Nuevos relatos publicados: 13

Fiesta de año nuevo en Ancón 2 (final)

  • 11
  • 11.523
  • 8,82 (44 Val.)
  • 1

El carro volaba, pero él no dejaba de mover sus dedos dentro de mí, yo trataba de no gemir, e intentaba una débil resistencia, no sigas pepe no no no, por favor, llévame a mi casa, me tenía que morder los labios para no gemir de placer, pero mi conchita no podía engañarlo, estaba totalmente mojadita, eso no podía controlarlo, mi cuerpo no era mío, Sandrita que rico, que mojadita estas quedando, así no vas a sufrir mucho, con lo excitada que estaba, no le preste mucha atención a estas palabras, en eso el carro freno.

Salimos del carro, estaba todo oscuro, era la carretera panamericana norte, se veían casas grandes, pero la mayoría con las luces apagadas, el dejo el carro en la puerta, si bien la casa tenia cochera, esta es una de mis casas, se ve que mis vecinos se han ido de fiesta. Y tomándome la mano, me llevo hacia adentro, abrió con una llave la puerta, y prendió la luz.

Yo estaba muy mareada por la cerveza y el wiski, pero veía una gran sala alfombrada, ni bien entramos me cargo como una muñeca y me llevo al centro, me dejo en la alfombra donde había varios cojines, eres mi reina, y se sacó la camisa, mostrando un gran tórax peludo, raro que un serrano tuviera tanto pelo, era como un cilindro con pelos, totalmente diferente a mi esposo que era totalmente lampiño ,estaba temerosa, como una mujer decente como yo había llegado tan lejos, yo estaba sentada, y él se sentó junto a mí, y abrazándome con sus brazos peludos me comenzó a besar, era como un animal, al que no me podía oponer, su lenguota me ahogaba, mientras ,que sus manos rápidas bajaban las tiritas de mi vestido y luego el cierre, posterior, fue bajando mi vestido dejando con los senos al aire, pues el vestido era con copas incorporadas, tenía sus vista fija en mis senos, y se abalanzo comenzando a succionar los pezones, ah aah aha ah no sigas no sigas pepe no nooo…, sentía que me mojaba más al sentir esa lenguota áspera, que hacía que mis pezones se erectaran a mas, que ricas tetitas Sandrita, donde has estado que no te han presentado a mi ese tu primo juan ,y más si eres soltera, cuando escuche lo último, me puse a pensar por unos segundos en mi esposo, pero sus dedos nuevamente se habían metidos debajo de mi vestido y estaban en mi conchita, me regresaron a mi realidad y sentía como me mojaba más y más, él se detuvo y parándose me miro y me dijo, ahora si estás bien mojadita, si te gusto mi lengua y dedos más te va a gustar esto, y sin más se bajó de un tirón su pantalón y trusa, me quede muda y se me abrieron los ojos, ahora si estaba asustada, pepe había descubierto su verga, que era una vergaza de unos 20 cm por lo menos, la de mi marido no era ni la mitad, esta vergota tenía una cabeza roja como una manzana y las venas en su recorrido parecían a punto de reventar, ni que decir si era peludo arriba, era más peludo abajo.

Yo no sabía qué hacer, me moría de excitación, pero también de miedo, nunca le había sido infiel a mi esposo, y nunca imagine ni en mis sueños más húmedos que lo iba a ser con un monstruo así, no no no no lo hagas pepe, diciendo esto no supe que hacer, estaba tan mareada que no podía pararme, así que comencé a gatear dirigiéndome a la puerta, sentí su risa y luego sus brazos que aprisionaban mi cintura, esto va ser solo tuyo Sandrita, toda la noche, estaba en posición de una perrita, con el encima mío, con una mano me sujetaba por la cintura, aunque la verdad no tenía mucha fuerza ni ganas para oponerme, y con la otra mano me arranco violentamente la tanguita que tenía ,que no le dio mucho trabajo, me sujeto entonces con los dos brazos, yo no me había dado cuento pero mis piernas estaban separadas, entonces lo sentí ay ay ay ay ay, me vas a matar, no no.... Sentía como esa cabezota roja que había visto trataba de entrar en mi conchita, ah ah ah ahsi si si...si mi conchita mojada se había comido esa cabezota y ahora estaba entrado todo el resto, nunca pensé que sería capaz de comerme esa maza de carne, pero mi conchita se estiraba y quería mas, pues se contraía como queriendo que toda toda entre, mas mas que rica concha, que rica, ahora si hasta el fondo, aaaaaaa... Senti como la cabeza de su vergaza golpeaba el fondo de mi cosita, entonces comenzó a meterla y sacarla, meterla y sacarla, una y otra vez, me sentía que flotaba ah ah ah métela métela to to da, serrano de mierda, no podía creer lo que hablaba, ya no era yo, me movía a su ritmo, adentro y afuera adentro y afuera, que rico me la muerdes mi mas blanquiñoza, mas mas muérdemela mas, y es que mi conchita se contraía, como no queriéndola dejar salir, sentí que flotaba, ay ay me vengo me vengo, aaaa.... Me vino un orgasmo violento, mi cuerpo se contraía de placer, y se salió la vergaza de mi mientras disfrutaba todo mi cuerpos de esos temblores, el me sentó con delicadeza, me termino de sacar el vestido, y quedamos totalmente desnudos mirándonos, era una imagen grotesca un gordo serrano peludo viejo y una joven blanca joven con un cuerpo delgado, pero que estaba dispuesta a ser su perra por esa verga que tanto placer le daba.

Me echo boca arriba, y puso mis piernas en sus hombros, me miro a los ojos y me dijo ahora si puta vasa sufrir, y sin más ni más me lo metió de un solo golpe, sentí que me desgarraba a pesar de lo mojada que estaba, no podía escaparme me tenía bien sujeta por las piernas, ahora si lo metía y sacaba con violencia, nunca había sentido esa violencia de un macho, luchaba y luchaba y la verga entraba y salía, entraba y salía, mis ojos se llenaban de lágrimas de dolor, esa carne me rozaba cada vez que entraba, sentía como con cada embestida sus huevos golpeaban mi potito, muévete puta muévete, así vas a gozar, yo era una esclava y comencé a moverme, y aunque me crean amigas, poco a poco ese dolor se fue transformando en dolor y placer, una mezcla que nunca había sentido, mi corazón latía a 100 y todo mi cuerpo temblaba, no sabía si rogarle que me la sacara o que me la metiera más, mi cuerpo me dio la respuesta con otro orgasmo.

Sin sacar la verga de mí, se acostó encima mío, sentía todos sus pelos en mi cuerpo, sobre todo encima de mis pezones lo que me volvía loca, comenzamos a besarnos como locos y el movimiento de nuestros cuerpos hacia que todos esos pelos se frotaran en mí, eres mía blanquita, eres mía, yo lo veía a la cara, y le decía, si soy tu perra, pero esa verga es mía, antes de mi esposo, había tenido un par de noviecitos, pero nunca había saboreado una vergota de estas dimensiones.

Me volvió a sujetar las piernas y comenzó a meterla y sacarla violentamente, ya me estaba gustando más ese sexo fuerte, más fuerte gordo de mierda más fuerte más, yo trataba de moverme a su ritmo, y su verga entraba y salía de mí una y otra vez, sentí entonces que mi cara ardía, y también a la vez sentí que él se quedaba quieto, se acostó encima mío temblando, con la verga adentro, me abrazo, y yo lo abrase con mis manos y con mis piernas, entonces amigas ya saben lo que vino, sentí como un chorro de líquido caliente me inundaba toda mi vagina, no me interesaba nada, lo abrase más fuerte, después de un minuto sentí un segundo chorro de líquido caliente, lo abrase mas y más, nos relajamos, nos separamos, rodamos por la alfombra.

Cuando regrese, no se cuánto tiempo había pasado, minutos, horas, no sé ,, ni me importaba, lo vi tirado boca arriba, desnudo ahora si se le notaba la barriga, era increíble, que yo sintiera placer de estar con ese hombre tan feo y vulgar, era increíble que me sintiera su perra, ahora si entendía algunas amigas que salían con hombres superfinos, siendo ellas unas bellezas, teniendo tantos pretendientes guapos, ahora me estaba ocurriendo a mí, me acerque a el que estaba roncando como un chancho, eso que en otras situación me hubiera causado asco, ahora sentía cariño, me acerque y lo comencé a besar, en la boca, en el pecho, le bese el ombligo, mientras el ronroneaba como un gato, y bajando lo encontré, si encontré a la maza de carne ahora como una serpiente dormida, sentí afecto y agradecimiento por esa verga que tanto placer me daba, ya no pensaba las cosas, entonces comencé a besar esa verga, sentí ese saladito dulzón de la mezcla de su semen con mis fluido, comencé a lamer y a limpiarla, sigue putita, sigue más mas, entonces agarre la cabeza con mis dos manos, como para que no se me escapara y comencé a chuparla, poco a poco, mas y más, abrí mas mi boca y conseguí meterla toda dentro, la chupaba una y otra vez, mas Sandrita más chupa así, que ir ir da boquita tan mas, él se retorcía de gozo pero yo no dejaba mi presa, me sentía en las nubes, cuando en ese momento comenzó a sonar mi celular que estaba dentro de mi bolso, con una mano seguía chupando y con la otra alcance mi bolso y saque mi celular, era mi esposo, no podía contestar, no podía contestar, pues mi madre siempre me enseño que no se habla cuando se tiene la boca llena, y yo tenía la boca bien llena, bromas aparte si el supiera que en ese momento tenía una vergota en mi boca se moría, en fin el tenía la culpa por dejarme abandonada en esa fiestas, como se dice me dejo vestida y alborotada, si él hubiera ido a la fiesta nada de esto hubiera sucedido, por otra parte le debería agradecer pues si él hubiera ido, nunca hubiera conocido que el placer no tiene límites y que una nunca termina de conocerse.

Después de dos minutos de chupar, sentí que la serpiente comenzó a despertarse, chupe con más ganas y la verga se paró nuevamente, yo la lamia por los costados, sentí que él se levantaba, sin decir una palabra, me puso boca abajo y después puso dos almohadas, debajo de mi vientre, dejándome nuevamente como una perrita, comenzó a lamer mi potito y a llenarlo de saliva, yo ya sabía y Uds. Amigas lo que venía, pero no hacía nada para detenerlo ni escapar, nunca había dejado que mi esposo me la meta por atrás siempre me había rogado, ni borracha lo había dejado, y ahora con un extraño viejo, gordo y feo, lo dejaba que me preparara, Sandrita ese culito te lo voy a romper, para que cada vez que cagues te acuerdes de mí, me sujeto bien por atrás y comenzó a meterlo poco a poco, despacio gordito, soy virgen por ahí, rómpemelo, soy tu perra, pero despacio despacio, desee... ayllu, el hijo de puta se aprovechó y de un golpe metió la cabeza, sentí que me rasgaba, lloraba, lloraba, pero lo hacía como un sacrificio a tu macho, gordito mi culo es tuyo ay ay, el temblaba más y más, estaba tan apretadito mi culito, que no pudo evitar venirse, sentí nuevamente su semen dentro de mí, esta vez en mis intestinos.

Se levantó y ayudándome con una mano, me pude levantar, los dos desnudos caminamos al baño, allí nos bañamos juntos, mientras nos besábamos, había sangre en el piso de la ducha pero no sentía dolor en ese momento, quédate Sandrita a vivir conmigo ,te daré de todo, serás mi reina, yo me reía y miraba al suelo, tu estás loco pepe, que dirían mi familia, mis primos, el me sujeto por los hombros y me dice, pero tú eres soltera, entonces cásate conmigo, yo tengo dos hijos ,pero soy divorciado, anda di que sí, yo le sonreí le di un beso, y le dije soy casada, soy casada mis primos bromeaban porque mi esposo no pudo llegar a la fiesta y ellos no lo pasan, el que llamo por celular era el, el cerro los ojos, se mordió los labios, por unos segundos, y mirándome a los ojos me dice ya decía que eras demasiado perfecta para estar sola, pero deja a ese huevo, deja a ese maricen que ni siquiera ha sido macho como para romperte el culo, si bienes conmigo te daré placer todos los días, esta verga será solo tuya, lo mire moviendo la cabeza, llévame a mi casa pepe, todo esto ha sido un sueño pero debemos despertar, nuevamente me sujeto y me dijo, no te dejare ir si no me dices que lo vas a pensarle asentí con la cabeza, nos cambiamos.

En el camino de regreso no hablamos mucho, yo pensaba y me acorde que hace dos semanas me había quitado la t de cobre que usaba para cuidarme, pues con mi esposo habíamos decidido intentar tener un hijo, mi esposo y yo éramos blanco, como le iba a explicar si mi hijo nacía serrano, peludo y trinchado, bueno mi abuelo creo que era indio, tengo una foto de él, voy a tener que comenzar a hablar de mi abuelo con mi esposo, solo por si acaso.

Escríbanme si les gusto [email protected].

(8,82)