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La madre de mi amigo Antonio

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Había ido a buscar a mi amigo Antonio para ir a jugar al fútbol con el y me dijo Natalia, que era su madre, que esperase en la salita que había ido a hacer un recado que ella le había mandado. Mientras le esperaba me puse un divertido juego en el puto móvil para que la jodida espera fuera menos soporífera. Yo no conocía a la madre y mientras esperaba a Antonio y se presentó

— Hola Marcos, ¿que tal estás? — habló Natalia

— ¡Guau!, ¡que buena está vd! — manifesté

Natalia, su madre, se sentó bien cerca de mi y comenzamos una animada charla para que no fuera aburrida la espera.

— ¿vais a ir a jugar al fútbol, querido? — comunicó Natalia

— si, ya hemos quedado con la panda para jugar un partido — advertí— Me seducen los jóvenes que practican deportes — enunció Natalia

— a vd se le ve bien, muy bien, si señor — manifesté

— ¿Crees que todavía soy sexy? — inquirió Natalia mientras acariciaba mi pierna

— pues claro, señora. Vd está de muy buen ver — observé ya empalmado— ¡estás cachondo, cariño!, ¡pero muy cachondo! — advirtió Natalia

— ¡yo no soy de piedra y vd está muy buena!— manifesté

Mientras teníamos está pequeña conversación, Natalia puso su mano cerca de mi rabo y me puso cachondo y caliente y yo toqué su lascivo vestido de seda negra y transparente

— ¡como me gustan los jóvenes dulces como tu, Marquitos! — reveló Natalia

—¡vd me gusta mucho señora. Está muy buena! — confesé impudicamente

Acercamos mutua y lascivamente los rostros e iniciamos a besarnos con avaricia lujuriosa y a tocarnos y sobarnos con brutal lascivia y cuando me quise dar cuenta, esta puta guarra de la madre de mi amigo Antonio, estaba a punto de comerme el rabo

— ¡como me encanta lamer y lengüetear rabos jóvenes! — confesó impudicamente Natalia

— ¡me encanta que una mujer sabía me la coma!— revelé lascivamente

 — ¡Voy a comerte y chuparte hasta que grites de placer, bribón! — exageró Natalia libidinosamente

Yo observaba fascinado y seducido como la madre de Antonio, se había convertido ante mis pies, en una fulana depravada al tiempo que me daba morbo escuchar los ruidos al lamer, chupar, lengüetear y relamer mi enhiesta pero dura verga de joven macho en celo.

— ¡que polla tan dura tienes, mas grande y resistente que la de mi marido! — confesó Natalia concupiscentemente— ¡me pone mucho que la madre de mi amigo me coma el rabo! — largué viciosamente

— ¡Me pones muy caliente, canalla! — acentuó Natalia lujuriosamente

La fulana de Natalia. la madre de mi amigo, me desnudó completamente y ella se quedó solo con su sexy tanga morado, sus negros taconazos de aguja y las finas medias negras, y le daban a ella un lascivo aspecto de fulana de burdel que me ponía mas rijoso y cachondo si cabe — ¡chock!, ¡sluurrp!, ¡slap!, ¡slurp!, ¡Chlok!. ¡Chuik!, ¡sluurrp!, ¡slap! — mamaba y lengüeteaba la madre de Antonio

— ¡agh!, ¡uhm!, ¡uff!, ¡ugh!, ¡queee guuussstoo!, ¡agh! — jadeaba yo

Mientras la puerca de Natalia engullía mi rabo, la muy puta se sobaba con vicio y ardor una teta y me ponía mas cachondo y calentorro todavía y al estar arrodillada ante mi mamando sin parar mi rabo, me parecía estar en un burdel de carretera que tanto morbo me habían dado.

— ¡cabrón, que pollaza tienes!, ¡me encanta lamerla, canalla! — bramaba lujuriosa Natalia

— es vd una zorra muy sabia, señora. ¡Me gusta como traga, guarra! — hablé lascivamenteLa fulana de Natalia mamaba sin cesar y sin pausa mi rabo y escuchaba deslumbrado y embelesado los lascivos ruiditos que daba al disfrutar ella con mi empalmado rabo en su libidinosa boca de mamona profesional.

— ¡chuik!, chlok!, chlock!, ¡chuik!, chlok!, chlock!, ¡chuik!, chlok! — mamaba y relamía mi rabo Natalia

— ¡agh!, ¡uhm!, ¡uff!, ¡ugh!, ¡que gusto me das, zorra!, ¡agh! — gemía yo

La muy puerca de Natalia jadeaba y gemía como una ramera profesional al tiempo que mamaba y daba mil lengüetazos a mi rabo de joven macho y me llevaba depravadamente a un lascivo y lujurioso paroxismo como ninguna otra guarra me había llevado

— ¡eres un cabrón, quiero que me jodas como a una zorra en celo, te lo ordeno, canalla! — ordenó libidinosamente Natalia

— ¡claro que si, zorra!, ¡te voy a estacar mi rabo hasta que mueras de placer, guarra! — bramaba yo lujuriosamente

—¡Follame ahora mismo, vamos ! — gritó Natalia desenfrenadamente

— te voy a dar mucho gusto, zorra!, ¡te vas a marear de placer, guarra! — subrayé salazmente

— Quiero que me folles como a una puta actriz porno — incidió Natalia lascivamente.

La muy fulana depravada de Natalia se puso a cuatro patas sobre el amplio tresillo de cuero blanco conminándome a que la follara con ganas , pues tenía una calentura vaginal tremenda y una lujuria desatada

— ¡vamos, cabrón, jode a la puta madre de tu amigo, vamos! — clamaba libidinosamente entre jadeos y mil vagidos Natalia

— ¡Si, zorra!, ¡me encanta joder así a la madre de un amigo!, ¡cerda! — vociferaba yo lascivamente— ¡hijo de puta, no pares!, ¡me estás matando de vicio, canalla! — berreaba lujuriosamente la golfa de Natalia

— ¡toma polla, golfa!, ¡me encanta chingarte, sucia cerda!, ¡toma! — vociferaba yo muy salido

— ¡si, eres un jodido semental, canalla!, ¡perforame mas, cabrón! — aullaba Natalia salazmente

La muy golfa de Natalia se abría mas y mas con una mano las nalgas para que la jodienda tan brutal que la estaba endilgando a su agitado y ardoroso coño fuera mas placentera y ella no paraba de bufar, resollar y resoplar de la brutal lujuria que tenía mientras la asestaba mil pollazos en su bullente e hirviente coñargón de libidinosa zorra en celo — ¡oh!, ¡ah!, ¡uhm!, ¡mas!. ¡mas!, ¡ah!, uff!, ¡jódeme mas!, ¡jódeme! — jadeaba viciosamente Natalia— ¡agh!, ¡toma puta golfa!, ¡uff, como me pones, cacho puerca!, ¡toma polla, puta! — proseguía dando rabo a la madre de mi amigo

— ¡me estás poniendo muy perra, cabrón!, ¡que gustaaaazzo! — bramaba Natalia de deleite sexual

— ¡guarra!, ¡putón!, ¡golfa!, ¡toma polla, sucia fulana! — me desgañitaba al tiempo que estaba en un paroxismo que me encantaba pues estaba en un nonstop imparable y me ponía mas y mas follar a esta buena señora

— ¡cariño, que bien me jodes!, ¡hacía tiempo que nadie me jodía así de bien! — lanzó Natalia entre vagidos y gemidos sexuales— ¡si, jodida perra, que bien me pones, puta! — subrayé entre gemidos— ¡ah!, ¡si!, ¡ay!, ¡ah!, ¡si!, ¡si!, ¡así, así, así!, ¡ay, !, ¡así, así, así! — jadeaba Natalia pasionalmente

— ¡toma rabo, cerda!, ¡ah!, ¡toma polla, guarra!, ¡gózame! — bramé ardorosamente — ¡oh!, ¡ah!, arf!, así, cabrón!, ¡agh, jódeme!, ¡joder!, ¡agh! — berreaba Natalia

— ¡zaca!, ¡toma!, ¡zaca!, ¡zaca!, ¡zaca!, ¡zaca!, ¡zaca!, ¡zaca! — seguía jodiendo con ganas el coño de esta zorra MILF

— ¡ah!, ¡uff!, ¡yeah!, ¡dame mas!, ¡agh!, ¡si!!, ¡así!, ¡mas! — gemía cual guarra esta zorra de Natalia — ¡toma polla, zorra!, ¡toma polla, zorra!, ¡zaca!, ¡zaca!, ¡zaca!, ¡toma rabo, guarra! — aullaba yo de placer

— ¡vamos a cambiar de postura!, ¡me matas de gusto, so canalla! — ordenó muy caliente Natalia entre vagidos

Me senté en el amplio tresillo blanco y la putaza de Natalia se sentó sobre mi duro rabo para clavárselo y cabalgarme con mas ahínco sexual

— ¡cabrón, como la siento, canalla!, ¡me destrozas el coño! — bramó lascivamente Natalia

— ¿no querías mas polla?, ¡tómala, zorra!, ¡cabálgame, puta! — subrayé todo colericamente sexual— ¡quiero mas polla, canalla!. ¡me encanta clavar mi coño en tu puto rabo, cabrón! — destacó Natalia libidinosamente

— ¡guarra!, ¡puta!, ¡zorra!, ¡no te levantes, guarra!, ¡gózame fulana! — bramé jadeando

— ¡dame mas polla, cabrón!, ¡dame rabo, no pares, no pares! — enfatizó lascivamente Natalia entre mil gemidos

— ¡si, puta!, ¡toma rabo!, ¡vamos, zorra, no pares, sigue! — jadeé muy caliente— ¡dame mas, canalla!, ¡jode!, ¡jode!, ¡jode!, ¡jódeme mas! — bramó Natalia entre espasmos

— ¡toma rabo, puta!, ¡zaca!, ¡zaca!, ¡zaca!, ¡zaca!, ¡zaca!, ¡toma polla! — resollé entre gemidos

— ¡volvamos a cambiar de postura, quiero ser mas puta!, ¡haz de mi una golfa, vamos! — ordenó lujuriosamente Natalia

El jodido golfón de la madre de mi amigo, se echo sobre el tresillo y levanto las patas hacia arriba y yo se las eché hacía atrás para proseguir esta morbosa jodienda que la estaba endilgando con lujuria y mucha depravación al tiempo que nos insultábamos procazmente con groserías sexuales y un vulgar lenguaje obsceno y muy chabacano

— ¡hijo de puta, que bien me jodes, canalla! — largó Natalia mientras observaba mi lujuriosa cara de placer

— ¡zorra!, ¡como me pones, puta!, ¡me pone joder a la madre de un amigo, puta! — revelé entre jadeos sexuales — ¡cabrón!, ¡cabronazo, que rabo tienes!, ¡sigue!, ¡destrózame! — mandó Natalia todo corrida— ¡si, siento como tienes el coño, puta! — advertí al joder y escuchar los bullentes chapoteos del coño de Natalia

— Nadie me folla tan bien como tu, canalla — reveló lascivamente Natalia

— ¡me encanta follarte, puta! — evidencié libidinosamente— ¡volvamos a cambiar de posición! — ordenó Natalia entre jadeos sexuales

La volví a joder a esta puta perra de la madre de mi amigo en estilo perro porque era la que mas le gustaba y mas cachonda la ponía y le sentía volverse mas guarra, golfa y puta

— ¡me vuelve loca que me jodas así canalla!, ¡soy tu puta! — testimonió Natalia entre vagidos sexuales

— ¡si, eres una vulgar zorra burdelera, puta!, ¡la mas puta de todas! — comuniqué entre jadeos mientras perforaba con denuedo y energía el agitado y ardoroso coñargón de golfa depravada de Natalia

— ¡cabron!, ¡bribón, cabrito, canalla!, ¡jódeme sin parar! — lanzó obscenamente entre jadeos Natalia— ¡zorra!, ¡guarra!, ¡sucia cerda!, ¡puta, ramera, zorrón! — largué entre jadeos

— ¡oh, no pares, canalla, "mencanta"!, ¡perforame hijo puta! — bramó Natalia lascivamente— ¡si , guarra!, ¡como traga tu coño de puta en celo! — subrayé mientras perforaba con firmeza el bullente coño de la madre de mi amigo— ¡eres un bastardo hijo de puta malnacido!, ¡me vuelves loca con tu puto rabo! — bramó Natalia libidinosamente

— ¡y tu una puta barata!, ¡estás haciendo cornudo a tu marido! — largué entre gañidos sexuales — ¡vamos, canalla, estoy a punto de correrme!, ¡Córrete en mi cara o en mis tetas, lo estoy deseando, cabrón! — reveló Natalia depravadamente entre gañidos sexuales

Frenamos de joder y fornicar como locos depravados y la muy guarra de la madre de mi amigo abrió su goloso bocón lascivo que parecía un túnel y la muy guarra tragó mi duro rabo con ahínco y mucha vehemencia después de haberla dado rabo sin parar y parte dejó caer y parte tragó para saborear la pastosa y pringosa crema de mi carnal jabalina que tanto gustazo le había dado al hirviente coñargón de fulana milf y que había convertido a su marido en un cabrón en su ausencia. Después de esta magnifica jodienda que le endilgué con ganas a la madre de Antonio, me fui feliz con el a jugar el partido de fútbol que nos esperaba.

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