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Noche buena, buena, buena

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Este año noche buena tocaba en casa de mi cuñada. Como yo tenía que trabajar hasta las 19:00 quedé con mi mujer en que iría directo desde el trabajo ya que ella recogería a sus padres a media tarde e irían a echar una mano. Gracias a que mi jefe me dio una lista de tareas y me dijo que cuando terminara podía irme, a las 18:00 llegue a casa de mi cuñada. Cuando me abrió la puerta el calor me dio una bofetada, ya que su marido era canario y siempre tenía unos 30°C en casa. Yo me solía quitar el jersey pero mi cuñada solía llevar vestidos de verano y su marido pantalón corto. Cuando entre me di cuenta de que estaba de mala leche y al ver que estaba sola pregunte por el resto, ella me dijo que estaba sola y que si quería podía irme, como Roberto. Pregunte por Rosa y dijo:- mi hermana llamo y seguro que se dio cuenta de que estaba de mala leche y no vendrá hasta la hora crítica y como ella trae a mis padres... aquí estoy, sola, preparando la cena. Yo quería quitar hierro al asunto y dije:- ya sabes cómo es, seguro que no se acuerda ni de donde aparco. Ella dijo:- si, y Rober se ha ido a ver a un cliente, hoy, noche buena...y yo me lo creo todo...

Yo notaba que estaba enfureciéndose cada vez más y de la ira estaba pasando al sollozo y de repente se dio la vuelta y dijo: -Rober no quiere ni tocarme y no le culpo, mira que barriga tengo. Y se levantó el vestido hasta el pecho. La verdad es que no pude fijarme en su barriga por que no pude apartar la mirada de su cinturita y del tanga negro que llevaba puesto. Luego volvió a preparar la cena y de repente chillo, y se fue hacia el fregadero agarrándose la mano y llorando, yo me levanté y fui tras ella y vi que se había cortado y desde detrás la cogí la mano y la puse bajo el chorro de agua, mientras rozaba mi paquete con su culo y miraba su canalillo y como los pezones se marcaban en el vestido, después de un minuto me di cuenta de que me había empalmado pero ella también se había enterado así que me senté, ella se puso frente a mí y me dijo: te gustó lo que viste? Yo le dije: -si me gustó pero... creo que no debemos.

Ella me agarró de la mano y tiro de mí hasta que llegamos a su dormitorio. Una vez allí empezó a besarme y aunque yo no quería ella ya había metido su mano en mi pantalón y por desgracia yo soy un hombre y se me levantó. Entre beso y beso yo le iba quitando el vestido y como no llevaba sujetador empecé a comerle las tetas, con un tamaño justo y bien prietas me hacían disfrutar como el mejor manjar. Cuando me quise dar cuenta estábamos acoplados y yo encima de ella y después de unos magreos, besos y mucha excitación me di cuenta de que aquello se me iba de las manos, no sé cómo ya tenía la polla fuera y entrando en ella y si yo estaba gozando ella aún más. Todo se había vuelto disfrute, ambos jadeábamos a cada movimiento, sudábamos como cerdos pero no parábamos, aquello era... no sé, en doce años con su hermana nunca había disfrutado tanto. Yo la besaba, empujaba, me agarraba a su culo, miraba sus tetas y aunque sabía que no estaba bien no podía parar, disfrutaba, me explayaba al verla disfrutar, ella me abrazaba con brazos y piernas y se movía perfectamente acompasada con migo y yo solo quería que terminásemos los dos a la vez.

De repente sonó el timbre y yo quise parar pero ella me sujeto allí dentro un par de minutos. Yo quería parar pero también quería seguir y lo hice hasta que mirando su cara de picar, mordiéndose el labio conseguí terminar. No deje ni que escurriese y ella se levantó y sin darme tiempo a abrocharme los pantalones ella se había vestido. Cuando abrió la puerta entraron sus padres y su hermana que dijo: -estáis sudando como cerdos, baja la calefacción. Mi cuñada me miro, me guiño un ojo y dijo: -noche vieja también aquí, tu trabajas?

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