Te imagino en la cama, tu mujer duerme al lado y tu mientras, con una mano en el móvil y la otra agarrando fuertemente tu pene erguido... Sientes que mis palabras te acarician, las palabras que lees se convierten en susurros al oído, sientes como te digo que me gusta como te acaricias, la mano que recorre no es tu mano, es la mía.
Una mano invisible que recorre tu cuerpo, acaricia tu pecho y que te pellizca los pezones. Sientes como unos labios lame lentamente tu pubis, casi puedo sentir como tu polla roza lentamente mis mejillas. El capullo, totalmente hinchado, acaricia lentamente la comisura de mis labios.
Subo la cabeza y te lamo por el cuello, por las orejas, mientras con la mano te comienzo a hacer una rica paja, comienzas a dar los primeros espasmos estás apunto de correrte.
Tu mujer se gira, nos quedamos inmóviles, te tengo la polla fuertemente agarrada, pero ella medio en sueños vuelve a caer en un profundo sueño.
Te comienzo a menear nuevamente tu gran polla, mientras, mi boca choca con la tuya y te meto la lengua todo lo que puedo, trato de ahogar tus gritos de placer, te corres, sueltas un gran chorro de leche y para no dejar rastro, me la llevo a la boca, la chupo bien chupada hasta no dejar ni una gota de rica leche calentita.
Estás exhausto, con la mirada perdida mirando al techo, ha sido una de tus mejores pajas, y yo solo te lo he contado, han sido mis palabras y tu fantasía las que te han masturbado...
Ahora, pienso en tus palabras como me excitarían debajo del edredón...