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Juegos lésbicos en el baño

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Isabel dejó escapar su último suspiro de satisfacción y con ello la mirada sorprendida de las chicas. Pero eso no fue lo que me inquieto, fue el hecho de que Isabel al verlas volvió agitarse y su respiración se volvió una vez más irregular ¿era porque sus amigas la habían descubierto o porque le gustaba que la observan? Baje aún más el vestido dejando vulnerable ante todos los ojos a sus arrugados y sensibles pezones rojos y maduros como los labios que mordía Isabel. Escuche a Angie jadear cuando tomé el pequeño capullo en mis labios y lo chupe sin piedad. Isabel se arqueo entre temblores con su mirada pendiente de las dos chicas aunque sus ojos se concentraban en jean. La pequeña jean, en su mirada escondía una combinación de sorpresa e indignación hasta llegar a las más dulce apenas contenida Liguria.

Subí su mano hasta sus hombros y con dos dedos la baje despacio rozando apenas su piel hasta llegar a su mano; La cual tome llevándola hasta el interior de sus músculos. Cuando tocó su pequeño botón ella misma tomó el control. Buscando su placer.

Toc… toc…

Las dos chicas se sobresaltaron

-Angie abre la puerta y distráelo -ordene, ella aceptó complaciente

June parece de nuevo confundida y trata de alejarse de mi

-esto no está bien-negando con la cabeza me hablo con voz dudosa y confundida.

-y ¿que si lo está?-le susurre al oído-conozco cada uno de tus secretos, hasta los que no dices-tome su cuerpo y la gire hacia donde estaba Isabel -mírala, ¿no es hermosa? -la respiración de june se volvió superficial y de su escote pequeñas perlas de sudor se resbalaron por su cremosa piel.-sus mejillas sonrojadas... él mismo color que tendrá cuando la azote, ¿puedes imaginar como de hinchada y de mojada se pondrá?, como su pequeño anillo se estremecerá con cada sacudida para finalizar con un azote entre los labios de su coño-con mi mano encontré sus bragas-Sus fluidos se resbalaran por sus piernas. Mi fusta arrastrare sus fluidos hasta su culo necesitado para penetrarlo solo con la punta... dejándola pedir más, negando el orgasmo-acaricie su coño aun con las bragas puestas. Gime-¿puedes imaginarlo? ¿Puedes hacerlo por mí? June… -pase su cabello hacia la espalda y susurre en su cuello creando un sonido amortiguado-¿te gustaría que lo hiciera? ¿Me observarías o me ayudarías? O tal vez te deje hacerlo- sus jadeos son cada vez más rápidos. Muevo la tanga tomando un poco de sus fluidos pero en vez de penetrar los lleve hasta su anillo y sorprendiéndome ella se abre para mí como la mariposa sexual que sé que esconde y sin ningún reparo la penetro-sería duro y delicioso, dejándonos ver como sus jugos y gritos nos piden... Nos llaman - liberó la mano de su clítoris y aunque llora la pérdida busco rápidamente mi bolso y tomó el control de él vibrador de Isabela y lo pongo en 3. Isabel se arquea y pone los ojos en blanco. June reemplaza mi dedo en su clítoris -estas cerca- sacó el dedo de su culo y meto dos aumentando la velocidad, los jadeos de ambas se intensifican y observo fascinada como los ojos de june e Isabela conectan justo antes de correrse.

Saco los dedos de su interior y con ellos limpio su cuello tomando él algunos rastros de sudor y me lo meto a la boca. La beso y compartimos ambas su sabor y su sudor mientras ella me regala los últimos gemidos de su orgasmo.

-¿qué fue eso? ¿Qué está pasando hay? -la voz del guardia me regresa a la realidad

June aún tiene los ojos cerrados con los dedos aun en su interior y aunque quiero arrodillarme y lamerla hasta dejarla seca. Angie necesita ayuda -espérame-le susurro, ella no responde.

Me dirijo hacia Angie que está inquieta moviendo las piernas con insistencia, una visión de su corto vestido.

-lo siento señor, ya salimos pero las chicas necesitan un momento más- digo con una sonrisa inocente. El hombre tiene en su musculoso pecho una camisa que dice SEGURIDAD y de repente me vienen unas imágenes realmente no muy seguras. Es más alto que no nosotras, su cuerpo es estructural por lo que debe haber hecho mucho trabajo de campo y por lo que noto también está muy bien dotado

-lo sentimos mis amigas y yo... nosotras-traga saliva cuando corro las uñas por su pierna y subo despacio hasta su culo. Sus grandes pechos se empiezan a apretar y levantar cuando toco el interior de sus músculos. Ignorando completamente su clítoris. Ella se aleja de mí pero yo la castigo jalo su bragas y soltándola para que conecte directo con su pequeño botón. Ella jadea

-¿Esta bien señorita?-la voz del guardia sale ronca y gutural. Eso me hace pensar que sabe lo que está pasando entre nosotras y eso sólo logra excitarse más. Sonrió con malicia.

-¿si Angie estas bien?- subo mi mano libre hasta su rostro rozando intencionalmente sus grandes pezones con mi mano-necesitas ayuda ¿quieres que te alivie un poco?-empiezo a frotar sus labios esperando la humedad que no demora en llegar- a ¿que no es una buena chica? ¿Verdad que lo eres Angie?

-sí- respondió entre jadeos

De las cuatro ella es la más educada y respetuosa casi tanto como june. Sin embargo desde los dieciséis la he observado; cómo miraba los pechos de las chicas aun sabiendo que los de ella eran lo más grandes; una vez me pidió que si podía tocar los míos, sé que para ella fue como un juego pero yo vi más. Ahora puedo ver como olvida tus inhibiciones y sus limitaciones hasta esa timidez cuando está en medio del placer. Veo como baja los ojos y ve crecer los pantalones de hombre de seguridad aumentan de tamaño. Sus ojos dilatados. La recompenso y meto dos dedos en su interior.

El hombre nos mira con lujuria. Veo a mi Angie y siento lo que quiere. Me acerco a su cuello y susurró lo suficiente alto para que ambos escuchen-si estuviéramos en otro lugar te obligaría a arrodillarte con las piernas separadas-ella levanta su mano y por encima de la ropa acariciando sus pezones sobre él vestido mientras hablo-te obligaría que abrieras el pantalón de ese hombre y lo lambieras hasta que llegara al orgasmo mientras yo te acaricio y te penetro con uno de mis juguetes -le digo con voz controlada- ¿Eso es lo que quieres, cierto? Que te obligue, porque te gusta la presión, que te digan cómo hacerlo- acaricio su abundante humedad-y disfrutaras cada segundo de ello ¿cierto?

-si

La frustración me llena al no poder cumplirla al escuchar cómo llega gente.

Saco los dedos de su interior, negándole el orgasmo aun cuando ella replica-silencio Angie.

El hombre observa con una terrible erección en los pantalones -ambos sabemos que no va a pasar, al menos no ahora ni con tanta gente- él hombre va hablar pero lo callo poniendo los dedos aún húmedos del placer de Angie en su labios, él los abre y bebe de ellos absorbiendo mis dedos con dureza haciéndome saber que le gusta y que así desea que absorban su pene.

Respiro hondo llenándome del delicioso aroma del placer combinada de las cuatro más el pequeño bonus que representa el hombre de seguridad. Lo que le haría con la corbata en su cuello debería ser ilegal.

Es hora de la pijamada.

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