Nuevos relatos publicados: 7

Netflix and chill

  • 2
  • 8.429
  • 8,55 (20 Val.)
  • 0

Por fin estaban donde ella quería. Había fantaseado varias veces con ese momento. El halo de misterio que él desprendía la volvía loca y, sin remedio, la ponía de una manera especial. 

Netflix and Chill ya no era una simple expresión, se lo habían tomado al pie de la letra y poca atención le prestaban ya a la película. Un beso llevó a otro, a una respiración acelerada, a la piel de gallina...

Las caricias suaves que ambos se dedicaban no hacían más que calentar el ambiente. Y en esa noche lluviosa la ropa empezaba a sobrar, el calor se apoderaba del salón mientras ambos se desnudaban.

Ella comenzó a besarle el cuello y bajar por su blanco torso mientras desabrochaba su cinturón. Mordisqueó cada parte de él, lamió cada centímetro de su cuello y dibujó un camino hasta el bóxer. Palpo por encima el postre que tanto deseaba y empezó a tirar del calzoncillo, hasta que su miembro se liberó.

Estaba duro, dejando el glande a la vista. La punta empezaba a mojarse incluso antes de que ella se lo metiese en la boca y así lo hizo. No pudo resistir tragársela toda. Soltó un par de arcadas mientras la agarraba por debajo de los huevos y chupó con fruición. Ambos estaban locos por follarse... 

Ella se montó a horcajadas sobre su polla palpitante y aún empapada. Se clavó en ella sin miramientos mientras se le escapaba un gemido ahogado. Él la agarró de las caderas guiando sus movimientos mientras acaparaba con su boca un pezón. Cosa que la volvía aún más loca si cabe. Sus movimientos eran cada vez más fuertes, ni el sofá los aguantaba así que él la llevo al cuarto. 

La tiró sobre la cama y le susurró al oído "ponte a cuatro" ella, muy obediente, se arrodilló esperando su premio. Éste llegó y embestida tras embestida el placer se intensificaba. Los gemidos se volvían gritos cada vez que notaba cómo entraba a punto de estallar. 

Ella cerró las piernas todo lo que pudo, incluso las llegó a cruzar en la parte de los tobillos... Lo cierto es que se encontraba en una postura muy sexy: con los codos apoyados en la cama, sujetándose el pelo y la boca con las manos, las piernas apretadas, la espalda arqueada y el culo totalmente en pompa. 

-"así no tardaré mucho en correrme" dijo él con la voz agitada.

-"pues hazlo" contestó con su particular voz de viciosa. Deseaba más que nada que la llenase por todas partes en ese mismo instante. 

-"qué? Ya?"

-"vamos, correte por favor. Correte dentro o en mi espalda. Donde quieras pero hazlo." 

No hizo falta que dijese nada más. Él tiró de su culo y empezó a acelerar el ritmo cuando, al fin, la sacó en momento exacto. Una primera descarga le cayó en la nuca, seguida de una tercera y una cuarta por toda la espada y parte del pelo. 

Ella acabó satisfecha, sonriente y empapada. 

"vamos a ducharnos" 

Pero eso es otra historia...

(8,55)