Nuevos relatos publicados: 18

Mi regalo de cumpleaños -3

  • 4
  • 15.991
  • 8,50 (26 Val.)
  • 1

Aprovechando que Liz atendía a mi padrino llamé a Olga y le dije que ya no iría a verla más que estaba muy triste pero alguien había ido con el chisme donde mi padrino y no deseaba que le hicieran un escándalo.

- Que pena Johan me había acostumbrado a verte mi pequeño y entiendo la situación no te preocupes sabía que en algún momento se acabaría así que mientras duro lo disfrutamos y te deseo lo mejor.

- Gracias Olga por todo, siempre te recordare el resto de mi vida yo también lo disfruté y aprendí mucho de ti.

En la mañana volví a la rutina tomamos el desayuno los tres y ya estábamos por irnos cada uno a su destino Liz se despidió de Manuel con su beso habitual y él salió a prender el auto mientras me esperaba para acercarme por la Universidad yo recogía mis cosas ella se acercó y me dio un beso cerca a la boca.

- No demores Johan en llegar a casa te voy a estar esperando.

Ya en el ascensor por poco casi subí al piso de Olga por la costumbre, al meter la llave en la cerradura estaba algo nervioso y al mismo tiempo excitado. Pero ella no estaba debió salir de compras así que me bañe y fui a descansar en mi dormitorio.

Era una tarde algo calurosa así que estaba solo con un bóxer sobre la cama recostado leyendo unas notas de la Universidad y pronto me venció el sueño cuando sentí unas manos que recorren mis piernas y luego llegaron al bóxer que lo fue bajando muy despacio hasta que acaricia mi verga que rápidamente responde al contacto abrí los ojos y ahí estaba Liz totalmente desnuda pasando la lengua sobre mi sexo.

- Hola espero no haberte asustado salí un ratito pero acá estoy toda para ti...

No le contesté nada sólo dejé que siguiera chupando y lamiendo mi pinga que extrañaba ésa lengua experimentada luego ella se volteó y me ofrece su rico y grande trasero.

-Johan soy toda tuya no necesitas a nadie más para apagar tu necesidades de hombre a partir de ahora soy tu mujer penetrame que ya no aguanto más...

Ganas no me faltaban pero no le hice caso, metí mi lengua entre sus nalgotas y chupe su vagina hasta que empezó a mojarse cuando jugaba con su clítoris que estaba estaba duro como un frijol ella empezó a gemir y desesperarse hasta que experimentó un orgasmo.

- Ahhhh... ayyyy... mi amooor que ricoooo… ahhhh...

Ahora si la preparé para penetrarla y muy despacio fui metiéndole toda mi verga hasta que sus nalgas chocaron con mi ingle, que rico estaba su cavidad vaginal caliente y mojada y empezó el mete y saca sonando al unirse nuestros sexos.

- Choc… choc... choc...

-Asi… asi... que rico como te extrañe metemelo todito… ahhh... ahhhh... ahhh...

Ya había gozado de su boca y chucha era ya el turno de su ano, con dos dedos moje de sus jugos vaginales y empecé a masajear su ano ahora no hubo ninguna negativa de parte suya sólo dejaba que un dedo y luego dos entrarán mientras seguía penetrandola vaginalmente.

Cuando ya había dilatado algo su culo metí muy lentamente la verga al inicio hubo algo de resistencia pero empuje el glande que entró apretado y de ahí un buen empujón hasta el fondo soltó un pequeño lamentó.

-Ayyyyh... ayyy… uffff... dueleee... un poco, despacio papito... Aggg...  aggg...

Ella misma colocó una almohada bajó su vientre para soportar mejor las embestidas que empezó a recibir su respiración agitada me volvía mas salvaje luego de unos segundos ya su esfínter había sucumbido ante mi verga y lo recibía sin mayor problema.

-Al fin Liz cumplí mis fantasías eres toda mía… que ricoooo culo… asi asi… tragatelo toditito para ti...

Ella empezó a moverse como una licuadora sus nalgotas saltaban apretando mi pinga, sabía como exprimir una verga hasta recibir su lechecita.

- Ahhhh... me vengoooo…

- Siiiiii... que ricoooo déjame hasta la última gota papito.

Y eyacule todo dentro de su culo y luego caí a un costado de ella agitado y transpirado nos abrazamos y nos besamos nuestros cuerpos estaban calientes después de cachar desesperadamente esperamos una hora y luego nos bañamos juntos donde volvimos a tirar.

- Ya está por venir tu padrino voy a prepararte un jugo especial para que recuperes fuerzas mi campeón.

Luego de ése día Liz tiene dos maridos al comienzo me sentí algo mal por Manuel pero luego supe que también le era infiel con una compañera de trabajo, esa es otra historia que tal vez la cuente.

(8,50)