Entramos juntos en la ducha. Después de haber follado como locos en nuestro furtivo encuentro en el hotel. Necesitamos refrescarnos. Ajusto la temperatura. El agua empieza a discurrir por nuestros cuerpos. Moja nuestras pieles. Que se rozan. Nos abrazamos. Nos besamos. Quizás el beso sea hasta mas húmedo que la ducha. Acaricio tu culo. Tu espalda. Tu pelo. Siento tus manos recorrer mi nuca. Mi espalda. Y como se clavan tus dedos en mis nalgas y me atraen hacia ti. Se juntan nuestros sexos. Nos restregamos. Nos palpamos por todos lados. El agua se siente caliente y agradable. Los cuerpos también. Me separo y cojo el bote de gel. Agua y gel, perfecta combinación.
-Toma. -Te ofrezco en la palma de tu mano. Yo también cojo. Y nos repartimos el gel el uno al otro por su cuerpo. Mis manos se deslizan por tus hombros. Por tus pechos. Tu abdomen. Tu culo. Tus brazos. Tu cuello. Y te beso de nuevo. Voy sintiendo tus dedos acariciándome. Resbalando por mi piel gracias al gel. El abrazo es mas intenso. El beso mas profundo. Mi pene vuelve a reaccionar y va creciendo y apretándose contra tu ingle. Lo coges y juegas con el. Lo acaricias. Lo revives. Amaso tus pechos. Pellizco con suavidad tus pezones. Y una mano baja hasta tu tesoro y lo voy acariciando haciendo círculos sobre él. Mezclando la espuma con tu vello. Suspiras...
-Date la vuelta. -Te pido
Lo haces y me ofreces tu culito. Ese culito que antes he disfrutado sobre la cama. Mmmmm... Solo hace unos instantes me he introducido en él y te he llevado, me has llevado al paraíso. Tu con un orgasmo anal tremendo en el que has chillado de placer y yo en el que me he corrido dándote toda mi leche. Me he vaciado en ti. Y ahora lo vuelvo a tener justo delante mio. Te agachas un poco agarrándote al grifo.
-Es tuyo cielo. Follalo. Dame polla.
No lo dudo ni un momento. Cojo gel de nuevo. Y unto con él tu ano. Voy metiendo un dedo haciendo círculos, despacio, dilatándolo. Dándolo cada vez mas un poquito de si. Quiero entrar suave. Despacio y que no te duela. Mas gel. Dos dedos. Suave. Despacio. Gimes. Te agarras con las dos manos a la grifería... Acercas tu culo contra mi. Me quieres ya. Lo noto. Mas gel en mi miembro. Lo embadurno bien. De arriba abajo. En toda su longitud. Acerco mi glande a tu ano. Separo tus nalgas. Y voy entrando, empujando despacio. Casi milímetro a milímetro. Te vas abriendo. Entro. Entra mi glande. Das un respingo con un grito ahogado. Siento tu presión sobre mi pene. Reculo un poco y vuelvo a entrar. Te he preparado bien. Estas dilatada y lubricada. Me sientes. Gimes. Voy entrando. Un calor interno te quema. Empiezan a aparecer las sensaciones mezcladas de un poco de dolor con el cosquilleo de la excitación y el placer. Entro más. Con cuidado.
-Sigue. Mas!!
Y entro del todo. Casi. Gran parte de mi polla esta en tu interior.
-Todo bien? -Te pregunto.
-Si. Sigue.
Voy saliendo. Noto tu calor interno. Noto tu presión alrededor de mi polla. Me voy retirando hasta casi salir del todo. Solo queda una parte del glande en tu interior. Y vuelvo a metértela. Ahora toda seguida. Pero sin fuerza. Despacio. Salgo. Entro.
-Mmmmm... Siiiiiii mas sigue Julio,
Uuuuffff por Dios. Mmmmm...
-Nótala preciosa. Siéntela...
Empiezo un baile de penetraciones en el que disfrutamos los dos una barbaridad. En un momento abres tus nalgas y me pides mas profundidad. Y lo hago. Me agarro a tus caderas y me introduzco del todo en ti. Mi miembro desaparece en tu interior en el momento en que das un tremendo gemido. Ahora ya jadeas con cada embestida. Mis huevos chocan contra tu sexo cada vez que te empalo con mi polla. Jadeas. Gimo
-Siiii sigue cielo dame polla. Dame mas. Párteme en dos. Mmmmm. Aaahhhh...
-Si vida . Toma tomaaa!!!! Mmmmm...
Gozamos. Chillamos
Agarro uno de tus pechos y lo amaso. Tiro del pezón ya erizado. Duro. Los tienes duros. Apuntando al suelo.
Jadeos...
Entro y salgo no se cuantas veces. Acaricio tu clítoris desde atrás. Lo disfrutas. Esta combinación te gusta. Masturbar tu clítoris al follar tu culo te vuelve loquita. Loca de placer. Empiezas a tensar tu cuerpo. Te lo noto. Pequeños temblores y gemidos anuncian tu inminente orgasmo...
Tus dedos casi se vuelven blancos por la fuerza con que agarras el grifo.
Gritas. Gritas de placer. Te convulsionas arrastrándome contigo en tu orgasmo. Te derrites del gusto con un temblor final que oprime mi miembro provocando que me derrame en ti también con un orgasmo tremendo, alucinante.
-Me muero de gusto contigo preciosa. -Te susurro al oído...