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Experiencias en el colegio (Parte 1)

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La primera vez que hice algo con alguien relacionado con al colegio fue a fines de año pasado. Todo comenzó cuándo Facundo, jefe del depto. de Gimnasia, me preguntó si quería ir de asistente a un campamento de primaria, a lo que acepté ya que esos días la verdad no tenía ganas de ir al colegio ya sabiendo que me llevaba casi todas las materias a diciembre.

El campamento iba a hacerse en un predio que tiene el colegio, y como siempre el viaje hasta allá fue largo. Yo fui adelante en el micro con Facundo, otros profesores de gimnasia y dos chicas conocidas que también fueron para ayudar. En ningún momento del viaje sentí alguna insinuación de él conmigo.

Transcurrió todo el primer día de campamento (son dos días y una noche) hasta que llegó el atardecer y había que preparar el clásico fogón, a lo que Facundo me dijo que lo acompañe para buscar madera.

Nos fuimos campo adentro charlando, mientras íbamos agarrando ramas del piso. En un momento me doy cuenta que nos habíamos alejado bastante de donde estaban todos, y se lo digo. Él me respondió que sí, que nos alejamos porque quería que yo esté tranquilo. "¿Tranquilo para qué?" le pregunté; "para que me la chupes" me contestó mientras se bajó los pantalones dejando al aire una verga dormida, pero bastante grande.

No se cómo lo dedujo o solo adivinó, pero acertó cuando me dijo "ya sé que te gustan" mientras se me acercaba, me puso de espalda a un árbol y me besó, apoyándome ese pedazo.

Sinceramente él no era el tipo de hombre que me gustaba (físicamente hablando): cuerpo algo trabajado, yo me inclino más por los robustos. Pero no podía negarme a semejante miembro.

Rápidamente yo fui quien lo puso a él de espalda y, sin dejarlo reaccionar, me arrodillé poniéndome la pija en la boca. La situación no me preocupaba, lo que me preocupo fue el momento que empezó a excitarse. El tronco empezó a hacerse cada vez más y más largo como ancho, dejándome menos espacio adentro de la boca y ensanchándome los labios.

Admito tener experiencia en el tema de los orales, pero en este caso hacía lo que podía. Trataba de meterme lo más que podía adentro pero la cabeza y poco más alcanzaban para hacerme atragantar y lagrimear.

"La tenés muy grande" fue mi intento de excusa al no poder chupar más de lo que quisiera, él solo me contestó que siga, que lo hacía muy bien.

Por más que quería seguir chupándosela mis labios no resistieron más, a lo que tuve que parar y seguir con unos besos en sus huevos.

"Volvé a la pija", lo había escuchado decirme eso dos veces pero quería descansar un poco la mandíbula antes de seguir con ese tremendo trozo que me estaba dando, aunque él se ve que no lo vio de esa forma ya que me agarró la cabeza con las dos manos y sin dejarme reaccionar, me la mandó casi hasta la mitad adentro. Yo no daba más abasto, pero esa actitud me hacía querer chuparla más y más.

Pasaron unos 20 minutos con su verga adentro de mi boca, hasta que sin aviso, acabó. Me tendría que haber dado cuenta ya que unos minutos antes de eso se le marcaron mucho las venas de ese gran tronco.

Y sí su pedazo era algo excepcional, sus acabadas no serían la excepción. Habré llegado a contar unos seis chorros que salieron disparados adentro de mi boca, todos de la misma consistencia, a la misma velocidad y la misma temperatura tibia.

Se masturbó para procurar que ni una sola gota caiga afuera de mi boca, y cuando le la sacó, al fin pude tragarme su leche.

Después de eso volvimos, pasamos la noche y el otro día como si nada hubiera pasado.

Al empezar el otro año me enteré que se había ido a otro colegio, dejándome el recuerdo de ser la primera persona del colegio con el que tuve un encuentro sexual y el dueño de la mejor verga que me comí en mi vida.

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