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Mi sueño de ser madre

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Cuando el doctor nos informó a mi esposo y a mí que mi esposo era estéril fue una noticia que nos agarró completamente de sorpresa, por los dos primeros años de casados yo había tomado pastillas anticonceptivas porque todavía no queríamos tener niños, pero deje de tomarlas cuando decidimos que era hora de empezar una familia.

Pasaron 6 meses antes de que fuéramos a un médico para saber porque es que yo no salía embarazada, mi esposo tenía erecciones y podía eyacular como cualquier hombre y nunca nos hubiéramos imaginado que mi esposo podía ser estéril.

Obviamente al enterarnos de esta noticia mi esposo se sintió herido en su orgullo de hombre. Yo por mi parte pensé que uno de los sueños que siempre había tenido en mi vida se podía desvanecer, yo siempre había querido ser madre, y poder sentir el milagro de dar vida de mi cuerpo.

No puedo negar que desde esa primera noche me paso por la cabeza la posibilidad de que quizás mi esposo no fuera necesariamente el que me dejara embarazada. La verdad si una pensaba prácticamente el problema se podía resolver muy fácilmente en menos de 15 minutos y sinceramente yo conocía a más de un hombre que no le hubiera importado darse el gusto conmigo por unos minutos y dejarme embarazada.

Mi esposo estaba tan herido en su orgullo de hombre que yo estaba segura que si un día le comunicaba a toda la familia "milagro estoy embarazada!" él no iba a tratar de ninguna manera de hacer nada para probar que el hijo no era suyo.

Parece increíble como una persona solo necesita un pretexto convincente para atreverse a hacer cosas fuera de sus principios. Yo era de esas personas que no perdonaba bajo ninguna circunstancia la infidelidad y juzgaba a otras personas que lo habían hecho, sin embargo, con el pasar de los días, la idea de permitirme una aventura para salir embarazada se me hacía más fácil de aceptar.

Yo cometí el error de comentarle toda esta situación a Pablo un amigo de mi trabajo con el que tenía bastante confianza, el como hombre al fin y al cabo, no tardo en empezar a hacerme bromas e insinuaciones al respecto. Con frecuencia cuando nos cruzábamos durante el día por los pasillos del edificio Pablo se me acercaba y me decía "reina, mira que yo te puedo arreglar tu problema en solo unos minutos" y se marchaba mirándome el trasero con una sonrisa pícara.

Pablo y yo estuvimos bailando en estas bromas e insinuaciones por casi dos meses, llego un momento en que creo que él se dio cuenta que yo estaba considerando su propuesta, una tarde que nos quedamos trabajando en la oficina hasta tarde el me tomo desprevenida en mi escritorio y me planto un tremendo beso en la boca, yo no lo rechace inmediatamente pero después de unos segundos sentí su mano debajo de mi falda buscándome el calzón, en ese momento si lo empuje aunque tampoco le reproche lo que había hecho.

Esa noche casi no pude dormir pensando en lo que había sucedido en el trabajo, pero más aun pensando en que iba a decidir hacer con Pablo, mi esposo y yo seguíamos tratando de tener un hijo inclusive recurriendo a medicinas naturistas pero estábamos a punto de darnos por vencidos y aceptar que no íbamos a poder procrear

Al día siguiente durante el día de oficina le mande un mensaje de texto a Pablo por el celular, escribí "estarías dispuesto a hacerlo?", el me respondió casi inmediatamente con un "por supuesto!", le pedí que me esperara al final del día para tener una conversación entre los dos.

Yo quería que Pablo entendiera claramente que aparte del placer del encuentro sexual (que era obviamente su principal motivación) este encuentro iba a generar un bebe, y él iba a desprenderse de cualquier clase de derecho sobre ese niño, simplemente ese no iba a ser su hijo y si mañana por algún motivo nos dejábamos de ver el no tenía ningún derecho de querer comunicarse conmigo o pedirme explicaciones.

La verdad me era difícil entender como un hombre podía procrear un hijo y simplemente desprenderse de cualquier vínculo con él, era algo que yo creo que jamás en la vida una mujer podría hacer pero aparentemente los hombres son bastante diferentes.

Pablo me escucho todo lo que tenía que decirle y acepto mis condiciones, el único pedido que hizo fue al decirme "para dejarte embarazada no pueden ser solo 15 minutos, tiene que ser al menos 2 horas", yo como dije antes entendí que su única motivación era el placer del encuentro y acepte su pedido que fuera un encuentro de 2 horas, y bueno acepte que como hombre él se iba a dar el gusto conmigo.

Pablo y yo acordamos hacerlo en un hotel apartado del centro de la ciudad, obviamente yo tenía que tomar precauciones de que nadie pudiera verme. Acordamos hacerlo un jueves después del trabajo. Yo le dije a mi esposo que iba a ir al cine después del trabajo con una amiga y luego íbamos a cenar algo por ahí, el acepto sin el menor problema y sin imaginarse por un segundo que esa tarde un hombre me iba a llevar a un hotel para dejarme embarazada como el no había podido.

El Jueves por la tarde Pablo y yo manejamos en dirección al hotel en carros separados, yo estaba súper nerviosa durante todo el camino aunque ya casi llegando simplemente decidí que el encuentro iba a suceder de todas maneras y era mejor si me relajaba y como mujer tratara de disfrutarlo. Felizmente como Pablo y yo nos habíamos coqueteado durante todo este tiempo el había despertado un deseo en mí, quizás me había olvidado un poco de ese deseo por la preocupación de todos los detalles, pero trate de llevar mi estado de animo a como me sentía hace unas semanas atrás cuando pasaba por los pasillos del trabajo y Pablo me miraba el cuerpo diciéndome que me quería coger.

La habitación quedaba en el quinto piso del hotel, mientras subimos por el ascensor Pablo me tomo por la cintura y me miro las piernas con una mirada de deseo que se le salían los ojos, me imagine la paliza que me esperaba y la verdad me sonreí, mientras caminamos por el pasillo en dirección al cuarto Pablo me dijo en la oreja "te voy a dar como nunca te han dado antes", sus palabras sonaron prometedoras

No sabría como empezar a describir todo lo que sucedió en esas 2 horas, que para empezar no solo fueron 2 horas sino 2 horas y 40 minutos y la verdad si soy sincera no me importo en lo absoluto tomarme esos 40 minutos extras. Lo hicimos dos veces, pero las caricias sexuales duraron las 2 horas y 40 minutos sin parar. Yo tuve 3 o 4 orgasmos durante todo ese tiempo y Pablo tuvo 2 eyaculaciones, que por cierto nos aseguramos que sucediera exactamente en donde tenían que ser para dejarme embarazada.

Contarles que Pablo se dio el gusto conmigo en todo lo que yo había pensado seria poco, la verdad es que desde que entramos por la puerta Pablo me tomo y me disfruto sexualmente como si yo fuera la última mujer en la tierra y ese era su último día de vida. Pablo hizo increíblemente fácil para mí olvidarme de todo lo que tenía en la cabeza y entregarme completamente al momento.

Inteligentemente lo primero que Pablo hizo fue tirarme contra la cama, y meter la cabeza completamente debajo de mi falda, me bajo el calzón, me sujeto fuerte las piernas y no me dejo de dar sexo oral hasta que no me vio contorsionarme de placer, y cuando me vio contorsionarme me siguió lamiendo y masturbando con los dedos sin parar, yo simplemente cerré los ojos y sentí mi cuerpo explotar en un orgasmo delicioso. Cuando Pablo se incorporó después de darme sexo oral yo estaba por las nubes, en ese momento él hubiera podido hacer lo que quisiera conmigo.

Pablo me dejo acostada boca arriba y puso su cuerpo encima mío, fue directo a meterme el pene por la boca, y yo abrí los labios y lo acepte, Pablo empezó a mover la pelvis moviendo el pene adentro y afuera de mi boca, como teniendo sexo con mi boca, yo nunca antes había estado en esa posición con un hombre y la verdad me pareció súper erótico. Luego puso el pene entre mis dos senos e hizo lo mismo, me paso el pene por todo el cuerpo y yo saltaba cuando me lo pasaba por zonas sensibles, luego el regresaba y me metía el pene por la boca otra vez, me di cuenta que Pablo es la clase de hombre que le encanta el sexo oral.

Después de unos minutos de estos juegos y caricias eróticas yo simplemente me desprendí de cualquier sentido de inhibición y responsabilidad, me olvide de todo, de mis problemas, de mi esposo, de su esterilidad, hasta podía decir que me olvide que mi principal motivación era quedar embarazada, en ese momento el deseo se apodero de mi completamente, simplemente puse mis piernas alrededor de Pablo y mientras él se devoraba mis senos con la boca le dije "métemela, métemela"

En verdad yo ni me acuerdo en cuantas formas y posiciones Pablo me hizo suya, pero me imagino que fueron casi todas, me lo hizo yo abajo, yo arriba, de espalda, de frente, de lado, con la pierna cruzada, con la pierna de frente, con una pierna doblada, con una pierna sobre su hombro, con las dos piernas sobre sus hombros. Cuando estaba a punto de eyacular la primera vez me tenía en posición de perrito, me agarro por los cabellos y la verdad se puso un poco brusco, pero no me importo, hasta podría decir que me gusto porque hacia anos que un hombre no me poseía con esa brusquedad deliciosa.

Cuando termino de venirse la primera vez yo pensé que él iba a tomarse un descanso pero inmediatamente me empezó a tocar, a masturbarme y a chuparme los senos, no me dejo descansar ni un momento, después de 5 minutos me pidió que le diera sexo oral, lo cual yo hice con todo gusto, en solo 10 minutos más Pablo estaba completamente duro otra vez y listo para otro round.

Salimos del hotel cerca de las 9 de la noche, no había forma de predecirlo pero yo estaba segura que Pablo me había dejado embarazada, simplemente lo podía sentir y si hacerlo con ganas podía ayudar en algo pues entonces podía darlo por hecho pues durante el acto en sí de la penetración Pablo me había dado con unas GANAS que la verdad hasta me había dejado adolorida.

Cuando llegue a la casa mi esposo estaba en su escritorio leyendo unos documentos de su trabajo, yo lo salude de lejos y subí inmediatamente a mi habitación y directo a la ducha. Mientras me caía el agua encima yo todavía podía sentir el olor del sudor de Pablo encima de mi cuerpo y el sabor de su pene en mis labios. Tenía veinte mil sentimientos pasándome por la cabeza, satisfacción, amargura, culpa, deseo, no voy a negar por un segundo que el sexo con Pablo me había ENCANTADO, pero ahora que ya había pasado la adrenalina del momento era cuando todos esos sentimientos de culpa y remordimiento me caían encima.

A las pocas semanas mi periodo no me llego cuando debió haber llegado, me hice una prueba y comprobé lo que yo ya había presentido, estaba embarazada. Lo primero que hice fue ir al día siguiente a la oficina de mi jefe y presentarle mi renuncia inmediata, el no entendió las excusas que le di pero no le quedó más remedio que aceptarlas, fui a mi escritorio, puse todas mis cosas en una caja y me marche para nunca más volver a ver ese trabajo ni nunca más volver a verlo a Pablo.

Esa tarde parece que Pablo se enteró de mi renuncia y me llamo a mi celular, yo no le conteste, solo le mande un mensaje de texto: "acuérdate de nuestro trato", Pablo nunca más me volvió a llamar y tengo que admitir que ha sido un hombre honorable con su palabra. Yo no creo que lo vuelva a ver nunca más.

Mi esposo dio un salto hasta el techo cuando le dije que estaba embarazada y tal y como lo pensé no se le ha ocurrido ni por un segundo pensar que el hijo no pueda ser de él. Yo lo único que hice fue atribuirle el milagro a lo que estábamos tomando en esos días.

Pareciera que todo está solucionado, estoy embarazada de 4 meses, Pablo ha desaparecido completamente de mi vida y mi esposo está más feliz que nunca, es muy probable que nadie se entere jamás de mi gran secreto, pero existe un problema. Tengo un sentimiento de culpa que me está matando de la angustia.

Me despierto muchas veces por la noche aterrada imaginándome escenarios futuros en los que todo se puede descubrir, que pasaría si mi hijo tiene una operación en el futuro y al tratar de donar sangre se descubre que la sangre de mi esposo no es la de él, que pasa si en 10 años Pablo tiene un remordimiento de conciencia y decide buscarme? que pasaría si no aguanto más con la culpa y decido contarle todo a mi esposo en un momento de desesperación.

No sé si poder vivir toda mi vida con este secreto, quizá es cuestión de acostumbrarse a él, o quizás no vaya a poder mantenerlo, no lo sé, me gustaría escuchar opiniones de otras personas pues en este momento la verdad estoy casi desesperada y no sé qué hacer.

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