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Mi madre y mi amigo – 01 – El primer encuentro

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Este es un relato real y me sucedió hace como cuatro meses. Me presento, mi nombre es Jorge soy un joven de 25 años que sólo vive con su madre, ya que mi padre abandonó a mamá hace más o menos cinco años, pero este relato no se trata de mi, es sobre un amigo y sus fantasías con mi madre, las cuales finalmente cumplió y con creces.

Hace aproximadamente seis meses llegó un joven nuevo a vivir a mi edificio, un joven moreno de mi misma edad y en general con una buena pinta, su nombre es Carlos, con el paso del tiempo yo comencé a hacerme amigo de él, ya que teníamos los mismos gustos musicales y nos juntábamos regularmente a escuchar música, tomarnos una cerveza o salir con alguna chica. En un principio nuestras reuniones siempre eran alternadas, es decir un día en mi casa y otro día en la casa de Carlos, pero como al mes de conocernos comencé a notar que mi amigo siempre buscaba reunirse en mi casa, para lo cual inventaba cualquier excusa como por ejemplo que yo tenia más música o que su mamá estaba enojada y no podíamos estar en su casa. A mi esto me parecía extraño, pero más extraño aún era que cuando estábamos en mi casa, Carlos salía de la pieza cada 5 o 10 minutos diciendo que quería ir al baño o que quería tomar alguna bebida, etc, pero a veces yo salía de mi pieza también y lo descubría observando a mi madre, tengo que reconocer que cuando me di cuenta me dio un poco de rabia, pero extrañamente también me daba mucho morbo saber que un amigo se calentaba con mi madre, la cual podría ser considerada una mujer bastante deseable. Su nombre es Sofía, tiene 38 años, es flaca, siempre lo ha sido, tiene una cintura bastante moldeada que provocaría la envidia de cualquier veintiañera, sus caderas, sin embargo son anchas y terminan en un culo (por lejos su mejor atributo) de buen tamaño y bien parado, tiene la piel bronceada con sus constantes idas al solarium y a esto se suma un par de tetas que, luego de operárselas se han convertido en uno de sus mayores orgullos, junto a su culo obviamente. La operación agrandó un poco sus pechos  que deben medir algo así como 95 cm e hizo que sus tetas se mantengan bien paradas y redondas, lo cual se había visto afectado después de dos embarazos (mi hermano menor vive con mi padre). Además, tengo que reconocer que tiene una cara de gozadora que calienta a cualquiera, aparte su vida había cambiado mucho desde que mi padre la había dejado, ya que desde ese momento comenzó a salir a discos con amigas y se empezó a vestir mucho más sexy con ropa más apretada, cuando no tenía que trabajar por lo general vestía jeans, y su prenda preferida eran las poleritas o blusas ajustadas con mucho escotes y ¡vaya que escotes! (al ponerse esta ropa ella siempre me decía: “tengo que aprovechar la inversión…jajajaja). Yo la entendía e incluso la apoyaba, sabía que era una mujer atractiva y que después que mi padre la dejara por otra su autoestima había bajado mucho. Además, mi madre nunca había tenido un comportamiento de prostituta, es decir, se vestía sexy, le gustaba provocar, pero nunca había llevado una gran cantidad de hombres a la casa, es más después de mi padre yo sólo le había conocido una pareja, su novio actual, Ricardo, un tipo bastante tonto, que a mi no me caía nada de bien, ya que siempre trataba de controlar a Sofía y era muy aburrido. En realidad creo que mi madre sólo salía con él para no estar sola. Debido a todas estás razones, también comprendía perfectamente que todo esto provocara calentura en mi amigo, el cual no era el único conocido que miraba de forma lasciva a Sofía

Un día Carlos llego a mi casa, traía una cámara digital que había comprado recién, empezamos a sacar unas fotos para probar el aparato, le pedíamos a mi madre que las tomara, estábamos en eso cuando de repente mi amigo quiso tomarse una foto con mi madre, ella accedió sin ningún problema y se acercó a él, Carlos tomó a Sofía de la cintura y yo me demoré intencionalmente en tomar la fotografía, ya que sabía que mi amigo había esperado mucho este momento. Al día siguiente fui a su casa, Andrea, su mamá, me abrió la puerta y me señaló que Carlos estaba en su pieza que pasara, yo entré a la pieza de mi amigo, quien tenía la música muy fuerte y se estaba masturbando concentradamente, al darme cuenta de esto me reí, bajé la música y lo saludé. Carlos se  levantó de la cama muy nervioso y pude notar que tenía algo en su mano, ¡era la foto que se había tomado con mi madre!, en ese momento volví a sentir lo mismo, es decir un poco de molestia, pero un morbo increíble, además extrañamente no sentía sorpresa. Él me pidió disculpas inmediatamente y no hablamos más del tema, por lo menos durante esa tarde, pasaron algunos días y yo no podía dejar de pensar en la imagen de mi amigo masturbándose con la foto de mi madre, y en el morbo que me daba que un amigo se follara a Sofía, después de tanto pensar, me decidí, aunque me costó mucho, a hacerle una oferta a Carlos. Llegué a su casa y luego de conversar bastante rato, volví a sacar el tema y le dije:

—¿Carlos, a ti te gustaría acostarte con mi mamá, cierto?

Él se rió con nerviosismo y me pidió nuevamente disculpas, yo lo interrumpí y con voz seria le repetí:

—No, en serio, es sólo una pregunta, respóndeme, no me voy a enojar.

Después de un rato en el que mi amigo, me miraba extrañado sin poder creer lo que le decía, respondió muy nervioso.

—No, o sea si, si me gustaría, la encuentro una mujer muy atractiva, pero nunca haría algo así, es tu mamá, sé que seguramente te molestó lo del otro día, pero te aseguro que no se va a volver a repetir. Perdóname, no sé por qué lo hice.

—¿O sea que no te meterías con mi madre? respondí yo.

—No, no, para nada, yo no haría algo así.

—Qué lástima, te iba a ofrecer que hiciéramos un plan para que pudieras cumplir con tu fantasía, pero si no…

—¿Qué? me interrumpió mi amigo. Su tono de voz había cambiado… ¿Qué dijiste?

—Eso, que debo reconocer que a mi me da mucho morbo pensar en eso. Además, tú eres un muy buen amigo y creo que a mi madre le haría bien.

—¿Le haría bien qué? decía Carlos con incredulidad.

—Le haría bien eso.

—¿Eso qué? insistía mi amigo.

—Eso, bueno, eso… una buena follada.

—Tú estás realmente loco, ¿tanto te molestó lo del otro día? Que ahora te estás burlando de mí, ya te pedí perdón. Carlos no podía creer lo que escuchaba.

—Jajajaja, tranquilo, te estoy hablando en serio, ¿qué te parece?, ¿te animas?

Luego de un largo rato de conversación e incredulidad por parte de mi amigo, Carlos finalmente aceptó, haciéndome jurar que yo no me molestaría y que después seguiríamos siendo tan amigos como antes, yo lo único que le pedí era que tenía que contarme con lujo de detalles todo lo que sucediera.

Comenzamos a trazar un plan y tras debatir durante horas llegamos a lo siguiente: él iría a mi casa cuando yo no estuviera, le pediría a mi madre unos cds y luego le buscaría conversación, de la vida, del futuro, de cualquier cosa, después tendría que lanzarse, ya eso dependía de él.

Estaba todo listo, quedo todo arreglado para ese día domingo, Carlos estaba muy nervioso, su preocupación se centraba en qué sucedería si mi madre lo rechazaba, yo trataba de tranquilizarlo, a pesar de no tener la certeza, creía que Sofía tenía cierto  interés en mi amigo, ya que como dije él es bastante simpático y tiene muy buena facha, además físicamente, es el tipo de hombre que le podría gustar a mi madre, alto, moreno y de músculos bien formados. Obviamente, ella siempre había intentado ocultar su interés y nunca se le había siquiera insinuado, por razones obvias, sin embargo, yo la conocía y menos mal que no me equivoqué.

El sábado comencé a tantear el terreno y hablé con Sofía y le dije a modo de humorada que creía que Carlos se sentía atraído por ella, su reacción me sorprendió ya que empezó a preguntarme cosas, demostrando un interés real, como: ¿y por qué crees eso?, ¿él te lo dijo?, ¿y cómo lo notaste?. Yo traté de inventarle la mejor historia que pude, mi madre sólo reía muy emocionada y coqueta y terminó diciéndome que cuando viera a Carlos le preguntaría.

Llego el domingo y mi amigo llegó a mi casa exactamente a las tres de la tarde, como estaba planeado, lo que Carlos no sabía era que yo me iba a esconder en mi casa y no iba a salir, como le había dicho, yo ya me encontraba en mi escondite. Mi madre le abrió la puerta, Carlos preguntó por mi, Sofía le respondió que yo no estaba, él le pidió si podía sacar unos cds de mi pieza, a lo que mi madre accedió, mi amigo entró y se dirigió a mi morada, buscó los cds, y salió. Aquel día mi madre andaba vestida para matar con uno de sus mejores escotes que dejaba ver casi la mitad de sus grandes tetas y un blue jeans que resaltaba mejor su hermoso culo. Carlos volvió al comedor y casi cuando ya se iba, comenzó a preguntarle a mi madre por su salud y cosas por el estilo, Sofía respondía a las preguntas y se armó una conversación, ella trajo unas bebidas y se sentaron en el sofá, la conversación continuó normal por unos momentos hasta que mi madre atacó y dijo:

—¿Sabes lo que me dijo mi hijo ayer? Preguntó Sofía coqueteándole.

—No. Respondió Carlos, acomodándose en el sofá

—Jorge cree que tú te sientes atraído por mí. ¿Qué estupidez verdad?

Mi amigo se armó de valor e inició la contraofensiva, se acercó a mi madre la miró a la cara y le dijo:

—¿Por qué sería una estupidez?, ¿No crees que yo te pueda encontrar una mujer atractiva?

—Pero… tú eres joven, yo soy una mujer mayor, los jovencitos como tú no se fijan en vejestorios como nosotras. Decía Sofía haciéndose la víctima.

—Jajajajajaja, pero si tú eres muy atractiva, tienes un muy buen cuerpo, además, eres simpática.

—Ahhh, entonces era verdad. Respondió mi madre

—Si, es verdad, creo que eres muy atractiva. Mientras Carlos hablaba no dejaba de mirarle las tetas a mi madre por sobre el escote.

—¿Te gustan…jajajaja? Sofía se había dado cuenta y por eso preguntó eso en directa alusión a sus melones.

—Ahhhh, si, son bo… son bonitas. Carlos rió, señal que se había vuelto a poner nervioso.

—No te pongas nervioso, está bien no me molesta. Respondió mi madre, tomando la mano de mi amigo.

—Oye, ¿Y tú le contaste a Jorge que te sentías atraído por mí?, ¿Y él no se enojó?

—No, en realidad no, él me descubrió. Contestó Carlos recuperando nuevamente la confianza.

—¿Y cómo? Insistió Sofía.

—Bueno, ehhhh, emmmmm, ehhhhhh. Balbuceaba Carlos sin saber que decir.

—¿Cómo te descubrió? Insistió Sofía

—Emmmmm, me descubrió masturbándome con la foto que nos habíamos tomado juntos. Respondió mi amigo inquieto.

—¿De verdad?, jajajajaja, si me hubieses dicho antes que te sentías atraído por mi, que tenía tan buen físico y todas esas cosas, quizás… te habrías masturbado menos.

Que Carlos le contara el episodio con la fotografía parece que volvió loca a Sofía, quién se abalanzó sobre mi amigo para besarlo apasionadamente. Mi amigo respondió sobándole las tetas y el culo, todo había comenzado. Estuvieron besándose un rato en el sofá del salón cada vez con más pasión. Mi madre emitía unos pequeños gemidos, a la vez que acariciaba la nuca y el pecho de Carlos, mientras él le besaba el cuello y los pechos desesperadamente y con la otra mano le sobajaba el culote por sobre los jeans.

Después de un rato así, mi madre comenzó a sobarle el miembro a mi amigo por sobre el pantalón hasta que se decidió y con la ayuda de Carlos  bajó un poco los jeans de este, desde donde saltó una verga completamente erecta. Sofía, primero empezó a masturbarlo de arriba a abajo sin dejar de besarlo hasta que dirigió su mirada al vergón de mi amigo, se sacó la polerita que llevaba junto con su sostén rojo quedando solamente con los jeans y sus zapatitos de tacón negros. Él también se quitó la polera.

Luego de sacarse parte de su ropa, bajó hacia el miembro de Carlos, que medía como 20 cm) y se lo introdujo en la boca hasta casi la mitad, después se la comenzó a chupar y lamer como loca, parecía una verdadera puta, nunca me imaginé que mi madre podía comportarse de esa manera. Sofía succionaba con pasión y mi amigo estaba en el séptimo cielo, sólo atinaba a tomarle la cabeza y emitir pequeños gemidos y frases de goce.

—Ohhhh, eres fantástica, que bien lo haces, sigue por favor no paresssss. Nunca me lo habían chupado así, eres una maestra, la mejor de todas. Siiiiii que bien lo hacesssss, me encanta, ohhhhhh

—¿De verdad te gusta?, ¿no lo hacen así tus noviecitas?

—Noooo, no tan bien como tú, no paresss, eres la mejor, ¡¡la mejor!!

Carlos le volvió a tomar la cabeza con fuerza para meterle la verga en la boca lo más profundo posible, parece que las palabras de mi amigo excitaban más a mi madre quien intentaba tragarse el miembro sin lograrlo, después lo lamía en toda su extensión, para luego intentar de nuevo hasta la garganta.

Luego de aquella mamada épica, en la que Sofía casi había logrado que Carlos acabara en su boca, mi amigo la levantó y volvió a comerle las tetonas desesperadamente. Mi madre sólo respondía con gemidos y más gemidos, mientras hacía esto mi  amigo empezó a meterle mano bajo los jeans metiéndole los dedos en su coñito, esto volvía loca a mi madre, quien lo besaba cada vez con más pasión rasguñándole la espalda. El muchacho desabotonó el pantalón de mamá y se lo quitó dejando al descubierto las tanguita roja que traía, luego la acostó en el sofá y comenzó a comerle el coñito rápidamente. A esa altura la excitación de Sofía era máxima, sólo gemía cada vez más fuerte y le tomaba la cabeza con una mezcla de fuerza y desesperación. Carlos realizó esa labor por casi 10 minutos, donde creo logró el primer orgasmo de mi madre.

Sin embargo, esto era sólo el comienzo. Sofía se reintegró a las acciones, le terminó de quitar los pantalones a Carlos y agarrándolo de la verga erecta lo llevó a su pieza, en ese momento tuve que cambiar mi posición para observar que pasaba. Ya en su pieza, mi madre volvió a comerle la verga un rato, chupándole las bolas y lamiéndolo como si fuera un helado. Luego, Carlos tomó a mi madre y se ubicó sobre ella, penetrándola lentamente, esto provocó un gemido de alivio en Sofía, quien echó su cabeza hacía atrás y le clavó las uñas en la espalda. Mi amigo comenzó el mete y saca en esa posición, cada vez más rápido, comiéndole la boca, besándole el cuello y observando fijamente el rostro gozador de mi madre, sintiéndose orgulloso de su faena. Mi amigo se la clavaba ferozmente, levantándole las piernas para penetrarla mejor.

Después de unos momentos, mi madre se ubicó sobre Carlos y comenzó a cabalgarlo. Mi amigo ya había perdido toda la vergüenza y el pudor y empezaron a tener un diálogo que nunca olvidaré:

—¿Qué diría tu hijo si te viera así follando con uno de sus amigos?

—No sé, nadaaaa, me encantaaaa, eres exquisitooooo. Eran las únicas palabras que podía distinguir entre el mar de gemidos que emitía mi madre.

—¿Te gusta?, ¿Te gusta? Ohhhhh, como cabalgas, lo haces genial, sigue montando, sigue montando. Reiteraba una y otra vez Carlos.

—Siiiiii, mi amooooooor, me encanta, me encantaaaaa, no pares, no pareeeees, ahhhh que goce, me encanta tu vergaaaaa, clávame más fuerte, más fuerteeeeeee. Mi madre ya había olvidado todo y sólo se dejaba llevar por su pasión incontrolable.

—Siii, Sofía, estás buenísima. Te voy a hacer gozar como nunca, Te voy a venir a follar todos los días, no me importa si está Jorge. Incluso mejor para que sepa lo buena que es su madre follando.

—Como tú quieraaaaaaas, mi amoooooor, como quieras, soy tuyaaaaa, haz lo que quieras conmigoooo, házmelo todos los díaaaaaaaas, no puedo parar de gozaaaaaaar, siiiiiiiiiiiiiiiiiiiii. Creo que en ese momento mi madre tuvo su segundo orgasmo.

En el escondite que yo estaba podía ver claramente el rostro de Sofía, la cual parecía una potra en celo, con el pelo suelto, cabalgando velozmente, mirando hacia el techo y gimiendo como una posesa, mi amigo no se dejaba estar y sobaba fuertemente las tetas de mi madre para luego agarrarle el culo con las dos manos y penetrarla brutalmente, provocando la excitación de Sofía.

No obstante, aún faltaba algo. Luego de un rato haciéndolo en esa posición, Carlos le indicó a mi madre que se levantara y la ubicó en cuatro patas sobre la cama. Mi amigo se puso detrás de ella y la penetró fácilmente comenzando así con el mete-saca a gran velocidad. El muchacho agarraba a mi madre de las caderas y cintura para penetrarla más profundamente. Estuvieron un rato así, después Carlos disminuyó el ritmo y empezó a clavársela lentamente, metiéndole parte de su miembro para luego sacárselo completamente y volver a introducírselo. Esto generaba gran goce en Sofía, quien con cada clavaba profunda emitía un gemido de desesperación. Mi amigo comenzó a acelerar de nuevo tomando a mi madre de los hombros y dándole pequeños golpes en el trasero, el cual no había dejado de mirar desde que se la estaba follando en esa posición.

—Que lindo culito que tienes, me encanta. Decía Carlos, mientras le sobajaba el culote

—¿Si?, es mi orgullooooooo. Respondía mi madre entre gemidos.

—Lo sé, te encanta mostrarlo. A mi me vuelve loco como lo meneas y como se te ve con esa faldita apretada cuando te vas al trabajo.

—Me encantaaaaaaaa que los hombres me miren mi traseritoooooo y que se den vuelta para observarlooooooooo. Los gemidos de mi madre poco a poco aumentaban nuevamente su intensidad.

—¿De verdad?, ahora te lo estoy mirando, hay tantos que lo desean, pero ahora es mío, sólo mío, ¿verdad?

—Siiii, mi amor, es tuyooooooooo, completito, es todo tuyooooooooo.

—Así me gusta. Y te gusta que te lo hagan por acá. Carlos decía esto mientras le metía un dedo en el culo.

—Siiii, me fascinaaaaa que me lo hagaaaaaaaaan por atrás. Las palabras de Sofía eran cada vez más entrecortadas.

—¿Y a mi me vas a dejaaaar? Mi amigo estaba excitadísimo, aceleró sus movimientos y comenzó con embestidas brutales, tirando fuertemente del pelo a mi madre.

—Siiii, mi vida, es tuyooooo cuando quieraaaaaassss. Los gemidos de mi madre ya se habían convertido en gritos de pasión.

—Ohhhhh, Sofía  eres la mejoooor. Me corroooooo, me corroooo.

—Hazlo adentrooooooooo, hazlo adentrooooooo. Decía mi madre desesperada.

—No te preocupes tomo pastillas, quiero sentir tu lechecitaaaaaaaaa dentro mío, acaba dentroooooooo, esoooooooo, siiiiiiii, la sientoooooooooo. Creo que ese fue el tercer orgasmo de mi madre.

—¿Quieres sentirla?, entonces toma, tomaaaaa, tómala toda, ohhhhh me estás dejando seco, ohhhhh como traga tu coñito, es magnifico. Según me contó después, Carlos había dejado ir el semen de una semana dentro de mi madre.

Ambos quedaron acostados tendidos en la cama. Luego de unos minutos mi madre miró el reloj, creo que tenía algo que hacer así que le dijo a Carlos que tenia que salir, a lo que mi amigo respondió:

—Todavía me debes, tú sabes. Decía esto, sobándole suavemente el trasero.

—Lo sé, pero va a tener que ser otro día, Jorge ya está por llegar, te prometo que va a ser tuyo. Sofía lo besó apasionadamente y se levantó.

Intercambiaron sus números de celulares y mi madre le dijo que cuando yo no estuviera ella lo contactaría y que lo de hoy había sido fantástico, Carlos se fue, y Sofía entró a la ducha. Mientras ella estaba allí, yo salí de mi escondite y simulé que había llegado recién a la casa, mi madre me dijo que había venido Carlos y que se había llevado unos Cds. Esa noche hablé con mi amigo, el cual me contó casi todo excepto lo del intercambio de números de celulares y de las futuras citas, desde ese día hasta hoy Carlos se ha follado a mi madre reiteradas veces en las cuales he estado presente. Debo reconocer que esta situación me da mucho morbo, además mi madre ha cambiado bastante desde que comenzó a verse con mi amigo, pero eso quedará para más adelante. Espero sus comentarios para ver si continuo con la historia.

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