientras sentía las manos de Luis, Mario dijo que ya iba terminar y así lo hizo, me lleno de su crema. Mis gemidos se detuvieron al sacar el su verga. Ese fue uno de los momentos más intensos de la noche, algo doloroso pero muuuy rico.

Me quedé montada sobre Luis ahora moviéndome yo solo para él, disfrutándolo, disfrutándonos. Ver  su cara, su mirada de fuego y ternura, su sonrisa cuando lo estamos haciendo me encanta, me movía de una manera que estaba segura le gustaría, arriba y abajo, suave, lento, sintiendo de repente la punta de su verga, hasta que terminó, quedé encima de él, yo solo quería sentir su calor.  Me encantó que terminara de esa manera. Y ese fue uno de los momentos más tiernos de la noche. Lo besé, nos besamos…

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