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La supervisora de limpieza y yo - Parte 3 (Final)

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Bueno amigos, continuo con la última parte del relato de Gabriela la supervisora de limpieza y yo. Cuando el día de mi cumpleaños me regalo su culito virgen.

Me había convertido en el amante de mi supervisora Gabriela, el cual a mi edad de 19 años era toda una fantasía para mí, tener sexo con ella que era mayor que yo y volverle a despertar ese apetito sexual que tenía reprimido durante 8 años que llevaba divorciada. En el trabajo a veces me iba a buscar a los baños que me tocaba limpiar, buscaba cualquier pretexto para entrar a encontrarme y darme una rica mamada o chuparle las tetas o simplemente a besarnos mientras nos acariciábamos por encima de la ropa, eran minutos de intensa pasión en esos baños. Algunos  sábados o rara vez algún domingo salíamos al hotel a darnos placer por largas horas, teníamos nuestro tiempo juntos sin importarnos nada más que coger y coger… El vello de su panocha era demasiado espeso, tanto que a simple vista no se le veía la raja, pero en una ocasión, que nos tocó ir a coger, me sorprendió mucho con su nueva ropa interior que me modelo como me lo había dicho la primera vez que tuvimos sexo, se había comprado un bikini negro de encaje con unos cordoncitos en forma de moño y el sostén era del mismo modelo, algo bastante sexy e inmediatamente pude notar que su panocha se veía con menos pelos, a lo que le pregunte ¿Gaby, te cortaste el vello? A lo que ella respondió ¡¡Sí, lo arregle un poco!! No lo depile todo, solo recorte, a ver si te gusta mi nuevo look. Le dije claro que sí, sabes que me gusta completita tal como estas y que te sigo deseando como si fuera la primera vez. Ella sonrió y me beso, agradeciendo mi comentario de cortesía y apoyo. Al quitarle ese día el calzón, pude ver claramente como recorto los pelos casi como unos 3 cm de largo y claramente podía verse la rajita ya empapada, deseando que mi lengua le diera placer y después mi verga. Le dí una rica cogida, quedando ambos satisfechos. Cuando terminamos  nos quedamos en cama y ella me dijo:

Gabriela: ¿Dentro de 2 semanas viene tu cumpleaños verdad?

Paco: ¡¡Sí, ya casi cumplo los 20!!

Gabriela: ¿Y qué te gustaría que te regalara?

Paco: ¡Nada! Con tu compañía y estos ricos momentos, que más te puedo pedir, estoy satisfecho.

Gabriela: ¡Hay amor, que lindo eres! Y me dio un tremendo beso.

Gabriela: Pero, aun así yo quiero regalarte algo, ¿Cómo que te gustaría?

Paco: De verdad no es necesario, no gastas, además el mes que entre es navidad y pues necesitaras dinero para que le compre algo a tu niño y a tu mamá. Así que mejor ahórralo.

Gabriela: Sí, lo sé y eso he estado haciendo desde hace un par de meses.

Paco: ¡Qué bueno! Entonces no te preocupes por mi regalo.

Así terminamos ese día sin determinarle que quería de regalo, y pues en el trascurso de la semana, nos seguimos viendo en el trabajo y como de costumbre me fue a buscar a los baños para darme mi respectiva mamada, lo mamaba tan rico con una maestría que me hacía estremecer de placer, estaba tan caliente que explote de nuevo como solía hacerlo en su boca, y ella se tragaba mi leche.

A lo que al terminar me volvió a preguntar: Ya enserio que quieres que te regale. Y pues como estaba bien caliente le dije:

Paco: ¡¡¡regálame tu culito!! ¡Me gustaría probarlo!

Gabriela: Con un gesto de asombro en su cara dijo: ¿Mi culito? ¡¡Pero si lo tengo virgen!! Mi ex marido nunca me lo hizo por allí, además dicen que duele mucho.

Paco: Pues mira, he oído que si lo lubricas bien y estimulas bien el ano para relajarlo no sientes tanto dolor como dicen, además seria mi primera vez haciendo un anal, tengo tentación de saber que se siente comerse un rico culito.

Gabriela: Pues, es que me da algo de nervio, ni tu ni yo lo hemos hecho por allí, pero también me da morbo, ya que también he oído que si se hace bien, se llega a sentir mucho placer.

Paco: Si te animas lo haremos con mucho cuidado. Y si no quieres pues no, no hay ningún problema, sabes que te entiendo y respeto tus decisiones.

Gabriela: ¡Ok! ¡Por ser tu cumpleaños te voy a hacer ese regalo tan especial!

Le agradecí en ese momento, por aceptar mi petición. Les confieso que anduve buscando un libro o revista donde viniera algo relacionado al sexo anal (ya que en ese tiempo el Internet no era muy frecuente como hoy), anduve varios estanquillos y puestos, hasta que me metí a una sexshop, allí encontré una revista con tips para sexo vaginal, anal, para satisfacer más a la pareja, etc, y pues la compre y la estuve leyendo, en especial leí  lo del sexo anal como 5 veces tratando de grabar lo mejor posible esos tips. Y bueno como en la revista decía que usara un lubricante para amoldarle el culito, pues fui a la sexshop de nuevo y compre uno. Por fin llego el día de mi cumpleaños y saliendo del trabajo nos fuimos al hotel. Al entrar a la habitación, nos sentamos en la cama, saque un par de cerveza, se la di mientras nos la tomábamos y nos dábamos besos, se empezó a calentar mi jefa y me dice espérame papi voy al baño que te tengo una sorpresita, no tardo. Pensaba ¿que tendrá para mí?, cuando salió del baño ¡¡¡Woooww!!! Me quede bastante sorprendido y más excitado salió con una lencería roja de encaje, para mi sorpresa era una tanga, y me dijo ya que no quisiste regalo material, me compre esta lencería para ti, en la mañana me puse la tanga pero me la tuve que quitar cuando estábamos en el trabajo sentía la tanga incomoda porque se me metía entre las nalga ya que no estoy acostumbrada a usar, más que calzón, y bikini que tú ya me los conoces. Me dejo impactado mi jefa, verla allí de pie frente a mí, con esa piel morena, esa lencería roja de encaje, ese cabello negro largo y rizado, esa sonrisa juguetona y mirada picara, ese par de tetas que se veían tan grandes como queriendo reventar el sostén, ufff en un instante se me paro la verga, mientras ella me bailaba un poquito y hacia movimientos muy sensuales, yo me frotaba por encima del pantalón, a lo que ya no pude más y me puse detrás de ella, le hice el cabello a un lado y comencé a besarle el cuello, la llenaba de mis besos mientras ella gemía y se dejaba dominar por mis caricias, olía su rico perfume suave y dulce aroma combinado con su piel tersa, delicada, seguía dándole besos en el cuello, subiendo hasta tu cuello y dándole besos, ligeros soplidos en la nuca, y ella más jadeaba,  ella se agarraba las tetas frotándola y apretándolas por encima del sotén, mientras mi mano se deslizaba por su vientre frotándolo, empeze a morder su oreja muy suavemente mientras le decía al oído que estaba tan deliciosa, tan rica, que la estaba disfrutando mucho, que era el mejor regalo de cumpleaños que tenía, ella se calentó más y comenzó a gemir más diciéndome que le encantaba que le dijera esas cositas y que la tocara, baje mi mano hasta su tanga y comencé a frotar su vagina por encima y uff podía sentir su tanga ya empapada de sus jugos que escurrían, seguía besando su cuello, orejas, nuca, y aumentaba más el ritmo de mi mano frotándola,  enseguida metí la mano por dentro de su tanga y me topé con otra gran sorpresa, se había depilado completamente la panochita,  a lo que al sentir ella que metí la mano empezó a decirme ese es otro regalito papi, la depile por completo porque quiero que me la comas muy rico, esas palabras me pusieron tan caliente que me tuve que sacar la verga del pantalón a lo cual se la repegaba entre sus nalgas, que rica sensación, restregar toda mi tranca dura entre sus suaves nalgas, tanto me éxito que mi verga comenzó a salir liquido pre seminal el cual lo embarraba en sus nalgas, ¡¡oh sí, que rico! Sentir mi mano empapada de sus jugos al estar frotando su vagina mientras la besaba y le decía al oído ¡¡Eres mi regalito!! ¡Eres toda mía mi cielo!!

Ella gemía y jadeaba, hasta que tuvo un orgasmo bien rico, sentí como su panochita le pulsaba de lo caliente que estaba y escurrían sus jugos por mis dedos, los saque de su tanga y se los di para que los chupara saboreando sus ricos jugos, de nuevo los volví a meter pero esta vez clave dos dedos dentro de su vagina y comencé a masturbarla, mientras le chupaba la espalda, el cuello, ella jadeaba y me decía con voz entre cortada, ¡¡Oh sí papi, como disfruto!! ¡¡Oh amor me tienes tan caliente, estoy que se me hace agua la panocha!!! ¡¡Me haces desear ya tu verga dentro de mí, anda papi, házmelo rico!!! Despues de masturbarla por unos minutos y sentir de nuevo como se corria bien rico, me di la vuelta me sente en la cama y ella sobre mis piernas le desabroche el sostén y le quite los tirantes al quitarlo sus grandes tetas salieron disparadas saltando frente a mis ojos, las acariciaba con mis manos mientras a ella la besaba en la boca, le chupaba la lengua y ella a mi, nos comíamos a besos mientras con una mano ella sostenía mi verga parada y la frotaba masturbándome lento, ¡Oh, que rico momento, tan rico que desearía vivirlo de nuevo!

Le bese la boca, después la mejillas, el cuello, mientras ella me masturbaba con más fuerza, sentí ganas de venirme a lo que le dije que se detuviera un momento, ella ya sabía que al decirle eso, es porque tenía ya ganas de venirme, se detuvo por unos segundos y las ganas de correrme se pasaron, seguí frotándome la verga y apretándome los huevos, mientras yo lamia los pechos, pasaba mi lengua por encima de los pezones, los mordisqueaba suavemente, los besaba y los succionaba como si quiera sacarles leche, sentía su respiración muy agitada y susurraba en mi oído, ¡¡Estoy caliente papá!! ¡¡Estoy muy caliente mi amor!!! ¡¡¡Me tienes muy mojada!!! Sus palabras me excitaban tanto que seguí chupando las tetas, después frotaba mi cara entre ellas, enseguida ella se puso de rodillas y abrió mis piernas, tomo con su mano mi verga erguida y comenzó a lamerla, desde la punta hasta la base de mis huevos, una rica mamada, típica de sus encantos, solía disfrutar esas mamada, oh sii que ricooo!!!

Tan rico me la chupaba mientras yo la presionaba para que se tragara toda mi verga, así lo hacía, la meta casi por completa casi hasta rosar mis bolas con sus labios, mm sí que rico sentí como sus dientes raspaban mi verga, así mueves muy rico la lengua, no pares de chuparla cariño, después la metio entre sus tetas y comenzó a hacerme una rica cubana, que placer tan delicioso sentir esas enormes tetas apretando mi duro fierro,  me calentó tanto que le dije ¡¡oh si estoy por venirme!!! Y ella decía ¡¡Dame tu leche papi!! ¡Dámela toda!!! Así siguió con más intensidad hasta que le dije ¡¡Me corrooo!! ¡Me corro!!! Y ella decía ¡¡Dámela en la boca papi!! ¡¡Quiero mi lechita!!! salió disparado el chorro de leche quedando en su boca y comiéndola toda, siguió limpiándome hasta la última gota.

Enseguida la tire en la cama le baje la tanga y le abrí las piernas, ¡¡Wooow!! Por fin podía ver esa conchita totalmente depilada, se veía tan rica, su labios mayores eran carnosos y oscuros, su clítoris grande y muy dilatado,  estaba tan mojada que sus jugos le escurría hasta su culito, le dije ¡¡¡vaya que buen regalo me has hecho hoy!!! Ella sonriendo y jadeando me decía ¡¡te lo merecías papi!! Empezó a lamerle la conchita a secar sus jugos desde su culito hasta el clítoris, con uno de mis dedos estimulaba el clítoris mientras mi lengua subía y bajaba lamiendo su rica y caliente panocha, que rico sabor saladito, mm si delicioso mi otra mano  le frotaba la pierna y el muslo mientras ella acostada en la cama se frotaba las tetas y jalaba los pezones, sus gemidos eran tan excitantes que me calentaban más, le di por varios minutos una buena mamada y la masturbe por otros haciéndola venir en mi boca, tomando sus jugos calientitos, estaba lista para que le entrara mi verga, tome un condón y ella me lo pusoo, mi verga desde hacía un rato ya estaba de nuevo tiesa lista para coger. Ahora si la tenía abierta de piernas y con el condón puesto estaba listo para entrar yo, lo metí lentamente, disfrutando de lo estrecho de su vagina y ella gozaba cuando lo sentía dentro, oh si que rico pene tienes amor, ¡¡Qué bueno que te gusta, disfrútalo!! Porque después de tu conchita me toca comerme tu culito, mi otro regalo. Ella dijo ¡¡si claro, es todo tuyo!!! 

Estaba encima de ella con mi verga clavada en su vagina y comenze a moverme despacito y poco a poco empeze a darle más rápido y duro, ella jadeaba, gemia, gritaba de placer, mientras la embestía duro, mis bolas rebotaban en su vagina y sus jugos escurrían por mi pene hasta mis bolas, mm si tuvo de nuevo otro orgasmo, y enseguida se volvió a correr, sentía sus jugos cada rato escurriendo hasta mis piernas, le daba tan duro mientras la besaba y le decía que la disfrutaba tanto, que era mi hembra, que era yo su empleado favorito, ella jadeaba diciendo que ¡¡Sí!! ¡¡Que yo era su hombre!! ¡Que le gustaba que me la cogiera!!!  En seguida cambie de posición me eche sus piernas a mis hombros y seguí cogiéndomela así de fuerte, mientras besaba sus piernas, o sí que rico mirar cómo se mueven sus tetas con cada bombeada que le daba , delicioso sentir esa vagina caliente y apretadita, siento como me aprietas delicioso siento tan rico, enseguida me detuve porque sentía las ganas de venirme se la saque de la vagina y la puse en cuatro me puse de tras de ella y de un solo empujo le clave mi verga, me aferre de su cadera y comencé a bombearla duro,  ella solo gemia y jadeaba, susurrando montones de cosas,  entre ella diciendo ¡¡que rica verga tienes amor!!! ¡¡Sigue cogiendo duro!! ¡Te gusta cogerte a tu jefa?¡¡Oh mi niño no pares!! ¡¡¡no me la saques!!!!

Todas esas cosas me calentaban más y le daba sus nalgadas tenía ya las nalgas rojizas de las nalgadas que ella se daba y en parte yo le daba, era tan rico cogérmela así, enseguida saque el lubricante y le puse en su ano, embarre mis dedos y comencé a frotarlo con forma circular, mientras que por la vagina le daba duro con mi verga,  solo se escuchaba entre sus susurros el sonido de mis bolas al chocar con sus nalgas, seguir estimulando su ano, en forma circulas por unos minutos, después embarre de nuevo mis dedos  y uno se lo fui clavando muy lentamente por su culito, sentía como ella apretaba el culito, y comencé a meterlo y sacarlo lentamente a moverlo en forma circulas y a aplicar más lubricante, estaba bastante apretadita,  me la cogia con mi verga por su panocha y con mi dedo por su culito, sentí que poco a poco se fue relajando su ano, y opte por meterle un segundo dedo, así estuve estimulándola muy despacito, dejándole dentro dos de mis dedos y enseguida un tercer dedo mientras la seguía bombeando duro por la raja y sus tetas se estremecían de un lado a otro de las duras embestidas que le daba, ella estaba tan caliente que continuamente se corría solo se veía sus jugos escurrir por mi verga y por su panocha hasta sus piernas, un rico placer que la hacía tener, disfrutábamos al máximo, ella tenía un orgasmo más, me decía ¡¡Oh, amor, nunca me había cogido así de rico, ni  ex marido me cogía así!! ¡¡¡Por eso me tienes loquita!! ¡¡Me encanta tu verga!! 

Tanta era la excitación que no aguante más y me corrí, uff me quede unos segundos dentro de ella y enseguida se la saque, me quite el condón con bastante leche y se lo enseñe. Ella dijo ¡¡papii, cuanta lecheee!! ¡¡Más que ese rato!!!

Gabriela: ¡¡Hay amorcito, que rica cogida me has puesto!! ¡Me tienes loquita!!

Paco: ¡¡Y tú a mí, que rico regalo de cumpleaños, lencería, panochita depilada totalmente y ahora me falta darte por el culito!!

Gabriela: ¡Si, papi, soy toda tuya, y estoy lista para ti!

Nos pusimos en posición de un 69 mientras ella me tomaba de la verga para lamerla y mamármela, excitando bien rico, yo seguía estimulando su culito, amoldándolo, preparándolo para darle mi verga, yo ya estaba duro de nuevo y después de darle otras mamadas en la concha y ella en mi verga por fin estaba listo para desvirgar ese culito. Me puse otro condón y le unte más lubricante en el ano y acerque mi duro pene en la entrada de su culito y muy lentamente lo fui hundiendo, entro  la cabecita y ella solo hacia gemidos, le pregunte ¿te duele cariño? Ella respondió si papi un poquito, así déjamelo un momentito, después de un par de minutos comencé a meterlo más muy lentamente, ella exclamaba con quejidos, diciéndome:

Gabriela: ¡¡Hay cariño, me duele!! ¡¡Dame despacito!!

Paco: ¡Si mi cielo, lo estoy metiendo muy despacito!!

Unte otro poco más de lubricante (acordándome vagamente de los tips de la revista) el cual escurría en mi pene y se metía dentro del culito, un poco más empuje, así seguí asiéndole hasta que le clave más de media verga, ya estaba ansioso de taladrarla por completo y bombearla así que  un par de empujoncitos más y después empuje más fuerte hasta clavárselo por completo, ella dio un quejido fuerte, y al voltear a ver su cara, vi un gesto de dolor y las lágrimas salir, deje unos minutos dentro mi verga sin moverme para que se acostumbrara a mí, para que se amoldara a mi verga.

Mire que de su culito salían unos hilitos de sangre, los cuales (recordé que en la revista decía que esto podía ser normal, ya que el ano se desflora) Y mientras esperaba a que se acostumbrara a mi pene, yo mientras le acariciaba las nalgas con una mano y con la otra frotaba su panocha la cual estaba escurriendo de sus jugos, poco a poco el placer fue apagando el dolor de su culito y lentamente empecé a moverme, muy despacito la iba sacando casi ¾ de mi verga, y de nuevo la introducía, ella gemía con un poco de dolor pero conforme seguida limándola dejo de dolerle y empezaba a jadear de placer, mientras yo sentía, como se me restiraba todo el piro, sentía que me lo arrancaría, fui dándole más rápido y ella jadeando, gimiendo, estaba tan caliente que se volvió a venir y sus jugos escurrían por sus piernas, era tan rico estar cogiéndome ese culito tan apretado, tan estrecho, que ufff sentí el más rico placer, era el primer anal que hacia yo y el primer anal que le hacían a Gabriela.

Era nuestra primera teniendo sexo anal, agarrándola de la cintura le empecé a dar más fuerte entraba y salía mi pito bien lubricado cogiéndola tan rico que mis huevos rebotaban en sus nalgas, sus tetas se movían de un lado a otro y ella gemía, diciéndome  ¡¡oh, sí papi que rico!! ¡Qué rico se siente!! ¡No te detengas, sigue cariño! Y al oír eso capte que ya no le dolía el culito, y mi pene resbalaba con mayor fluidez dentro de su culito, era tanto el placer que sentía ganas de venirme y me detenía a esperar que las ganas pasaran, estaba gozando mucho cogiéndome ese culito que acababa de desvirgar,  así estuvimos por unos minutos yo dándole una rica culeada y ella diciéndome cosas cachondas, empecé a intercambiar le daba un ratito unas bombeadas por su culito después me pasaba a su vagina e igual le daba unas bombeadas a la vagina y pasaba a su culito que ya estaba bien dilatado, mientras la cogía le daba de nalgadas para ponerla más caliente, y cuando se la metía por el culo le picaba las costillas para que me apretara más, hasta que no aguante más y me vine dentro de ella, fue el mejor placer que pude sentir esa vez, desde ese día me ha gustado hacer el sexo anal.

Terminamos de coger bien rico y descansamos un poco, después nos metimos a bañar donde ella me enjabonaba y yo a ella, me excite de nuevo en el baño y ella medio otra rica mamada, terminando como de costumbre en su boca y tomándosela.

Gabriela y yo tuvimos muchos encuentros sexuales, sexo anal, vaginal, oral, cosas ricas que hacíamos, eso duro por 2 años, después cambie de trabajo y muy pocas veces nos veíamos, hasta que perdimos contacto, después supe que se había juntado con un hombre mayor a ella y me alegra porque de nuevo había conocido el amor.

Gracias por pasar y leer mis relatos, espero que les hayan parecido muy calientes.

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