Nuevos relatos publicados: 18

Los universitarios y su comida con mi ingrediente secreto

  • 5
  • 13.793
  • 8,20 (10 Val.)
  • 0

Hola, me presento. Trabajo en una universidad en la Licenciatura en Deporte y Cultura Física. Esto sucedió por primera vez un 11 de diciembre del 2010 y fue el comienzo de un fetiche muy grande que deseo compartir con ustedes. Como ustedes saben, se han hecho muchos estudios en los últimos años investigando las propiedades del semen y en los cuales se han descubierto gran cantidad y variedad de nutrientes buenos para nuestra salud y nuestro bienestar físico y emocional.

*********************************

EL PRIMER CASO

Es normal que los alumnos que van a egresar de la licenciatura hagan prácticas profesionales antes de salir o durante la carrera en sí. En una ocasión tuve a 11 hermosos estudiantes hombres universitarios a mi cargo, exquisitos y de gran gusto verlos entrenar. Todos ellos rondaban entre los 21 y los 24 años, sólo uno tenía 25 y ya era padre de familia (lo que me encantaba aún más).

A pesar de ser mis alumnos eran como mis amigos, aunque yo más que amigos los veía como carne fresca y sabrosa la cual no podía desperdiciar y a veces salíamos juntos y platicábamos, lejos de una relación alumno-profesor, nada sexual, si no como amigos para crearles confianza.

Un día, cité a mis practicantes, los cuales ya me tenían confianza y aprecio, (soy muy querido en la universidad) para que vinieran a mi casa a revisarles sus informes de prácticas finales, no era la primera vez que les pedía que vinieran, y siempre que iban comían en mi casa, nos llevábamos muy bien. Pero esa vez habría algo de especial en su alimento, algo que esos pendejos disfrutarían sin darse cuenta de lo que se iban a alimentar.

Llegó el día y me puse a preparar la comida con mi objetivo siempre en mente: alimentar a mis queridos alumnos con mi comida y agregarles mi ingrediente especial de macho. Darles su biberón que desde hace mucho tiempo habían dejado de tomar, pero que era bueno para su bienestar físico y emocional, y para que crecieran fuertes mis condenados muchachos.

Había pensado en hacerles una botana sencilla para el partido el cual habíamos quedado de ver después de revisarles sus informes, pero creí que iban a tener mucha hambre pues ese día que terminaban sus prácticas iban a estar muy ocupados y cansados y no habrían comido bien, así que hice un poco de sopa con una receta medio extraña, no sé de qué país provenía, sólo tenía anotados los ingredientes y los pasos para hacerla.

Contenía especias e ingredientes especiales que de igual manera me serviría mejor para camuflar el esperma, unas quesadillas también les haría (esas irían sin nada de lefa) y unos flanes como postre elaborados también con mi exquisito manjar masculino. Empecé haciendo los flanes para el postre, dividí los ingredientes, puse el azúcar, el agua, el crémor tártaro y a la hora de hacer la mezcla de los ingredientes, bajé el cierre de mis vaqueros, me quité el cinturón y comencé a masturbarme encima de la crema, la leche condensada, los huevos y la vainilla.

Tardé unos minutos mientras pensaba en ese postre que comerían mis amados alumnos hasta que eyaculé directamente sobre la mezcla, ¡se veía genial!, fue una gran corrida por la excitación, noté que se me había caído un vello púbico sobre la cubierta de la mezcla así que lo quité con el dedo y después escupí con grandeza sobre la misma. (A veces cuando eyaculo guardo con una cuchara en pequeños frascos de cristal el semen y los meto dentro de un refrigerador para cualquier posible uso posterior. Otras veces suelo echarle a la comida directamente mi semen fresco y reciente).

Saqué un recipiente de cristal que tenía guardado en el refrigerador con la cantidad de 13 corridas recientes en los últimos días (como 16 cucharadas de dulce y aromático semen), abrí la tapa y olí el frasco ¡Era un olor sensacional! ¡Olía a presencia y poder de hombre! Cerré la tapa y lo dejé escondido detrás de un estante en la cocina esperando a que tuviera una temperatura normal y se derritiera un poco su consistencia para poder diluirlo más fácilmente.

Muy contento me puse a hacer la sopa, no era nada difícil esa receta, pero si un poquito laboriosa y más para 11 personas, pero adecuada con el fin de poder disimular el sabor mientras lo que los flanes terminaban de hornearse. Ya cuando el esperma en el recipiente que había guardado en el estante estaba como recién eyaculado, eché todo el frasco lentamente mientras veía mi semen caer en medio de la cazuela de la sopa (13 corridas en una cazuela enorme de sopa para 11 personas), tuve una gran erección, pero traté de comportarme y entonces comencé a mezclar, mezclar y mezclar muchísimas veces, tanto así que terminé con el brazo cansado.

Fue entonces que llegaron en grupo mis adorables y sexys alumnos, algunos muy guapos, de buenas piernas, trasero, brazos y pecho. Estaban para comérselos. Venían de asistir por último día a sus prácticas en una unidad deportiva y del gimnasio. Estaban cansados y hambrientos. Habían pasado 5 horas en ejercicio y no habían tenido la oportunidad de comer bien, además que se habían esperado a venir a mi casa…

(8,20)