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Ernesto cumplió 66 y le hizo bien el amor a Estela

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Y esto fue lo que pasó en el cumple 66 de Ernesto, el miércoles 19 de octubre de 2016 a la noche en su casa, en Olivos. El cumple normal, la comida, bebida, invitados, todo. Pero lo grande fue tras el cumple, ya que Estela le hizo de nuevo un regalo tremendo a su maridito potente.

Como siempre, aparte de su familia,  Estela invitó a sus amigas. Y casi todas fueron este frío miércoles, así que muy elegantes las mujeres llegaron, muchas con ropa de cuero, muy maquilladas, cartera, algunas del brazo con sus hombres y otras juntitas, como María Teresa (campera de cuero, pollera negra, botas con taco) con María Beatriz (tapado de cuero y botas), las dos con sandwiches de miga para el cumple. Además las flamantes esposas Carmencita con Moni, muy lindas y superacarameladas, hasta entraron a los besos en la boca, Moni con ropa de cuero. Emma, Haydée, Su Guerrero toda de cuero con su marido, las adolescentes Sandrita, Gisella, Sol María, Jessica muy lindas y excitantes, Annabella con su amiga Solange y la tía de ésta, las tres de cuero, sobre todo Annabella con su espectacular tapado largo de cuero. Patri, Lily, Su Calderioni y hasta la gorda Vanina, otro personaje que ya les contaré, también estuvieron en la linda fiesta. Junto a ellas, las cuatro hijas de mi matrimonio amigo, Belinda, Consuelo, Cristina y Victoria, beli y Cris de cuero, Vicky con gamuza, con sus maridos y muy maquilladas. Y bueno, la cena bien nutrida: queso, fiambre, aceitunas, sandwichitos de miga, saladitos, de todo. Una torta bien llenita, sidra, masas y un par de postres de las chicas, aparte cerveza y gaseosas. Estela, muy linda, se sentó con su dulce de frutilla María Teresa, pero tras comer y charlar un rato con ella cambió y se pegó bien a Ernesto, vestido con saco negro, camisa, pantalón negro, zapatos y de riquísimo perfume. Estela, de blazer y pollera bordó, tacos y muy maquillada, se le sentó al ladito y se convidaron sandwichito y demás mientras charlaban entre ellos, él con otros hombres y ella con otras mujeres. Miraba de vez en cuando a Teresa, como siempre excitante con ropa de cuero y esos labios gorditos rojos y brillosos que a mí me vuelven loco. Pero este 19 de octubre Estelita ya había resuelto que era para Erne, por lo que además se puso lencería muy pero muy fina.

Terminó todo, sus hijas se fueron, Estela se dio besos pero normales con María Teresa y Bea, con las demás y tras despedir a sus familiares, la potra pelirroja se quedó solita con Ernesto. Y tras el bullicio, ambos se pegotearon juntitos en el sofá del comedor, y luego de un ratito de mimitos y besos, él le propuso ir a la pieza pero de abajo, la que al mismo tiempo es de invitados. Se ve que de la excitación no quería subir, así que ella se le puso dulzona y lo acompañó del bracito a la pieza.

Entraron , y ahí ella se le puso mimosona, lo empezó a besar y mimar. Y Ernesto se puso rojo de la pasión y excitación, vio que ella estaba excitante como nunca, toda para él. Se besuquearon , se amaron, mimaron, acariciaron, se besaron de nuevo, se empezaron a poner cómodos, Tomaron un poquitín de alcohol y se empezaron a calentar. Tanto, que Ernesto, ya bien alimentado por los sandwichitos, excitado por la pintura de labios de Estela, perfume y cremita, fue subiendo de temperatura y jadeos, y su mujer lo mismo. Y al final, inconscientemente se empezaron a sacar ropa y cuando se quisieron acordar estaban en paños menores. Excitados se fueron sacando todo uno al otro, él a ella su blazer y pollera, ella a él su pantalón y saco, él su blusita, ella su camisa. Y cuando él la vio en ropita erótica bien fuerte, el pene se le fue para adelante. Genial como es, Estela se lo besó, acarició dentro del calzón, le bailó y él casi la coge con ropa y todo, pero ella divina retrocedió y lo calentó más. Su intención, claro,  era hacerlo explotar rogándose lo más posible. Por eso y cuando Erne quiso su cuerpo, sus tetas, encima con su perfume, Estela se alejó y lentamente salió de la  pieza.

Sacadísimo, Ernesto la siguió, la agarró y sujetó fuerte, ella quiso zafar pero no pudo, él la puteó, le dijo cosas puercas, ella le respondió asquerosidades para ponerlo a punto de ebullición. La abrazó, la manoseó, ella quiso aguantarlo pero él le desabrochó el corpiño y se lo sacó aunque ella quiso impedirlo. Manoseó sus tetas, se las chupó y exprimió como limones, las volvió a chupar, ella se alejó de nuevo, él se superrecontrasacó, la volvió a agarrar, le apretó con toda su fuerza las tetas, la pellizcó y la sujetó con fuerza mientras le pegaba suave. Excitada, Estela no pudo más, se hizo encima la bombacha, le quitó el calzón, se le fue nomás su tremenda pija de 25 cm para adelante y despacito, cuando él estaba para darle con bombacha y todo, Estela volvió genial a alejársele a la puerta.

Ahí sí, Ernesto superexplotó como bomba atómica. La siguió, la agarró de nuevo, le cerró la puerta, la manoseó y exprimió bien, le apretujó todo y le exigió a las puteadas y jadeos que ella se pusiera en pelotas. Estela le pidió un poco de alcohol, él le dio excitado y la mojó sin querer, la mujer tomó y cuando terminó, ahí sí, no lo quiso hacer sufrir más y despacito despacito, se sacó jadeando la bombacha fina, la levantó en la mano y lentita la revoleó con dulzura por la habitación al suelo.

Y a la superconchísima de su cogida madre todo. Los esposos explotaron de locura, pasión, amor y sexo. Ernesto se le fue encima a Estela, la aplastó contra la pared, le hizo de todo con su penacho y cuando la tuvo lista, la acostó, se le subió y la recontrapenetró con un pene grueso, largo de 26 cm y duro como un garrote. Gritando y gimiendo, Estela se entregó a él y disfrutó la cepillada. Sólo le pidió que no terminara rápido, pero era lógico que no iba a poder. Sólo 10 y Erne eyaculó espeso y monstruoso semen en la vagina de Estela. Luego, al pedirle que tardara más, se controló y le dio casi 20 hasta embadurnarla de lechita espesa. Después la dio vuelta, le enchufó la pija por la cola y la superreventó boca abajo hasta llenarla de semen. Estelita gritaba como loca al sentir el semen en su cola. Luego todo: doble penetración, semen en su boca, su flujo en la suya, manos, besos, lamida de pene chorreante de semen espeso y calentito, lamida de vagina  y flujo de ella que no paraba de salir de la locura. Tetas, la mujer le apretó los testículos a su pedido, le puso cremita para el salchichón, lo acarició y mimó, lo besuqueó, le besó todo  y él le dio siete veces más en sus agujeros, la repasó con sus manos por todo su cuerpo, se las metió en sus orificios, sus dedos en su cola y su vagina, los chupó , ella le metió los suyos, él saboreó y tragó  su líquido, y luego la reventó. Después las hizo todas: eyaculó en la cartera de Estela, se vistió con su ropa de mujer y se pintó los labios y se masturbó manchando la ropa, se limpió con su bombacha, se la pasó por la boca, Estela volvió a acabar y lo hizo sobre su calzón. Y así, semen, flujo, pene, vagi, cola, huevos, tetas, todo. Rodaron y rodaron por la cama, como hace tiempo no lo hacían. Gemidos, puteadas, líquidos, saliva, hasta orina de los dos de la sacadura, tomaron, ya ni sabían qué hacían.

Así hasta las seis de la mañana,cuando tras la última traca traca con Ernesto él le llenó a su mujer la vagina de su semen interminable. Luego el la abrazó, besó, le preguntó dulce si quería seguir y al decirle que no daba más, él la abrazó, mimó y se besaron casi 10 minutos desnudos. Luego, Estela, re dulce con su marido,  se puso un camisón sin nada abajo, él su remera sin calzón y a dormir. Y a soñar con su amor, un nuevo cumple de su amor eterno y una nueva noche de glorioso y sublime amor. Eso sí, en bombacha y con mucho semen.

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