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Sexo con mi alumno

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Hola, me llamo Sofía, y tengo 20 años de edad, soy estudiante de medicina, vivo sola, mis padres viven fuera de la ciudad; trabajo como maestra de inglés a domicilio, me encanta practicar deportes, ir al gimnasio (cuido bastante mi figura). Tengo un novio, aunque nuestra relación no va por buen camino, lo tengo ahí, para decir que tengo uno. Nunca antes había contado mis experiencias sexuales. Este es mi primer relato, y quisiera contarles como tuve sexo como los Dioses.

Siempre le he dicho a mi novio que hagamos cosas nuevas para salir de la monotonía, pero el muy aburrido siempre se negaba; yo soy una mujer libre; que le encanta experimentar cosas, hacer nuevos descubrimientos y encontrar nuevos placeres, pero el estúpido de mi novio, nunca ha querido complacerme, siempre es lo mismo...

Un día, antes de mi sección de clase, llame a Miguel, mi novio, para que pasara por mi casa, ya que la tarde estaba un poco fría, y yo tenía unas inmensas de hacer el amor con él, también le quería mostrar un nueva lencería que acababa de ordenar. Para darle una pequeña sorpresa, le dije que viniera a ayudarme hacer un trabajo de la universidad, él me dijo que saldría para mi casa en unos minutos; una hora más tarde, ya casi sin ganas; lo volví a llamar y el muy cínico me dice que no podrá ir porque se le presento algo, que al otro día el iría a ayudarme; en ese momento sentí que el mundo se me venía encima, solo le dije "Haz lo que quieras, es más, vete a la mierda" y le colgué. Me senté unos minutos en la cama, quería llorar de rabia, pero me puse a pensar que ese idiota no se merecía ni una lágrima mía. Minutos más tarde, tome una ducha y comencé a preparar los materiales para mi clase de las 7:00 pm.

Mientras iba de camino a la casa de mi alumno, iba maldiciendo a Miguel una y otra vez, y al mismo tiempo me preguntaba por qué seguía con él, que debía olvidarme de él, ya que algo me decía que no era para mí; llegue a la casa de Manuel, quien era mi alumno, un chico un poco raro, nunca lo había visto sonreír, no me agradaba en lo absoluto y creo que yo a él tampoco, no me gustaba darle clases, porque sentía que él nunca me prestaba atención; solo lo hacía porque sus padres pagaban muy bien, y a pesar de todo, necesitaba el dinero.

Cuando llegue a la casa, Manuel fue quien abrió la puerta y me recibió con su cara habitual, que pedía a gritos que la clase terminará antes de empezar, lo salude, solo por cortesía, y me dirigí a la sala que era el sitio donde yo impartía la docencia, una vez allí antes de que yo tomará asiento, Manuel me dice "estoy solo en casa, mis padres salieron a cenar afuera, si quieres te puedes ir, yo le diré que me diste la clase y ellos te pagarán, así estas feliz tú y también lo estoy yo" esa idea me pareció fascinante, pero me gustaba cumplir con mi responsabilidad, así que le dije que no, que ya yo estaba ahí, y que no le iba a mentirle a sus padres, el con cara no muy contenta, se sentó en la mesa y yo comencé con mis lecciones; estaba yo explicándole algo a Manuel, cuando recibí una llamada, era Miguel, estaba pensado en no contestar, pero la curiosidad de saber para que me llamaba me gano, así que le pedí disculpa a Manuel y conteste el teléfono; escuche a Miguel hablar de una forma muy extraña y lo que me dijo me heló la sangre, me dijo: "Sofía, me pareces una chica muy linda, y excelente mujer, pero ya lo nuestro no puede continuar, ya no te amo como creo que una vez te amé; amo a otra mujer, creo que ya la conoces, ella es tu amiga, Ángela, tenemos unos días saliendo, y hemos decidido dar el siguiente paso a nuestra relación, te estimo mucho y espero que encuentres alguien que te quiera, adiós."

En ese momento sentí mi cuerpo morir y volver a la vida, quede en shock, y unas lágrimas corrieron por mi rostro; trate de disimularlas, pero Manuel se dio cuenta al instante, con una pequeña mueca de preocupación me pregunto que qué sucedía, pero a mí no me salía el habla y no pude decir nada, el siguió insistiendo, hasta que no pude contenerme más y empecé a llorar, no podía para de llorar, y por mi rostro rodaban esa lágrimas que como fuego encendían toda mi cara, entre sollozos le conté a Manuel lo que había pasado, y por primera vez vi cómo le cambiaba el template, él se acercó a mí, me abrazo y me dijo que no llorará por alguien que no lo merecía, y un montón de palabras que las personas dicen para calmar alguien pero que al final no sirven de nada, seguía yo llorando, y mientras más lo hacía Manuel me apretaba más fuerte, en un momento el me pregunto que si quería algo de tomar, para calmarme, le dije que sí, un momento más tarde el volvió con una bebida dulce, algo que mejoró mucho mi estado de ánimo, ya un poco calmada, le conté todo a Manuel, de como Miguel me trataba, que no me complacía como mujer y hasta lo que me había hecho pasar con mi lencería, Manuel se me quedo mirando y me dijo que no me preocupara, que lo mejor que me pudo haber pasado fue que el me terminará, y de una forma muy directa pero un poco amigable me dijo que si me quería vengar, él estaba disponible; mire a Manuel de una forma desagradable, como se atrevía a ofenderme de esa forma como si yo fuese una cualquiera, y a pesar de todo, tratar de aprovecharme de mi situación, le dije unos insultos, y me puse de pie para irme a casa, cuando me disponía a salir de la sala, el me halo por el brazo, y me dijo: "Discúlpame Sofi, no te quise ofender solo trato de que dejes de sentirte mal por ese canalla y mostraré que no necesitas de el para sentir placer." Yo me quede mirándolo y le dije que estaba bien que aceptaba sus disculpa, pero que no me sentía bien y que me iba; el me volvió a halar por el brazo, pero esta vez me dio un beso, yo quise quitármelo de encima pero él me apretaba fuerte, no sé porque pero su beso me comenzó a gustar y deje de forcejear, era algo como estar en la gloria, nunca me habían besado así, me toma los labios de una forma sin igual, introducía su lengua dentro de mi boca y comenzaba hacer círculos alrededor de la mía, se sentía como el paraíso, tomó sus manos y la paso por mi cabeza, luego fue descendiendo, hasta que llegó a mis glúteos, comenzó a masajeármelos, lo que hizo que yo mojara mi tanga, yo por mi parte me aferre a su cuello y comencé a darle pequeños mordisco a sus labios, nunca pensé que un beso llegaría a excitante tanto.

Manuel me pidió que subiéramos a su habitación y yo de una forma automática le dije que sí, subimos las escaleras hacia su habitación, y cuando íbamos entrando, el me tomo por los brazos y me pego de la pared, allí siguió besándome, tomó mi pie y se lo puso alrededor de su cintura; me puso sus manos en mi rostro dejo de besarme y puso su nariz contra la mía, y me dijo "Prepárate para sentir placer." Eso me puso a mil, me volvió a besar y comenzó a descender por mi cuello, con sus manos iba quitando cada botón de mi camisa, y cada vez que me quitaba un botón, me daba un beso en donde estaba este, y así fue hasta que me los quitó todos, se detuvo en mi vientre y comenzó a besarlo, me pasaba la lengua por mi ombligo, y así duro unos minutos, luego fue subiendo lentamente, y me comenzó a quitar las bragas, yo le quite su camiseta; Manuel me lanzó sobre su cama y allí se me subió arriba y me besaba, me daba besos cortos, a veces largos, con una mano me acariciaba mis pezones y con la otra frotaba mi parte por encima de mi pantalón, duro un momento breve haciendo esto, para mi pareció eterno, él se incorporó y me dijo, "iré por algo, espera un minuto", regreso con un pote de chocolate negro, Hershey, lo puso a un lado de la cama, me quito mi pantalón, mi ropa interior, cogió el pote de chocolate, y comenzó a rociármelo en el cuerpo, sentir ese líquido frío caer por todas partes, me elevó mi calentura, el comenzó a lamerme desde la punta de mis pies hasta mi vagina, allí se detuvo unos minutos, me echo más chocolate, y comenzó hacerme sexo oral, me sentía fuera de mi cuerpo, pasaba sus dedos por mi clítoris, y mientras me lamia me masturbaba, estuvo haciendo eso hasta que me vine, y él se tragó todos mis jugos, subió a mi rostro, tomó el pote de chocolate, me roció la cara, y me la comenzó a lamer, vertió un poco más en mi boca, y me beso, un beso que sabía a chocolate pero también a mis flujos, algo así como chocolate con leche; fue el mejor sabor que alguna vez había probado.

Manuel se dispuso a quitarse el pantalón, y una vez desnudo tomo su pené y lo llevo a mi boca, yo lo aleje un poco y le dije que le iba a hacer sexo oral pero a mi modo, el acepto, lo tire a la cama tome el chocolate y comencé hacer lo mismo que el hizo conmigo, luego de besarle el cuerpo completo, tome su miembro, le rocié el glande, y comencé a pasar mi lengua, lo hacía muy lento, le hacía muy pequeños roces con los dientes, el gemía, y eso me encantaba, le echaba más chocolate, y le seguía haciendo lo mismo, hasta que el me tomo por el pelo y me hizo acelerar el ritmo, fui en modo ascendente hasta que el eyaculo y me llenó la boca de semen, parte de este cayó sobre su vientre, yo lo recogí con mi boca, no antes de mezclarlo con un poco de Hershey; Manuel se levantó, me tomo de la mano para que yo también me pusiera de pie, me cargo y me pego de la pared allí comenzó a penetrarme como una bestia, yo le gemía directamente en su oído y cada vez que lo hacía sentía como su piel se erizaba, el no aguanto mucho tiempo en esta posición, así que me tiro en el piso y siguió penetrando, él me decía cosas sucias al odio, y eso me encantaba, tuve un orgasmo, tras otro y así, hasta que cambiamos de nuevo de posición, él me puso de perrito, me halaba por el pelo y me daba nalgadas, sentía que Manuel me estaba rompiendo la vagina, eso me enloquecía, tuve otro orgasmo, y caí al suelo casi sin fuerzas, él se acostó al lado mío, y me abrazo duramos como 10 minutos así hasta que yo le dije "tengo que terminar contigo, no te quedaras a medias. “Lo tome de la mano, lo lleve a ni silla, me le subí arriba y comencé a moverme, gritaba como loca, me movía rápido, el con una mano me sostenía la espalda y con la otra pellizcaba mis pezones, yo me eche hacia adelante, puse mis senos en su boca y me comencé a mover en forma de círculo, él me dijo que se iba a venir, yo le dije que lo hiciera adentro, seguí moviéndome, elevando mi ritmo, hasta que sentí como me llenaba de él, sentía como me iba quemando por dentro, dure un rato con su pené dentro, luego me puse de pie y comencé a hacerle sexo oral, mientras se lo mamaba, el me masturbaba, era algo perfecto, el me pidió que hiciéramos el 69 y yo acepte, fue algo mágico, los dos nos vinimos al mismo tiempo, caímos exhaustos, uno al lado del otro; así duramos unos minutos, y le dije al odio: "Nunca pensé que alguien tan joven me iba a dar tanto placer."

Vi el reloj y me di cuenta que eran las 10 pm y que ya no debía estar allí, me fui muy contenta, y le dije a Manuel que gracias por mostrarme que no necesito de Miguel para sentir placer, él me dijo que no había problema, que él estaría ahí siempre, para cuando lo necesite, me fui a mi casa muy contenta, al otro día recibí una llamada de la madre de Manuel, ella me decía que su hijo estaba muy entusiasmado con la clase, y que quería que fueran dos veces a la semana...

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