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Una visita inesperada

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Esa noche, en la prestigiada universidad de Yale, U.S.A., una centellante luz rosada ilumino el campo de fútbol, se trataba nada menos que de la puerta del tiempo; al desaparecer solo quedo la figura de una niña, entre 10 ó 11 años, que nada tenía de sorprendente excepto quizás su cabello; rozado y peinado con dos grandes chongos en forma de rombo y sus grandes coletas eran lo único extraño en ella. Nadie podría imaginar que tenía más de 400 años y que era la legitima heredera al trono de Tokio de Cristal. Se trataba de Chibi Usa ó Rini como la llamaban sus amigas en el lejano Japón, nerviosamente miró a su alrededor, asegurándose de que nadie hubiera visto su arribo y con pasos apresurados salió del campo de juego de la universidad.

Mientras se alejaba del campus recordó la conversación que había sostenido con su padre hacia apenas unos días. -¿Estuviste en Estados Unidos?.- le pregunto ella al rey Endimión cuando este le mostró aquel diploma universitario.

-Así es.- le respondió.- Pase un año entero en ese país.- de inmediato una idea comenzó a tomar forma en la mente de Rini. Por la siguiente hora le saco a su padre todos los detalles de su estancia en Estados Unidos, donde había vivido, sus horarios de estudio, sus días libres, etc. Todo con el propósito de realizar aquella visita sorpresa.

-Por fin tendré a Darien para mí sola.- pensaba. Y es que, a pesar de que todo indicaba que el joven habría de convertirse en el monarca de Tokio de Cristal, y por ende en su padre, Rini seguía soñando con tenerlo como su novio. Ahora, con Serena al otro lado del océano, tenía la oportunidad de estar con el a solas y en paz.

Con todo cuidado repaso las indicaciones de su padre sobre el lugar donde se alojo durante su estancia en ese país. Por suerte Rini conocía el idioma inglés, cosa que le facilito encontrar el sitio. Se trataba de un pequeño edificio donde los estudiantes alquilaban un cuarto a bajo costo. Al fin un letrero en una puerta con la leyenda, "la casa de Joe" le indico que había llegado a su destino. Al entrar Rini tuvo mucho cuidado de que el encargado no la viera, por suerte su experiencia como guerrera le sirvió para entrar sin ser descubierta. Por fin llego hasta la habitación número 12 donde, según su padre, Darien del pasado se hospedaba. Tímidamente llamó a la puerta y espero, nada, llamo otra vez y obtuvo el mismo resultado. Nerviosamente repaso todo su plan, según sus cálculos había llegado un mes después de que el joven se instalara en aquel hotel, además era fin de semana y Darien estaba libre de trabajo. Una vez más llamo a la puerta, pero nadie le abrió. Tristemente tuvo que aceptar la posibilidad de que algo había salido mal. Darien no estaba en su cuarto, si es que se hospedaba en aquel lugar. Por un momento pensó en volver al campus y partir de regreso al siglo 30, pero se detuvo; había llegado demasiado lejos para darse por vencida tan fácilmente.

Con gesto decidido miro hacia ambos lados del pasillo y metiendo la mano en su bolsillo saco una pequeña esfera, que al momento se transformo en una versión miniatura de su vieja luna-pelota. -¡Transfórmate!.- ordenó al tiempo que la lanzaba al aire, donde pareció estallar en medio de una nube rosa, al caer ya no era una esfera sino una llave maestra capaz de abrir cualquier cerradura. Al mismo tiempo, en el interior del departamento, Darien cerraba el grifo de la regadera y, envolviéndose en un toalla, abandono el baño de su departamento; el sonido del agua no le había dejado escuchar los golpes de Rini de modo que no se imaginaba que tenía visitas.

Mientras el joven se secaba y se ponía una bata Chibi Usa lograba abrir la puerta y entrar sigilosamente, caminando de puntitas para no hacer ruido, la niña del futuro comenzó a explorar el lugar, aprovechando la suave luz de una lámpara de pie. El cuarto estaba amueblado con una pequeña sala y una cocina integral. Al fondo se encontraban dos puertas una iba al cuarto de baño y otra al dormitorio. Rini se oculto rápidamente al ver que una de ellas se abría. Tímidamente asomó la cabeza y con alegría alcanzó a ver las espaldas de Darien mientras entraba a la alcoba. Una risilla nerviosa escapo de sus labios al sentirse tan cerca de lograr su objetivo. Lentamente se acercó a la puerta, entreabierta y le dio un pequeño empujón para ver mejor lo que ocurría en el interior, esperando el mejor momento para sorprender a Darien. Sin embargo, la sorpresa fue para ella, pues Darien se encontraba muy ocupado, sentado frente a un gran tocador provisto de tres lunas, pintándose cuidadosamente los labios. Rini quedo paralizada al verlo aplicarse el carmín con toda naturalidad, como si fuera algo de rutina, luego le vio enchinarse las pestañas con igual maestría; para luego aplicarse una capa leve de rubor. Al final su rostro lucía de lo más femenino y él lo admiro encantado. Satisfecho se puso de pie y dejo caer la bata de baño, su cuerpo esbelto pero musculoso apareció en todo su esplendor provocando el rubor de la espía. Sin prisa abrió uno de los cajones del tocador y extrajo unas bragas, un liguero y unas medias negras de fina seda. Con toda calma Darien se puso cada prenda artísticamente, gozando el suave contacto de las prendas sobre su piel. Al final se puso un par de zapatillas negras con alto tacón de aguja, que resaltaron la belleza de sus bien torneadas piernas, fue entonces que Rini noto que las llevaba totalmente depiladas.

Darien admiró su silueta en los espejos, adoptando poses coquetas y cachondas, mientras reía tontamente. Con pasos lentos, que hacían ondular sus caderas, se acercó a la cama de la habitación y levanto un espléndido vertido negro el cual admiro con ojos emocionados, para luego meterselo por la cabeza y deslizarlo por su cuerpo, tan entallado era el vestido que la figura de Darien pareció transformarse, moldeándose hasta quedar convertido en una bella y atractiva mujer japonesa. Chibi Usa no sabía si reír a llorar al ver a su "amado Darien" convertido en esa falsa mujer, nada en su vida la había preparado para eso. De pronto unos fuertes toquidos en la puerta la hicieron saltar, asustada se llevo una mano a la boca para reprimir un grito al tiempo que se apartaba de la puerta. Por un momento el pánico la dejo inmóvil, sin saber que hacer, por suerte recordó la puerta de al lado y sin pensarlo entro por ella, justo cuando Darien salía de su habitación para abrir la puerta.

Desde su nuevo escondite Rini pudo ver como Darien abría la puerta y dejaba entrar a un joven americano, rubio y musculoso, que debía tener más o menos la misma edad que él. Apenas la puerta se cerro, Darien y el chico se abrazaron y se besaron apasionadamente, sus lenguas se entrelazaron y sus manos recorrieron sus cuerpo, las de Darien acariciaron la verga de recién llegado por encima del pantalón de mezclilla, mientras que las del chico rubio acariciaban las nalgas del japonés. Rini estaba al borde del desmayo, sentía que las piernas no la sostendrían más tiempo, su boca estaba seca y sus manos temblaban incontrolables. Al fin los dos amantes rompieron su beso.

-¿Porqué tardaste tanto Johnny?- preguntó Darien con voz melosa y aguda.

-Lo siento Serena.- dijo el chico americano. -Pero tuve problemas para encontrarlos.- Chibi Usa recibió un nuevo impacto, ¡Darien usaba el nombre de Serena para disfrazarse de mujer!. El chico siguió hablando.- Ellos vendrán en unas dos horas.-

-¡Ay!- se quejo "Serena" haciendo un puchero.- ¿Porqué tan tarde?.-

-Es que... - dijo tímidamente Johnny.- Yo quisiera que...- Darien-Serena lo miro maliciosamente y sonrió.

-Oh. ¿Acaso que pequeño Johnny quiere un favor?- el chico no contesto, simplemente volvió a tomar a "Serena" entre sus brazos y a beso como un loco los hombros y el cuello de su amante. Este se dejaba hacer divertido por la pasión que le demostraba el rubio muchacho, quien lo cargo sin problema para llevarlo hasta el cuarto, con sus bocas aún unidas en un ardiente ósculos. Detrás de la puerta del baño Rini los miro pasar, su corazón estaba hecho pedazos y sus nervios también. Pero la curiosidad, cosa extraña, se había vuelto fuerte. De modo que apenas pasaron los amantes ella salió de su escondite y se puso a espiarlos por la otra puerta.

Los vio llegar hasta la cama donde el tal Johnny deposito a "su chica" sobre las sabanas, "esta" se quito los zapatos y coquetamente levanto las piernas para que él las admirara. El chico americano se despojo de su camisa dejando ver un amplio tórax y unos brazos fuertes y nervudos. "Serena" miro encantada aquel cuerpo varonil, sus ojos se abrieron al máximo cuando los ajustados pantalones cayeron al piso. Rini solo pudo ver las musculosas nalgas y piernas del muchacho, pero sabía que era lo que despertaba ese brillo en los ojos de Darien-Serena, en efecto apenas Johnny se acercó a la cama "ella" tomó su miembro entre su manos y comenzó a menearlo suavemente.

-¡Que bien se te para Johnny!.- exclamó "Serena" sintiendo como la verga de su amante se iba poniendo rígida entre sus manos. Lentamente hizo que el chico se tumbara en la cama y, ante los ojos de Rini que seguía mirando, comenzó a pasar la lengua por aquella barra de carne caliente. Desde los peludos huevos hasta la roja punta del pene. Para luego meterselo todo en la boca y chuparlo como si fuera un caramelo.

-¡Aaahhhhh!... ¡Aaaaahhhhhh!.-jadeaba Johnny cada vez que "Serena" chupaba su verga desde la base hasta la roja cabeza, a veces rápidamente otras muy despacio. Rini sentía que su entre pierna comenzaba a picarle de forma extraña, al tiempo que la temperatura de su cuerpo iba en aumento, mientras miraba aquella cosa entrar y salir de la boca de su futuro padre. El cual interrumpió un momento su trabajo para levantarse y despojarse de las bragas, para luego subirse al lecho, sentándose a horcajadas sobre su amante americano, quien le tomo las nalgas con ambas manos para apretarlas y masajearlas con sumo deleite. "Serena" tomo en su mano el erecto miembro y lo guió hasta el ojo de su culo, entonces Johnny levanto las caderas y su falo entro sin problemas en el estrecho túnel de su "chica".

-¡Ooooohhhhhh!... ¡Aaaaahhhhh!...- exclamó Darien-Serena sintiendo como sus entrañas se abrían para dejar pasar a su cabalgador. Johnny comenzó a moverse rítmicamente, siguiendo el ritmo que "ella" le marcaba, levantando y bajando las caderas, mientras balbuceaba palabras de amor para su pareja. A veces aceleraba sus movimientos y otras los disminuía hasta casi quedar inmóvil; para luego reanudar su ataque con violencia.

-¡Aaagggg!... ¡Me vas a volver loca!... más... más...- se quejaba "Serena".

-¡Que rico culo tienes cariño!-le contestaba Johnny. Rini tuvo que apoyarse en la pared para no desfallecer, su pecho hervía de rabia y frustración al descubrir las inclinaciones de "su Darien", pero había otra cosa que luchaba por tomar el control. Excitación por saberse dueña de aquel oscuro secreto. Era monstruosamente excitante ver la gran verga del rubio chico salir totalmente del ano de Darien, el cual se quedaba abierto como una boca sin dientes, para luego verlo devorar de nuevo el falo hasta la empuñadura. Chibi Usa comenzó a acariciarse sus nacientes pechos, estremeciéndose al tocarlos como su una descarga eléctrica naciera de sus manos, sus ojos miraban fijamente como las manos de Johnny se aferraban a las caderas de su amante para lanzarse más a fondo dentro de "ella". Rini se abrió la blusa y dejo que las yemas de sus dedos apretaran los erectos pezones de sus pechos. Sintió que los vellos de la nuca se le erizaron, su vulva infantil le mando una oleada de sensaciones desconocidas y ya nada le importo. Con mano temblorosa se bajo las pantaletas y dejo que su mano raspara los abultados labios de su coñito.

En el interior de la habitación los gemidos de la pareja les impedía darse cuenta de que eran observados.

-¡Aaaaahhhhh!... ¡Aaaaaahhhhhhh!.... ¡Si!... ¡Si!... ¡Dame más...!- gritaba Darien-Serena mientras movía sus nalgas en redondo para gozar más de ese pistón humano que se lanzaba contra su ano dilatado. Rini cayo de rodillas, con la mirada fija en su futuro padre enculado, su vulva brillaba con los líquidos que escurrían de ella, motivados por los torpes pero tenaces dedos que entraban y salían de la tierna cavidad. Al fin Darien y Johnny se estremecieron furiosamente al ser atacados por un violento orgasmo.-¡Aaahhhhh!.... ¡Ooohhhh!... ¡Me sacas la leche!... - gritó Johnny.

-¡Sssiiiii!... ¡Si!... ¡Damela toda!... ¡Échamela toda!...- Darien- Serena se quedo quieto, saboreando el torrente de lava ardiente que le lleno el hueco del culo por unos instantes. Afuera Rini estaba fuera de sí, las palabras, las escenas, las sensaciones que nacían en su coño la llevaron al orgasmo junto con los amantes. -¡Mmmmm!...¡Mmmmmm!...-gimió mordiéndose el dorso de la mano para no ser descubierta.

Por unos momentos todo fue silencio. Luego ambos chicos se levantaron y salieron del cuarto, Rini se oculto detrás de un sillón de la sala, y fueron al baño. Darien se sentó en el excusado y dejo salir todo lo que Johnny le había removido con la cogida. Mientras que el rubio se lavaba cuidadosamente el pene. Cuando ambos terminaron volvieron a la habitación, Johnny se vistió y Darien-Serena se sentó frente al espejo para retocar su maquillaje. Rini por su parte estaba a punto de abandonar aquel lugar, ya había visto suficiente, pero justo cuando llego frente a la puerta esta se estremeció bajo unos fuertes toquidos. Asustada la niña del futuro se dio cuenta de que estaba demasiado lejos del baño para esconderse antes de alguien la viera. Sintió que la sangre se le volvía hielo cuando Darien y Johnny caminaron hacia la entrada del cuarto. Los toquidos se hicieron más fuertes. La puerta de la recamara se abrió, los dos jóvenes salieron del cuarto y Darien fue a abrir la puerta.

En el umbral aparecieron dos corpulentos hombres de color, calvos, con gafas oscuras de formas caprichosas y unas pequeñas barbas justo en el menton. Ambos vestían pantalones y chalecos de cuero negro y altas botas militares. -Hola chicos.- saludo Darien emocionado al ver a aquellos brutos.

-Tú nos mandaste llamar.- interrogo ó uno de ellos. -Pues aquí estamos.- Johnny los miraba disgustado, celoso de aquellos apolos de ébano.

-Te costara 500 dólares mariquita.- dijo cortantemente el otro hombre.- ¿Hacemos negocio?-

-Oigan..- protesto Johnny por la brusquedad de los recién llegados.

-Esta bien.- le interrumpió Darien. -Pero antes quiero ver si son "tan grandes como presumen".-

-Yo soy Billy.- dijo uno de ellos al tiempo que se abría la bragueta de los pantalones y dejaba salir su pene, el cual pese a estar flácido era de tamaño y grosor considerable. -Yo soy Bubba.- dijo el otro llevando a cabo la misma operación, su falo era aún más grande que el de su compañero. Al verlos Darien sintió que el culo se le calentaba.

-Tenemos un trato. Pasen por aquí.- dijo tomando a cada uno de los robustos negro por el brazo para llevarlos a su habitación. Johnny no quiso ver más y salió dando un portazo. ¿Y Chibi Usa?, bueno esta se encontraba oculta a un lado de la puerta gracias a que en los últimos segundos antes de que Darien y Johnny salieran de la recamara, ella logro que su esfera mágica se transformara en un proyector holográfico, mismo que huso para que todos vieran un perchero junto a la puerta y no a ella. El truco dio resultado y, apenas se fue Johnny ella apago el aparato. Por un momento pensó en marcharse, pero algo más fuerte que ella la hizo regresar a su puesto de observación fuera de la recamara. Al hacerlo pudo ver como "su Darien" besaba ardientemente a uno de aquellos hombres de color, Bubba según creyó, mientras el otro se despojaba de sus ropas. Cuando quedo desnudo Rini pudo ver su musculatura, era un verdadero gigante de negro ébano, y con una verga de dimensiones colosales pese a tenerla semiflásida. Lentamente se unió al dúo de amantes y Darien-Serena se aparto de Bubba para sentir los labios ardientes de Billy. Mientras las mañazas de aquel bruto apretaban las nalgas del joven japonés, Bubba también se desnudo del todo, era aún más fuerte que Bubba y, pese a lo increíble que pudiera parecer, mejor dotado. Cuando todos estuvieron juntos, los dos negros desnudaron a su amante, el cuerpo esbelto de Darien lucía frágil al lado de sus amantes mercenarios, tanto que en verdad parecía una chica indefensa.

-Mamamela putita.- dijo Bubba tomando la cabeza de Darien-Serena con su mano para hacerlo arrodillarse ante él, Rini sintió una ola de furiosa excitación al ver al hombre de sus sueños arrodillado y mamando la verga de otro hombre, pero antes de que lo asimilara Billy se coloco también frente a Darien y le ofreció su miembro para que también se lo chupara. Así Darien-Serena daba atención a uno y a otro respectivamente. -¡Aaaaaaahhhh! ¡Qué rico mama esta puta!- gimió el poderoso Billy cuando Darien metió toda la longitud de su lanza de carne en su boca. Lentamente el gigante de ébano se sentó en el borde de la cama y, mientras Darien-Serena continuaba su labor, miro como su compañero se colocaba a espaldas de su cliente y le colocaba la cabezota de su verga en la entrada del culo. Billy sujeto a Darien por la cabeza, haciendo que se tragara más su miembro, para que no pudiera escapar de aquella puñalada. Un gemido escapo de la garganta de "la chica" cuando sintió como esa cosa monstruosa se hundía en sus entrañas como un cuchillo en mantequilla. -Vaya.- dijo Bubba al tiempo que sujetaba las caderas de su amante. -Tienes que probar este culo, esta apretadita.- Chibi Usa miro hipnotizada como aquel bruto sacaba su gran verga hasta el tope para luego volver a hundirla con fuerza, haciendo que Darien se arqueara de placer al sentirse "penetrada" en esa forma tan total.

-¡Aaaaaahhhhh!....¡OOooooohhhh!... ¡Me están volviendo loca!...- gimió Darien-Serena sacándose un momento la lanza de Billy.

-¿Te gusta lo que te hacemos putita?.- interrogó Billy.

-¡Aaaaggggg!... ¡Sí!... ¡Si!... No paren los quiero a los dos.-Darien movía las caderas con fuerza tratando de meterse más aún esa verga negra que lo atormentaba con cada embestida. -¡Me tienen ardiendo denme más!... ¡Más!... ¡Ohhhh!... ¡Quiero más verga!...- Billy guiño un ojo a Bubba y este sonrió, al tiempo que detenía un poco sus embestidas.

-¡Muy bien putita!... ¡Te daremos verga hasta que te hartes!.- en el paroxismo de la locura Billy dirigió su enorme arma contra el culo de Darien-Serena, lleno por la verga de Bubba, y trata de entrar al mismo estrecho túnel. Darien se percato de lo que intentaban y trato se zafarse. -¡NOOOO! ... ¡Eso noooo!... ¡No los soportare a ambos!...- pero los gigantes los dominaron sin problemas. Billy empujó con fuerza durante algunos segundos, por suerte el ano del joven japonés estaba lubricado por la verga de Bubba, al final se dilato y ambas vergas entraron victoriosas en las entrañas de "su clienta". la cual lanzó un alarido al sentirse invadida por partida doble.- ¡AAAAAYYYYYY!.... ¡ME LA METIERON LOS DOS!... ¡SALVAJES!... ¡BRUTOS!... ¡ME MATAN!...- Rini vio como a pasar de sus quejas Darien no dejaba de mover las nalgas, mientras los dos negros se besaban a sus espaldas y acariciaban sus recios pectorales. -¡AGUANTA PUTA!.- grito Bubba. Ambos mercenarios comenzaron a moverse cada vez más rápido, acribillando sin piedad aquel culo que se abría grotescamente para poder tragarse sus enormes barras de carne. Darien-Serena se desmadejo sobre la cama, dejando que esos pervertidos le perforaran el ano sin piedad. -¡AAAAAAAHHHHHH!..... ¡ME VENGO!... ¡ME VENGOOOO!...- gritó de pronto al tiempo que levantaba las caderas sintiendo como ambas vergas comenzaban a lanzar chorros de semen en sus entrañas.- ¡YA!.... ¡YA!... ¡No soporto más!... - sin decir más Darien-Serena cayo desmayada sobre su cama. Afuera de la recamara Rini también llegaba al clímax masturbándose salvajemente mientras contemplaba aquel amor gay. Pero entonces ocurrió algo inesperado, Billy hizo una señal a Bubba y este, tomando su pantalón, saco de su bolsillo una gruesa cinta adhesiva. Con maestría amarraron las manos de Darien así como sus piernas antes de que este pudiera darse cuenta. Al final Bubba le coloco un pedazo sobre la boca impidiéndole hablar. Sin perder un momento comenzaron a registrar el cuarto, volteando cajones y tirando todo lo que había en el clocep.

-¡Mierda!. bramo Billy.- Este puto solo tiene 200 dólares más aquí.- insatisfechos con el botín ambos tiraron a Darien al piso y comenzaron a patearlo sin piedad. Chibi Usa miraba impotente, por un lado quería intervenir, pero eso delataría su presencia. Una idea llego a su mente y activo una vez más su esfera negra. En la habitación Darien estaba casi inconsciente a causa de los golpes, cuando en eso se escucho una voz.

- ¡OIGAN! ¡¿ QUE MIERDA PASA AHÍ ADENTRO?!- al oír aquella voz los dos hombres se asustaron. -Debe ser el dueño.- murmuro Bubba.- Largemonos.- ordenó Billy. Rápidamente ambos se dirigieron a la ventana y abriéndola escaparon por la escalera de incendio. Tras unos segundos de espera, Rini entro al cuarto y corrió hacia la ventana para cerrarla con el pasador y correr las cortinas. Tirado en el suelo Darien la vio, antes de perder el conocimiento.

Cuando volvió a abrir los ojos el sol ya entraba por la ventana. Por un momento todo le pareció una pesadilla, pero el dolor en su cuerpo y los moretones que le cubrían le hicieron comprender que no era así. Intrigado descubrió que estaba sobre su cama y cubierto con una sábana. -¿Estas bien?- aquella voz casi lo hizo caer de la cama. ¡Chibi Usa estaba ahí con él! La niña del futuro iba entrando en la habitación, su largo cabello rozado estaba mojado y caía libremente sobre sus frágiles hombros, su cuerpo, donde ya se dibujaban algunas formas, estaba envuelto en un gran toalla de color azul marino, obviamente había tomado un baño mientras él estaba inconsciente. Ella se acercó a Darien sonriente, pero apenas la tuvo cerca Darien la tomo por los hombros y la zarandeó como un loco.

- ¡¿QUE DEMONIOS ESTAS HACIENDO AQUÍ?!... ¡¿QUE?!..- la falta de respuesta lo hizo enojar más aún.- ¡¿NOS VISTE VERDAD?!. ¡¿ME VISTE ANOCHE?!... ¡MALDITA ENTROMETIDA!.- grito al tiempo que descargaba un tremendo revez en la cara de Rini, quien cayo de espaldas por la fuerza del golpe. Asustada retrocedió hasta la pared. Darien intento levantarse pero las fuerzas le fallaron y termino él mismo en el suelo.

-Sob... sob... Lo siento.- lloraba Rini.- Yo... yo solo quería pasar un fin de semana contigo... No quise espiarte... Lo siento...- las lagrimas de la niña apaciguaron un poco la ira de Darien.

- Espera... ¡tú fuiste la que grito!..- dijo sorprendido. Rini movió afirmativamente la cabeza. Darien se sintió mal, tal vez ella había descubierto su secreto, pero si no lo hubiera hecho en ese momento podría estar muerto.

-Lo siento.- dijo casi susurrando.- Perdóname.- Darien volvió a subirse a la cama mientras Rini se ponía de pie. Lentamente se acercó a la cama y miro el cuerpo maltrecho del joven al tiempo que él se cubría con una sábana. Ahí se quedo mirándolo con insistencia hasta que hacerlo sentir incomodo.

- ¿Qué pasa?.- pregunto al fin con molestia. Chibi Usa lo miró de frente y armándose de valor hizo la pregunta.

- ¿Por qué haces esto Darien?.- él la miró directo a los ojos y luego miro hacia el techo. -Como sabes mis padres murieron en un accidente cuando yo era muy pequeño. Así que pase toda mi niñez en un orfanato, ahí tuve que soportar malos tratos por parte de los otros chicos mayores, hasta que un día uno de los profesores me defendió. A partir de entonces fuimos amigos. Luego una noche, durante un campamento, me asuste por una tormenta y fui a su cama; lo halle masturbándose desnudo dentro de su tienda, cuando me vio se molesto, pero luego me dejo entrar con el y me beso. Esa fue mi primera vez. Por mucho tiempo fuimos amantes hasta que un día él se fue y nunca lo volví a ver. Pero gracias a él crecí lo suficiente para defenderme a mi mismo y a los demás. Por eso sigo haciendo el amor con otros hombres, para conservar su recuerdo.- Darien callo y Rini también.

-¿Serena lo sabe?.- interrogó al cabo de un rato.

-No.- respondió Darien dando un suspiro.- Ella es muy celosa y no creó que me comprenda en este caso. ¿Se lo dirás tú?- Rini se quedo pensativa y al final dijo con firmeza.

-Tienes razón ella es una tonta y no entendería. No le diré nada... Pero Darien...-

-Si-

-¿Aún somos amigos?.- él la miro y se dio cuenta de lo importante que era para ella su respuesta.

- Claro que si... siempre seremos amigos.- la cara de Chibi Usa se ilumino y sin pensarlo salto sobre la cama para abrasarse a su futuro padre. Este la recibió contento de haber reparado su falta. Fue en ese momento que el príncipe se dio cuenta de la desnudes de ambos y se sintió extrañamente inquieto, su verga se puso rígida de inmediato y su corazón latió como una locomotora. Por un momento pensó en poner fin a aquel abrazo pero sus manos, cual si tuvieras voluntad propia, comenzaron a acariciar la linda y suave espalda de Rini. -Es... es ... tan hermosa...- delicadamente la aparto un poco para ver su rostro infantil, sus ojos rojos por el llanto, mezcla de alegría y dolor, y esa boquita húmeda y sensual que comenzó a atraerlo como un imán. Pensó que tal vez él mismo se veía así la noche que llegó ante su maestro, asustado y lloroso, y si aquel hombre le había enseñado a amar entonces. ¿Acaso no debía él hacer lo mismo?. Su mano deshizo el nudo de la toalla y esta resbalo por el cuerpo de la niña, pudo ver sus nacientes encantos, esos pechos pequeños coronados por pezones rozados, esa cintura breve y esas caderas bien definidas. Ella lo miraba extrañada, con un rubor encendido cubriéndole las mejillas, contemplando el amplio tórax, musculoso pero frágil, los brazos bien torneados y ese rostro tan bello y varonil, cuando estaba libre de maquillaje. Ninguno de los supo como ni cuando se acercaron sus rostros y se unieron en un beso dulce y apasionado. Por un momento rini dudo, aquello iba más allá de sus sueños, nunca espero realmente que Darien pudiera besarla de esa manera y menos aún sentir el contacto de sus manos recorriendo su cuerpo. Un instintivo temor estuvo a punto de hacerla huir, pero al mismo tiempo sentía el deseo de abandonarse, quizás fuera el recuerdo de las escenas del día anterior; en todo caso ¿no quería ser la novia de Darien en lugar de Serena? ¿No había hecho ese viaje para tener un fin de semana inolvidable al lado de su príncipe?. Con esas preguntas en su cabeza Rini se quedo quieta a acepto las caricias de su futuro padre.

Este, al sentir que ella se relajaba, empezó a besar el delicado cuello y los suaves hombros, aspirando el aroma que emanaba del cabello rosado. Sus manos acariciaban las delgadas piernas, mientras iba descendiendo por el suave torso, delicadamente las fue separando para acomodarse entre ellas y comenzar a pasar su lengua por los delicados labios de su vulva impúber, sobre la cual ya se vislumbraba una suave vellosidad rosada. La verga del príncipe estaba tan hinchada que parecía a punto de estallar, y con cada lamida la coñito parecía endurecerse más. La niña del futuro comenzó a sentirse excitada de nuevo, esta vez con mayor fuerza, bajo aquellas libidinosas caricias. Ella misma abrió lo más que pudo sus muslos infantiles para que su futuro padre pudiera introducir su lengua tan profundo como quisiera dentro de su vulva. El único sonido que se escuchaba eran las chupadas que Darien le daba a su hija del mañana. Al fin él interrumpió su labor y se incorporo un poco para liberarse de las sábanas, Rini miro expectante la verga de su príncipe, hasta ese momento no la había visto en tales condiciones, dura y erguida como la espada de un general poderoso. Las grandes manos de Darien le tomaron la cabeza y la acerco a su entrepierna donde su pene cabeceaba como un animal ansioso. Rini se resistió un poco, como un gato al que se obliga a tomar la leche, pero el recuerdo de Darien chupando los miembros de sus amantes despertaron en ella una morbosa curiosidad. Darien supo que debía dejar que ella tomara la iniciativa y le soltó la cabeza, al tiempo que se arrodillaba y echaba el cuerpo hacia atrás para dejarla examinar a su gusto, Chibi Usa tomó aquella pieza de carne entre sus manos, su contacto suave y caliente le pareció maravilloso a la vez que le hacía brotar emociones que nunca había sentido antes. Tímidamente se fue acercando hasta que sus labios rozaron la roja cabeza del pene suavemente, sintiendo como su "amado" se estremecía con cada toque, ya sintiéndose en control de la situación Rini abrió los labios y dejo que su lengua probara aquel fruto prohibido, incapaz de soportar más tiempo Darien empujó un poco su cadera y así la punta de su lanza entro de lleno en la boca de su futura hija, la cual encontró sublime el sabor de la carne masculina, así comenzó a chupar, tímida al principio y luego con tal fuerza que Darien estuvo a punto de venirse.

Para evitarlo la hizo abandonar aquella tarea y la tendió al borde del lecho, cuidadosamente le alzó las piernas y, abriéndolas, las coloco a ambos lados de su tronco; dejando el tesoro de su hija listo para ser tomado. -Relájate Rini.- dijo con voz ahogada por la emoción.- No te pasara nada malo, te dolerá un poco, pero luego será maravilloso.- Rini lo miro y asintió con la cabeza dando crédito a sus palabras. El príncipe le abrió los labios vaginales con los dedos y colocó la punta de su pene en la entrada de la vulva, percibiendo el calor que le esperaba, se aferró a los hombros de la niña y le insertó el duro miembro en la flor de su intimidad. Ella exhaló un gemido, sintiendo como sus carnes se desgarraban para dejar paso a aquel falo largo y gordo, provocándole un agudo dolor. -¡Aaaaayyyyy!... ¡Aaaaayyyyy!... ¡me duele!.. ¡me duele!...- pero Darien no se detuvo, sabía que de hacerlo la lastimaría más aún, lentamente siguió hundiendo su pene en aquella suave carne que se abría para dejarlo entrar, casi sin darse cuenta rompió el himen de Chibi Usa y hábilmente empleó la sangre resultante como lubricante para continuar. Un lamento escapó de los labios infantiles indicándole que había llegado al final de su camino. El se quedó quieto disfrutando la estreches de aquella párvula hendidura, pero también dando tiempo a que su víctima se acostumbrara a su nueva condición. -Relájate Rini.- dijo mientras le besaba los ojos húmedos por el llanto.- Aguanta con valor. Como una Sailor Scout. Recuerda que eres una princesa... Mí valiente princesa del futuro.- las palabras de Darien fueron un bálsamo y un aliciente para que la niña del futuro luchara por soportar, no quería decepcionar a Darien ahora que, más allá de toda duda, se había convertido en su novia. Rini jaló aire para recobrar fuerzas y relajarse tal como él se lo pedía. Entonces Darien juzgo que ya era tiempo de continuar y comenzó a balancearse suavemente, metiendo y sacando su miembro de su nueva funda, al tiempo que besaba las mejillas y los labios de Rini, y le acariciaba el culo con los dedos. Poco a poco el dolor fue cediendo dejando en su lugar una exquisita comezón que se iba extendiendo por su cuerpo. -¡Ooooohhhh!... ¡Oooohhhh!... ¡Darien!... ¡Ya no me duele!... ¡Pero hazlo con cuidado!... ¡Con cuidado!...- Así la niña del mañana comenzó a dar muestras de una inusitada pasión, sintiendo como su cuerpecito se encendía por el suave frotamiento en el interior de su sexo.

Darien comprendía lo importante que era estimular a una virgen en el tálamo de su primera vez, así que empezó en su oído palabras cariñosas. -¡Mí pequeña conejita!... ¡Eres la chica más valiente del mundo, ninguna de las otras Sailors se hubiera portado con tanto coraje!... ¡En verdad estoy orgulloso de ti!...- Rini lo escuchaba encantada, con los ojos brillantes y las mejillas ruborosas, orgullosa de cumplir con los deseos de su amado príncipe. Que fuera su padre o no ya no era importante. El seguía follandola, enardecido, pero con paciencia, haciendo gala de su experiencia; hundiendo su verga en aquel canal aterciopelado hasta que Chibi Usa dio muestras palpables de una verdadera excitación. Cuando la obtuvo, el príncipe intensificó logrando como un maestro que ella alcanzara el clímax al mismo tiempo él eyaculaba. -¡OOOOOOHHHHHH!... ¡PEQUEÑA YA ME ESTOY VINIENDO!...- grito soltando un caudal de semen en el coñito de su hija. Esta también sintió que algo estallaba en su interior y brotaba sin que nada pudiera pararlo.- ¡Aaaaahhhhh!... ¡Aaaaaahhhhh!... ya... ya... no puedo más Darien... ¡No puedo más!...- Ambos se convulsionaron y se quedaron tendidos, aunque Rini tuvo que empujar a Darien para quitárselo de encima.

-Gracias Darien.- dijo Rini una vez recobrado el aliento.

-¿Porque?- interrogó él aún con los ojos cerrados.

-Por darme el fin de semana más maravilloso de mi vida.- Darien abrió los ojos y la miro tendida a su lado. Ahora lucía más hermosa que antes. Un risita escapó de sus labios mientras la atraía de nuevo hacia sí. -Tontita. ¿No sabes que estamos de vacaciones?.- dijo mientras volvía a besarla en la boca.

Mientras tanto, en Tokio de Cristal, el rey Endimión miraba sonriente una vieja fotografía, en la cual aparecían el y Rini, sentada sobre sus hombros en un parque de diversiones americano. En ese momento escucho el sonido de unos pasos acercándose y rápidamente guardo la foto.

-Darien. ¿Has visto a Rini?.-le pregunto su esposa la Neo-reina Serena.

-No.-le contesto lacónico. Ella dio la media vuelta y se encamino hacia otra ala del casillo.-¿Dónde estará esa traviesa?.-fue lo último que le escucho decir antes de que desapareciera por el pasillo. El saco la foto nuevamente y sonrió divertido.

-Ni siquiera te lo imaginas Serena.-pensó alegremente mientras recordaba claramente aquella visita, la primera de varias, lentamente fue hacia su estudio en busca de otra foto. Tan vez de cuando el y Rini...

Pero esa es otra historia...

FIN

AUTOR: "EL MONJE"

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