Luego de perder una apuesta con mi novia, tuve que hacer algo que me dejaría marcado en lo sexual. El castigo consistió en usar la ropa de ella e invitar a un desconocido al departamento y practicarle sexo oral hasta que se venga en la boca mientras él lo filmaba con el celular. Y así pasó.
Me puse un sostén morado y una tanga roja con corazones rosados como ropa interior. Encima un vestido largo estampado, un collar de bolitas como perlas y pulseras de piedritas verdes. Me pinté los labios y me puse un antifaz. Con todo eso abrí el Facebook y empecé a aceptar solicitudes entre ellas la de Alex. Iniciamos una videollamada y me dijo que le gusté y quería estar conmigo. Le dije que venga pero que, cuando entre, no pase más allá de la puerta que ahí le iba a hacer sexo oral y nada más, el aceptó y me dijo que llegaba en 15 minutos.
Yo estaba muerta de los nervios, me temblaban las manos y hasta sentí que la presión se me bajada así que me comí unos dulces para sostenerme. Cuando llegó, entró y se quedó en donde habíamos pactado. Me miró y me empezó a tocar por encima de la ropa, me levantó el vestido y me vio las nalgas y me decía lo rica que estaba mientras yo le tocaba el pene por encima del pantalón. Alex, el desconocido, era alguien de unos 45 años, 1.80 metros y de buen físico. Me quitó la ropa y me dejó sólo en tanga y entonces me arrodillé y el se sacó el pene semi erecto. Primero lo empecé a lamer y luego a mamar. Me imaginaba como las chicas de las películas y el me pedía que le pase la lengua por las bolas y que me trague todo su pene a lo que yo trataba de cumplir. Ya lo escuchaba respirar hondo y esperaba que me llenara la boca cuando me toma de la mano y me levanta, me pone de espaldas a él e inclinada contra un escritorio y me baja la tanga un poco. "No voy a meterlo, sólo voy a jugar con tu culito" dijo. Me pasaba el pene en medio de mis nalgas y en un momento empezó el vaivén y sentí como entraba la puntita. "Sólo la cabecita" le dije y dijo que sí que sólo la puntita. Pero sentí como si me estuviese dejando caer saliva en el ano y empujaba cada vez más hasta que me empezó a doler y me dijo "Sshhh ya sa le abrí". No podía creer que me haya dejado llevar como una chica novata por ese juego. Y ahí estaba yo: con un antifaz de gatita, con una tanga roja de corazones, los labios pintados y un viejo agarrándome de la cadera con su pene adentro de mí. Me empecé a excitar al ritmo de sus embestidas y su respiración hasta que sentí algo tibio adentro y que sus gemidos fuertes me indicaron que me estaba llenando el culo de semen. ¡Mierda!, pensé, me sentía excitada y nerviosa pero disimulé que no. Cuando terminó de llenarme se acomodó la ropa y yo me subí la tanga. Me preguntó que si nos volveríamos a ver a lo que le dije que sí pero por Facebook acordaremos. Cuando cerré la puerta, al moverme, sentí baboso atrás, era el semen escurriendo y cuando fui al baño vi que mi tanga al frente estaba empapada. No recuerdo haber eyaculado pero estaba muy mojada.
Alex sólo grabó el oral el resto sólo se escucha el audio. Pero no importa, mi novia me pidió que editara el vídeo y ahora lo tenemos como un recuerdo y bromea de mi debilidad por dejarme coger.
¡Besos!
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