Erika era una joven inquieta, inteligente y con gran personalidad, con muchos amigos y una familia que la adoraba, la mayor de 3 hermanos pero en su corazón cargaba un vacío y una pena, historias de amores extraños y no correspondidos, siempre la amiga, la tía, la madrina, la buena onda; jamás la novia, la esposa o la futura madre de los hijos de nadie.
Ya rondaba los 30 y sus historias eran fugases y turbulentas, casados, gays encubiertos, infieles y traumados. Para las madres de sus novios era la nuera perfecta, pero eso no bastaba, además había un fuego en ella que no había podido explotar y la quemaba por dentro. Soñaba con encontrar el amor y el placer en un solo hombre, en un solo cuerpo y así poder dejarlo salir y entregarse por completo en cuerpo y alma. Alta y trigueña de formas generosas, su cara adornada por rizos rojos no demostraba su edad pero sus ojos reflejaban perfectamente la lujuria que la invadía desde dentro amando una sensualidad y coquetería que ella misma desconocía, lo que la hacía peligrosamente sensual y atractiva para todo tipo de hombre, pero aun no encontraba un hombre que le diera lo que buscaba, que la hiciera sentir mujer, hembra amante y amiga y que la valorará como ella lo merecía, incluso pensó en visitar un psicólogo ya que llegó a creer que ella era el problema.
Un día acompaño a su mamá a la casa de su amiga Rosa, ya que estaba desempleada y ella tenía un contacto para una entrevista, justo estaba súper atareada ya que llegaba su sobrino del sur a quedarse ya que estudiaría en una universidad de la capital.
Joaquín era un muchacho provinciano, tranquilo y tímido, era su tercera vez en la capital, era el consentido de su tía, ella no tenía más que una hija de unos 24 años.
- Joaco, ven a saludar a mi amiga y su hija! - gritó Rosa mientras hacía ademanes - Es un poco tímido, tu sabes allá en el sur la vida es distinta los niños son más sanos.
Se asomó un joven algo chascón y con cara de sueño saludo con un gesto de cabeza. Su tía lo regañó, - Venga y salude como caballero, no sea mal educado! perdónenlo viene cansado por el viaje! - se disculpó con Erika y su madre - Estos niños!!
Erika para sí pensó - Ni tan niño, que edad tendrá?? 24, 25 quizá, es lindo pero tiene cara de tonto! jajá - y rio disimuladamente.
Pasaron los días y Erika visitó a Rosa un par de veces para ver si ella la ayudaba a encontrar un trabajo con sus conocidos.
Conversaban durante horas, y Joaquín solo pasaba y saludaba desde lejos con la cabeza de su cuarto al baño o a la cocina, solo se detenía de vez en cuando para sacar algo de la mesa.
Un día de invierno Erika llego a la casa de Rosa empapada por la lluvia.
- Que te pasó mija?, mira como vienes pasa, pasa! Joacooo!! - grito mientras abría la puerta. - Trae una toalla para esta niñita que esta empapada hasta los huesos!, Ve a al cuarto de Silvana busca algo de ropa para que te cambies, si no te vas a enfermar.
De repente alguien golpeo la puerta - Hola!, se puede?? - Preguntó Joaquín
- Si pasa, y cierra que entra el frio brrr!!
Joaquín se quedó tieso con lo que veía, esas formas con las que secretamente había soñado, que veía en sus sueños nocturnos, que imaginaba tras esos escotes sugerentes o un jeans ajustado frente a él, ese triángulo de pasión cubierto solo por un pequeño trozo de tela que hacia juego con el sostén que con esfuerzo sujetaba ese par de senos que soñaba con besar adornados por esos rizos color fuego ahora oscurecidos por la humedad, mientras seguía con la mirada una gota que se escurría por la redondez de esas prominentes nalgas. Trago saliva y saco fuerzas para emitir alguna palabra coherente.
- Pe pe perdón!! Pensé que estabas vestida - Tartamudeó - Aquí te mando sopa de pollo mi tía para que calientes el cuerpo.
- Uyy q rico! me hace falta algo caliente - Joaquín volvió a tragar saliva y no fue capaz de emitir palabra. Si bien el nunca cruzo más que un saludo, él siempre la miraba en secreto, contemplaba sus formas, se deleitaba con su forma de caminar, y se la imagina así como la estaba viendo ahora, moría por arrancar ese pequeño trozo de tela que ocultaba aquel tesoro que había explorado solo en sus sueños desde hace ya un par de meses desde su llegada a la ciudad, pero el creía que una mujer así, con esa personalidad y carisma tendría ya un dueño o al menos algún pretendiente y que no se fijaría en un niño provinciano como él.
- AHhh y tranquilo no te disculpes, imagínate que estoy en bikini, además podrías ser mi hermano, si eres un niño!! jajajajjajaj!!
- No soy un niño, además David tiene 20 y yo 22!! - resaltó orgulloso y altivo.
- Uy que grande Señor, perdón!- rio Erika burlona! - Dame eso caliente que tienes ahí!! Me lo tragare de una muero de hambre y frio! - le guiño uno de sus almendrados ojos café coronado por unas largas y rizadas pestañas, que lo deleitaban como el aleteo de una mariposa
Por un momento el tiempo se detuvo y solo escuchaba el latir de su corazón acelerado y en sus cabeza retumbaban las palabras "me lo tragare de una", sintió el calor emanar de sus mejillas, y a la vez de su entrepierna que incómodamente comenzaba a manifestar sus pensamientos.
- Hey!, que pasa, Joaco, estas bien? estas sudando.
-Sí, si tranquila, es el calor que sale de la sopa - le acercó el plato y salió raudo tapando su erección con la bandeja.
Erika sonrió, con cara de travesura ya que no pudo evitar notar el bulto en los pantalones de Joaquín y divago durante unos minutos. Se dijo a si misma - Erika no seas estúpida, es un niño, no tienen nada en común, es un provinciano y además el sobrino consentido de la mejor amiga de tu mamá!... pero... jajaja nooo cancela ese pensamiento, no puede salir nada bueno de eso, o si?? Y se tendió en la cama relajada y con una picara sonrisa en sus labios.
De pronto su relajo se vio interrumpido - Mija, llamó tu mamá, acaba de llegar empapada igual que tú, dice que no se puede entrar al pasaje que esta todo inundado - comentó Rosa
- Oh que mal y como llegaré allá??
-Tranquila, ya hable con tu mamá, le dije que te quedarías acá, quedo en recogerte mañana en la mañana.
- Pero no es mucha molestia tía?? - La llamaba así de cariño, porque la conocía desde que era una quinceañera.
-No mi niña tranquila, tu eres como de la casa, además Silvana esta donde su prima y no llega hasta el domingo, ahora vamos, ven a tomarte un te conmigo, hice sopipillas para la once.
- mm que rico!! Gracias tía Rosita!!
Y así entre comer y conversar les dieron las 2 de la mañana, Joaquín dormía hace más de 2 horas, luego de un bostezo Rosa se levantó de su asiento.
- Bueno mija, saca un pijama del closet de Silvana, es increíble que la ropa de mi hija de 20 te quede aun, Incluso mejor que allá -dijo Rosa guiñando un ojo y haciendo un gesto de silencio con su dedo - Buenas noches mi niña que descanses!
- Igual Ud. tía y gracias por todo.
Para llegar a la habitación debía pasar por el cuarto de Joaquín, trato de no hacer bulla, pero no pudo evitar parase un momento frente a la cama y en un acto casi inconsciente acaricio su pierna que estaba x fuera de la cobija su piel y sus bellos eran suaves, sus piernas fuertes y la embriagaba el olor que emanaba de su cuerpo, ese olor la atraía y la seducía a igual que el calor que salía de él. Inspiró fuerte para llenar sus pulmones de ese aire que la tenía extasiada, de pronto se sobresaltó cuando lo vio acomodarse, lo arropo y se metió con el corazón acelerado a la otra habitación y cerró la puerta y descanso tras ella como si hubiese hecho una travesura.
Después de dar muchas vueltas y fantasear con que Joaquín se despertaba y se metía al cuarto y a su cama mientras ella recorría su cuerpo fantaseando con sus manos y sus labios gruesos y con sentir ese aroma que la había cautivado, el sueño la venció no sin antes calzarse el pijama más sexy que encontró entre las cosas de Silvana, un pantaloncillo pequeño de color negro de seda y un top de tirantes que acentuaba delicadamente sus curvas. Y así se durmió. Con las manos en sus senos para calentarlos un poco ya que no quiso abrigarse más y soñando que eran las manos grandes y fuertes de Joaquín quien hacían esa labor.
Como a la 7 sintió ruido del cuarto del lado, era Joaquín que se preparaba para ir a clases, de pronto sintió que la puerta se abrió suavemente y se hizo la dormida, pero dejando la mitad de su cuerpo por fuera de las mantas.
Era Joaquín que entro sigiloso, cuando la vio así supuestamente dormida no pudo contenerse y empezó a recorrer sus piernas con la punta de sus dedos casi sin tocarla, temblaba por una mezcla de temor y adrenalina, susurraba muy despacio mientras subía recorriendo sus formas semidesnudas. - Que hermosa eres! pareces un ángel dormida, pero hay algo en ti que me dice que eres una fiera, una hembra deseosa de ser domada, que no daría yo por ser ese a quien le regales tus deseos y tus despertares, muero por poseer ese tesoro que escondes bajo ese pijama - se acercó a su cuello y exhalo con fuerza - Hueles tan rico! me imagino deleitándome con tu aroma y saboreando tus jugos de mujer! pero que caso podrás hacerme? seguro ya tienes quien se encargue de eso...
Erika luchaba por no voltearse y tomarlo del cuello y traerlo hacia ella, su entrepierna estaba húmeda y su cuerpo se estremecía, quería más y más, este muchacho casi sin tocarla la tenía en el cielo, ms aun sus palabras no solo extasiaban sus sentidos sino que estaban entrando directo a su maltrecho corazón.
El seguía en su afán, Erika se volteo suave para ver como reaccionaba, él se retiró de la cama, pensando que la había despertado, pero ella siguió en su papel de "bella durmiente", una vez comprobado que aun dormía no pudo contenerse y deslizo con la máxima delicadeza sus dedos por la curva de sus senos, ambos estaban en la gloria y a la vez en el infierno luchando con sus deseos de fundirse con el otro.
De pronto Joaquín salió de su trance de golpe al sentir el despertador del cuarto de su tía, se levantó no sin antes dar un tierno beso primero en la frente y luego en los labios de Erika - adiós recios mía, te veo esta noche en mis sueños, rozo por última vez su cuerpo hasta llegar a sus labios y salió de la habitación.
Erika se retorcía una mezcla entre felicidad, excitación y deseo la invadían, comenzó a recorrer su cuerpo por los mismos lugares por donde el había pasado y no pudo evitar llevar sus dedos a su sexo para terminar lo que el había comenzado.
Repetía su nombre mientras trataba de llegar al orgasmo - Joaquín, joaco, hazme tuya mi vida! ven poséeme! si soy yo tu fiera, tu hembra deseosa de ti! - y así lo logró! luego durmió un par de horas más hasta que la despertó el teléfono, era su madre que avisaba que pasaría por ella dentro de una rato. -
Cuando llego su madre, estaba tomando desayuno junto a Rosa, amabas comentaron - Parece que dormiste bien! mira la sonrisa que traes!
- Si mamita, ni te imaginas, tuve un sueño maravilloso - mientras se estremecía al recordar las manos de Joaquín recorriéndola.
Rosa y su madre se miraron y se encogieron de hombros.
Solo ellos sabían lo que había pasado, pero nadie sospechaba lo que estaba por venir.
Erika solo sabía que se sentía más viva que nunca, solo no sabía si atesorar esto como una experiencia más o si jugársela y comprobar hasta donde la llevaría todo esto.
Continuara....