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Alex el feriante, Ziro… el macho

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Hola colegas, me llamo Alex y soy feriante. A mis 18 años, me considero un chaval bastante guapo y morboso, con buen cuerpo curtido por los trabajos que te da las ferias y maricón de acción y devoción. Y os digo esto por que me gusta mas una polla que a un tonto un lápiz… chuparlas, lamerlas, hacer que se corran en mi boca me vuelve loco, me pone como una perra caliente, para que luego me la metan por el culo y me lo follen hasta empacharse de mi ojete.

Desde que nací he vivido en una caravana de feria en feria, de pueblo en pueblo, de ciudad en ciudad, montando con mis padres y mi hermano mayor Toni los coches choque, que es la atracción que nosotros llevamos. Mi condición sexual nunca fue un secreto para mi familia, y digo fue, por que mis padres fallecieron  hará dos años en un accidente de coche, pero esa es otra historia y la verdad nada agradable de contar. El que peor lo lleva es mi hermano Toni, me refiero a mi gusto por los tíos, él trata por todos los medios de que nadie de nuestro entorno, se entere por mi apetito por un buen cipote, por la glotonería de mi culo en engullir esas deliciosas trancas. Por lo demás jamás se mete en mi vida, muchas noches se va y no aparece hasta la mañana siguiente. Mas de una vez me ha pillado con las manos en la masa, o mejor dicho, con la polla del tío en la boca, pero no me dice nada, como si no lo hubiera visto se hace el tonto y solo cierra la puerta de un portazo. Yo creo que se siente culpable, y os digo esto por que cuando eramos mas chicos, era él quien me metía la polla en la boca y me jodía el culo. Quizás sea verdad que me gusten los tíos por eso, por que la primera experiencia sexual que tuve fuera con un hombre, mi hermano, pero esa es otra historia.

En frente de nuestra caravana se encuentra la de Ziro y Mara, los de la noria. Ziro está como un tren de bueno, cuerpo de tío rudo macho, brazos musculosos y grandes, espalda ancha, pelo corto casi rapado, ojos grandes y verdes como la yerba, voz ronca y muy varonil y una entrepierna prominente, siempre marcando paquete con cualquier pantalón que lleve. Con Ziro me llevo bastante bien, tenemos una amistad muy grande, y una complicidad tremenda. Muchas noches se viene a mi caravana a dormir la mona, después de una buena borrachera y de que Mara lo haya echado fuera. Las peleas de los dos son tremendas, los gritos y los insultos del uno al otro se escuchan a dos kilómetros a la redonda. En fin, que por una cosa u otra, siempre termina algunas noches durmiendo en la cama de mi hermano.

Mas de una vez, mientras Ziro estaba tendido en la cama, completamente borracho e inconsciente, y sin que se diera cuenta de nada, yo… me he acercado con la cara y pegado la nariz a su entrepierna, oliendo por encima de los calzoncillos su polla y sus grandes huevos. ¡Que delicia, joder! ¡Que olor a macho folla coños!… el cabrón me pone a cien por hora y desata los instintos mas viciosos que llevo dentro. Acariciándole suavemente la verga con los dedos, notando como le iba creciendo la polla debajo de la tela,  y en mi creciendo la locura de abusar de él allí mismo. Pero siempre me he contenido, no he ido mas allá de oler y tocar, por miedo a que me pillara tocándole el paquete y me partiera la cara o algo peor. Hasta esa noche…

Como otra noche cualquiera, ya había empezado la bronca con Mara, los gritos, los insultos, las cosas cayéndose al suelo, y al final el portazo que daba por terminada la pelea.

Ziro: Alex… Alex colega, ábreme la puerta chaval, ¿O quieres que me quede aquí en los escalones a dormir?

Alex: Entra amigo mío… ven que te ayude… y tumbate en la cama de Toni.

Ziro: ¡Mala puta!, ¡Mala mujer!, tarde o temprano descubriré con quien se acuesta, si, chaval, te apuesto el huevo derecho y no lo pierdo, de  que se la está follando uno de aquí. Pero deja que descubra quien es, le voy a cortar la polla de cuajo y se la voy a meter por la garganta.

Alex: Venga tío, ¿Pero como se va a estar follando con alguien? Mara te quiere a ti, está super enamorada y haría cualquier cosa por su hombre.

Ziro: Si, Si, Ya, y yo me lo creo. ¿Sabes cuanto hace que no follamos?, dos putos meses chaval. Cuando no tiene la regla, tiene dolor de espalda, y si no le duele la cabeza. A la mierda esa puta, que le den mucho por el culo, que se joda.

Alex: Jajaja, o sea, que te tiene matao a pajas, jajaja.

Ziro: Eso es lo que tu te crees, jejeje, y lo que ella se piensa.

Alex: Tío, ¿No me digas que…?

Ziro: Lo que te digo chaval, ¿Te acuerdas de la niñata del otro día? ¿La putilla que venía con las amigas y no paraba de pedirme una vuelta gratis? Pues, se la di, y como se la di.

Alex: Cuenta colega, cuéntame. Serás cabrón, lo calladito que te lo tenías.

Ziro: Chaval, tienes que comprender que uno tiene sus necesidades, y si no las encuentro en casa, tengo que salir a buscarla. Pues nada, me fui a mear detrás de las caravanas y me encontré a la putilla toda mareada. Estaba apoyada de espaldas en una de las caravanas, con el cuerpo inclinado como intentando echar la pota. La faldita apenas le tapaba el delicioso culo, el tanga separaba los cachetes y se le podía apreciar por debajo, el bulto de su jugoso coñito. Me saqué la polla y comencé a magrearmela viendo el espectáculo. Me volví loco chaval, la garré por detrás tapándole la boca con la mano, mientras con la otra arrancaba de un tirón las braguitas de la zorrita. Le metí la polla por el coño hasta el fondo, ¡Que coñito mas caliente! Mi cipote bombeaba cada vez mas rápido, sin control, fuera de mi como si tuviera vida propia, hasta reventarle las paredes del chumino. La putilla intentaba gritar, quitarme de encima de ella, pero no pudo hasta que me corrí. Le llené de leche la pipa del coño, me vacié como una vaca después de varios días sin sexo.

Alex: Pero tío, eso es una violación, tu estás loco, ¿Y si la chica te denuncia? Puedes ir a la cárcel.

Ziro: Calla chaval, no pasará nada, la niñata no pudo verme en ningún momento, además estaba muy colocada como para acordarse de mi. De hecho, al día siguiente estuvo otra vez montándose en la noria con las amigas y no me dijo nada. Así que no te preocupes chaval.

Desde luego la historia no tenía desperdicio, me había puesto calentón perdido, imaginándome al colega violandole el coño a la tía y corriéndose dentro del coño, mientras se le resbalaba el esperma por las piernas.

El seguía relatando la follada mientras a mi empezaba a babearme la polla dentro de los gachumbos, el grosor que había adquirido mi cipote era para esconderlo como fuera y que no se diera cuenta mi colega.

Al cabo de un buen rato y después de acabar con todas las birras de la nevera, cayó rendido encima de la cama y borracho como una cuba. No era de extrañar, ya que siempre que se quedaba en mi caravana a dormir, terminaba de esta forma, super borracho y con el conocimiento perdido.

Comencé a tocarle muy delicadamente el paquete con mi mano, deslizando los dedos a todo lo largo del cipote endurecido, y magreándole los huevos con suavidad. Acerqué la cara a sus ingles y aspiré ese olor tan rico que sacaba el vicio malo de mi cuerpo, toqué con la lengua el tronco del cipote todavía escondido por los calzoncillos y lamí como una gata en celo hasta mojar de saliva toda la tela. Era un placer monstruoso, notaba el caliente y húmedo sudor en cada una de mis papilas gustativas, paladeando el sabor y degustando con deleite la polla de ese macho. Destapé por un lateral aquel premio que tanto deseaba,  me quedé mirándole el cipote varios minutos, hasta que me convencí de que aquello era real, estaba viendo por primera vez, la polla desnuda del tío que me calentaba, el que mojaba de babas todo el cabezón de mi polla, el que me ponía morboso y me hacía el culo agua.

Agarré aquel vergón por el tronco duro y venoso, lo coloqué a la altura de mi cara, abrí la boca todo lo que pude y lo engullí desde el capullo hasta llegar al pubis. ¡Como le chupaba la polla! Yo era un poseso, como si fuera la única en el mundo, adsorbiendo a chupetones el líquido preseminal que se le salía por la raja del capullo y poniéndosela guarreada de saliva. Mi boca era una maquina sin descanso, moviéndose de arriba abajo sin parar, a tal punto de darme arcadas, y no de asco precisamente.

En ese momento mientras le mamaba la polla, pensaba en la conversación de antes, en la historia de la violación a la niñata, y me imaginaba que aquella putilla era yo. Que el coño de la tía, era mi culo, que la boca que tapaba su mano para que no gritara, era la mía, que el torrente de leche de sus cojones, era para mi ano.

El cabronazo seguía cao, inconsciente, pero su cipote gordo y duro estaba mas que activo y guerrillero. Cuando ya le había confeccionado un traje con mi saliva, y se lo había empalmado a mas no poder, me senté muy despacito, insertando su verga en el agujero de mi trasero, llenándome con su  polla caliente y dura, hasta deslizarla por completo el interior de mi culo apretado. Iba moviendo levemente mis nalgas, con sacudidas suaves, pausadas, recreándome en el placer de saborear cada pulgada de su nabazo.

Al mismo tiempo yo me pajeaba la polla, con tranquilidad, sin prisas ninguna, pero sin pausa, dándome con fuerza en el capullo y sobándome con la otra mano mis gordas pelotas.

No pude contener el gustazo y la gozada mas grande que hasta ahora había sentido, todo fue en vano colegas, Me corrí sin poder contenerme, sin poder remediarlo, el cabezón de mi polla escupía abundantes trallazos de leche, llenándole a Ziro todo el pecho peludo, pringando sus pectorales, y manchando sus pezones de mi babosa lefa.

Incliné mi lengua de chupa pollas, y empecé a comerme hasta la última gota de mi esperma. Le lave el pecho a fondo, a lametazos le deje el torso bien limpio y sin el menor rastro de mi corrida.

Mientras recogía el esperma de su cuerpo, se abrió la puerta de la caravana. No me di cuenta de había entrado mi hermano Toni, ni de cuanto tiempo llevaba mirando la escena. Estaba viendo a su hermano pequeño con el culo en pompa, a cuatro patas en el borde de la cama, lamiendo semen del pecho del Ziro, su coleguita.

Toni: ¡Joder Alex!, ¡Eres una maricona guarra!

Alex: ¡Toni!

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