Nuevos relatos publicados: 13

El segundo hombre de Paulina

  • 25
  • 10.461
  • 8,60 (5 Val.)
  • 1

Hola a todos, espero que les gusten mis relatos anteriores. En esta ocasión quiero contarles lo que fue mi segunda experiencia sexual, les recuerdo que estoy narrando mis vivencias, lo que pueden leer en este relato al igual que en los pasados son situaciones reales, no le quitó y no le agregó nada, trato de plasmarlos tal y como mi mente lo recuerda. Este relato también sucedió en la Ciudad de México pero en el año 2005 y comienza más o menos así:

Después de la última experiencia que les conté cuando perdí mi virginidad con Arian el militar, estuve un buen tiempo solita, pero después de un rato de abstinencia sexual el cuerpo me pedía hombre y comencé a buscar a un macho que me hiciera sentir hembra como en aquella ocasión, y de paso (decía yo) quería encontrar un novio formal. Publiqué algunos anuncios en páginas de contactos y en esa época descubrí los chats para niñas travestis, cada día duplicaba mis intentos, pero no encontraba nada que llenara las expectativas de Paulina, solo niños tontos, hombres calenturientos y curiosos, llegue incluso a pensar que yo estaba salada en la búsqueda del amor. En aquellos tiempos mis padres ya tenían más que claro que su pequeño varoncito era toda una niña en su interior, y lo habían aceptado, (a regañadientes pero lo aceptaron) claro que ellos no sabían aunque yo me vestía de chica, así que por el momento todo estaba bien.

Entonces un día conocí al co protagonista de este relato: su nombre era Marcos, él tenía 27 años y era amigo del trabajo de mi padre. A Marcos lo conocí cuando mi padre realizó una cena por las festividades de navidad del 2005, dado que mi padre fundó su empresa en aquellos tiempos y decidió invitar a toda su plantilla de empleados, Marcos se encargaba de los sistemas, pues era ingeniero en cómputo, desde un principio el me pareció guapísimo: alto, cuerpo bien trabajado, unos brazotes, barbudo, Moreno, cabello cortito, en esos momentos yo tenía 18 tiernos añitos, el vino a la fiesta, cuando me lo presentaron me gustó mucho su forma de vestir, su aroma a caballero bien perfumado, era muy amable y varonil, durante toda la fiesta estuvimos bromeando y platicamos de cosas tribales, solo para romper el hielo y pasar el rato, (Como te llamas? Que estudias? Tu edad? A que te dedicas?) pues sinceramente él no se veía como a un hombre al que le llamara la atención los gays afeminados, además de que el me platicó que era casado e incluso tenía hijos pequeños, pero que aquí en la Ciudad estaba solo pues su familia vivía en Veracruz, desde un comienzo nosotros congeniamos bien, pues parecía que éramos los 2 más jóvenes de la fiesta, (yo tenía 18 y el 27, el resto de los invitados incluidos mis padres rebasaban los 45 años) uno de los temas de la plática de esa noche fue de los problemas que tenía yo con la asignatura de computación en la prepa, a lo que el amablemente resolvió algunas de mis dudas.

Al despedirnos intercambiamos números de celular, porque quedó en llamarme un día para prestarme algunos libros que él tenía, sobre la asignatura que se me dificultaba.

A la semana siguiente me llamó el viernes, y me dice:

M- Hola! Espero estés bien, si tienes tiempo puedo entregarte los libros de los que te hable aquella noche.

P- Hola! Espero estés también muy bien! Te agradezco tus atenciones conmigo, eres muy lindo! Pues esta noche en especial no tengo absolutamente nada que hacer.

M- Genial! Si gustas podrías acompañarme a un evento de celebración de un amigo mío, pues va a aperturar su galería de arte, y así podemos resolver cualquier duda inicial que te surgiera.

P- Oh! Eso estaría súper bien! Es un evento formal? Como debo vestir?

M- Pues estaría muy bien si te pones un vestido de cóctel! (Solo él se ríe) perdona, es broma, es broma... puedes vestir como quieras pero te recomiendo algo casual para que encajes a la perfección.

Inocentemente yo aún para este momento pensaba que él se ofrecía a prestarme sus libros y a explicarme mis dudas por quedar bien con mi padre o quizá por qué yo le había caído muy bien, en fin, le agradecí y acepte su invitación, quedamos en encontrarnos, para irnos juntos. Para esa noche elegí vestirme con un shortsito de lentejuelas color negro, era cortito pero no se veía vulgar, bueno, eso decía yo, pues marcaba mi redondo culo y le daba una vista muy apetecible, además que hacía lucir mis tersas y sedosas piernas y al ser ajustado escondía muy bien mi diminuto pene, escogí una playera sin mangas también en color negro, debajo un pequeño top sin mangas y encima un lindo y femenino blazer en color rojo, me calce unas botas tipo minero en color vino con un poco de tacón, un sombrero tipo tardan, algunas pulseras y un collar de tres vueltas completaban mi atuendo, un poco de maquillaje líquido, rímel a mis pestañas y brillo en mis labios solo para resaltar un poco mis rasgos, para terminar un poco de perfume circus de Britney Spears, de verdad para ese momento ya me veía demasiado obvio y me comportaba y me vestía  como un mariconcito descarado, pero al fin y al cabo las personas que me interesaban ya lo sabían y lo aceptaban, por lo que nada más me importaba, así me fui al encuentro con Marcos.

Durante el evento de su amigo lo único que hicimos fue hablar sobre nosotros, allí tuve más oportunidad de saber de él, esa noche me enteré que vivía en un departamento muy cerca de la empresa de mi papá, y que vivía solo ya que su esposa y sus dos hijos vivían en el Puerto de Veracruz, al igual que el resto de su familia, y por las ganas de superación que él tenía, y para que no le faltará nada a sus pequeños se había venido a la ciudad para probar suerte, cosa que le estaba yendo muy bien, que su matrimonio no estaba bien, etc. De mi le pude contar sobre mi escuela, mi familia, mis amigos, hasta que salió el tema de mi vida personal, a lo que se enteró, (supongo que no se había dado cuenta) de que yo era gay, muy afeminado y me gustaba asumir el rol femenino, cuando tocamos este tema el me cuestiono:

M- Entonces tu te portas y asumes para todo el rol femenino?

P- Si, absolutamente para todo. 

Al final de la noche, nos dimos cuenta que no habíamos platicado nada sobre mi asignatura, por lo que quedamos de vernos  un día de estos, para estudiar en su casa. Me dio su dirección y nos despedimos.

Algunos días después, recuerdo que era jueves y mis padres y mi hermana habían salido desde muy temprano a hacer sus cosas, al llegar de mi escuela no lo pensé dos veces y comencé a vestirme de mujer, me puse una tanga cachetero de encaje rosa mexicano y su bra a conjunto, me puse una faldita corta y una blusa de tirantitos me maquillé ligeramente y me puse mi peluca y unos aretes de presión, estaba de lo más linda, encendí la computadora y entre a la sala de chat para travestis, en eso suena el timbre de la puerta, por lo que deje que tocaran, con la intención de que se aburrieran y se fueran, sin embargo quien quiera que fuera no parecía tener intenciones de irse, pues tocaba el timbre de una forma insistente, por tal motivo me fui a asomar por la mirilla para ver quien era y me sorprendo al ver que era Marcos, no sabía donde meterme, así que fui corriendo a mi habitación y me cambié de ropa lo más rápido posible, me puse un short suelto y una sudadera azul, sólo me quede con mi cachetero puesto, y fui abrir la puerta, cuando abrí la puerta Marcos se me quedó mirando sin decirme nada, sólo me saludo y dijo:

M- Andaba por aquí y pues pase a saludar, y ver si querías que repasáramos algún tema de los libros.

Sin saber qué decirle, y no queriendo ser grosera, lo hice pasar a la sala y nos pusimos hablar, después de platicar por un rato, me disculpe y fui al baño y al mirarme al espejo me di cuenta que se me había olvidado quitarme el maquillaje, así que me lavé bien la cara y salí a seguir la conversación, pensando en que quizá cómo estaba obscuro no se había dado cuenta.

Cuando regrese yo a la sala, Marcos se me quedaba mirando de una forma diferente y seguimos hablando sobre el tema de sus libros, de pronto llegó el momento en que me lanzo la pregunta:

M- Puedo saber porque estabas maquillado como mujer?

Yo sinceramente no sabía donde meterme, por la pena, sin embargo agarré valor y le respondí:

P- Nadie sabe esto de mi, pero yo me visto de mujer cuando no hay nadie en mi casa. Recuerdas que te platique que asumo un rol femenino para todo? Pues este es el complemento final.

Marcos sonrió con cara de satisfacción y me dijo:

M- Debo confesar que me gustaría mucho verte vestida de mujer para mi. Tendría esa oportunidad?

Su confesión me excitó muchísimo ya que no pensaba que esa iba a ser su reacción.

Así que le dije con un tono pícaro:

P- Y porque te gustaría conocer a mi otro yo?

M- Pues, porque si con ropa de hombre luces ya muy guapa, te imagino totalmente arreglada y debes ser una señorita muy atractiva.

Su respuesta fue satisfactoria para mí, así que le pedí que me disculpara un rato y que se pusiera cómodo, le pedí que sirviera algunos tragos y casi corriendo por la emoción del momento regrese a mi habitación, me saqué la fea ropa de hombre que tenía puesta, me dirigí a la habitación de mi hermana, pues ella disponía de un closet completo y al ser mayor que yo por 5 años, era dueña de ropa más linda y juvenil, comencé a escoger las prendas minuciosamente y de acuerdo a como Marcos venía vestido, pues él venía en esta ocasión de bermuda y playera, y si me ponía un vestido o me vestía muy "chick", se vería mal, por lo que me decidí por un look sencillo, juvenil y coqueto pues eso si, quería lucir muy bien para Marcos, así que saqué de su closet unos leggins negros a la cadera que me quedaban bien apretados y hacían lucir mi par de femeninas nalgas de una forma exquisita, el cachetero de encaje rosa que ya traía puesto se marcaba en la tela, y me permitía por el frente esconder a mi diminuto amiguito, me volví a poner el bra del conjunto de encaje rosa, me puse un top de tirantitos blanco muy ceñido a mi cuerpo que lo dejaba ver a la altura del escote. Me calce unas sandalias con adornos de piedritas por todo el frente, volví a maquillarme, pero esta vez puse real empeño en mis ojos, colocando gruesas capas de rímel para dar más volumen a mis ya muy largas pestañas, y muchísimo brillo gloss en mis labios, pues quería lucir en verdad muy apetecible para Marcos, me coloque de nuevo los aretes de clip, un par de pulseritas muy monas y un collar de plata con un dije de corazón, me rocíe ligeramente con el mejor perfume de mi hermana, que en este caso fue 212 Pink! De Carolina Herrera, me puse mi típica peluca castaña de rizos muy marcados y la peine en esta ocasión con una coleta de caballo, me vi al espejo de cuerpo completo que tenía en mi habitación y estaba hermosa, no tenía en verdad nada que envidiarle a ninguna chava, sentí las ya conocidas mariposas en mi estomaguito, debido a la emoción de mostrarme así nuevamente ante un hombre, me gire sobre mi propio cuerpo para regalarme una última vista y así salí al pasillo rumbo a la sala en donde me esperaba Marcos.

Cuando llegué a la sala, me presenté:

P- Hola soy Paulina, mucho gusto Marcos, escuche que querías conocerme.

Marcos que estaba sentado mirando la televisión, me observó y se quedó con la boca abierta y me dijo:

M- No inventes, si te hubiera visto en la calle no te reconocería, porque estas bien linda. Por favor, regálame una vueltecita.

De la forma más coqueta y lenta que pude me la di, una vez que termine de darla, Marcos se levanta del sillón y me agarra la cara con sus dos fuertes manos, me acerca a la suya y me planta un delicioso beso en los labios que me hizo ver estrellitas y me puso muy cachonda, me jala hacia el pegándome a su fuerte cuerpo y mientras me deleita con una maestría para besar, desliza sus manotas por detrás de mi espalda y al llegar a mi muy generosa retaguardia, comienza a sobarme mis nalgotas, arrancándome un gemido de placer, en un momento deja de besarme, y me regresa a la realidad, se acerca a mi oreja y me dice:

M- Me excita mucho como te vez en esos leggins, porque se transparenta un poco y me deja ver tu ropa interior, pero sobre todo porque tienes un riquísimo par de nalgotas digno de una señora dama!

Acto seguido, se separa de mi y me dice:

M- Mamita! Mira como me has puesto!!

Se baja el cierre de su bermuda, mete su mano y se saca de entre sus calzoncillos una verga, que digo verga! Vergota! Muy dura y firme, era evidentemente un poco más pequeña que la que me hizo mujer en mi primera vez, sin embargo, era mucho... mucho más gruesa! debía medír unos 16 cm de largo, pero mi mano no alcanzaba a cerrarse! Era en verdad una vergota muy gruesa, no pude evitar que se me hiciera agua la boca de sólo verla, tan embobada estaba admirando a ese gordo monstruo babeante que le colgaba entre sus piernas, que me quedé inmóvil, por lo que fue Marcos quien me saco de ese estado, ya que con su manota toma una de mis manitas y se la lleva a su gorda verga.

Comprendo la orden de mi hombre y comienzo a deslizar mi mano por sobre toda la extensión de su poderoso trozo de carne, estoy en verdad muy excitada por tener esa vergota en mi mano, así que sin que tenga el que decirme nada me pongo de rodillas delante de él y comienzo a besarla desde su cabezota hasta sus gordos huevos, regresaba a la cabeza y de ahí me llevaba a la boca, intentaba abrir mi boca lo más que podía, pero no lograba meter ni la mitad de ese gordo trozo de carne, incluso provocaba que mi quijada me doliera, sin embargo, no deseaba retirarme ni un momento de la oportunidad de tener esa gorda verga en mi boca. Recuerdo que lo miraba a los ojos mientras me comía lo más que podía de su inmenso pedazo de carne masculina y el me regalaba una mirada de satisfacción y placer, signo de que disfrutaba en verdad la grandiosa mamada que le estaba yo proporcionando. Y el me dice:

M- Ahh Paulina! Que rico la mamas! Eres toda una maestra en esto! No te detengas chiquita! Que rica te vez con mi vergota en tu cara! Sigue mamita!

P- Ammmm! La tienes enorme Marcos! No me entra ni la mitad en mi boquita!

Estuve mamándosela un buen rato, solo escuchaba gemidos y palabras de adulación para mí de él, hasta que me agarró la cabeza con sus manos y comenzó hacer más rápido sus embestidas en mi boca, yo sabía que iba a terminar, y la verdad es que yo quería saborear el semen retenido hasta ese momento en sus inmensos huevos, así que con un fuerte gemido, pude sentir 1,2,3 y 4 grandes chorros y me inundó con toda su rica leche de macho en mi boca, era tanta que a pesar de que trague toda la que pude con mi golosa boca, no pude contenerla toda y derrame un poco en mi blusa y mis pequeñas bubis, como signo de que me encantaba su sabor la recogí con uno de mis dedos y me la lleve a la boca, se separa de mí un poco para recobrar sus sentidos, me mira, me dice:

M- Me gusta mucho la forma en que me la mamaste! Pareces una experta! una maestra en esto!, nunca antes me la habían chupado así!, y debes saber que me gusta mucho como te vez en esos leggins, sabes? Deseo hacerte mi mujer en este momento, quiero disfrutar de ese rico culo que tienes.

Estaba a punto de decirle que ya se había tardado, pero por fortuna mire la hora en el reloj de pared de la sala y le dije:

P- Disculpa no puedo hoy, e incluso deberías irte ya, pues mis padres ya no deben tardar en llegar y debo ventilar un poco aquí, pues huele mucho a tu verga, además debo lavarme la cara por el maquillaje y cambiarme.

M- Está bien, me voy pero me gustaría verte mañana en mi departamento, y allí podrás ser mi mujer sin que nadie nos moleste, aceptas?

P- Shiiii! Si quiero y claro que acepto!

M- Ok, a qué hora sales mañana de tu escuela?

P- A las 2:30

M- Bueno yo salgo a las 7 de mi trabajo, que te parece si te doy la llave de mi departamento, saliendo de tu escuela te vas para allá y te preparas? Así tienes toda la tarde para hacerlo tranquilamente, y en cuanto salga de la oficina me voy contigo.

P- Eso estaría súper genial!

Al escuchar esto, él se fue satisfecho, no sin antes darme un beso en mis labios y decirme ya para retirarse:

M- Me gustas mucho Paulina, y me vas a gustar mucho más cuando seas mi mujer.

Esa noche no pude dormir, sólo pensaba en Marcos. Al día siguiente muy tempranito, alisté mi mochila de la escuela y además guarde en ella lo que había escogido para mí noche con Marcos. Las horas en la escuela se me hacían eternas, y ya quería salir, más o menos como a las 10 AM me llega un mensaje al celular y era Marcos, y tuvimos la siguiente conversación:

M- Hola guapa, como amaneciste?

P- Hola amor! Yo muy bien, aunque me duele mi quijada... la tienes enorme y creo que abrí de más mi boquita ayer!! ;(

M- Jajaja!! Imagínate como te va a doler mañana tu riquísimo agujerito!! Oye... ya quiero verte.

P- Yo también... no sé que me diste... pero no dejo de pensar en ti.

M- No te di nada! Solo te presente a mi rica, grande y gorda verga... que muere de ganas por conocer por adentro a Pau...

La verdad es que no me había puesto a pensar en esto, el la tenía muy gorda y si así me dolía la quijada como sería el dolor en mi chiquito?? Pero, era algo que estaba más que dispuesta a soportar, pues ya estando en este punto, no pensaba echarme para atrás... Llego la hora de la salida por fin y corrí al departamento de Marco, entre de inmediato y por dios! Este hombre era un desastre total! Parecía el departamento de un jovencito soltero, no le di más importancia por ahora y me dirigí a la habitación, la cama era un desastre así que tuve que tenderla, además sabia que más tarde se usaría así que debía estar presentable jijiji, extendí todas las cosas de Paulina en la cama y comencé el hermoso ritual para traerla.

La primera fase siempre ha sido darme un baño con agua muy caliente, utilizar un bodyshower para dejar mi piel más suave y tersa, y dejarla oliendo a frutas, y realizarme un muy buen lavado íntimo, pues en verdad no me gusta que salgan olores o cosas extrañas por allí cuando estoy teniendo sexo. Salgo de la regadera, me seco muy bien mi cuerpo y lo consiento cubriéndolo con una buena capa de crema rehidratante que además da el efecto de dejar mi piel sedosa,  me envuelvo femeninamente en una toalla, cubriendo desde mi pequeño busto a la mitad de mis muslos. De esta forma la primera parte de mi transformación está lista.

Comienzo la segunda parte de mi transformación en Paulina, me pongo mi tanga cachetero, esta prenda a lo largo de mi vida se hizo indispensable, pues me regala mucha comodidad, es muy sexi pues permite que la mitad de mi femenino culo quede asomándose, y como plus, al tener el soporte en la parte baja, me ayuda a esconder mi diminuto pene, en esa ocasión la que use era de un lindo color uva y era de tela de encaje, que es mi tela favorita para estas hermosas prendas, lo acompañe como casi siempre con su bra a juego, les recuerdo, como ya platique en mis relatos anteriores, que en mi pubertad yo tuve cambios en mi cuerpo diferentes al resto de los chavos, algunos de ellos fueron que mis caderas, mis piernas y mis nalgas se ensancharon tal y como le sucede a una chavita, mi voz se afinó en lugar de hacerse grave y mis manos y pies se mantuvieron pequeños, al igual que mi diminuto pene, que hoy a mis 18 años parecía una verguita de un niño de 5 o 6 años, la piel de todo mi cuerpo era suave y muy tersa, siempre fui muy lampiño y con el paso del tiempo este rasgo en mí se acentuó aún más, además particularmente en mi se me desarrollaron unas pequeñas pero bien marcadas bubis y mis pezones eran enormes, efecto de una ginecomastia ocasionada porque cuando yo era niño tuve sobrepeso, sin embargo, y ahora que había encontrado el gusto por la ropa de mujer y por la verga, este problema en mis altos niveles de estrógenos, para mí se había convertido en una bendición. Me miró al espejo de la habitación de Marcos y no puedo evitar estremecerme, pues ese espejo me regala la imagen de un lindo cuerpo de mujer joven, y soy yo! cada vez estoy más convencida de querer ser mujer todo el tiempo y el hecho de haberle entregado la virginidad de mi culo a un hombre solo lo hacía más claro. Me encanta ser mujer.

Ahora me dirijo al espejo del baño, pues era la habitación que más luz tenía y que me permitiría maquillarme con más facilidad, para esta vez, a diferencia de un día anterior, quería poner énfasis en mi maquillaje, pues a pesar de que este hombre ya me había dicho que le gustaba mucho, está noche, cuando él llegara quería estar hermosa para encantarle y que fuera solo mío (que tonta era verdad?) Entonces, comencé por aplicarme una generosa capa de maquillaje líquido en tono canela claro, seguido a esto aplicó polvo traslúcido para sellar mis poros, como ya sería una cita de noche, aplique sombra en tonalidades obscuras en mis párpados y recalcó con el lápiz delineador la línea del contorno de ambos ojos, la inferior solo un poco y la superior mucho más marcado, termino el trabajo en mis ojos aplicando gruesas capas de rímel sobre mis pestañas para que ganen volumen y le den a mi mirada esa apariencia de "feme fatale", mis labios los pinto con un lápiz labial en color rojo carmesí y sobre este aplicó una muy generosa capa de brillo gloss, observó mi resultado final en el espejo y me hace feliz lo que veo, dibujo un beso en mis labios y lo lanzó para mi misma. Con esto finalizó la tercera parte de mi ritual.

Ahora regreso a la habitación y como siempre les comento, viene mi parte favorita de la transformación, la cuarta fase, la vestimenta, primeramente tomo de mi elección unos leggins (ya que un día antes pude observar el éxito que tuvo esta prenda conmigo en este hombre), pero estos eran de un tono gris obscuro y tenía cuadritos, además era corte costillero y entubado, daba apariencia de ser un pantalón formal, lo acompañe con una blusita muy coqueta de botones al frente y con detalle de encajes en fila con los botones y en la espalda, me calce en unas zapatillas blancas con tacón de 12 cm muy lindas, el tamaño del tacón provocaba que mi espalda se mantuviera erguida y por lo tanto mi ya muy femenino culo se veía aún más respingón. Termine mi atuendo con un par de pulseritas muy monas y un collar de perlas de 3 vueltas, un par de arracadas muy grandes como me gustan y me coloco mi ya inseparable peluca castaña rizada, que me hacía parecer mucho a mi mami, y le peino una coleta igual a la noche anterior, pues note que este aspecto me hacía ver más grande de edad y que le había gustado a mí Marcos, me perfumo con Kenzo Flowers, y ahora sí, estoy lista para esperar a mi hombre.

Mire el reloj y eran apenas las 5:45 pm, faltaba más de una hora para que Marcos llegara, me mire una vez más al espejo y me dije:

P- Bueno Paulina, tú quieres ser la mujer de este hombre no? Pues compórtate como tal! Vamos a enamorarlo arreglando un poco su casa.

Y entonces, me dirijo a donde estaba el estéreo y pongo un CD de Thalía, y como buena ama de casa me dedique a asear el hogar de mi macho, le escombre su habitación, su baño, su sala, su comedor y su cocina. Tan metida estaba en mi papel de ama de casa que no me fijé en la hora, me encontraba lavando los trastes al ritmo de "amor a la mexicana", cuando siento que me dan un arrimón muy descarado por detrás que me causó un sobresaltó, debido a que lo que me repego por atrás se sentía enorme y durísimo, entonces me sujeta por mis pequeñas gemelas y me dice al oído:

M- No te espantes mamita... soy yo!

P- H... hola papi! Te estaba esperando!!

M- Puedo verlo chiquita, te estaba mirando desde la puerta, bailas bien rico y tú culo se ve espectacular con esas mayitas... eres todo un mujeron!

Marcos me separo de la tarea que estaba realizando y me giro hacia el, me sostuvo hábilmente con sus manotas de mis redondas nalgas y me propinó un delicioso beso. Su lengua invadía cada uno de los rincones de mi boquita y sus manos no dejaban de sobar mi culo, como pude baje yo mis pequeñas manitas, le baje el cierre de su pantalón, hice a un lado la tela de su bóxer y saque su hinchada verga que masturbaba con suma habilidad. El me agradecía esto bufando:

M- Oh si! Así chiquita! Que ricas manitas tienes!!

P- Vamos a la habitación?

No permití que me respondiera, lo sujete de su gorda verga y me encaminé a la habitación jalándolo de su verga, quería darle a entender que deseaba más que otra cosa que me cogiera. Al llegar a la habitación lo senté en la cama y yo retrocedí unos pasos, me di una vueltecita y le pregunté:

P- Te gusta cómo me arreglé para ti?

M- Me encanta todo en ti bonita! Podrías caminar un poco para allá? Me gusta como se contonea tu culo cuando lo haces!

Marcos todavía estaba con ropa, el seguía sentado en la orilla de su cama, con su vergota en su mano, por lo que decidí complacer lo que me pidió y camine hacia la puerta, noté que no podía quitar la vista de mis nalgotas, y se masturbaba viéndolo, cuando regresaba hacia la cama, lo mire fijamente a los ojos y me mordí mi labio inferior, esto pareció haberlo excitado muchísimo, pues ahora se masturbaba su gordo pene con más frenesí, entonces tomo un lapicero que estaba sobre el mueble a un lado de su cama y lo lanzó al suelo como a 3 metros de donde él estaba, y me ordenó:

M- Ve y recógelo sin doblar las rodillas!

Entonces me dirigí caminando de la forma más putona que pude hasta el lugar en donde había caído el lapicero, junté mis dos piernas y me incliné muy despacio y dándole la espalda, sabiendo que Marcos tenía la vista fija en mi gran par de nalgas, yo regrese a donde estaba el sentado y le entregó el lapicero, el lo toma y vuelve a lanzarlo, pero esta vez me ordena:

M- Ve por el de nuevo, pero antes quiero que te quites muy despacio tus leggins, tu saco y tu blusa, déjate todo lo demás, incluidas tus zapatillas.

Yo obedecí nuevamente y simulando un pequeño baile, al ritmo de "piel morena", me despojé de las prendas que el me ordenó, camine de nuevo a donde estaba el lapicero y haciendo gala de toda la sensualidad y putería que tenía, me agaché a recogerlo, esto pareció haberlo excitado mucho más, porque cuando me levanté y me volteé para llevarle el lapicero, él ya estaba de pie, me dijo:

M- Si que te estás portando muy bien chiquita, así que creo que te mereces un buen premio, ahora arrodíllate delante de mí, y ponte a jugar con mi verga.

P- Uy papi! Esperaba que me lo pidieras ya!!

Como buena mujer sumisa me arrodillé, y comienzo a masturbarle su gordo trozo de carne que para ese momento ya estaba babeando líquido preseminal, Marcos se desabotona el cinturón y se baja el pantalón y deja su inmensa vergota delante de mi cara, estaba totalmente erecta y apuntaba amenazante hacia mi, sin embargo, debía demostrarle que lejos de tenerle miedo la deseaba mucho, así que no me aguanté más las ganas y comencé a mamársela. Marcos comenzó a gemir y me halagaba:

M- Que bien la mamas putita! No te detengas bebe! Oh si Paulina! Vamos, comete mi vergota!

Yo estuve así de rodillas mamándosela un buen rato, hasta que me pide que lo deje acostarse, entonces veo que se quita el pantalón, los zapatos, los calcetines y su bóxer, y se recuesta en la cama, toma su poderosa barra gorda de carne la apunta hacia el techo, y palmea un par de veces el colchón indicándome que me suba a la cama, yo lo hago y me colocó a su lado de cuclillas, reemplazó su grande mano por la mía que es pequeñita y vuelvo a rodear su inmenso mástil de carne con mis carnosos labios, a lo que el colocando sus dos brazotes detrás de su cabeza me regala un nuevo gemido en señal de estar disfrutando la mamada que estoy dándole, entonces de pronto siento como una de sus manotas se dirige a mi culo, hace a un lado mi tanga y comienza a introducir primero uno, luego dos y en su momento tres de sus grandes dedos, los sacaba un momento, los mojaba con su propia saliva y me los volvía a introducir, y dentro de mi los movía en círculos dilatando y preparando mi pequeño hoyito para recibir a su gordo invitado, de pronto me detiene mi cabeza que en ese momento realizaba una carrera de arriba para abajo intentando cubrir con mi boquita la mayor dimensión posible de su gordísima verga, y me dice:

M- Detente, si sigues mamando así de rico, me vas a hacer terminar muy rápido. Mejor tráeme un condón y pónmelo, ya quiero estar adentro de ti!

Como buena mujercita obedecí y le puse un condón, apenas y cabía su inmensa serpiente en el, también tome un bote de lubricante anal a base de agua y lubrique tanto mi interior como a su enorme verga, entonces me dice:

M- Bien, ahora móntate en mi para que tu controles el ritmo de la penetración.

Me abrí de piernas, me monté sobre él, tome su gorda vergota y la apunte a mi pequeño agujerito, una vez que tuve la cabezota de esa gorda salchicha en mi esfínter, comencé a realizar presión yo misma hacia abajo, con muchísimo dolor logre comerme su cabezota, entonces y gracias a la dilatación que mi hombre me provocó en mí agujerito y al lubricante que me había introducido yo misma, mis tragonas nalgotas se comieron centímetro a centímetro su gordísima barra de carne hasta que sentí como mi culote chocaba con sus piernas, me quede quietecita un par de minutos, sudando por el dolor y entonces, en medio de la gran presión provocada por el descomunal tamaño de ese instrumento masculino, comencé a cabalgarlo, era fantástico, el dolor cedió transformándose en un indescriptible placer que al cabo de un par de minutos de estímulo anal me llevo, por primera vez en mi vida, a un delicioso orgasmo anal, no podía creerlo y prácticamente no sabía que había sucedido, pero había eyaculado sin siquiera tocarme mi diminuta verguita. Marcos se percata de esto, y me dice:

M- Te está gustando mami?

P- Ufff!! Papi! Nunca antes había sentido tan rico!! Acabas de provocarme el orgasmo más rico de mi vida!!

M- Que bueno que te gusta! Anda, levántate y ponte de perrito!!

Yo obedezco de inmediato, el se levanta y se posiciona detrás de mí, agarra mis caderas con sus grandes y fuertes manos y de un sólo empujón me clava su vergota con mucha facilidad en mi muy dilatado y abierto culito, me hizo gritar al sentir de nueva cuenta algo tan grande y ancho invadiendo todo mi interior, él solo se rió, comenzó a meterla y sacarla, wow era algo sensacional ya no sentía dolor sino mucho placer, Marcos la sacaba toda y de ahí me la empujaba de nuevo, me hacía gemir con cada embestida, su mano derecha suelta mi cadera y comienza a darme nalgadas, y me dice:

M- Paulina, eres la mejor mujer que me he cogido, me encantas puta!

Ese comentario lejos de molestarme, me motivó, pues me hacía sentir una mujer plena, significaba que podía darle todo el placer que este hombre necesitaba y obviamente al mismo tiempo, yo quedaba plenamente satisfecha. Estuvimos en esta posición muchísimo tiempo, el cual fue muy  placentero, entonces, me la saca y me dice:

M- Ahora quiero que te recuestes boca abajo y levantes solo tus riquísimas nalgotas, sólo tuve que juntar mis piernas y resbalarme hacia adelante, el recarga sus manos en mi espalda y de un sólo empujón me mete su gorda verga, ya no había dolor ahora era todo placer, comenzó nuevamente a penetrarme duro y con su manota recargaba mi cabeza al colchón, yo gemía como una gran puta y el sólo bufaba como bestia en celo, a mí me encantaba lo que me estaba haciendo, en una de esas me la saca toda y me dice:

M- Quiero que me prometas que siempre vas a ser mi puta!

Yo sentía un inmenso vacío en mi culo, y deseaba que este macho me siguiera cogiendo de la forma tan deliciosa que lo estaba haciendo, por lo que conteste:

P- Si! Si! Te lo juro pero vuelve a cogerme!  Metemela papi! Metemela! Siempre voy a ser tu puta!

Una vez satisfecho por mi respuesta, me vuelve a penetrar, pero esta vez sus movimientos y embestidas son mucho más fuertes, por lo que no aguanté mucho y llegué a mi segundo orgasmo, el, con una sonrisa de satisfacción por lo que me provoca cogiéndome, me dice:

M- Mami! Cuando terminas, me aprietas más la verga, y eso me gusta mucho! Ahora ven!

El me ordena que lo siga y veo que se sienta en la orilla de la cama,  y me dice:

M- Anda mami, que ahora quiero ver como te sientas sobre mi verga y como te la comes toda.

Lo obedezco de inmediato me pongo delante de él, yo ya tengo experiencia previa en esta posición, pero esta verga era muchísimo más gruesa que la otra con la que aprendí, pongo mi espalda totalmente recta y comienzo a bajar, yo siento su inmensa cabeza en la entrada de mi hoyito y el me sostiene de mis caderas, y de un sólo empujon me hace caer encima de su vergota, que delicioso se sentía, aunque yo estaba sobre el, el controlaba el ritmo de la soberbia cogidota que estaba dándome, estuvimos así no sé cuánto tiempo, pero mis piernas ya me temblaban del cansancio.

Entonces, este gran macho me ordena que me acueste en la cama boca arriba, yo obediente como la mujer sumisa que soy lo hago de inmediato, Marcos se lleva mis deliciosas piernas a sus fuertes hombros y me penetra nuevamente, esta posición me encanta, porque puedo ver la cara de placer de él, y mirarlo con carita de puta agradecida por lo rico que me coge. El se dedicaba a halagarme, me decía:

M- Paulina, que hermosa eres! Me gustas mucho! Me gusta mucho cogerte!

P- Tu también me gustas mucho! Y tú hermosa vergota! Tú me haces sentir una mujer completa y plena!

Parece que mis palabras le excitaron mucho, porque me comenzó a penetrar más duro, esto obvio me encantaba y gemía como una gran puta. Marcos se detiene, se recuesta en la cama y me pide que se la vuelva a mamar, yo ni tarde ni perezosa me vuelvo a colocar en cuclillas, le quitó el condon y comienzo a mamársela con unas ganas que parecía que de eso dependía mi vida, parecía como si hubiera querido arrancársela, el ya no aguanto mucho y con un fuerte gemido termina y suelta toda su delicioso semen en mi boca, contuve 4 grandes chorros de semen, y tal y como la noche anterior, me los trague sin que el me lo pidiera, esa noche, me di cuenta que a partir de ese momento, yo sería una verdadera adicta a las vergas grandes, el comienza a halagarme:

M- Paulina, me gustas mucho! Me gusta muchísimo tu cuerpo, estás bien rica bebe! Eres toda una mujer! Debo confesarte que yo siempre quise hacerle el amor a una niña como tú, era una fantasía para mí! Gracias!

Yo que estaba recostada en su pecho, le conteste:

P- también tú me gustaste mucho, desde la primera vez que nos presentaron.

M- Quiero que seas mi amante fija, voy a comprarte todo lo que necesites para arreglarte para mí, te daré llave de aquí y podrás venir cuando quieras, pero quiero que seas solo para mí, aceptas?

P- Shiiii! Claro que si!

Y sellamos ese pacto con un delicioso beso de esos que solo el sabía darme.

Agradezco sus comentarios a mi correo: [email protected].

(8,60)