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Con la Iglesia hemos topado. Capítulo I

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Los dos curas entraron en el despacho acompañados de una joven, esta no pasaría de 27 o 28 años y sólo preguntaba por qué a su hijo se le castigaba e insistía en que ésa no era forma de impartir la catequesis. La conversación se calentó y el padre Damián, que pasaría largo de los 70, ofreció una tila a la joven, para ver si se tranquilizaba y continuar con la conversación. Ella aceptó y el padre Jusepe, que rondaría los 30 y pocos, fue a prepararla, pero al regresar la chica se había crispado al oír qué el niño mentía. Agarro la infusión y tomó dos tragos largos, pero al volver a retomar la conversación el padre Damián la aconsejó tomarla calentita. Tras tomar otros dos sorbos empezó a acalorarse, soltó tres botones de su camisa y cogió unos papeles para darse aire. El padre Jusepe la ayudo a acomodarse en un sofá que había en la estancia justo antes de que perdiera el conocimiento y se volvió con cara de susto para ver cómo el padre Damián se recostaba en su silla y decía:

-te dije que castigando al niño ella sola vendría a nosotros, ahora dale las gotas y nos dejamos hacer.

-cuantas? Tres?

-no, dale cuatro, o si no cinco, que se ponga bien cachonda.

El padre Jusepe miro de reojo una webcam qué apuntaba hacia el centro de la habitación y puesto de espaldas a ella saco de entre su sotana un frasco del que puso cinco gotas en la boca de la joven, luego miro con disimulo bajo su falda y dijo:

-bragas, esta lleva bragas.

-por fin una decente, no sé qué manía tienen con los tangas, parece que quieran pasar frío y al final las vamos a ver el culo igual.

La joven empezó a despertar y miró al padre Jusepe, que estaba de pie junto a ella y acusando un terrible dolor de cabeza dijo:

-uy padre, esto es muy raro.

-qué te ocurre hija?

-no sé pero es muy raro, necesito confesión.

-pero que te ocurre?

-ave María Purísima.

-sin pecado concebida.

-padre... no sé qué me pasa...

-quieres confesar algún pecado?

-los pasados no me importan, lo malo está por venir.

Y dicho esto la joven alargó su mano hasta coger el miembro que el cura escondía bajo la sotana. Mientras ella se quitaba la camisa él recogió sus ropajes y mostró un miembro erecto, la joven se arrodilló ante él y fue cubierta con la ropa del cura mientras empezaba a chupar. Debajo de las telas se adivinaba una forma esférica que el sujetaba tirando una y otra vez y provocando que la joven gimiera y tras rato de disfrutar así, el cura sujetó fuerte sin dejar que se retirara y pidió perdón al señor moviendo unas últimas veces las caderas hacia ella, cuando retomó la respiración la soltó y ella, medio ahogada, salió relamiéndose y vio que el padre Damián la esperaba con una mano tendida.

Éste la llevo hasta una silla en medio de la sala y recogió su sotana para sentarse y "dejarse hacer". La joven, de rodillas, nuevamente fue cubierta por las ropas del cura y mientras ponía todo su empeño en aquello el padre Jusepe la cogió por las caderas y, sin que el padre Damián la soltase la cabeza, la ayudo a levantar la cintura, luego recogió la falda y rasgo sin cuidado los pantis, bajo las bragas hasta las rodillas y, cubriendo sus cuartos traseros con las ropas, empujó mientras sujetaba su culo provocando en ella un fuerte gemido. Ambos tiraban hacia si de ella que movía las manos allí debajo, casi tapada por completo, intentando salir. El padre Damián también pidió perdón al señor y respiró fuerte al decir:

-mi espíritu esté contigo.

Después de soltarla, ella se descubrió respirando con ansia y mirando hacia atrás como el padre Jusepe la poseía con fuerza. Denotaba sentir placer puesto que mordía su labio inferior después de decirle al cura que había sido mala, que impusiera penitencia y el padre acelerado dio unos últimos empujones y tras recoger la sotana saco su miembro descargó sobre el culo y la falda de la joven diciendo:

-mi bendición caiga sobre ti.

Ella paso sus dedos por aquello y dijo:

-qué pena.

-con mis años no me permiten culminar de otra forma.

-pues que desperdicio.

Y lamiendo sus dedos se giró hacia el padre Damián que permanecía aun sentado. De una patada se quitó las bragas y montando sobre el padre se dejó caer hasta sentir como aplastaba sus testículos. El parecía impasible y apenas moviendo los labios, pero ella se descubrió los pechos y tiro de él hasta sentir su lengua y el roce de sus dientes sobre los pezones. El intentaba respirar mientras ella no paraba de gemir y gozar, cogía las manos de él y las llevaba hasta su culo, y no dejaba que se retirara de su pecho pero al oír al cura pedir perdón al señor supo lo que llegaba y pregunto:

-padre, usted culmina dentro o fuera?

-yo dentro hija, yo dentro.

Ella sintió las uñas de el en sus muslos mientras resoplaba entre sus pechos, y no conforme siguió botando un par de minutos más sobre el cura hasta sentirse también "dichosa".

Tras recuperar la respiración miro al cura extasiado y se levantó chorreando pero con ganas de más así que se giró hacia el padre Jusepe, que la esperaba "polla en mano", y decidida iba a por él, pero el padre Damián dijo:

-padre Jusepe, dele agua a la joven, que se va a deshidratar.

-no, esperamos otro poco.

-he dicho que le de agua.

Y rezongando entre dientes el padre Jusepe le dio una botella a la joven quien, casi de un trago, la tomó por completo. Nuevamente la joven perdió el conocimiento y después de varios minutos, y tras haberla acomodado de nuevo en el sofá, la despertaron. La joven notó la ausencia de sus bragas y se dio cuenta de sus pantis rotos así que, asustada, pregunto por lo sucedido. El padre Damián dijo:

-vete a casa y piensa en lo que has hecho.

La joven salió "como alma que viene el diablo".

Al día siguiente, sin previo aviso, ella se presentó ante los curas pidiendo explicaciones por las bragas desaparecidas y por un tremendo escozor íntimo. Los curas le mostraron el vídeo grabado por la webcam y dijeron que con unos retoques parecería consentido, que la iglesia los taparía a ellos, pero a ella? Quien la iba a creer? La joven quería morirse pero cuando pensaba que no podía ir a peor el padre Damián dijo:

-ayer te portaste muy bien. Necesitamos una voluntaria para los martes, que venga y "nos atienda".

-ni de coña.

-tu verás, ya te dije que con unos retoques... Luego lo ponemos en redes sociales y explícaselo a tu marido y a tu madre, y a todas las personas que lo vean. Te aconsejo venir el martes por la tarde, es sólo un ratito. Ahh y ven decente, con falda, medias para que este bestia no te rompa los pantis y con bragas blancas que son del color de la pureza, nada de tangas. Ale bonita, piénsalo, junto a nosotros te ira bien.

En aquel momento ella sintió que se hundía su mundo y que no había otra salida que ceder y se fue con la mirada nublada por las lágrimas.

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