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Masajes

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Mi esposo y yo, hoy hemos venido a un spa muy conocido por internet, yo buscando encontré este lugar, le dije a mi marido y el acepto venir. Yo y el sufrimos de dolores de huesos, el más que yo. Tengo 22 años y el 25, soy de piel blanca, cabello negro y me gusta ropa decente no exhibicionista, mi marido es más formal, y es alto.

Nos encontramos en la sala de espera, en eso sale el masajista era una señor de edad, será de 50 años por lo mucho, y nos da la bienvenida. Nos paramos y nos dice que cada uno ira en camas diferentes, separados por una cortina, para una mayor concentración. En la indicaciones nos dice que debemos quitarnos la ropa de la parte inferior, para eso nos vamos a un vestíbulo y nos cambiamos salimos, ambos con una toalla.

Nos acostamos en las camillas, a mi marido lo atenderá un señor y a mí. El doctor viejo, y así comienza los masajes, no sé cómo le está yendo a mi marido ya que no lo puedo ver estamos separados por una cortina. El masajista que me toco no hace ruidos es bien silencioso, comienza por mis hombros, suavemente, va bajando por la cintura haciendo movimientos suaves y sin darme cuenta me estaba excitando, sentía que mi vagina se mojaba lentamente.

El comenzó a darme masajes por mi culo, suavemente, luego subió la toalla que me cubría el culo y mi vagina velluda. No reclame porque estaba ya excitada y mojada esperando por más. Comenzó a masajear fuertemente mi culo estirándolo mucho, yo no decía nada estaba en silencio boca abajo. Me abre las piernas queriendo ver más mi culo y mi vagina. Comienza a subir sus manos de nuevo por mis hombros, así lentamente se pone delante de mí, él ya estaba sin pantalón con su pene viejo al aire. Es velludo, pero es grande. Lo acerca mucho a mi boca que quiere lamerlo.

Y sin pensarlo después de mucho, que se insinuaba, abrí mi boca y me la comí, y la comencé a lamer lentamente, mientras el me daba masajes en mis hombros, estuve lamiendo su pene que crecía por dos minutos.  Luego me agarro me dio la vuelta y me miro a los ojos y yo igual, acerco nuevamente su pene erecto a mi boca, y lo seguí lamiendo, chupando. Agarro mis dos piernas y me alzo haciendo que mi vagina y culo queden mirando para arriba.

Me levanto, yo estaba ya excitadísima, me sentó en la camilla, él se subió a la camilla y se puso detrás de mí, para darme estirones desde atrás para mi espalda, estirándome y haciendo notar mi tetas y sus puntas. Luego agarro mis dos piernas y abiertas las levanto haciéndolas casi llegar a mi cabeza, el las cerraba y arriba, poniéndome más y más caliente. Y en eso lentamente, di la vuelta a mi cabeza acece mis labios a sus labios y nos besamos pasionalmente. Luego me recostó nuevamente en la camilla y abrió mis piernas viendo mi vagina mojada, alzo una de mis piernas y acerco la punta de su pene a mi vagina, ya era hora de que entrara, agarro su enorme pene erecto y velludo, y despacio la fue incrustando en mí.

Hasta que entro toda, y me comenzó a embestir lentamente, yo ponía mi mano en mi boca, haciendo expresión de dolor, ya que sentía que me partía mí pequeña vagina, comenzó a embestirme con más fuerza, comencé a sentir como se mojaba y crecía dentro de mí. Luego agarro una de mis piernas y me puso de costado sin sacar su pene de mi vagina. Se recostó detrás de mí me comenzó a embestir con más fuerza, nos comenzamos a besar mientras él me penetraba más y más.

Me levanto y me puso en perrito, él se bajó de la camilla y se puso detrás de mí agarro su pene y lo incrusto en un solo tiro en mi pequeña vagina. Y comenzó a embestirme con más fuerza mientras me agarraba mi cintura duro. Me alzo y así de espaldas para besarnos pasionalmente, me tiro y me la siguió metiendo duro, y sin darme cuenta comenzó el viejo a hacerlo rápido muy rápido, hasta que se vino y baño todo el interior de mi vagina con su semen, comenzaba a salir de mi vagina sus desentiendes, y eso que era viejo boto mucho. Yo estaba un rato así mientras me recuperaba de tal acción, y el viejo se comenzó a limpiar el pene bien mojado y lleno de semen.  Me quede tirada en la camilla, termino la sesión de masajes de mi esposo, y me cambie y me despedí de ambos masajistas y nos fuimos.

Cuatro meses después, me entere que estaba embarazada, mi esposo descubrió que no era su hijo, y me pidió el divorcio, un día, en eso estaba triste y tocan a la puerta, abre mi esposo, y llego el viejo reclamándome, diciendo que era su mujer y que el hijo que esperaba era de él. Yo confirme que sí, me divorcie y me fui con el viejo que era rico, él tenía más mujeres jóvenes viviendo con él, ya todas tenían un hijo y fueron concebidos algunas el mismo día que yo.

Dos años más tarde, tuve dos hijos más, con el viejo y vivo ahora una vida llena de lujos, solo complaciendo a ese viejo bien bueno en la cama.

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