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Mi hermosa cuñada

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Este relato es totalmente real, mi nombre es Fernando tengo 31 años, mido 1.88, peso medio, de tez blanca, y sucedió hace apenas unas semanas en la Cd. De México. Tengo una esposa guapa mide 1.65 y tiene buen cuerpo, ella se llama Lorena, yo tengo un negocio propio de publicidad de todo tipo, desde diseño gráfico, hasta venta de artículos promocionales, no es muy grande el negocio pero me va bien, tengo dos empleados, mi esposa trabaja como ejecutiva en una banco.

Hace como dos meses mi cuñada llamada María le llamo a mi esposa diciéndole que acababan de hacer recorte de personal donde ella trabajaba y si yo no podía darle trabajo temporal de lo que fuera, mientras conseguía otro empleo, mi esposa me platico, yo no estaba de acuerdo le decía que su hermana no sabía hacer mucho, y que además de que la podría ocupar, aparte de que no podía pagarle mucho. Mi esposa insistió tanto que acabe aceptando, la verdad es que tenía casi dos años de que yo no veía a mi cuñada, siempre había admirado de ella que era una niña muy guapa de cara, pero casi siempre andaba vestida de pants y tenis.

Ese día María se comunica conmigo para fijar una cita, yo pensaba ocuparla de ayudante o algún cargo sin importancia, siempre y cuando no estuviera cerca de los clientes por lo mismo de que no solía vestir muy bien, concertamos una cita al otro día como a las 9:00 am. Yo estaba en mi oficina sacando unos pendientes, El negocio consta de una entrada que es donde tenemos vitrinas para exhibir lo que hacemos, normalmente ahí está un muchacho que es el que atiende a los clientes, hay un sillón de tres plazas para los clientes, luego hay una puerta y esta otro cuarto que es donde se trabajan los pedido y por ultimo un cuarto que es el que ocupo como mi oficina, no es muy grande, ahí me dedico a diseñar y a llevar las cuentas, tengo un escritorio con mi computadora y otro sillón de también tres plazas, un reproductor y una pantalla, la verdad es muy ameno el lugar, a mí me gusta mucho trabajar ahí.

A las nueve en punto me llama el muchacho que atiende en la parte de enfrente y me avisa que la Señorita María ya llego, le dije que la hiciera esperar un poco, la verdad pensaba que para que mi cuñada no se quedara mucho tiempo o se aburriera, trataría de fastidiarla en lo más que pusiera, y no era tanto por María, porque realmente no me caía mal, sino porque de cierta manera me sentía invadido, después de 15 minutos la hice pasar, cuando tocan a la puerta de mi oficina me levanto para abrir y casi se me salen los ojos, era una mujer muy alta 1.76 (ya había olvidado que tan alta era), traía puesto un traje sastre de pantalón que se ajustaba perfectamente a su hermoso cuerpo, una suéter negro pegadito al cuerpo que dejaba resaltar sus senos de muy buen tamaño, y unos tacones negros altísimos, su cabello recogido y una cara hermosísima, tenía apenas 21 años y ya estaba convertida en toda una mujer, nada que ver con el recuerdo que yo tenía de ella, súper elegante y hermosa. Creo que ella se dio cuenta de que me quede impactado, que me dijo si ya me había olvidado de ella, le extendí la mano y ella se me acercó y me dio un beso en la mejilla y un pequeño abrazo, olía tan bien, la verdad es que era la mujer más guapa que había visto hasta ese momento.

La invite a sentarse y le dije que había crecido muchísimo, quería decirle tantas cosas pero sabía que no podía, platicamos un muy buen rato hasta ponernos al día muy en general, era muy agradable su conversación, después conversamos acerca del trabajo, ella me explicó su situación y lo que antes me parecía una pésima idea ahora estaba ansioso porque ella comenzara a trabajar conmigo, le dije que la podía emplear de mi secretaria y que poco a poco le enseñaría a diseñar, para que también me ayudara con eso, le ofrecí un sueldo mayor al pensado.

Le dije que se presentara al siguiente día ya a trabajar, en cuanto ella salió mande comprar un nuevo escritorio y una computadora e inicie una pequeña remodelación en mi oficina a modo de que su espacio de trabajo quedara en la misma oficina que yo.

La verdad desde que comenzó a trabajar mostro mucho entusiasmo y dedicación, aprendía rápido y en poco menos de mes y medio se había convertido en una secretaria muy eficiente y necesaria en la oficina. Le daba mucha frescura a el negocio, se llevaba muy bien con todos y era un placer verla vestida tan elegante y de muy buen humor siempre, estaba fascinado con ella y su trabajo.

El horario de trabajo era de 9 am s 6 pm, y siempre a la hora de salida su novio pasaba por ella, recuerdo que un día ya eran como 6:20 y su novio no pasaba por ella y se comenzó a soltar tremenda tormenta, y ya estaba cerrado, y fue entonces cuando me acercaba hacia ella para ofrecer llevarla a su casa, cuando uno de mis trabajadores me gano y ya no pude hacer nada. María se subió a su auto y justo cuando arrancaban, su novio llego y vio cómo se iba con Raúl, lo cierto es que con él era con quien mejor se llevaba, y que también desde que llego la trataba de conquistar, pero María siempre había dejado en claro que tenía novio y se daba a respetar.

A veces me quedaba más tarde a sacar pendientes, y ese era un día de esos. Ya eran como las 9 y me disponía a retirarme cuando entra una llamada a mi teléfono, era María un tanto enojada y triste, me pidió faltar al día siguiente, le pregunté si estaba bien? y fue cuando me comenzó a contar que después de que Raúl la dejara en su casa llego su novio y le había armado una súper escena de celos, que ya habían sido varias y que había decidido terminarlo. Me dijo que sinceramente no estaba de humor para trabajar, que solo le diera ese día y ya para el jueves estaría mucho mejor, le dije que no había ningún problema, que se tomara los dias que fueran necesarios y que si necesitaba algo no dudara en pedirlo.

Ella me confeso que no pensaba quedarse encerrada a llorar o estar triste, sino que quería salir a caminar y distraerse, y me dijo que de hecho si quería pedirme un favor, que había entablado una buena amistad con Raúl, y que si podía darle permiso de faltar para ver si aceptaba acompañarla al siguiente día. Le dije que por mí no había problema, pero que había muchos pedidos por entregar y él estaba a cargo, me dijo que entendía, que de hecho antes que Raúl había pensado en pedirme a mí, irnos de pinta, pero que sabía que era difícil por el trabajo.

Acabando de decir eso tuve tremenda erección por pensar en salir con mi cuñadita, le dije que de hecho me había quedado tarde a trabajar porque pensaba llegar tarde al trabajo, ya que también me sentía algo cansado, con cierto dejo de alegría María me pregunto si entonces aceptaba irme de pinta con ella, a lo que respondí inmediatamente que sí.

Cuando colgamos estaba emocionado, al otro día me levanté muy temprano y me fui al negocio, estuve ahí hasta las 9:30 y Raúl fue el primero en preguntar por María, le platique lo del problema y que no iría a trabajar, y le dije que yo iría a visitar unos clientes, nada raro porque otras muchas veces salía y a veces ya no alcanzaba a regresar.

Me fui inmediatamente a casa de María, y le llame para avisarle que ya estaba afuera, cuando salió María casi se me cae la baba, traía unos leggings negros, un especie de corsette rojo y zapatillas rojas altísimas y el cabello suelto, estaba buenísima, el pantalón dejaba ver un par de nalgas sabrosísimas, estaba espectacular, solo atine a decirle que estaba muy guapa, y me dijo que no pensaba amargarse.

La invite a desayunar, después caminamos por una plaza, no pasaba desapercibida para nadie, en ratos me atrasaba fingiendo ver algo, pero solo era para verle ese hermoso par de nalgas, cuando de repente escucho que un tipo se le acerca y le dice, estas buenísima mamacita, yo lo encaró para reclamarle y mi cuñada me jala poniendo mi mano en su cintura y diciendo al mismo tiempo que no valía la pena, yo estaba fascinado, puesto que caminamos un buen rato más y ya no la solté, en ratos ella veía algo y me quitaba la mano de su cintura, pero cuando caminábamos de nuevo yo la volvía a abrazar, era un verdadero placer tomar esa breve cintura con mis manos, en eso me dijo que era mucho mejor que la llevara de la cintura, ya que así no lo molestarían.

Ese día comimos, y tomamos helado y café, platicamos mucho y nos reímos más, se había creado una buena amistad entre nosotros, pero sin más remedio el día había terminado ya y era hora de volver a casa. Recuerdo que antes de salir al estacionamiento comenzaba a llover, y quisimos apresurar el paso hasta el auto, me quite el saco y se lo puse, para taparla de la lluvia, en eso se soltó más fuerte la lluvia, yo la llevaba de la mano y ella me dijo que mejor la abrazara, ya que sentía que se caía con esos tacones, me dispuse a pasar mi mano por su cintura, cuando sin querer bajo de más la mano y en lugar de tomar su cintura, agarro con fuerza y de sus nalgas, fue un shock para los dos, rápidamente volteo a verme y yo a ella sin soltar su nalga, estaba tan dura, hasta que ella me dice un tanto molesta, ya mejor vámonos, fue cuando la solté, pensé que todo se había terminado, que incluso me acusaría con su hermana.

En el camino ya no dijimos nada, y ya casi llegando a su casa le dije que no había sido mi intención, solo que estaba acostumbrado a abrazar a mi esposa y era un poco más baja de estatura. Ella ya no dijo nada y entro a su casa, yo regrese a casa sacadísimo de onda, esa noche no dormí bien sabía que en cualquier momento le llamaría a mi esposa para contarle o por lo menos ya no iría a trabajar.

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