Hola, mi nombre es Michael, y les voy a contar como le tique la virginidad a mi novia Nicole. Todo sucedió cuando yo tenía 18 años, era un chico atractivo, piel clara, estatura promedio, y ojos color café, Nicole, mi novia, era una chica delgada, de baja estatura, color canela, tenía unos ojos preciosos los cuales me hacían perder la noción del tiempo, y un encanto que solo ella podía tener.
Nuestra relación era de la más envidiable ya que nos más que novios, éramos así como mejores amigos con derecho, y otro detalle, hacíamos una hermosa pareja.
Un día Nicole me llamo a mi casa diciéndome:
— Acabo de discutir con mi hermano, ¿Puedo ir a tu casa?
—Claro mi vida que puedes venir, pero ¿paso algo malo?
—No, para nada cuando llegue a tu casa te cuento.
—Si quiere te paso a buscar.
—No, está bien cielo, llamare un taxi.
20 minutos más tarde mi novia llega a mi casa, y dada la confianza que había, ella entra saluda la empleada servicio y sube directamente a mi habitación, nos saludamos con un cálido, y yo le pido que me cuente lo que había pasado con su hermano, ella me dice un montón de cosas sobre su familia, y yo le dije que no se preocupara, que todo iba a estar bien, que ella estaba conmigo, y que yo la apoyaba en todo.
Ella emitió una sonrisa leve, y yo le pase la mano por su rostro, y le di un beso muy tierno, luego le di otro, y otro más… los besos fueron subiendo de tono, y su respiración delataba un poco de miedo pero a la vez excitación, yo puse mi mano sobre su pierna, y la iba subiendo lentamente, hasta llegar a su sexo, de una forma disimulada, ella abre sus piernas para que yo la pueda tocar mejor, yo seguía besándola y decidí pasar al próximo nivel, fui descendiendo poco a poco, pasando mi lengua por su cuello, ella se estremecía, y se mordía los labios, minutos después comencé a desabotonar su camisa, y de una manera delicada le iba quitando cada botón, luego le quite sus braciles dejando al aire sus pequeños pero tiernos senos en crecimiento, me quite la franela que tenía quedándome solo con mi pantalón, después comencé a jugar con sus pechos, los cuales estaban un poco sudados producto del calor que hacía en mi habitación; minutos más tarde seguí descendiendo pasando mi lengua por su lindo vientre, ella dejaba escapar pequeños gemidos, mientras me sostenía por el cabello, le desabroche su pantalón, y se los quite, dejándola solo en panti, yo levante la cabeza y le pregunte:
— ¿Estas segura de que quieres esto?
— Si, no te detengas— dijo casi en un susurro
Yo termine de dejarla al desnudo, y vi esa hermosa vagina, con bellos recién nacidos, y muy húmeda, lleve mi lengua y comencé hacerle sexo oral, Nicole soltaba unos gritos ahogados y me halaba de una manera fuerte por el pelo, se estremecía, mordía sus labios con una fuerza feroz, ella se sentía tocando el cielo, y llego a punto don no pudo más, me halo el pelo casi arrancándomelo y tuvo su primer orgasmo, sus piernas le temblaban y era como si todas sus fuerzas se perdieran en ese momento, termine de quitarme la ropa y dejando toda mi desnudes, tome mi pene y lo coloque en su vagina, y le dije:
— ¿Estas lista?
— Si, pero ¿me va a doler?
— Solo un poco mi chiquita.
Comencé a masajear su clítoris con mis dedos, y de una sola embestida la penetre completa, ella se arqueo y soltó un aullido de dolor, lagrimas caían de sus ojos, y puede ver como un hilo de sangre salía de su vagina; dure un rato con mi pene dentro de ella, luego de una forma lenta comencé a entrar y sacar, y cada vez que los hacia los gemidos pasaban de dolor a placer, seguía haciéndolo cada vez más rápido, y ella gritaba como loca, yo le tapaba la boca ya que no quería que se enteran en casa de lo que estaba haciendo, yo seguía envistiéndola, hasta que ella tuvo su segundo orgasmo, luego le pregunte:
— ¿Sabes cómo hacer sexo oral?
— Nunca lo he hecho, pero he visto como lo hacen en las películas.
— pues ven a intentarlo.
De una manera torpe ella se llevó mi pene a la boca, su inexperiencia hacia que me excitara más, yo le daba algunas indicaciones y ella al tomarlas, lo hacía como una profesional, pasaba su lengua por mi glande, y por mis testículo, un momento me dijo. “Dame tu lechita, La quiero toda” eso me enloqueció, nunca imagine que ella me la iba pedir, lo que hizo que acabara en su boca, estaba botando mucho semen, lo que hizo que ella se ahogara con ello.
Yo le pedí que me acompañara al baño, allí la metí debajo la ducha, y comencé hacerle sexo como un salvaje, no me importaba si en mi casa escucharan o no, yo seguía y ella gritaba pidiendo más y más, y yo cada vez amentaba más el ritmo, ella tuvo múltiples orgasmos, lo que le debilitó las piernas y ella no podía mantenerse en pie, yo la tire al piso de la bañera, puse sus pies en mis hombros, y como una bestia seguía dándole, ella volteaba los ojos, y soltaba gritos descabellados, yo estaba a punto de córreme dentro de ella, pero no saque mi pene, y me corrí en su vientre, duramos unos momentos sentados en la bañera hasta recuperar las fuerzas, estábamos exhaustos, luego salimos del baño, y nos acostamos un rato, 30 minutos más tarde, ella se vistió, llamo un taxi y se regresó a su casa, con una tremenda cara se satisfacción.