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A la prima...

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El sábado pasado salí con mi primo y su novia como cada sábado en los últimos cuatro meses, mi primo bebió en exceso como cada sábado en los últimos cuatro meses, y yo hice de chófer como cada sábado en los últimos cuatro meses para llevar primero a su novia a casa y después a él. No me importaba porque yo soy conductor novel y sin coche y me gusta conducir, pero esperar 30 o 40 minutos en lo que él la "acompañaba" me molesta un poco. Pero aquel día mi primo iba muy perjudicado, tanto que vomito por la ventanilla, se desmayó varias veces por el camino y no critico mi forma de conducir. Cuando paré frente al portal de Andrea él dijo encontrarse muy mal y que yo la acompañaría hasta la puerta de casa, ella dijo que no hacía falta pero el insistió en que le había prometido a su padre que no llegaría ningún sábado sola a casa y que como él no podía cumplir yo la acompañaría. Yo quería tener a mi primo contento porque me dejaba el coche así que me bajé y cuando fui a darle la llave para no cerrar con el dentro ya se había desmayado otra vez y pensé que en subir y bajar no tardaría más de dos minutos.

Ya en la puerta dije, irónicamente, que si tenía que entrar a arroparla o ya lo hacía su mami, ella me miro sería y me dijo que su mami estaba en el pueblo con su papi y que yo no tenía cojones para entrar a arroparla, abrió la puerta y estiró el brazo como retándome. Entre sin pensarlo porque llevaba toda la noche cachondo viendo cómo se agachaba frente a mí y como se frotaba con mi primo cada vez que el la besaba y metía su mano bajo el vestido, y que vestido por dios... Llevaba un vestidito gris muy estallado de cintura para arriba, tanto que los pechos parecían querer escapar por el escote y los botones que adornaban por delante iban a salir disparados, por contra de cintura para abajo caía suelto desde las caderas formando tablas como una falda de colegiala y daba paso a unas piernas interminables y muy estilizadas por unas medias negras.

Fui detrás de ella hasta su habitación que era completamente rosa y llena de peluches, la típica habitación de niña buena, pero no tardaría en demostrarme que de buena poco. Diez segundos más tarde estaba en cuclillas frente a mi comiéndose mi polla, yo tenía las manos en su cabeza pero no para sujetarla si no para apartar su pelo y ver cómo le gustaba. Veía que chupaba como si fuera a acabarse y que cuando mi polla salía de su boca estaba allí su mano para agarrarla, aquel vaivén era tan rápido como su lengua jugando con migo pero no podía evitar mirar más abajo para ver esas tetas cautivas en el vestido, estaban apretadas pero no dejaban de moverse cada vez que su cabeza iba adelante o hacía atrás y para rematar al agacharse vi que llevaba medias en lugar de pantis y eso para mí significa que una mujer te lo quiere poner más fácil.

Cuando yo estaba a punto de caramelo ella se dio cuenta porque empecé a sujetar su cabeza y tras escupirla por completo me retorció los huevos y me dio cuatro manotazos en la polla, mientras yo me quejaba de dolor ella me miro con mi polla ya fláccida en la mano y me dijo que yo terminaría pero cuando ella quisiera, que estaba harta de que mi primo descargase y sin ella terminar se fuera.

Después se puso en pie y empezó a besarme abrazándome por el cuello mientras yo exploraba su culo con las yemas de mis dedos pero una vez tras otra yo fallaba en mi empeño de soltar sus tetas. Después se tumbó en la cama y estiro los brazos para invitarme a acompañarla y una vez encima de ella seguimos con los besos mientras frotábamos nuestras entrepiernas. Nuevamente yo fallaba en mi empeño de ver sus tetas y no me iba mejor en quitarle las bragas así que como pude metí mis dedos entre ambos y las rasgue, ella puso sus manos en mi pecho y me dijo que más tranquilo pero al mirarla allí, abierta de piernas con mis genitales sobre los suyos y tan acalorados los dos no pude tranquilizarme así que me deje caer y se la metí al notar que estaba en la "puerta".

Ella gozaba y yo más dándole un besito junto a la boca cada vez que la hacía gemir pero no era bastante, yo insistía una y otra vez en terminar pero estaba cegado con sus tetas y finalmente no aguante más y metí mis manos tras de su espalda y arranque todos los botones para poder bajarle el vestido. Aquellas vistas eran impresionantes, sus enormes pechos estaban cubiertos por un precioso sujetador negro de esos casi transparentes pero al ver que tenía detalles tapando los pezones lo agarre y desgarre también. Aquello era otra cosa, ahora sí que iba a cien, los magreaba, chupaba, juntaba y separaba una y otra vez y como de vez en cuando miraba entrar y salir mi polla de su chocho rasurado estaba a punto de terminar, pero en el último momento retorcí mi cuello hasta llegar a cogerle un pezón con mi boca y hacer que aun sintiera más como terminaba. Creo que estuve un par de minutos dando los últimos coletazos y deseando que no se acabaran pero ya nos habíamos relajado un poco los dos y solté su teta para arrimar mis labios a su oído y decir- esas tetas ya son mías y vendré a verlas cuando quiera. Después me incorpore y disfrute mucho más al ver que su cara demostraba satisfacción y su sonrisita picara era la guinda del pastel.

Ahhhh... cuando llegue al coche mi primo seguía desmayado y como cada sábado en los últimos cuatro meses me lo lleve a mi casa.

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