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La sobrina de mi esposa

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A pesar de llevar ya algunos años con mi esposa, todavía me la paso conociendo parte de su familia que resulta ser muy grande por los antiguos matrimonios de mi suegro. Paso entonces que llego una hermana de mi esposa con sus dos hijas, de ecuador, nosotros somos de Medellín, Colombia, una de unos 12 años y otra de 23 que de inmediato me pareció riquísima, fuimos a saludarlas y a conocerlas y de confianza empezó a llamarme tío.

Cierto día tuvieron problemas con uno de los pasaportes y como conozco bien la ciudad yo me comprometí ayudarla, pase por ella y la lleve a hacer la diligencia que no tardo más de media hora y como tenía la mañana libre le pregunte si quería conocer un poco más de la ciudad, ella estaba riquísima sobre todo unas nalgas que me provocaban erecciones, ella accedió y la lleve a un sitio conocido como el pueblito paisa donde se ve toda la ciudad, ahí busque un lugar donde sentarnos y donde ver toda la ciudad, a ella le encanto, esta vez solo fueron risas abrazo y algo de insinuaciones pero como no sabía cómo iba a reaccionar la deje tranquila.

Otro día me llamo en horas de la tarde que le habían mencionado de un lugar a las afueras de Medellín que se veía muy bonito el atardecer, y que si podía indicarle como llegar a los miradores de las palmas, yo le dije que si no le molestaba que yo podía llevarla, a ella le sonó la idea pero me dijo y mi tía, yo le dije que no tenía por qué enterarse y me dijo es verdad que quede entre los dos, saque algunas disculpas para llegar más tarde y la lleve a ese lugar, la lleve a comer y a un lugar un poco apartado entre los arboles donde se ve mejor la ciudad, ahí estaba un poco frio y se notaba en los pezones que tenía algo de frio, le dije que si podía abrazarla y ella solo se reía, después me pido que subiéramos a un muro un poco más alto ya estaba oscureciendo, las primeras luces de la ciudad se hacían nuestros cómplices, la ayude a subir y para ayudarla la tome de las nalgas, durísimas riquísimas, ahí estuvimos un rato y me dijo tengo frio tío, yo la abrace y ella se acostó en mis piernas, le día un beso en el cuello y me decía que no fuera malo. En eso me mira y le di un beso en los labios, pasamos ahí un rato luego miro la hora y le digo que es hora de irnos, para bajar bajo primero y la ayudo cargándola, pasándola por mi erecto pene, ella me mira, y me toca en la entre pierna y me dice tío, que rico eso es lo que se come mi tía. Bajamos de ahí y pasamos como novios.

En el camino ella me abrazaba fuerte en la moto, me empieza a sobar hasta que me toca la verga, me dice cerca al oído, la quiero para mí, le dije espera llamo a casa, llame y le dije a mi esposa que no tardaba, nos fuimos y paramos en el primer motel cerca de la ciudad, ahí nos besamos nos hicimos unos ricos masajes y nos metimos a la bañera, ahí me fui con toda por lo que quería, ya en la bañera la puse en cuatro y le di mucha lengua unos momentos para su vagina y otros para su estrecho culo, me decía que jamás había hecho esto, después me lo mamo tan rico me decía tío, yo desde que lo vi, lo quería para mí, usted es mío, me mordía, hasta que se lo clavo de una, ya encima mío hicimos el amor hasta llegar al orgasmo, nos vestimos y salimos rápidamente, pues su tía me esperaba,

Fue una experiencia rica, ahora volvió a su país, pero vuelve pronto.

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