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Manoseada en el bus

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Hola mi nombre es Karla y les relataré como un chico atrevido me manoseo toda ayer en un autobús público.

Como ya dije me llamo Karla, tengo 18 años, alta esbelta y de piel blanca, soy pelirroja vivo en Tlaxcala, México y curso actualmente 2do grado de preparatoria. Soy alegre y educada aunque también algo caliente cuando la ocasión ideal se da.

Yo como ya mencioné estudio la prepa y salgo del colegio a las 7:00 de la noche, esto me ocurrió justo ayer fue tanto en el principio desagradable pero después lo disfrute bastante y hasta tuve un rico orgasmo, fue muy caliente esa tocada que él me dio. Salí a las 7:00 del cole y me dirigí directamente a la parada de transportes, ya había pasado mucho tiempo sin que llegara uno sólo y estaba bien cansada y desesperada, para mi mayor desafortuna cuando llegó uno sólo estaba casi lleno pero como era ya bien tarde no me quedó opción. Lo abordé, otra decepción pase cuando no quedaba ningún asiento vacío así que me quedé parada frente a un chico moreno como de unos 22 años más o menos, yo nunca me imaginé el tipo de chico que era e iba muy tranquila y relajada pues aunque no encontré asiento ya me dirigía a mi casa.

Mi gran sorpresa fue cuando empecé a sentir que alguien me acariciaba las piernas pero como iba muy lleno creí que era un rozón con otra persona además no podía ver nada, más mi nerviosismo creció cuando sentí como esa mano se colaba entre mis piernas lentamente y me subía mi falda colegial. Empecé a temblar de nervios e intente cerrar mis piernas para bloquear el paso a la mano intrusa, mas no lo logre, su mano me abría las piernas ya casi a la fuerza hasta que llego a mi zona vaginal, no sabía qué hacer, el me acariciaba mi vagina muy placenteramente y ahí fue cuando comencé a disfrutar y sentir placer. Me estaba excitando ser tocada de esa forma tan morbosa y decidí abrir mis piernitas para darle paso completo, al instante sentí clarito como me metió las dos manos bajo mi falda tocándome con más libertad y a esa altura ya estaba bien mojada que sentía como resbalaba mis líquidos vaginales por mis piernas. Luego el muy atrevido me bajo un poco el calzón para tocarme con facilidad la vagina pero no le impedí, al contrario ya estaba muy cachonda para detenerlo, me metió un dedo y ¡uhmm! Sentí muy hermoso como me penetraba mi rajita con sus dedos.

Tanto que me puse a temblar ya no de miedo si no de puro placer me sentía que flotaba de tanta excitación, sentía mi vagina súper caliente al máximo mientras él me metía los dedos con mucho estilo y experiencia que nunca olvidaré y sólo bastó un solo movimiento más de sus dedos en mi vaginita para que me viniera bien rico que hasta no pude evitar gemir de tanto placer pero por suerte nadie lo notó... o eso creo jajaja...  Al sentir que había eyaculado de prisa retiro sus manos de mi intimidad, yo sentí como me acomodó el calzón y bajo mi falda, luego se paró detrás de mí y llevo sus dedos impregnados de mis flujos vaginales dándomelos a probar. Esa fue la primera vez que yo misma probé de mis propios líquidos vaginales y cuando ya me iba a bajar cerca de mi casa voltee sólo para ver al hombre que me hizo gozar tanto y lo pude ver... me miro con una mirada picara y yo solo le sonreí bajándome del bus con las piernas bien mojadas.

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