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¡Qué vacaciones...! (Capítulo 2 de 3)

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Dicho y hecho, nos salimos del Jacuzzi, nos secamos unos más y otros menos y nos fuimos del baño a desayunar a la habitación, allí había lo típico, tostadas, bollería, cafés, zumos, estábamos los cuatro desnudos, saciando nuestro apetito encima de la cama, en un tenso silencio que se podía cortar, tanto Juan como yo teníamos las pollas morcillonas, pero las niñas tenían los pezones aún duritos y brillantes por el baño, así fue Lucía la que rompió el hielo, ....

―Oye, ha estado genial, esto hay que repetirlo, si no te importa amor, - dijo mientras le daba un beso a Juan.

―A mí que me va a importar, ha sido lo más salvaje que he hecho en mi vida, pero espero que Jacobo me deje un poquito más a Sylvia, que te tengo unas ganas ...

―Ven aquí, no seas celosín, que aquí no se queda nadie sin nada. Dijo mi mujer mientras agarraba la polla de Juan, dándole un chupetón en el capuyo.

Continuamos desayunando, y sin darnos cuenta se abrió la puerta, era la chica del servicio de habitaciones, no habíamos colgado nada y entró sin llamar, llevándose las manos de la cara cuando nos vio y empezó a pedir disculpas sin parar, era una chica de cómo 20 años, rubia, ojos azules, menudita, con el pelo largo recogido en una cola, ...

―Perdón, perdonen, no sabía que había nadie, es que soy nueva, y no estoy aún acostumbrada, por favor, no digan nada, no quiero que me echen, sólo llevo dos días, y quiero aguantar todo el verano, necesito el dinero, por favor ....

―No te preocupes, guapa, que no pasa nada, no vamos a decir nada, pero tu se también un poco discreta, no queremos ser el comentario de todos los camareros y camareras del hotel, eh?

―Por favor, en absoluto diré nada, vuelvo luego.

Dicho y hecho, se fue la chica y en eso aprovechamos para vestirnos un poco, entre idas y venidas nos tocábamos, nos besábamos, Juan le dio unas chupaditas a mi mujer en los pezones, mientras Lucía se daba un morreo con ella, y yo aproveché para ayudarla a ponerse el bikini.

Una vez vestidos nos fuimos a la piscina, era una piscina alucinantemente grande, con un montón de hamacas alrededor, cogimos cuatro, pusimos las toallas y nos pusimos a descansar, me metí en el agua y acto seguido vino Lucía tas de mi......

―Oye, Jacobo, no sabía que fuerais tan liberales, te he gustado?

―Joder, Lucía, esto ha sido muy heavy, estoy deseando cojerte, te vas a enterar de lo que es bueno, te voy a estar follando hasta que pidas que pare ...

―Si lo haces tan bien no como dices no creo que tenga ganas de parar, yo no soy como Sylvia, yo puedo seguir follando aunque me corra,......

Dicho esto se agarró a mi y me dio un morreo mientras juntaba sus tetas con mi pecho, yo no le seguí el rollo un poco por corte, e instintivamente miré hacia Juan y Sylvia, que no estaban en las hamacas .....

―Coño, donde se han metido estos dos? – Dije sorprendido.

―Míralos, allí van de la manita – Me dijo Lucía mientras Juan y Sylvia iban de la mano en dirección a nuestra habitación.

―que iran a ahcer sin avisarnos?.

 

De repente me salió una vena como de celoso, pero no eran celos, era curiosidad.

―Los seguimos sin que se enteren? Vamos a recepción a pedir copias de nuestras habitaciones, decimos que han salido nuestras parejas y así tenemos libre albedrío.- Me sugirió Lucía, que estaba igualmente intrigada.

Así lo hicimos, convencimos a la Recepcionista y nos fuimos a la habitación, esperamos un poco y entramos en silencio. Nada más abrir pudimos oir a Sylvia gemir profundamente y el sonido venía de la habitación, nos metimos en el baño desde el cual, y gracias a la disposición de los espejos podíamos ver sin ser vistos ....... Juan estaba comiéndole el coño a mi mujer mientras esta gemía sin parar al borde de la cama..

―Sigue, Juan, sigue, meteme la lengua, así, más, más, .....

Sylvia aún tenía puesta la parte de arriba del bikini, aunque Juan estaba completamente desnudo, con la polla tiesa haciéndose una paja, con la boca dentro del coño de mi mujer, que se abría de piernas todo lo que podía, y ayudaba a mi amigo con las manos, le empujaba hacia ella, en esto Juan se separó un poco, se puso de pie y se la metió de golpe, la había abierto tan bien de piernas que entró como un cuchillo en la mantequilla, ....

―te gusta, eh? Te gusta, te voy a follar estas vacaciones como no te han follado en tu vida, a partir de ahora Jacobo te a saber a poco, y me vas a pedir que te visite para correrte a gusto .........

―sigue Juan, me encanta, dime lo que quieras, pero follame hasta reventar, follame .......

―Toma, toma, .... ah ah ah ven aquí .............

La agarró con fuerza y le dio un morreo, no se separaban, estaban cada vez más juntos, se movían como animales ella lo había agarrado con fuerza con las piernas y el había trepado un poco en la cama, ahora veíamos el culo de Sylvia completamente abierto y la polla de Juan entrar y salir sin compasión, .... tanto Lucía como yo estábamos amarrados como dos niños escondidos, con la respiración acelerada, pero no teníamos ganas de interrumpirlos, ....... pero no hacía falta, Juan estaba a punto de caramelo, .....

―Sylvia, me corro, me estoy corriendo, Diooooooos, que fuerte, toma, toma ......

―No pares ahora, no, dame más, necesito más, cabrón no termines, aguanta, por favor, .......

Juan se corrió en el coño de mi mujer, y calló literalmente agotado a su lado, eran muchas emociones juntas, Sylvia empezó a frotarse con su mano como desesperada, pero eso no podíamos permitirlo, ...

―que sinvergüenzas, jugando sin nosotros, eh? Deja, que yo termino lo que no ha acabado mi marido, quiero saber a que sabe una mujer, ....... ven aquí .... – Dicho esto Lucía se puso a comerle el coño a Sylvia, mientras le preguntaba ¿Te gusta? ¿te gusta? O lo hace mejor mi marido,.....

―Noooooo, no pares, como lo comes, guarra, sigue, no pares,

Lucía estaba llevando al cielo a mi mujer, que no se podía estar quieta, yo me puse detrás de ella, le baje el bikini y empecé a comerle el culo, se lo abrí con las dos manos, le metí la lengua y le echaba algo de saliba, y lo empujaba con los dedos, empecé a pasarle la mano por la rajita y a traer los fluidos de su coño...... estaba agarrandome la polla con la mano que me quedaba libre, y me acomode para metérsela por el culo al Lucía, no me lo pensé dos veces, ni pedí permiso, me costó algo de trabajo, pero de un empujón se la metí .....

―Cabrón, que haces? Me dijo, aunque sin mucha convicción.

―Te voy a reventar, calla, que me vas a gritar que no pare....... y dicho esto le di un cachete suave, - Toma zorra, y cómele el coño a mi mujer, que le gusta...

Juan estaba mirándonos, pero su rabo no se recuperaba, estaba flácido, descolgando hilos de semen sobre sus dedos que le sujetaban la polla, mientras yo seguía bombeando dentro del culo de Lucía, que le estaba metiendo la lengua a Sylvia por el coño, mientras se abría el culo cada vez más, en una de estas se me salió la polla y no pude aguantar más, le llené la espalda de semen, Syvia empezó a convulsionarse y Lucía no paró de comerle el coño, ella tiraba del pelo para que saliese, pero Lucía no quería parar, en esto se levantó y se puso sobre la boca de mi mujer, que le devolvió el favor, proporcionándole un orgasmo bestial, .......

Así quedamos todos reventados, yo estaba de rodillas sobre la cama viendo a mi mujer y a su amiga limpiándose mutuamente con las lenguas como dos pequeñas gatas, y Juan estaba con su polla flácida sobre el sofá, y nos dijo .........

―Oye, a este ritmo yo no aguanto ni un día más, lo siento, voy a acabar de palmero ....

―No te preocupes, le dijo Sylvia, ahora vamos a por Viagra para los dos, así podéis estar empalmados sin mucho esfuerzo, y eso que nos llevamos nosotras, vale?

Ahí creo que empezó de verdad las vacaciones más impresionantes que nadie pueda imaginar.

 

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