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El accidente

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Pocas cosas en la vida son planificadas la mayor parte de lo que acontece simplemente llega, este relato corrobora esta máxima en la vida de toda persona.

Mi nombre es Claudio estoy casado hace 15 años con Virginia Una hermosa mujer de 43 años tenemos una vida muy común, ambos somos profesionales no tenemos hijos, somos de costumbres muy ortodoxas y conservadoras, ambos amamos la lectura la buena comida y el buen vino disfrutamos de nuestras amistades y en general llevamos una vida tranquila.

Hace unos meses fuimos invitados a una reunión en casa de unos viejos amigos Ángela y Ricardo ellos son muy similares en gustos a los nuestros, al llegar tuvimos la agradable sorpresa de coincidir con varios de nuestros amigos entre casados, solteros y divorciados la velada transcurrió amena, interesante y divertida, entre recuerdos y situaciones jocosas el tiempo pasaba rápidamente, creo que todos los presentes estábamos algo pasados de tragos ya llegaba la hora de retirarnos notamos que Rubén un amigo de la facultad estaba más tomado de lo debido, por esa razón le propongo llevarlo a mi casa, para pasar la noche sin peligro y en la mañana se iría.

Este acepta sin resistencia además había mucha confianza entre nosotros es muy amigo tanto de Virginia como mío, siempre bonachón, refinado, galante y atento, no muy exitoso con el sexo opuesto, su estómago abultado y prominente delata su gusto por la comida, su pecado la gula!!!

En el camino apenas hablaba, los tres estábamos realmente agotados, Rubén se limitaba a pedir disculpas por su estado y nosotros nos limitábamos a reírnos y hacer chistes de su apariencia desalineada.

Llegamos a casa, nuestro departamento es muy pequeño, apenas un dormitorio, un baño, la cocina y la sala forman un solo ambiente tenemos un sofá muy cómodo donde podía pasar la noche sin problemas.

Le cedimos el turno al baño para que se aseara, hacía un calor infernal y el exceso de vino lo agravaba, en vista de que no podía prestarle ninguna prenda ya que su volumen corporal es importante le sugerí que durmiera en ropa interior, había suficiente confianza y dudaba que Virginia se escandalizara por esa tontería, Rubén se expresó apenado a lo que Virginia le respondía con bromas, al final convencido entra al baño a cambiarse.

Sale recién duchado, su enorme estomago peludo y pronunciado apenas deja a la vista sus interiores clásicos, lánguidos por el uso, su personalidad extrovertida le impide sentirse menos por su apariencia, nos agradece el gesto y bromea diciendo, que no nos sintiéramos mal al notar su aspecto sexy, que espera por lo menos vernos en ropa interior en la mañana.

Reímos y nos encerramos en nuestra habitación, nos duchamos más el calor corporal y ambiental es agudo, nos acostamos desnudos, pronto me reconcilio con el sueño.

En medio de la noche un fuerte ruido nos despierta, salimos de la habitación encendemos las luces, Rubén yace en el piso, se había golpeado con el canto de una mesa de vidrio, estaba sangrando en un costado, se evidenciaba un golpe en la frente, Virginia me pide que traiga el maletín con los implementos para primeros auxilios, me dirijo a la habitación, se lo entrego mientras ella procede a limpiar la herida del costado busco agua para estabilizarlo, le damos de beber.

Rubén se va incorporando, sus quejidos es evidencia de su malestar, se recuesta nuevamente en el sofá sin dejar de quejarse por el dolor, mientras van limpiando la herida que al final resulta pequeña, se hace más evidente el chichón de su frente, busco un hidrogel frio para colocarlo en su cabeza.

Virginia se afana entre la mesa del recibo donde están los implementos y el costillar de Rubén, mientras saco de la nevera el gel, observo el rostro de nuestro amigo, su mirada fija y sorprendida, su cara casi estampada en el trasero de mi esposa mientras recoge los utensilios de la mesa, le ofrece una visual completa de su culo y vagina!!!

Caigo en cuenta de que ambos estamos desnudos, le hago señas a Virginia y esta no me entiende y exclamo, mi amor estamos desnudos!!!

Se queda pensativa y comienza a reír sin parar, me contagia, los tres terminamos a carcajada limpia!!!

Nos mirábamos y reíamos, poco a poco vamos recuperando el aliento, Virginia sin la más mínima intención de taparse, exclama nos diste tamaño susto que no nos dimos cuenta que estábamos en pelotas!!!! Tienes un rato viéndome el culo como si nada!!!! Como que la caída fue a propósito!!! Y se ríe a carcajadas!!!

Rubén se incorpora adolorido, contesta con cara sonriente, es que ni hecho a la medida, no se me hubiera ocurrido.

Me acerco a ver como esta. Se ve que fue el puro golpe sin mayores consecuencias, levanto su brazo, observo su frente mi esposa concuerda en que no hay mayor problema, el comenta que le duele todo, a lo que respondo que el mejor remedio para el dolor siempre ha sido el alcohol, y pregunto quién se anota con una cerveza fría, con este calor infernal?

Tanto Virginia como el responden afirmativamente, tomo tres del refrigerador y nos sentamos a conversar, ya que el susto nos espantó el sueño.

Terminamos hablábamos de lo más relajados sin pensar en vestirnos, la desnudez nos sentaba cómoda, extrañamente yo estaba de lo más a gusto, hasta veía normal que Virginia se paseara sin ropa delante de nuestro amigo, era como si lleváramos años en esta condición, a ella parecía no importarle y Rubén estaba de lo más natural.

En la medida en que pasaba el rato me estaba dando hambre y por lo visto no era el único, mi esposa lo comenta.

Les provoca comer algo?

Ambos respondimos al mismo tiempo afirmativamente, nos acercamos al comedor de la cocina y Virginia saco algunos bocadillos para calentar, con el trajín ella se contoneaba y se agachaba mostrando sus encantos y me di cuenta que Rubén no perdía detalle mientras mordisqueaba algún entremés, seguía con la mirada el trasero de Virginia.

Mas no me molestaba al contrario me agradaba en cierto modo, mientras comíamos y bebíamos mi esposa comenzó a recordar jocosamente lo que había acontecido en tono burlón hacia chistes, uno tras otros no parábamos de reír de pronto exclama Esto no es justo Rubén!!!! Llevas un buen rato viendo mi desnudez creo que es lo propio que nos muestres lo que tienes escondido!!! Decía en tono imperante y burlón.

Nuestro amigo siguiendo el juego se resistía, diciendo que no había nada que mostrar, verlo correr en el pequeño espacio dando brinquitos con su enorme humanidad era muy graciosos, su movimiento producía hondas en su abdomen, Virginia bricoteaba hasta que alcanzó a tomar los extremos de su interior bajándolo hasta sus tobillos, ella levanto la mirada sonriente viendo la entrepierna de Roberto diciendo al fin!!! Después de todo está muy bien!!! Es de muy buen tamaño!!!

Raro escuchar su expresión conociendo a Virginia muy precavida en sus comentarios, pensé que era producto del alcohol y la confianza, más lo tome como parte del juego, aunque realmente tenía un miembro considerable tratándose de una persona obesa, contaba con un enorme escroto que balaceaban sus grandes testículos, tupido de pelo negro que contrasta con su piel muy blanca y un largo y grueso pene, realmente una rareza.

Rubén afanado por la actividad se sienta para terminar de quitarse el interior, dirigiéndose a mi esposa dice, en tono de broma que bueno que describes mi pene, ya que llevaba años sin verlo!!! Y al fin lo lograste espero estés más tranquila después de verme al desnudo!!! Mi esposa le pellizca una nalga y sonriente le dice lo sexi que es, el continua, tenía miedo de ser violado!!! Pensé que te aprovecharías de mi inocencia!!!!

Todo en tono de broma seguimos bebiendo y conversando nos sentamos en el sofá para estar más cómodos, estábamos más desinhibidos, Virginia se levantaba y agachaba mostrando su culo alegremente, cosa que agradaba a Rubén que no guardaba ya las formas mirando fija su entrepierna, se notaba en su pene amorcillado yo no me quedaba atrás, en una de esas que se agacha a recoger algo de la mesa pellizco su nalga separándola para ver su bello culo, con cierta intención de segur el juego un tanto perverso con Rubén que sonríe complacido.

Virginia voltea con agrado expresa que rico me gusto! Y mirando a Rubén pregunta, te gusta lo que ves?, este me mira como pidiendo aprobación, responde que sí.

Virginia pide que la toque, Rubén me mira y alarga su mano hasta la nalga, la aprieta levemente, separa ligeramente una de la otra se asoma la protuberancia del ano y silueta la forma inconfundible de la vulva, sus labios carnosos con el brillo que le otorga la lubricación, sin duda lo que acontece me excita y siento que mi pene se llena, mi glande estira los pliegues y exhibo una erección notable-

Me doy cuenta que mi amigo está totalmente erecto tiene un pene significativamente grueso su glande es muy amplio y rojizo, continua con la caricia y me uno rozándola, ella abre más las piernas para facilitar la acción.

Mi dedo separa sus labios vaginales y noto los de Rubén acariciando con las yemas el agujero anal, se escuchan los suspiros afanosos de ella que parece disfrutar la situación tanto como yo.

Mi esposa se recuesta de la mesa empinando su trasero facilitando el acceso a su entre pierna Rubén acerca su cara coloca sus manos en cada nalga separándolas para acosar con su lengua al rosado culo que saborea con esmero.

Me coloco del lado contrario para recibir una espléndida mamada cargada de lujuria.

No emitíamos palabras el ambiente estaba pleno de complicidad muda, todos teníamos un acuerdo tácito donde el disfrute del momento, parecía ser la norma.

Virginia se levanta hace que tome asiento al lado de nuestro amigo, toma ambos penes con sus manos, su lengua los acaricia jugueteando los golpetea y como resortes bailan en un va y ven, recorre toda la anatomía lame y lubrica los escrotos a lo largo del cuerpo de nuestros penes los frota uno contra el otro, mete ambos prepucios en su boca, luego los turna tragándolos por completo Virginia se levanta se coloca de espalda a Rubén toma el pene con su mano izquierda se abre de piernas va tomando asiento poco a poco dirigiendo el pene dentro de su vagina, el redondeado y amplio prepucio se abre paso entre los labios menores que se dilatan lentamente tragando por completo el grueso miembro.

Un suspiro largo y profundo seguido por epilépticos gemidos salen de la boca de mi amada, me coloco encima del sofá frente a su rostro ella toma mi pene y lo saborea, lo engulle, mientras cabalga rítmica y suavemente sobre el regazo de nuestro amigo.

Puedo observar el rostro de Roberto con la boca abierta, toma mando bocanadas de aire, los ojos cerrados disfrutando de la suavidad y la embestida del chocho de Virginia.

El cuerpo de mi esposa convulsiona los gemidos uno tras otro su abdomen hace espasmos ondulantes, mientras el miembro de nuestro amigo entra y sale empapado de los fluidos emanados de la vagina, las manos obesas de Rubén juguetean con las tetas pellizcando los pezones siguiendo el ritmo del taqueteo de la cabalgata.

Un grito intenso y profundo no deja dudas de que alcanzo el orgasmo deseado, Virginia se incorpora y se coloca de rodillas con los brazos apoyados en el respaldo del sofá y me pide que la penetre me ubico de tras de ella y colocando mis manos en sus nalgas, dirijo el pene abriendo y venciendo la resistencia vaginal sus tibios fluidos envuelven mi pene, con lentitud entro y salgo para percibir el delicado cambio y la suavidad que ofrece su vagina, ella con su mano masturba a nuestro amigo, mientras sus lenguas se entrelazan en un profundo hurgar de sus bocas.

No tarda en alcanzar otro orgasmo y pedirme que saboree su vulva, manteniendo su posición dirijo mi rosto a su entrepierna que ofrece una hermosa visual su vagina entreabierta, coronada por un espléndido culo rosado y palpitante con mi lengua degusto el maravillosos sabor de sus fluidos abundantes, el aroma que emana es embriagador me interno en lo profundo recorriendo las oquedades de su vulva y me retraigo hasta su ano, que lo rodeo con la lengua llegando a penetrarlo, le pido a Rubén que tome mi lugar este se coloca de rodillas al piso con sus manos separa las nalgas y su lengua gruesa penetra ágilmente ,masajeando el clítoris inflamado turgente, internado con sus dedos lo profundo de la vagina un dedo, dos y tres!!!, con la otra mano acaricia el culo con masajes suaves con la yema del dedo hace círculos hasta que lo introduce, sale y entra del culo sin mayor resistencia.

Virginia no oculta su placer, entre sollozos y suspiros su vientre se contrae y dilata, con dos dedos en el culo y tres en la vagina Rubén la masturba suavemente, mientras yo me dispongo a penetrar su boca, esta extasiada al igual que nosotros.

Rubén se incorpora e introduce lentamente el pene, su enorme panza invisibilisa las nalgas de Virginia, prácticamente se apoya en sus nalgas, Virginia interrumpe diciendo que cambiarnos la posición ya que de esta forma no llega a penetrarla por completo, sugiere irnos a la cama para tener más posibilidades.

Una vez en el cuarto Virginia se encarga de acomodar a Rubén, le pide se coloque boca arriba, con los pies en el piso y recostado, le pregunta si tiene algún problema con penetrar su culo, este no duda en responder que le encantaría, ella toma de la mesa de noche un lubricante y lo unta diestramente en el miembro, hace lo mismo en su culo, se acomoda y con la mano va dirigiendo el pene en la entrada frota el prepucio contra su ano y lentamente va tomando asiento, noto como se va tragando el grueso miembro hasta tenerlo dentro por completo, su cara refleja goce, se mueve lentamente de arriba abajo disfrutando del miembro de nuestro amigo, el pene semeja un mástil lubricado por un moco blanquecino, ambos gimen, yo me coloco para penetrar la vagina de mi amada, me acoplo con facilidad, lentamente nos movemos sin perder el ritmo, acompasados vamos aumentando la frecuencia siento la fricción con el pene de mi amigo el roce a través de la fina membrana, prácticamente los tres cuerpos vibran al unísono, los gemidos de Virginia son cada vez más intensos, a l poco tiempo llego al clímax, casi al mismo tiempo que Roberto, descargamos el contenido seminal invadiendo por completo el cuerpo de Virginia el líquido blancuzco se rebosa por la comisura de sus oquedades.

Nos desenlazamos, no hablamos, estábamos satisfechos, sin emitir palabra alguna, Virginia me besa, era tarde, estábamos cansados, exclama, voy a dormir, dirigiéndose a Rubén, quédate en la cama, cabemos los tres

Se coloca entre los dos y nos dormimos.

Al despertar era realmente tarde más de medio día, al abrir los ojos noto que Virginia y Rubén siguen dormidos, mi vejiga reclama el vacío, me dirijo al baño.

Al salir ambos se retuercen y estiran, recién despiertos, beso a mi esposa y doy los buenos días a nuestro amigo, Virginia hace lo propio, exclama, voy a la cocina, preparo el café y el desayuno.

Rubén se dispone a bañarse, me quedo relajado en cama, mi esposa indica que el desayuno está listo, comemos conversamos relajados los tres sin tocar el tema de lo acontecido la noche anterior. Nuestro amigo está listo para irse, nos agradece la hospitalidad, hago lo propio expresando que es un placer tener a un amigo en casa, se despide de Virginia y esta le indica que espera se vuelva a repetir, el no duda en decir que es su deseo y se va.

Esa tarde conversamos largamente de lo acontecido, sin llegar a conclusiones de lo que nos pudo haber llevado a esta situación, lo único que acordamos es que lo disfrutamos intensamente, sin mayores complicaciones, la discreción de Rubén fue determinante para sentirnos cómodos y hacernos disfrutar de una sexualidad distinta a la cotidiana, esa tarde continuamos teniendo sexo intenso cosa que aun agradezco a nuestro amigo.

(9,10)