Cuanto más desciende el termómetro en la calle,
más siento aumentar
los grados dentro de mi.
Invierno ahí fuera.
Verano en mi piel.
Árboles desnudos,
viento descontrolado,
mar embravecida,
golpeando con fuerza la costa.
Y yo, chimenea.
Capas de abrigo,
calles desiertas al caer la tarde,
noches de heladas sobre el asfalto.
Y yo, desnudándome el calor.
Olas crecidas, ventisca,
copos blancos, aislamiento,
lluvia incesante de nubes grises.
Y yo, haciéndome sol.
Destapándome.
Saliendo en tu busca.
Para calentarte el frío.