Nuevos relatos publicados: 6

Sexo con una nena preciosa

  • 2
  • 9.070
  • 8,85 (13 Val.)
  • 0

Cuando tú mano suave y delicada asió mi verga dura ésta estaba caliente. Enseguida quise verte el culo. Llevabas una coleta corta que te dejaba el cabello en pinchos. En seguida vi en tu cara el deseo, la placidez. Te bajé los pantalones de lycra negros.

Tú culo redondo, tierno maravilloso. Lo sobé suavemente, amasándolo, sobándolo, disfrutando tu culo de niña mujer. Delicioso, suave. Te levanté las nalgas con mis manos fuertes, un gesto que me encanta hacer y vi que tenía suave vello repartido desde el ano hasta tu coquito. Y esto me puso más cachondo. Me dio un impulso irrefrenable, incontenible. Ahí en tu raja el vello era más abundante, negro y duro. Tu piel blanca, en contraste con tu vello limpio y oscuro, fino y después hirsuto, me volvía loquito. Me agaché y puse mi cabeza debajo de tus piernas para besarte, para lamerte hasta que te corrieras.

Tú doblaste un poco las rodillas y te comencé a lamerte el coño. Mi corazón iba a cien por hora. Mi verga empalmada quería soltar su leche. Tenía espasmos en momentos. La tenía al aire. Mis pelotas cubiertas de vello. Mi cuerpo estaba muy caliente. Te lamía y disfrutabas. Echabas tu cabeza hacia atrás sonriendo de placer. Gemías de vez en cuando. Mientras, te acariciabas los pechos pequeños, pellizcando suavemente tus pezones con dos yemas de tus dedos, como te gusta. Noté que te venías en mi boca y en ese momento me puse más cachondo. Mi corazón estaba al máximo, bombeando, golpeando mi pecho, desbocado. Cuando noté que te venías en mi boca mientras te lamia la raja me corrí.

Tenía mis manos puestas en tus piernas y las acariciaba disfrutando de su suavidad. Mi rabo, largo y gordo estaba suelto y sin habérmelo acariciado en ningún momento ni estar tocándomelo en ningún momento se empezó a tambalear en grandes contracciones eyaculando un largo chorro y medio de semen, que cayó en tus pies, en tus zapatos, parte en tus piernas y en el suelo. Maravilloso.

(8,85)