Hola, quiero contarles ahora de algunas escapadas que viví con mi hombre, fue cuando por motivo de estudios me tuve que mudar a la capital del estado y ahí vivía con una tía.
-Lléname la boca.
Quiero recorrer tu verga con mi lengua, te susurro al oído mientras vas sentado manejando, apenas escuchas mi voz musitando esa petición, se te pone dura, noto como la tela de tu pantalón se prensa contra tu creciente erección, reacomodas tu posición detrás del volante de tu coche, acerco mis labios a tus oídos y juego a soplarte muy ligeramente, recorro con mi ávidos dedos el paquete dentro de tus bóxers, está gorda, caliente, jugosa, como a mí me gusta, con una sonrisa juguetona, la atrapo.
Con disimulo deslizas tu mano directamente a mis generosos pechos, rozas mis areolas y pezones erectos. Inhalo profundamente y te beso el cuello. Estrujas mis boobies con tu mano libre, manoseándolas, disfrutando esas suaves colinas. Luego tu mano baja por mi abdomen y pasas por debajo de la tela de mis jeans y mis panties. El dedo medio acaricia mi raja, entreabre mis labios e introduces el dedo, estoy caliente y mojada. Se me escapa un gruñido, te excitas aún más sintiendo esa puchita tan mojada, metes y sacas el dedo de mi húmeda hendidura, gimo de placer. Resoplo cuando el dedo lleno de mis jugos me frota el clítoris en suaves movimientos circulares.
-¿Te gusta cuando te meto el dedo? Me preguntas, si, te respondo. A mí me gusta cuando me la mamas, me dices. Después de que me lo chupes todo, te haré acabar.
Me entusiasma la idea, gimo anhelando tus caricias, cuando sacas tu mano de entre mis piernas. Me metes el dedo recubierto e mis jugos a mi boca y chupo mi propia esencia, enardeciéndome aún más.
Quiero mamártelo, el hambre de tener tu enorme y gruesa verga en mi boca es voraz. Buscas un lugar apartado y solitario para estacionarte, me abres la blusa y liberas mis BB´s (Big Boobies, como te gusta llamarlas) continúas con tu juego enloquecedor, de pronto paras y me ordenas, bésame, lo hago , me fundo en ti en un beso profundo, húmedo y generoso, lentamente bajo el cierre de tu pantalón y libero tu verga dura e hinchada que ya apunta hacia el cielo, le paso la lengua suavemente sobre la punta, chupo solo la cabeza, apenas logro meterla en mi boca, mojándola con mi saliva.
-Echas tu cabeza hacia atrás, gustoso.
Mi lengua acaricia tu verga pulsante. Llevas tu mano a mi cabello, empujas mi cabeza para que me la meta toda a la boca, recubro mis dientes con mis labios y llega hasta la mitad de tu asta, subo otra vez, revoloteando mi lengua y presionándola sobre tu frenillo. Estoy tan deseosa de comerte.
Continuará…