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Ultimo año en el colegio

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Hola soy Criss; Cuando tenía 18 años y estaba en la secundaria todas las cosas llegan de manera inesperada; tenía mi novio al cual quería mucho, pero debo reconocer que la necesidad de experimentar es más fuerte que el sentimiento de culpa, tenía varios admiradores además de mi novio, y una de las cosas que más me admiraban era mi gran trasero, la cintura y mis piernas, además de mis senos en su proceso de gran desarrollo. Uno de ellos era un compañero de mi clase, del cual no puedo negar que me gustaba bastante ya que además de ser interesante era el centro de atención en mi grado. Mi novio era universitario, un poco serio pero me gustaba su manera de ser; lo hacíamos muy a menudo y me gustaba muchísimo ligar con él, pero cuando las hormonas atacan no hay nada que hacer.

Mi compañero de clase siempre buscaba un pretexto para acercarse a mí, eso me gustaba pero quizás la prevención no me permitía darme el lujo de coquetearle; aunque él no perdía un detalle para lanzarme un cumplido, en fin... no voy a negar que pensaba en el con situaciones comprometedoras pero no pasaba de allí. Sin embargo un día nos tocó hacer un trabajo para la clase en mi casa juntos, ese día lo recuerdo muy bien; aprovechaba cada ausencia de mi madre para acercarse a mí y acariciarme en un tono amistoso para ver mi reacción; al principio me apartaba pero con el tiempo le fui dando confianza hasta el punto de dejar que me abrazara, pero todo quedaba casi siempre interrumpido cuando me acordaba de mi novio.

Una tarde recibí la visita de mis compañeros de colegio entre ellos estaba el, ese día mientras reíamos y hablábamos entre amigos sin pensar resultamos acercándonos más de lo normal, recuerdo lo cerca que estuvimos ya que casi me besa con esa mirada poseedora que tenía, me excitaba tenerlo así de cerca pero no me atrevía a pasar de ahí, un momento fui a servirles algunas bebidas a mis amigos mientras ellos conversaban en la sala, mientras serbia las bebidas él se me acercó de repente por la espalda abrazándome fuertemente mientras llenaba los vasos, recuerdo lo delicioso que me apretaba mmmm, intenté escabullirme pero fue en vano resulte de frente hacia el terminando irremediablemente en un apasionado beso, que delicia como pasaba su lengua atrevida dentro de mi boca; parecía que quisiera comerme y yo no podía negarme a ese deseo pues desde hace mucho tiempo me había imaginado un encuentro con el así, o quizás más comprometedor.

Finalmente nos apartamos y fui a darle las bebidas a los demás, el resto de tarde nos dedicamos a mirarnos mientras conversábamos con los demás y pensando en ese caluroso y ardiente beso, me preguntaba hasta donde podríamos llegar si no me hubiera ido de la cocina.

Al finalizar el jueves el profesor de Química nos colocó una tarea bastante complicada y Yo era la única que entendía ese tema en clase y por desfortuna de mi compañero él estaba a punto de perder la materia ya que era bastante desaplicado en su estudio; de todas maneras el profe me pidió que le explicara ese tema para que no perdiera el año y prácticamente acepté encantada. Él sabía lo que podía pasar, por eso me pidió que le explicara todo el tiempo posible ya que al otro día evaluarían es tema, así que me pidió que le explicara en su casa, no tuve ningún problema ya que mi madre andaba orgullosa de mi por preocuparme por mis compañeros así que me dejo quedar toda la noche en casa de mi amigo.

Llevé netamente lo necesario, entre mis cosas el uniforme del colegio ya que teníamos clase el otro día a las 7:00 am, además de una pequeña pantaloneta para usar como pijama, sus padres comprendieron que necesitábamos estar solos para poder que su hijo entendiere bien la explicación y vaya que si la entendió!

Empezamos como a las 8 de la noche y mientras yo le explicaba el me miraba sin prestar atención a lo que yo decía, pero eso no me importaba quizás él estaba pensando lo mismo que yo. Al pasar un rato tratamos de hacer el primer ejercicio de química y mientras escribía una formula el paro mi mano del libro y me beso como aquélla vez en la cocina... estaba esperando ese momento recuerdo aun como nos besábamos en esa sala; quería meterse dentro de mi mientras Yo le apretaba para expresarle lo mucho que me gustaba, poco a poco el tiempo se prolongaba en ese apasionado beso mientras él se tomaba confianza para empezar a acariciarme lentamente, entretanto nuestras lenguas expresaban deseo absoluto, cuando inició su recorrido sobre mi abdomen comencé a notar como me calentaba deliciosamente, que mojada estaba y que rico que siguiera... pero desafortunadamente habíamos olvidado que sus padres también estaban en la casa y por ruido nos tuvimos que separar, finalmente le explique todo el tema de química y llegó la hora de ir a dormir, pero allí no termino todo.

Cuando fui a acostarme me toco quedarme en su cuarto, mientras él dormía en la sala, me despedí de todos normalmente esperando que amaneciera pronto para ir al colegio, no pasó mucho tiempo para que me durmiera cuando de repente sentí que alguien abrió la puerta, no pude ver bien quien era por la oscuridad hasta que mi compañero se lanzó sobre mi mientras tapaba mi boca para que yo no emitiera ningún ruido, me dijo que hiciera silencio por que despertaría a sus padres y si eso pasara habría muy seguramente un gran escándalo, era lo que yo menos quería así que me calmé para saber qué era lo que quería, en ese momento me soltó la boca y empezó a besarme nuevamente mientras estaba sobre mí, al principio intente rechazarlo pero por ultimas me decidí a seguir ya que la última calentada que me dio me dejó muy interesada.

Empezó a deslizarse con su cuerpo lentamente mientras se habría camino en medio de mis piernas, lo dejé para ver cómo se movía ya que hasta ese tiempo solo había estado con un hombre ( mi novio) cada vez me gustaba más sus movimientos hasta que empezó a tocarme mis nalgas con sus manos me apretaba fuerte y luego me las soltaba bien suave lo que hacía que me calentará más y más, seguía besándome todo el cuello y paseaba su lengua triunfante por toda mi garganta como si fuera de su propiedad, Yo ya no pensaba en que nos sorprendería alguien así que me dedique a recibir todo lo que él me diera.

Desabrochó mi blusa y empezó a chupar mis senos como tragándolos mientras los soltaba húmedos totalmente con su saliva, eso me excitaba enormemente, era delicioso como los tomaba mientras restregaba su miembro sobre mí ya mojada pantaloneta, luego empezó a pasear sus dedos sobre mi rajita húmeda y caliente confirmando que me estaba prestando para la mejor culeada, nos pasamos para el piso con el fin de no hacer ruido, allí me quito toda la blusa y lentamente me despidió de la pantaloneta dejando en cueritos mi trasero, me sorprendió mucho cuando me dijo que siempre me miraba mi culo cuando hacinamos deporte, recordé que lo que más le gustaba a mi novio de mi era mi trasero ya que es bastante grande y se sentía delicioso dándome en cuatro.

Siguió besándome el cuerpo tan fuertemente que me hacía estremecer con cada una de sus contracciones, me sentía completamente poseída por las ganas y no dudé en ningún momento de corresponder a todos sus manoseos, al cabo de un rato se sentó y me pidió que se lo chupara como a mi novio, umm no pensé en ningún novio y decidí chupársela con todas las ganas, bajé sus calzoncillos y dejé al descubierto todo ese rico material de deseo, no era muy grande que digamos pero mucho placer si debía de sacarle a ese rico miembro; empecé a mojarlo lentamente con mi saliva mientras el admiraba dichoso y triunfante la mamada que me disponía a darle, lamía lentamente su miembro mientras lo miraba con deseo, cuando empezó a estremecerse comencé a chuparlo más rápidamente con el fin de calentarlo más y más; era tal su arrechura que se echó boca arriba en el piso mientras con sus manos tomaba mi cabeza y guiaba el ritmo de la mamada que quería, para ese momento yo estaba ya tan mojada que lo único que esperaba era que me pegara una chupadita bien rica en mi cuquita, sin embargo el parecía dichoso con la sesión que le estaba dando, al cabo de un tiempo se sentó y volvió a montarse sobre mí con el fin de seguirme chupando todo mi cuerpo, recuerdo que temí que me hiciera algún morado en la piel que diera pruebas de este infiel encuentro por lo que preferí abrirle todas mis piernas para que se decidiera a entrar de una vez dentro de mí.

Recuerdo que lo tenía tan duro que no tuvo que tomarlo con su mano para introducirlo, de inmediato entró ligeramente debido a mi total humedad, lentamente tomó su ritmo hasta que mi deseo lo obligó a apurarle su marcha, le decía en voz baja dame más, que rico, mmmm, él estaba como un loco disfrutando esa culeada que tanto habíamos imaginado, me daba y me daba tan delicioso que hubiera preferido que esa noche jamás terminara, mis fluidos estaban en su máximo limite mientras ambos pujábamos para que ese miembro me entrara más y más adentro, quería partirme en dos con esa fuerza como me penetraba, de pronto hice una pausa para permitirle que me diera en ese magnífico cuatro que siempre me había gustado con mi novio, me volteé rápidamente y le ofrecí todo mi trasero para que lo perforara, y así fue, no dudó un segundo cuando ya sentía su dura verga pasando por mí, era magnifico, angelical y lujurioso ese ritmo que ambos tomamos mientras la locura seguía apoderado de nosotros, me daba y me daba tan duro que me provocaba gritar y decirle lo mucho que estaba esperando ese momento, sentí que el ya no podía más, quise prevenirme de su riego, pero el deseo de sentir como filtraba su semen dentro de mí me hizo continuar para disfrutar todo ese semen en mí, recuerdo muy bien cómo se contraía para dejarme hasta la última gota de su precioso material; finalmente terminamos en el piso un poco exhaustos pero con ganas de seguir, desafortunadamente prefirió irse a dormir a la sala para evitar que sus padres nos descubrieran allí termino esa gran noche.

Al otro día ambos nos fuimos a estudiar al colegio, no pronunciamos nada de la noche anterior, pero los siguientes encuentros fueron mucho más eróticos y atrevidos.

(8,60)